UN BILLETE DE 50 SOLES
EFECTO AMBIENTE DE CAFÉ
LAURA ¿No vas a tomar nada? ¿Ni siquiera un café?
PABLO Estoy deprimido, Laura, entiéndelo.
LAURA A ver, Pablo. Estás deprimido, ¿verdad?
PABLO Es que todo me sale al revés. Ni salud ni dinero ni amor… Todo me está saliendo recontramal.
LAURA Pues tómate un cafecito caliente y al menos eso te caerá bien.
PABLO ¡Qué café ni qué café!... Puff… No sé ni para qué te cuento estas cosas a ti.
NARRADORA Fue entonces que Laura, aquella buena amiga, abrió su bolso y sacó un billete de 50 soles.
LAURA Pablo, ¿quieres este billete?
PABLO (CONFUNDIDO) ¿Cómo que si quiero este billete?
LAURA Te lo regalo. ¿Lo quieres o no lo quieres?
PABLO Bueno, en esta situación tan difícil… ¿quién no querría un billete de 50 soles?... Pero, ¿por qué me lo quieres dar…?
NARRADORA Entonces, Laura tomó el billete en una de sus manos…
EFECTO PAPEL ARRUGADO
NARRADORA… y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola…
PABLO ¿Qué haces, Laura?
LAURA Y ahora… ¿lo quieres también?
PABLO No sé a qué estás jugando, pero…
LAURA ¿Lo quieres o no lo quieres?
PABLO Billete es billete, aunque esté arrugado. Si me lo das, lo acepto.
LAURA Espera un poco…
NARRADORA Laura tomó el billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie. Luego, lo tomó con la punta de sus dedos, sucio y manchado.
LAURA ¿Lo sigues queriendo todavía?
PABLO No sé a dónde quieres llegar, amiga mía. Pero un billete de 50 soles… mientras no lo rompas conserva su valor. Así que…
LAURA Así que, aplícate el cuento.
PABLO No te entiendo…
LAURA Escucha, Pablo. Las cosas a veces no salen como queremos, como esperamos que salgan. Pero aunque la vida te arrugue o te pisotee, tú sigues teniendo el mismo valor de siempre. Igual que este billete.
NARRADORA Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar a decir palabra…
LAURA Tómalo…
NARRADORA La muchacha puso el maltrecho billete sobre la mesa y con una sonrisa cómplice agregó:
LAURA Guárdalo, para que te acuerdes de lo que hemos hablado cuando te sientas “deprimido”… Pero me debes un billete nuevo de 50 soles para el próximo amigo que lo necesite.
NARRADORA Laura le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.
LAURA ¡Chao, hasta otra!
EFECTO PASOS
NARRADORA Pablo volvió a mirar el billete y sonrió…
PABLO ¡Camarero!... ¿Me trae un café?
CAMARERO ¿Un café?
PABLO Sí, pero que esté bien caliente… Y cóbrese… No se fije en el billete que, aunque está un poco maltratadito, vale lo mismo que todos.