El ruido del océano; llamas, alpacas y vicuñas
Hola amigos, bienvenidos a esta nueva emisión. Hoy, 17 de noviembre, os voy a hablar de un tema muy especial, de la contaminación del sonido en el mar. En concreto os voy a hablar del proyecto de un hombre que escucha con atención los océanos. Después os voy a contar un cuento, una historia medio real medio ficticia, os hablaré de llamas [1], alpacas [2] y vicuñas [3]. ¿Preparados para escuchar? ¡Pues vamos!
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¿Habéis escuchado alguna vez el mar? ¿Os habéis sentado en la playa, cerrado los ojos y escuchado el ruido de las olas? ¿Habéis conseguido escuchar sólo el ruido de las olas? Sí, ¿verdad? Yo también, pero he leído un artículo sobre la contaminación acústica [4] en el mar que me ha hecho pensar. Mirad, es que desde fuera nosotros no nos damos cuenta [5]. Oímos las olas, sí, pero no sabemos lo que se escucha debajo del mar. Resulta que los humanos hemos contaminado el mar con ruidos. ¡Ay sí, amigos! Los barcos son muy ruidosos, la explotación petrolera [6] y de gas producen ruido y las construcciones en los puertos también. Todas esas cosas contaminan el mar y hay muchos animales que no soportan [7] su ruido. Hay ballenas y delfines que han tenido que cambiar su casa, hay peces que han muerto … ¡y fijaros! hay animales que no tienen “oídos”, lo que tienen son células sensoriales. A ellos el ruido no les deja alimentarse y también mueren. ¡Así que ya veis! Resulta que el exceso de ruido puede terminar con la biodiversidad. Este es el resultado de un estudio en la Universidad Politécnica de Cataluña. Es que hay un grupo de científicos liderados por Michel André que se dedica a escuchar los océanos, que quiere recuperar el silencio. Tenemos que ser conscientes de que cuando para el sonido, la contaminación acústica desaparece [8].
Pero este problema del ruido no es nuevo. En el 1991 un grupo de científicos puso altavoces en el fondo del mar cerca de una isla lejana del Océano Índico. Querían comprobar hasta dónde llegan los ruidos producidos por el hombre. Entonces emitieron [9] una señal de baja frecuencia de forma regular durante dos meses y alcanzó [10] 16.000 kilómetros. Es decir esa señal se podía oír en prácticamente todo el planeta… Increíble, ¿no?
Bueno, pues Michel André quiere hacer un mapa de lo que se escucha en el fondo de los océanos. Es un proyecto que empezó en 2015 y terminará en 2019. El proyecto se llama “20.000 sonidos bajo el mar”. En este estudio participa el velero [11] suizo “Flor de la Pasión”. Este barco está recorriendo el mundo y ayudando a André en su trabajo de cartografía [12]. La expedición se llama “The Ocean Mapping Expedition” y su objetivo es observar y comprender cómo está el océano; por eso ayuda a André a hacer el mapa de los sonidos que hay en el mar. Así que ya veis, estas personas nos quieren hacer pensar en nuestra relación con el planeta. Cuando vuelva a cerrar los ojos y escuchar el ruido de las olas, lo haré mucho más consciente. Pensaré en el tesoro que tenemos y que debemos cuidar.
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Érase una vez [13] una llama que vivía en el altiplano de Perú, y érase una vez una llama que vivía en un circo. A nuestra llama de Perú la llamaremos India, a nuestra llama del circo la llamaremos Amaya. India vivía libre en unos campos anchos y grandes. Ella veía el horizonte, se pasaba el día con sus colegas, las alpacas y vicuñas. Las alpacas son los animales más pequeños de los tres, la gente utiliza su pelo para hacerse ponchos y ropa calentita porque en el altiplano de Perú hace mucho frío. La vicuña es el símbolo nacional de Perú y se parece mucho a la alpaca, pero tiene menos pelo y la cabeza es más pequeña. Es inconfundible [14]. A las llamas las conocemos todos, tienen mucho pelo son una mezcla de ovejas lanudas [15] y camellos. Y son muy simpáticas, ayudan a los campesinos a llevar sus cosas de un sitio a otro, son unos animales muy serviciales; pero… necesitan su libertad. Como todos los animales del mundo, necesitan su libertad… India la tenía, era libre y feliz. Sin embargo Amaya vivía con otras llamas en un circo. No tenía campos anchos, ni veía el horizonte, no conocía ni vicuñas ni alpacas. Un día le llegaron a Amaya recuerdos de India. Sí. India mandaba a su hermana europea recuerdos con el viento. India la mandó recuerdos desde el Perú. Todos los animales del mundo están comunicados de una forma o de otra, ¿sabéis? Las llamas se hablan sin nosotros saberlo. El viento transporta sus palabras. Amaya escuchó las palabras de India y sintió una necesidad inexplicable de salir de su jaula [16], de huir [17] de aquel circo en el que estaba encerrada. Un día de otoño se presentó la oportunidad. El guardián del circo se olvidó de cerrar la puerta y Amaya y sus compañeras se fueron rápidas de allí a buscar el horizonte, se escaparon del Circo Royal. Corrieron por las calles de Winterthur desesperadas [18]. El espíritu de India y de sus hermanas andinas las acompañaban. Corrieron y corrieron un domingo por la mañana. Los transeúntes [19] madrugadores vieron las llamas. Se frotaron los ojos [20] y no las vieron más. Sin embargo, en el “20 minutos” apareció un artículo sobre ellas al día siguiente. Amaya y sus compañeras no habían sido una visión, se habían escapado de verdad y habían sorprendido a la gente madrugadora. Ellas, sin embargo, no habían visto a las personas, las llamas habían buscado el horizonte, habían buscado a vicuñas y alpacas, habían corrido indefensas, perdidas e inseguras. India las mandaba recuerdos con el viento. India las mandaba recuerdos desde el Perú. Todos los animales del mundo están comunicados de una forma o de otra, las llamas se hablan sin nosotros saberlo y gritos de libertad hacen correr a Amaya y sus hermanas por una ciudad vacía buscando sin objetivo fijo una ilusión.
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Ya llegamos al final de este podcast, amigos; pero antes de terminar quiero comentaros una cosa: Que las llamas se escaparon del Circo Royal en Winterthur, es verdad; que los animales necesitan su libertad, es verdad; que las llamas corrieron asustadas e inseguras, es verdad. Lo que no sé si es verdad, es si el espíritu de India se metió en el de Amaya… Pero es una bonita historia para pensar, ¿no?
Por cierto, ¿sabéis ahora cual es la diferencia entre llamas, alpacas y vicuñas? Espero que sí.
Bueno, hoy os he hablado del trabajo de André, el hombre que se dedica a escuchar los océanos. El 1 de diciembre os hablaré de otra ocupación muy especial, la de buceador, el que se dedica a nadar en las profundidades del mar. Mi vecino de aquí de Zúrich es buceador, pero también lo era José María Quero. Su historia fue muy bonita y su mujer china Sanmao la escribió. Os contaré también esa historia de amor entre China y España. Hasta entonces podéis aprender las palabras nuevas de este podcast con el entrenador de vocabulario y ver fotos en Instagram, con #amiaire y #podclubalicia. Cuidaros y que os vaya muy bien.
Glossaire: A mi aire [1] (la) llama: animal mezcla de oveja lanuda y camello que vive en los Andes
[2] (la) alpaca: es un animal de la familia de la llama, pero un poco más pequeño ; su pelo se utiliza para la industria textil, con el pelo se hace ropa y bolsos
[3] (la) vicuña: es de la familia de las llamas, tiene el cuello largo y la cabeza pequeña. Vive salvaje en los Andes
[4] contaminación acústica: exceso de sonido que cambia las condiciones normales del ambiente en una zona
[5] no darse cuenta: no ser consciente de algo, no advertirlo, no verlo
[6] (la) explotación petrolera: la industria del petróleo
[7] no soportar: no aguantar, no tolerar, no poder con algo
[8] desaparecer: terminar, no estar más
[9] emitir: producir, echar, crear, hacer
[10] alcanzar: llegar hasta un cierto punto, aquí significa llegar hasta los 16.000 kilómetros
[11] (el) velero: un barco de vela
[12] (la) cartografía: hacer un mapa geográfico
[13] érase una vez: es una forma de empezar un cuento; significa que hace muchos años pasó algo
[14] inconfundible: no se puede confundir, no se puede pensar que es otra cosa
[15] lanudo/a: que tiene mucha lana
[16] (la) jaula: como una caja de metal con barrotes de hierro que encierra a un animal; prisión, cárcel para un animal
[17] huir: escapar, irse rápido
[18] desesperado: como loco, súper alterado, nervioso
[19] (los) transeúntes: las personas que pasan por un lugar
[20] frotarse los ojos: tocarse los ojos fuerte con las manos