La Cabecilla del Parador Episodio 12
Capítulo 17
Aguas Calientes: La Parroquia San Felipe/Misa de los leñadores/Padre Rogelio Vargas Oficiante/2 de febrero, 1974. 7 p.m. Siete de la noche.
Una concurrencia de más de tres mil personas. Los familiares de los difuntos están
sentados dentro de la iglesia y los vecinos y amigos están de pie. La iglesia está repleta con un mar de gente, del pueblo Chama, todos presentes para despedirse de sus padres, sus hermanos, sus tíos que han sido asesinados a manos de Stan Wilkinson, sus búfalos y los policías militares de la T.O.P.E. El verdadero mar de gente se ve desde las puertas de la parroquia y desde las gradas que bajan a la calle hasta la plaza y el pequeño parque. El padre Vargas ya lleva veinte minutos dando su sermón.
Padre Vargas: .....y así es, queridos hermanos. Estamos aquí para encomendar a nuestro Dios, nuestro redentor, a nuestros fieles corderos que se han desviado del camino recto de Jesús. Recemos todos para que esto no vuelva a pasar. Hagamos todo lo posible para honrar el don del perdón de nuestros pecados y la salvación que nos otorga el Eterno. Queridos hermanos. Dios lo ha querido así. No es nuestro lugar de cuestionar a las autoridades. Nuestro deber es la fiel observación de nuestras normas religiosas y el rezo diario. Recemos por nuestros líderes, por nuestros soldados quienes están vigilando nuestras rutas de comunicación en la selva, quienes están en las trincheras en la sierra, pasando frío, haciendo el supremo sacrificio por nosotros. Queridos hermanos. Hijos míos. Pongamos nuestra fe en nuestro Señor. El nos ha proveído con el liderazgo necesario para poner paro a la violencia diaria que estamos sufriendo en estos días oscuros. Recemos para que nuestro presidente, Luís Alberto Ríos-Monte tenga la fuerza y la convicción necesaria para guiarnos. No nos olvidemos nunca más que hay que poner nuestra fe en el señor. Dios se hará cargo de la situación. No es nuestro lugar de...
Pocha levanta su misal, y pegando un salto y tres pasos logra tirarle al Padre Vargas el misal que le golpea en la oreja izquierda abriéndole una pequeña herida. El Padre Vargas pierde el equilibrio, se tropieza y se cae golpeándose la rodilla.
Pocha: ¡Mentiras! ¡Mentiras! ¡Son todas mentiras!
Padre Vargas: ¡Sáquenme a esta diabla de aquí!
Cerila: ¡Sácate tú mismo! ¡Vendebanderas! ¡Bien hecho, Pochita!
Padre Vargas: ¡Ustedes van a pagar..por..por esta delincuencia!
Susie Ottoni/vieja amiga y vecina de Cerila:
¿No te da vergüenza pronunciar estas cosas estúpidas e inmorales mientras tu gente muere como ganado en una carnicería? Dios mío, Rogelio. Si tu madre estuviera viva todavía..
Cerila: ¡Escuchen todos! ¡Vamos todos para Las Matas! Vamos caminando río adentro al verdadero camposanto de nuestra gente! ¡Las Matas Camposanto queda menos de veinte minutos a pie! Vamos a llorar y a cantar a nuestros queridos en la tierra que es nuestra!
En una explosión, como una sola voz, la gente se levantó, abandonó la iglesia y los tres mil Chamas, el pueblo preferido, protector de las rutas ancestrales, en procesión, fue caminando hacia el camposanto ancestral. Las autoridades habían prohibido el paso al área pero no hubo tiempo para reunir a la T.O.P.E. en estos momentos para parar la procesión, y con la concurrencia repleta de la prensa local y también internacional siguiendo los detalles de esta noticia que ya había llamado la atención de la prensa del mundo, al pueblo Chama no se le puso en frente ninguna traba en el camino y pudieron entrar al camposanto y despedirse de sus queridos con la dignidad que todo ser humano se merece.
Capítulo 18
Aguas Calientes, Centro/El Club, La Sagrada Unión/Almuerzo de empresarios/3 de febrero, 1974/dos de la tarde: 2 p.m.
Mozo:
Ya pues. Conforme, caballeros. Una fuente de ceviche para comenzar y cuatro jarras de Cristalina (cerveza--la mejor marca de cerveza del Parador---cervecería de La Wilkinson y Meyers, S.A. con la planta ubicada en la calle, Alameda de los Desamparados--los mejores pozos de agua de toda la América Latina, con premio de Bruselas, 1966)
Míster Están: Un momento, Joven. ¿Cómo te llamas?
Mozo: Mario, señor.
Míster Están: Bien. Me haces favor y me traes las chelas y los 9 nueve cubanos para cada caballero aquí.
Mozo: Conforme, señor. De inmediato. ¿Algo más?
Míster Están: Sí. Nos traes los puros y nos dejas solos hasta que yo te haga llamar. Me haces este favorcito, ¿Ya Mario? Nos traes el almuerzo después de que hayamos terminado la reunión.
Mario: Conforme. Estaré atento en la puerta.
Míster Están: Muy agradecido caballero.
(dirigiéndose a los hombres en la mesa)
So Ken. Can I interest you in trying one of Fidel's finest products? I know we don't particularly like commies here but his people do make a helluva a cigar! (Speaking to Ken Cantwell, State Department, U.S. and CEO of Cantwell Furniture)
Ken: Can we just get this over with? Let's be frank. I only come down here when there's a problem. I'm a little out of my element here. I had a feeling that something like this was going to happen. Shit.
Stan Wilkinson: Well. I feel personally responsible for your lack of ease. There really is no problem. These things happen every ten years or so. You caught us in the middle of some spring cleaning.
(Risas de los otros siete hombres)
Ken: Listen. Stan. We Americans like to work in stable, safe conditions. That is why our businesses thrive. The conditions here are not stable.
Stan Wilkinson: Of course. Totally understandable for you to be a little nervous. Let me properly educate you about the Paradorean reality. I think I can put you at ease.
Ken: Screw the Paradorean reality! I'm going to be frank. Meester Estahn. (imitated accent) I don't like to invest with pretenders. Shit.
I know you have an American passport but you're not an American. Damnit. You even speak with an accent. I'm just going to say it: I don't like you, and I don't trust you. Stan Wilkinson (Con una sonrisa de cínico)
Well. I don't get to the states too often. When I do, I only go to Miami so I can pick up Nenas at the Clubs. Bueno. Voy a seguir en español ya que tú y yo somos los únicos dos aquí que hablamos el inglés con propiedad. No quiero ser mal educado con mis invitados.
Ken: You people are unbelievable. I just told you I don't like you and I don't trust you. Stan Wilkinson:
Well. Now I can ask you Mr. Cantwell; Who's the real American here? No tenemos que ser amigos para hacer dinero juntos. Por eso es que existen las corporaciones, las sociedades anónimas. You do seem to like very much my U.S. American greenbacks, the monthly kickbacks, ¿No es cierto, my fellow American?
Ricardo de La Valle: Es verdad lo que dice Stan, Míster Cantwell. Hemos hecho la limpieza y hemos restaurado el orden. El negocio sigue. No hay problema. Eso se lo aseguro, ¿eh?