Nadie hablará de nosotras si no estamos en Wikipedia | Patricia Horrillo | TEDxMadrid
Traductor: Carmen de Miguel-Murado Revisor: Lidia Cámara de la Fuente
De pequeña, mi padre me denominaba "abogada de pleitos pobres
o defensora de causas perdidas."
Esto lo hacía porque yo me rebelaba cuando veía alguna clase de injusticia
y veía que nadie hacía nada.
Entonces mi padre me decía:
"Patricilla, no te preocupes porque el tiempo pone a cada uno en su lugar."
Yo me calmaba momentáneamente,
porque me imaginaba una especie de poder superior
que de alguna forma lo que hacía es acabar con esa injusticia,
un poco rollo película de los años 80,
con esos malos tan malos y esos buenos tan buenos
que al final, siempre ganaban.
Tiempo después, repasando un examen de la Revolución Francesa con mi madre,
de ella aprendí otra frase
que me acabó quitando la venda de los ojos.
Me dijo: "Hija, la historia la escriben los vencedores".
Yo miraba mi libro de sociedad,
que a lo mejor a algunos os suena,
(Risas)
y veía aquellas informaciones que nos contaban
sobre los primeros asentamientos humanos,
sobre los griegos, los romanos,
y yo pensaba sobre aquellos que habían sido vencidos,
sobre cuál sería su historia
y qué pensarían ellos sobre los que habían escrito la historia
que yo estaba leyendo en ese momento.
¿Os acordáis de los cómics de Asterix?
aquella aldea gala de irreductibles que no querían ni permitían
que los romanos acabaran ocupando su espacio.
Pues uno de sus personajes, Asuranceturix, era el bardo,
y el bardo lo que hacía era contarnos las historias de nuestros héroes,
cantarlas.
Cuando terminaba la aventura, todos celebraban con un gran festejo
y a él acababan tapándole la boca, pero por desafinar.
La figura del bardo es una figura de tradición oral,
y lo que hacían era eso, se encargaban de narrar la historia
a través de canciones sobre las batallas.
Estos personajes deberían ensalzar aquellos triunfos,
y podemos imaginar cómo inflarían las historias
para que estuvieran contentos sus jefes.
Otros que también narraban la historia,
aunque estos por escrito y en la Edad Media,
eran los frailes de organizaciones religiosas.
Si habéis leído "El nombre la rosa" de Umberto Eco,
o habéis visto su adaptación al cine,
lo mismo recordaréis a aquellos hombres
que estaban en la biblioteca de la abadía
transcribiendo textos de unos libros a otros
y creando con eso un compendio sobre la historia del mundo.
Y así nos vamos acercando al siglo XVIII,
cuando Diderot y D'Alembert, con otros filósofos franceses,
crearon la Enciclopedia:
un compendio de informaciones ordenadas alfabéticamente
y que aglutinaban información sobre la historia del mundo.
Ellos habían creado esta obra que no era
ni la única de estas características, ni la primera,
y sin embargo, esta fue la vencedora de la historia,
y de hecho se convirtió en la madre de todas las enciclopedias.
Después de aquellas primeras enciclopedias
llegamos a una un poco más cercana que seguramente a algunos también os suena,
que es la "Gran enciclopedia Larousse"
creada por Pierre Larousse.
A mí me suena mucho, de hecho le tengo mucho cariño
porque era la enciclopedia que yo utilizaba,
la que teníamos en casa,
la que yo utilizaba para mis trabajos del colegio y del instituto.
En aquellos diez volúmenes, que pesaban mucho,
se concentraba la verdad sobre la historia universal.
Luego nos venían unos suplementos cada uno o dos años,
en los que venían actualizaciones sobre hechos históricos nuevos
o modificaciones sobre la situación de algunos países.
No recuerdo que nadie pusiera en cuestión jamás lo que decía la Larousse.
De hecho, cuando jugábamos al trivial y había alguna discrepancia,
la Larousse, con su peso, nos sacaba de dudas.
Y así llegamos al siglo XXI,
concretamente al 15 de enero de 2001,
cuando Jimmy Wales crea la Wikipedia,
la enciclopedia libre, abierta y colaborativa
que nos permitía por primera vez a la ciudadanía narrar la historia
y romper de esta forma el monopolio de la memoria
que siempre había sido llevado a cabo por unas élites,
por unas pocas personas.
A día de hoy, la Wikipedia es la enciclopedia libre y online
más consultada de todo el mundo.
Sin embargo, cuando yo doy algunos talleres sobre este tema,
hay gente que se me acerca y me dice:
"¡Hombre, es que no te puedes fiar de la Wikipedia,
porque la puede escribir cualquiera!
Y efectivamente, ese es el rasgo que la distingue
de todas las enciclopedias anteriores.
Y yo también estoy de acuerdo,
creo que no te puedes fiar de la Wikipedia, pero no creo que sea por ese motivo,
en realidad es porque no nos debemos fiar
de nada de lo que nos llegue de información,
ni a través de prensa, ni de radio, ni de televisión.
Deberíamos mantener siempre un espíritu crítico.
Sin embargo, nadie cuestionaba lo que era la Larousse,
¿os acordáis?
Era la verdad con mayúsculas.
Si era una enciclopedia escrita en unos volúmenes que pesaban tanto,
estaba escrita por unos hombres blancos, sabios, viejos,
pues supongo que era, de alguna manera, incuestionable.
Además, ocurre una cosa,
aunque no nos fiamos de ella,
curiosamente, cuando buscamos en Internet,
en cualquier navegador que utilicemos,
la primera entrada que aparece, si es que existe, es la de la Wikipedia.
O sea, que no nos fiamos, pero nos aprovechamos.
Lo de que la Wikipedia la puede escribir cualquiera
es completamente cierto,
y sin embargo, la proporción de personas que editan la Wikipedia
en relación al número de usuarios,
de personas que la consultan en todo el mundo,
es minúscula.
Voy a poneros un ejemplo:
en el caso de la Wikipedia en español somos 567 millones de hispanohablantes
y estamos hablando de que en el último año se considera editores activos a 4.500,
hay 8 editores por cada millón de hablantes,
o sea que estamos hablando de una proporción muy pequeña.
Además hay otra cosa,
y es que para escribir en Wikipedia no se trata de escribir la historia
aportando datos en primera persona,
se trata de documentar información que ya existe fuera de ella
y organizarla con una estructura determinada
en esta herramienta.
Es decir, yo puedo conocer muy bien a alguien
y eso no me predispone a escribir mejor su biografía en Wikipedia.
Antes de seguir me gustaría hacer una pequeña pausa
a este megarepaso, megarápido,
que he hecho sobre los narradores de la historia,
a ver si os ha llamado algo un poquito la atención,
¿os parece que falta algo en este conjunto de narradores de la historia?
Están los bardos, están los escribas, filosofos...
¿dónde están las mujeres?
¿dónde está su historia y la historia contada por ellas?
Es verdad que ha habido mujeres que han sido extraordinarias
y han sido visibilizadas a través de la historia,
pero su excepcionalidad confirma la regla.
Somos algo más de la mitad de la población
y sin embargo parece que la historia no fuera nuestra,
ni la contamos, ni aparecemos en ella.
Casi como para continuar con la procreación de la especie
o para incluso ser la razón por la que se iniciaron
guerras y disputas de todo tipo.
Las mujeres no podían narrar la historia
porque su voz no contaba.
Yo tengo la teoría de que eso puede ser porque
como nacimos de la costilla de Adán,
luego le engañamos para que comiera el fruto prohibido
y luego nos echaron a todas del paraíso,
pues a lo mejor puede ser por eso
(Aplausos)
Cuenta la historiadora y académica Mary Beard
que La Odisea, el poema de Homero del siglo VIII a de C,
es la primera manifestación de la opresión masculina
sobre la libertad de expresión de las mujeres,
y lo hace a partir de este ejemplo:
"Madre, dijo Telémaco,
vuelve a tu habitación, a tus labores con el telar y el huso.
El discurso será un asunto de hombres."
Vemos por lo tanto que a lo largo de las diferentes épocas de la historia,
el conocimiento ha sido patrimonio de los hombres.
Pero ¿qué pasa con la Wikipedia?
una herramienta que nace en un siglo nuevo,
que es una herramienta colaborativa,
¿qué creéis que habrá ocurrido
con el reparto de la narración de la historia entre hombres y mujeres?
Los 2000 eran para mi generación el futuro y en ese futuro,
aparte de imaginarnos que habría coches voladores, por supuesto,
creíamos que habría igualdad plena entre hombres y mujeres,
y es verdad que se han conseguido muchas cosas,
pero también seguimos sabiendo que hay brechas salariales y techos de cristal,
algo que, a lo mejor,
si vemos una herramienta nueva como la Wikipedia, pensamos:
en este caso, ya que es una herramienta nueva,
no deberían pasar estas cosas que pasaban antes.
Bueno, pues siento decepcionaros,
porque del total de editores que estamos en Wikipedia,
menos del 16% somos mujeres.
Este dato que yo vi en Wikipedia me dejó atónita,
¿y creéis que esto puede afectar al contenido de la Wikipedia?
Yo también creo que sí,
creo que, de hecho, es algo bastante fácil de comprobar
porque hay muchas menos biografías de mujeres que de hombres,
y de las que sí existen, no se les aplica la perspectiva de género.
Esto quiere decir que en algunas ocasiones se habla de las mujeres,
en lugar de inventoras o creadoras,
son las personas que ayudaron, por supuesto, a los hombres
en los inventos, en las investigaciones, en las creaciones.
Luego también lo que ocurre
es que en la mayoría de las biografías de mujeres
aparece su vínculo afectivo como algo prioritario,
es decir, somos madres de, hijas de, esposas de,
un dato que, biográficamente, puede ser importante,
pero en el caso de los hombres nunca aparece en primer plano.
En 2015 creé un grupo de trabajo que se llama Wikiesfera,
y lo hice porque estaba interesada en saber por qué había tan poca gente
que se animara a editar en un formato wiki
que desde mi punto de vista es absolutamente revolucionario,
y me encontré con dos problemas:
el primero era de tipo tecnológico,
porque hasta hace dos años, para editar en Wikipedia,
tenías que aprender un lenguaje de etiquetas parecido al HTML
y claro, eso a mucha gente le echaba para atrás,
le suponía un problema.
Esto afortunadamente ha cambiado
porque existe un maravilloso editor visual
parecido a un procesador de texto
que, aunque tienes que aprender algunas reglas, es muy fácil;
así que este problema ya no existe
y no me vale que a veces se puedan poner excusas por este asunto.
El segundo problema que me encontré era algo inesperado
y desde luego me parece algo más complicado de resolver:
las personas que venían al grupo
y algunas con las que he hablado en otros talleres,
no se sentían legitimadas para editar en Wikipedia
porque, en palabras de algunas de ellas:
¡quién soy yo para escribir la historia!
Claro, si hemos aprendido que la historia nos la cuentan otros
y que esos otros, además, son aquellos hombres, viejos y con barba,
hacer un cambio de chip y ser nosotros los que intervengamos
es realmente un cambio complicado de hacer.
¿Os acordáis de lo que me decía mi padre
que yo era una defensora de causas perdidas?
pues en lugar de lamentarme viendo este panorama
sobre falta de editoras empoderadas y falta de biografías,
decidí poner en marcha unas actividades,
las "editatonas".
Sí, os voy a repetir la palabra porque sé que suena raro:
"editatona".
La palabra "editatona" viene de la palabra "editatón"
y "editatón" es un maratón de edición,
es decir, es un evento en el que, lo que se intenta hacer,
es solventar aquellas carencias que existen en Wikipedia
sobre determinados contenidos.
La feminización del término, "editatona", se la debemos a Carmen Alcázar,
compañera de Wikimedia México,
que le aplicó a estos encuentros la perspectiva de género.
Las editatonas que yo organizo también tienen
algunas características propias que yo me he inventado.
Nos solemos juntar unas 30 personas, mayoritariamente mujeres,
pero también vienen hombres,
y creamos contenido en Wikipedia alrededor de una temática específica.
Hemos hecho editatonas de fotógrafas,
de exploradoras, de científicas, de programadoras...
Invitamos a una experta que viene a explicarnos
cómo estamos las mujeres en ese área, y después,
en grupos de dos o tres personas,
nos ponemos a buscar información para documentar esa biografía
y escribirla de forma colaborativa.
Proponemos una lista de nombres de mujeres y se reparten.
Las personas que vienen a esos encuentros mayoritariamente no han editado nunca
y ese día se van a casa empoderadas,
sintiendo que han podido crear una biografía que ahora está en Wikipedia
y viendo que no era tan complicado como se imaginaban.
Sí, hay que aprender una técnica, pero es algo totalmente asumible.
Otra cosa que ocurre es que, a partir de esos encuentros
en los que, no quiero decirlo, pero nos lo pasamos muy bien,
hemos conseguido visibilizar mujeres
que hasta ese momento no estaban en Wikipedia.
Por ejemplo tenemos a Ana María Prieto,
considerada la primera programadora española.
Alicia Calderón, que es una física que ha estado formando parte
del equipo que detectó el bosón de Higgs.
También tenemos el caso de Judith Obaya, que es la primera piloto
en atravesar en moto el Sáhara Occidental en total autonomía.
Ahora todas ellas están al menos visibilizadas en Wikipedia.
Cuando creamos estas biografías nos encontramos con algunos problemas,
no es todo diversión y pasárnoslo bien editando juntas,
porque hay un tema:
para editar en Wikipedia, para crear contenido,
necesitamos documentar lo que ya existe publicado,
es decir, necesitamos referencias del ámbito académico,
noticias que hayan salido en prensa, información que haya en libros.
¿Y qué pasa con las mujeres?
Pues que nuestra falta de visibilidad está vinculada
con nuestra falta de presencia en la vida pública.
Entonces, incluso aunque sabemos que hay mujeres
que han podido hacer cosas relevantes en la historia,
si no existen esos elementos con los que podamos cimentar la biografía
muchas veces no podremos reconocer sus aportaciones a la historia.
No se trata ahora de lamentarnos, de buscar culpables,
sobre por qué no somos las mujeres
al menos el 50% de las personas que editan la Wikipedia,
se trata de hacernos conscientes de que tenemos una responsabilidad
y que ojalá la compartamos también con la otra mitad de la población
para que sea una historia de toda la humanidad,
las mujeres necesitamos contarnos,
contar las vidas de las que fueron y son referentes en multitud de campos,
hablar de ellas y que no se pierda su memoria.
Si esto ocurre con más de la mitad de la población,
imaginaos lo que ocurre con las minorías,
con aquellos grupos que han sido históricamente invisibilizados.
Qué pasa por ejemplo con aquellas culturas, de tradición oral.
Si por ejemplo en Wikipedia necesitamos esos elementos de tipo académico,
informaciones publicadas en medios para poder cimentar artículos,
¿qué hacemos con esas culturas que no tienen esos elementos?
Aquello que no se documenta corre el riesgo de perderse,
y con eso, perdemos todos como humanidad.
Estamos en un momento trascendental
en el que las aportaciones de cada una de nosotras,
por pequeñas que sean,
van a marcar el futuro de la historia.
Tenemos en nuestras manos la posibilidad de crear
una narración de la historia que sea colaborativa,
en la que se representen diversos puntos de vista
y que todas las voces sean visibilizadas, escuchadas.
Para eso necesitamos aumentar el número de editoras,
que haya más biografías de mujeres,
que los artículos que estén se les aplique la perspectiva de género.
Necesitamos que los medios de comunicación
hablen de las mujeres y de sus aportaciones a la historia,
necesitamos también establecer todo tipo de relaciones con instituciones,
es decir, nos necesitamos,
porque aunque ahora os pueda parecer una idea profundamente radical,
nadie hablará de nosotras si no estamos en Wikipedia.
Gracias.
(Aplausos)