El Cementerio de los Ingleses, el Camino dos Faros y Barcelona
Hola a todos, bienvenidos a A mi aire. Me alegro mucho de saludaros hoy 8 de septiembre. Cuando estuve en Galicia, en la Costa da Morte, fui a visitar el Cementerio [1] de los Ingleses. Yo no había leído nada sobre ese lugar, ni había visto fotos. Por eso me sorprendió aún más. Llegué por tierra hasta donde los ingleses habían llegado por mar. El camino hasta allí es de tierra, duro, puro, maravilloso… no hay nada, ni una casa. Hoy os voy a contar la historia de estos marineros [2] que están enterrados cerca de Cabo Vilán. Después os hablaré del Camino dos Faros, una joya para los amantes del senderismo. Y terminaré el podcast con un pensamiento para Barcelona.
*
Era el año 1890, noviembre. El Sepent, un barco de 73 metros de largo y 11 de ancho, sale del puerto inglés de Plymouth. Se dirige a Sierra Leona. Noviembre es mala época para viajar … hay niebla, llueve, no debe de ser muy agradable estar en alta mar. Pero los 175 marineros del Sepent no pensaron en el tiempo, su barco iba a África. Al pasar por la costa gallega, llueve, hay nubes, se ve muy poco. El capitán les dice a los marineros: “buscad la luz del faro de Cabo Vilán”. Los marineros lo buscan, pero no miden la profundidad del mar, en Punta do Boi pasa. Justo ahí chocan [3] con una piedra. Los marineros no saben lo que ocurre, llueve. Todo termina fatal, un desastre, el barco se hunde [4], una tragedia. Sólo tres de las 175 personas del barco se salvan. Horrible. 172 marineros ingleses mueren frente a la costa gallega. El mar los lleva uno a uno hasta la costa. El cura [5] del pueblo de Xaviña encuentra a los hombres. ¿Os lo podéis imaginar? Ve un cuerpo, otro, otro y otro más allá... El cura y la gente de Xaviña entierran a todos los marineros muertos, entre la tierra y el mar. Es un lugar inóspito [6], donde no hay nada. Si no fuera por la tristeza que encierra ese lugar, yo lo calificaría de maravilloso. Es un lugar místico, piedras, aire y mar.
Desde hace pocos años la gente que va a visitar el Cementerio de los Ingleses hace torres de piedras. Estas torrecitas de tres, cuatro, cinco piedras una encima de otra tienen un montón [7] de interpretaciones; pero todas marcan algo: un camino, un punto importante, un lugar funerario… Yo he visto torres verdaderamente bonitas y a mí misma siempre me ha gustado hacerlas. Por eso me gustó muchísimo ver tantas torrecitas. Creo que así recuerdas con más intensidad a los marineros allí enterrados. Sin embargo, no todo el mundo está contento con estas torres de piedras. Hay personas que piensan que el paisaje no hay que cambiarlo, que es mejor verlo puro. El alcalde Manuel Valeriano Alonso lo ve como una manifestación artística. Dice que las piedras hacen el lugar más atractivo. Así que, de momento, las torrecitas de piedras se quedan en el cementerio. Yo me alegro, porque dan al lugar un toque [8] especial.
*
Os preguntaréis por qué se llama esa costa la Costa da Morte, ¿no? Bueno, después de haber escuchado la historia del Serpent, quizás esté más claro. Es una costa muy peligrosa para los barcos, tanto para los barcos pequeños de pescadores, como para los grandes que se acercan a la costa. Es que en esa zona hay mucho viento y niebla, hay mucha roca [9] pequeña en el mar y poca playa. El mar tiene mucha fuerza allí, es muy bravo. En la antigüedad, cuando el tráfico marítimo se intensificó, se empezó a conocer esa costa como una de las más peligrosas y siniestras [10], se crearon mitos y leyendas. Entonces se empezaron a construir faros en las diferentes puntas para ayudar a los navegantes. El primer faro fue el de Fisterra en el 1853 y luego, año a año, se fueron construyendo más.
Hay una ruta de senderismo muy bonita en esa zona. Se llama el Camino dos Faros y va desde Malpica a Fisterra. Es una ruta de 200 kilómetros. Se puede hacer muy bien en ocho etapas de unos 20 a 25 kilómetros diarios. Vas siempre de un faro a otro. Este año yo quería hacer esta ruta a pie, pero al final se me torcieron las cosas [11] y no pude hacerla. Mi viaje por Galicia ha sido en coche. También muy muy bonito, porque he conocido toda la costa de Galicia, pero el Camino dos Faros lo voy a hacer el año que viene. Me he enamorado de la Costa da Morte, de la fuerza de su naturaleza. Después de haber conocido esa zona, os digo que merece la pena totalmente recorrerla a pie.
*
Antes de terminar quiero hablar de Cataluña, de lo que me han dolido los atentados que ha habido allí. No puedo entender a los terroristas, no puedo entender el fanatismo, no puedo entender el odio… Resulta que el ISIS amenaza [12] a España con un vídeo en castellano. Resulta que esos islamistas fanáticos anuncian abiertamente que los españoles son enemigos; dicen que son enemigos porque en el 1492 los cristianos expulsaron a los últimos musulmanes de España después de ocho siglos. Madre mía. ¡Eso es historia! ¿Nos quieren llevar a una guerra? ¿qué quieren? Miedo, violencia y terror en lugar de paz, amor y libertad. Lo más triste es que el Islam, como religión y cultura, no tiene nada que ver [13] con la violencia que hemos visto estos años; no tiene nada que ver con el terrorismo. En Cataluña hay 515.482 musulmanes que viven en paz. Los responsables del Centro Cultural Islámico han condenado [14] enérgicamente los atentados. Pero lo que está claro es que se respira miedo y está claro que el miedo contamina todo, por eso se toman medidas de seguridad por todas partes. Ahora las principales ciudades españolas como Barcelona, Madrid, Valencia, Sevilla o Santiago de Compostela han instalado macetas [15] grandes y obstáculos para impedir atentados con coches o furgonetas. Las medidas son buenas, claro que sí, pero muy tristes. Las macetas.... las macetas grandes de las plazas no son para decorar, no son para llenar de flores una ciudad, no. Son para proteger, para recordarnos que hay locos por el mundo.
*
Vamos a finalizar con algo bonito, amigos, vamos a terminar con una cosa curiosa. Os he contado que los habitantes de Xaviña enterraron a los marineros ingleses cerca de Cabo Vilán, ¿no? Pues, ¿sabéis lo que la reina Victoria regaló a la gente del pueblo como agradecimiento? Os lo digo: un barómetro [16] y treinta libras para todos los que ayudaron en el rescate [17]. Treinta libras son unos 32 euros, ¡era mucho dinero en aquel entonces! El cura recibió una escopeta [18] y el alcalde un reloj de oro. Fue un bonito gesto, pero los regalos son curiosos, ¿verdad? Bueno, queridos, vuelvo a estar con vosotros el 22 de septiembre vía app o en la página web podclub.ch. Entonces seguiremos en Galicia y os hablaré de los acantilados [19] más altos de Europa y de San Andrés de Teixido . Mientras tanto podéis aprender las palabras nuevas de este podcast con el entrenador de vocabulario que encontráis en nuestra aplicación. También podéis ver fotos en Instagram con #amiaire y #podclubalicia.
Amigos, cuidaros y que os vaya muy bien.
Glossaire: A mi aire [1] (el) cementerio: lugar donde se entierra a los muertos
[2] (el) marinero: la persona que trabaja en un barco
[3] chocar: cuando dos cosas se encuentran con violencia, cuando se dan la una contra otra sin querer
[4] hundirse: irse al fondo del mar
[5] (el) cura: el padre, el sacerdote
[6] inóspito: abandonado, perdido, poco acogedor
[7] un montón: muchas
[8] un toque: un punto, un detalle, una pincelada
[9] (la) roca: piedra muy dura y sólida
[10] siniestra: oscura, infeliz, que trae desgracias
[11] torcerse las cosas: estropearse los planes, dificultarse y frustarse algo
[12] amenazar: dar a entender con palabras que se quiere hacer un mal
[13] no tener nada que ver: no significar, no distinguirse, no hacerse notar por algo (en este caso la violencia)
[14] condenar: no aprobar algo, denunciar que algo es malo
[15] (la) maceta: recipiente de barro con un agujero en medio donde se pone tierra para plantar flores
[16] (el) barómetro: instrumento que sirve para medir la presión atmosférica
[17] (el) rescate: el salvamento; viene del verbo rescatar que significa librar o salvar a alguien de un peligro
[18] (la) escopeta: un arma de fuego que suele utilizarse para cazar
[19] (el) acantilado: dicho de una costa que está cortada verticalmente