¿Por qué USA está más POLARIZADO que NUNCA? - VisualPolitik
Estados Unidos está viviendo las protestas más violentas de su historia reciente. Desde
verano de 2020, ya podemos contar varias personas asesinadas en enfrentamientos ideológicos
entre grupos de extrema izquierda y grupos de extrema derecha. En ciudades como Portland
o Seattle hay grupos paramilitares tomando las calles; algunos, como los Bugaloo Boys,
pertenecen a la alt-right, son partidarios del Presidente Trump. Otros, como los “antifa”,
están en el otro extremo del espectro ideológico pero usan los mismos sistemas. Parece que
Estados Unidos está más polarizado que nunca. Y lo peor es que este no es el único país
donde crece la crispación política. Da igual desde dónde veas este vídeo, seguramente
en tu país también estás notando cómo la sociedad se divide entre dos extremos irreconciliables.
Basta con echar un vistazo a Twitter y parece que tu país está al borde de la guerra civil.
Sin embargo, esto es VisualPolitik, aquí no hablamos de “sensaciones que se notan”
sino de hechos. Y la pregunta que hay que hacerse es ¿Hasta qué punto esta polarización
es algo nuevo en Estados Unidos? Pensadlo bien: en todas las democracias hay una izquierda
y una derecha que no se llevan bien. Es más, la política es un debate continuo entre distintas
posturas ¿De verdad podemos decir que Estados Unidos está más polarizado hoy que hace
treinta años? La respuesta a esta pregunta es complicada porque es casi imposible medir
las opiniones políticas. Sin embargo, muchos analistas tienen claro quién es el culpable
de esta polarización. Sí, lo habéis adivinado: según muchos, la chispa que encendió estas
y muchas otras protestas violentas en Estados Unidos es el actual presidente, Donald Trump.
Y, lo cierto es que declaraciones como esta asustan.
Elecciones en EEUU: Trump no se comprometerá a una transferencia de poder pacífica
Y ya sé lo que pensaréis muchos... ¿Culpar a Donald Trump de la polarización no es una
opinión polarizada en sí misma? Pensadlo bien, seguramente, los que defiendan a Trump
pensarán que son los de izquierdas quienes polarizan. Cómo veis, hablamos de un tema
muy complejo y por eso, hoy tenemos con nosotros a un buen amigo del canal. Hablamos, nada
mas y nada menos, que de ERIK FOGG. Erik es el autor de WEDGED, un libro que estudia a
fondo el fenómeno de la polarización en Estados Unidos. Además, es un muy buen amigo
de este canal. Si alguna vez habéis visto la versión inglesa de VisualPolitik, habréis
oído su voz porque es uno de los que lee las noticias. Y por supuesto, también podéis
seguirle a través de su podcast, RECONSIDER MEDIA, que es muy recomendable.
Sí: la sociedad estadounidense está más polarizada que nunca. Y no, Donald Trump no
tiene la culpa. En realidad, hablamos de una tendencia que se remonta a los años 70.
Pero la pregunta es ¿Qué entendemos por polarización? ¿De dónde viene? ¿De verdad
es un problema o es algo normal en cualquier democracia? Hoy vamos a responder a estas
preguntas pero antes, vamos a ver un poco de historia.
LA GRAN BRECHA IDEOLÓGICA
Antes de seguir, os voy a hacer una pregunta ¿Dónde os gustaría vivir? ¿Preferís vivir
una casa muy grande, en un barrio tranquilo... o preferís vivir en un apartamento en el
centro de la ciudad? Si vuestra prioridad es el tamaño de la casa, es muy probable
que seáis, más o menos, de derechas. Si vuestra prioridad es que vuestra casa esté
en una zona muy transitada, es probable que seáis, más o menos, de izquierdas. Al menos,
esto es lo que recoge un estudio del PEW research. El 65% de los votantes republicanos en EEUU
prefiere casas grandes en zonas poco pobladas mientras que el 61% de los demócratas prefiere
zonas urbanas, aunque eso implique vivir en sitios más pequeños.
Os he puesto este ejemplo para mostraros que la ideología no es algo malo en sí mismo.
Es más, ser de izquierdas o de derechas no afecta únicamente al partido al que votamos
sino a nuestros gustos o incluso la casa de nuestros sueños.
Otro matiz muy importante que tenemos que hacer aquí es que polarización no es lo
mismo que radicalismo. Es decir, el hecho de que Estados Unidos esté más polarizado
no significa que los partidos hayan extremado sus posturas.
De hecho, en muchos aspectos ha ocurrido justo lo contrario. Por ejemplo, en el año 1994,
sólo el 30% de los republicanos aceptaba a los homosexuales. En 2014, este porcentaje
había subido hasta el 54%. Incluso en temas como la inmigración, que podrían parecer
muy controvertidos, izquierda y derecha están más de acuerdo que nunca. El 61% de los votantes
jóvenes del Partido Republicano está a favor de los inmigrantes.
Y os preguntaréis ¿Entonces, qué significa que Estados Unidos esté más polarizado?
Pues bien, la polarización no viene porque los votantes sean más radicales sino porque
sean más “consistentes”. Y diréis ¿Qué significa ser consistente? Pues podríamos
definir la consistencia ideológica como comprar el “paquete ideológico” que vende un
partido concreto. Por ejemplo, desde hace años, el PEW RESEARCH CENTER hace una encuesta
con un cuestionario. En este cuestionario, tienes que elegir entre dos opiniones, una
que sería de izquierdas y otra de derechas. Por ejemplo: “¿Cuál es el mejor modo de
conseguir la paz? a) Mediante fuerza militar o b) mediante diplomacia”. Otro ejemplo:
“¿Qué piensas de las regulaciones medioambientales? a) son malas porque perjudican los empleos
y la economía o b) son buenas porque protegen el medio ambiente”. Creo que no hace falta
que os diga cuál es la opción de izquierdas y la opción de derechas en cada una de estas
preguntas. Pues bien, si alguien respondiera opciones de izquierdas en todas las preguntas,
se le consideraría “consistentemente de izquierdas”. Es decir, una persona que ha
comprado el “pack ideológico” al completo. Lógicamente, hay muy poca gente que piense
así. En la mayor parte de los casos, todos tenemos opiniones de izquierdas y opiniones
de derechas. A partir de aquí, se hace una media ¿Cómo de consistentes son los conservadores
y cómo de consistentes son los liberales? Y con esta media podemos hacer este gráfico.
Atentos. Si os fijáis, veréis que, a través de los
años, las medias ideológicas de cada partido se han ido extremando más. Es decir, que
los votantes son cada vez más puros. Y os preguntaréis ¿Hasta qué punto esto
es un problema? Pues el problema surge cuando esta consistencia ideológica se traduce en
odio al contrario. Fijaos, en el año 1994, sólo el 17% de los republicanos consideraba
que los demócratas son una amenaza para el país. Y sólo el 16% de los demócratas pensaba
que los republicanos son una amenaza para el país. En 2014, estos porcentajes habían
subido al 43% y 38%, respectivamente. Y, como vamos a ver más adelante, todo esto también
se traduce en la política real. Es decir, los políticos cada vez reflejan más esta
enorme polarización. Pero la pregunta es ¿De dónde viene toda
esta polarización? ¿Qué la ha causado? Pues ahora mismo lo vamos a ver.
ERES LO QUE CONSUMES
Nuestra historia se remonta a finales de los años 60, la época de Nixon, los hippies
y la Guerra de Vietnam. Probablemente penséis que fueron unos años muy turbulentos en la
historia de Estados Unidos. Pero nada más lejos de la realidad. Por aquellos años,
casi todos los estadounidenses se informaban a través de medios de comunicación muy parecidos.
Para que os hagáis una idea, el 95% de la audiencia de los informativos de TV se repartía
entre tres cadenas: ABC, NBC y CBS. Hablamos de medios que tradicionalmente han sido muy
balanceados. Medios que buscaban ser imparciales y donde daban voz a representantes de las
principales ideologías. Sin embergo, todo cambió en el año 1980.
¿Qué ocurrió en 1980? ¡Exacto! Fue el año en el que nació la CNN. La primera televisión
por cable que ofrecía noticias 24 horas. El formato fue un éxito sin precedentes.
Y durante los años 80 y 90, surgieron montones de televisiones por cable. Años más tarde,
en 1996, surgieron otras dos grandes cadenas de noticias que seguro que todos conocéis:
la MSNBC, de izquierdas, y la FOX news, de derechas. Los espectadores ya no tenían tres
informativos para elegir sino cientos. Y la televisión por cable se convirtió en el
medio de comunicación favorito de Estados Unidos. Para que os hagáis una idea, en el
año 2006, el 58,4% de los hogares estadounidenses ya tenía televisión por cable. Y las televisiones
tradicionales, ABC, NBC y CBS perdían su cuota de pantalla año tras año.
¡Y ya sé lo que os estaréis preguntando! ¿Dónde está el problema? Cuantos más medios
de comunicación haya, mayor será la competencia y mayor será la calidad ¿Verdad? Pues sí,
tiene lógica... hasta que empezamos a pensar en términos de estrategia empresarial ¿Cuál
es la estrategia para sobrevivir en un entorno competitivo? La especialización. Lo podéis
ver en esta misma plataforma, YouTube. La mayor parte de los canales que consiguen grandes
audiencias se especializan en un nicho concreto: política, ciencia o videojuegos. Pues bien
¿Cómo se especializa un canal de noticias? ¿A qué nichos intenta seducir? La respuesta
es la ideología. Y todo esto explica el fenómeno de FOX News.
Para los que veáis este vídeo desde fuera de Estados Unidos, FOX News es la quinta cadena
más vista y más influyente de Estados Unidos. Sin embargo, si eres votante del Partido Demócrata,
probablemente nunca la hayas visto. La fórmula de su éxito es haberse convertido en el referente
conservador de Estados Unidos. Para que os hagáis una idea, el 65% de los republicanos
ven los informativos de Fox news. Eso se traduce en millones de espectadores.
Y, como siempre ocurre cuando una empresa consigue el éxito, el resto intentan imitarla.
A día de hoy, el formato de “noticias ideológicas” se ha convertido en una fórmula de moda.
Y no sólo hablamos de la televisión sino también de Internet. Por ejemplo ¿Habéis
oído hablar del HUFFPOST? Si no lo conocéis, no os preocupéis. En realidad, sólo el 63%
del público estadounidense sabe que existen. Sin embargo, es un medio que genera una audiencia
enorme ¿Por qué? Pues porque el 81% de los considerados demócratas progresistas confían
en este periódico. Y ya sé lo que me diréis muchos: de nuevo
¿Dónde está el problema? Todo esto son estrategias empresariales. Cada uno consume
los medios que le gustan ¡Pues sí! ¡Tenéis razón! Pero todo esto genera un problema.
Pensadlo por un momento: si alguien se informa a través del HuffPost, está viendo noticias
completamente distintas de alguien que vea FoxNews. Es como si vinieran de planetas distintos.
Y eso hace que, cada vez, veamos más noticias como esta.
Mujer que perdió a su padre por covid-19: “su única condición previa era confiar
en Donald Trump”
Por supuesto, esta noticia es una exageración. Dudo mucho que la mujer de cuestión realmente
piense que confiar en Donald Trump haya hecho que su padre sea más propenso a tener covid-19.
Pero pensadlo bien: esto es una noticia en la CNN. Sin embargo ¿Realmente pensáis que
está pensada para informar? Claramente no. El objetivo de esta noticia es confirmar todos
los sesgos en contra de Trump que tiene su audiencia. Y vamos a quedarnos con esa noticia.
Porque la mujer en cuestión se ha hecho viral durante esta campaña electoral. Por lo visto,
tras la muerte de su padre, escribió un obituario que se hizo viral en Internet. Días más
tarde, la llegaron a invitar a hablar a la Convención Nacional Demócrata. Es decir,
en poco tiempo se ha convertido en todo un símbolo anti Trump.
Y esto no es ninguna casualidad. Pensadlo así: los medios ideológicos generan
espacios compartidos únicamente por gente de la misma ideología. Este fenómeno no
genera más radicalismo necesariamente. Pero sí una mayor consistencia ideológica. Es
decir, si sólo lees noticias de una tendencia, tus posiciones políticas terminarán siendo
puramente de izquierdas o de derechas. Y todo esto abre una infinidad de posibilidades para
los estrategas de campaña. Veréis, uno de los mayores mitos en las campañas
electorales es que los discursos tienen que apelar al público general. En realidad, la
estrategia correcta consiste en buscar distintos nichos de votantes fieles. Según los estudios
del PEW Research, los liberales o conservadores consistentes son 2 veces más proclives a
votar y a donar en campañas. Además, suelen ser personas mucho más influyentes en sus
comunidades. Todo esto significa una oportunidad de oro para hacer campaña electoral.
“En política, la verdad es lo que tú percibes como verdad, no la verdad como tal” –Arthur
Finkelstein
Os presento a Arthur Finkelstein. Podríamos decir que este hombre, junto a Lee Atwater
y Carl Rove, es el padre de la estrategia política moderna. Durante los años 80, estos
tres asesores redefinieron la estrategia del Partido Republicano. De repente, las campañas
electorales dejaron de estar basadas en políticas concretas y pasaron a centrarse en la ideología
y sobretodo la identidad. Es decir, en lugar de defender un programa electoral, con unas
politicas concretas, las nuevas campañas electorales se centran en la identidad política.
Uno es republicano porque compra un paquete ideológico concreto. Cuando vota, no está
eligiendo una medida sobre otra sino que está reivindicando su forma de ser.
“A partir de ahora, cualquiera que pertenezca al Partido Republicano se encontrará automáticamente
en el mismo grupo que los opositores al aborto y cualquiera que apoye el aborto será identificado
como demócrata” –Arthur Finkelstein
Puede que os sorprenda pero esta estrategia fue un auténtico éxito desde el principio.
Desde el año 1995 hasta el 2007, los republicanos controlaron el Senado y el Congreso elección
tras elección. Y esto se debe al manual de campaña que empezó Finkelstein, continuó
Atwater y perfeccionó Karl Rove. Y aquí tengo que hacer un paréntesis: esto
no es una crítica a los asesores de campaña. El trabajo de un asesor político es ganar
elecciones, no un premio Nóbel de la Paz. Y, en ese sentido, las campañas de los republicanos
en los años 90 son un clásico de la política. Cualquiera que se dedique a la estrategia
política debería conocerlo. Y eso es, precisamente, lo que hicieron los
demócratas. Poco a poco, la política de identidad se ha convertido en la base de todas
las elecciones. Y estas estrategias las aplican todos los partidos. No sólo en Estados Unidos
sino en muchas otras democracias. Y ya lo que estaréis pensando: ¿Y dónde
está el problema? En principio, parece lógico que alguien vote por ideología. A ver si
ahora no vamos a poder discutir sobre grandes principios. Pues atentos, porque el problema
es mucho peor de lo que pensamos. Atentos.
LA POLÍTICA DEL DESACUERDO
Ya me puedo imaginar los comentarios que me vais a escribir muchos en este vídeo: Fonseca,
si quieres consensos, vete a Corea del Norte. Seguro que ahí no hay debates entre izquierdas
y derechas. Sólo hay un partido político, fin de la polarización.
Y, en parte, tenéis razón. La democracia es la celebración del desacuerdo. Es lógico
que haya distintos partidos políticos con distintas ideas. Precisamente para eso existe
una cosa llamada “POLÍTICA PARLAMENTARIA”. Ahora bien, las leyes se aprueban cuando hay
un consenso. Y en la mayor parte de los casos, esas leyes se votan con políticos de distintos
partidos. Una democracia bipartita como la de Estados Unidos está diseñada para que
haya republicanos y demócratas que puedan ponerse de acuerdo. Y, por extraño que os
suene, esa ha sido la dinámica habitual durante casi toda la historia de este país. Por ejemplo,
en el año 1964 se aprobó la “Ley de Derechos Civiles”. Es decir, la ley que prohibía
la segregación racial en los estados del Sur de Estados Unidos. Para que os hagáis
una idea, esa ley se aprobó en el Senado con un 70% de apoyo. De ese 70%, 153 votos
vinieron del Partido Demócrata y 136 del Partido Republicano. Del 30% de noes, 91 eran
demócratas y 35 eran republicanos. Por aquel entonces, los acuerdos bipartitos eran la
norma. De hecho, incluso en los años 80, Ronald Reagan, que era un Presidente Republicano,
era amigo personal de Tip O'Neal que era el portavoz del Congreso y pertenecía al
partido demócrata. Y diréis ¡Vale, pero esto no son más que
un par de anécdotas! ¿De verdad podemos decir que la política estadounidense está
más polarizada? ¡Pues lo cierto es que esto sí se puede medir! Atentos a esta infografía
del Business Insider. Las pelotitas azules representan a un político demócrata. Las
pelotitas rojas representan a un político del partido republicano.
Aquí podéis ver cómo votaban los congresistas entre 1967 y 1969. Si os fijáis, veréis
que hay un montón de conexiones entre las pelotas rojas y las azules. Todo esto son
distintas votaciones en las que distintos republicanos y demócratas se ponían de acuerdo.
Durante los años 70 y 80, vemos que las conexiones entre unos y otros se mantienen parecidas.
Sin embargo, vamos a avanzar hacia los años 2000. Si os dais cuenta, cada vez hay menos
conexiones entre los puntos rojos y los azules. Para el periodo 2011-2013, sólo hay unas
pocas pelotas azules que interactúan con las rojas. Y esto se puede ver en casos concretos.
Por ejemplo, en el año 2010, el Senado aprobó la “Ley de Cuidado Accesible”. Lo que
la prensa llamó el Obamacare. Esta ley se aprobó con un 51% de síes. De ese 51%, 219
votos fueron del partido demócrata y CERO fueron del partido republicano ¡Habéis oído
bien! A diferencia de la Ley de Derechos Civiles, esta ley salió sin el apoyo de ningún político
conservador. Esto tiene dos problemas: el primero es que hablamos de una ley que apenas
tiene matices. Sólo representa a un sector de la población. Pero no sólo eso. Al tener
un senado y un congreso tan dividido, cada vez es más difícil aprobar los presupuestos
nacionales. Y eso explica noticias como esta.
El apagón del gobierno más grande de la historia termina después de que Trump cede
con el muro
Como ya explicamos en anteriores vídeos de VisualPolitik, los apagones del gobierno se
producen cuando las cámaras legislativas no se ponen de acuerdo para aprobar los presupuestos.
En ese momento, el Gobierno no puede pagar a los funcionarios y los tiene que mandar
a su casa durante un tiempo. Pues bien, el apagón de gobierno más largo de la historia
se ha producido durante la administración Trump: 35 días a principios del 2019. En
2018 hubo otro apagón que duró 3 días ¡Pero no penséis que esto es algo único de Donald
Trump! Durante la administración de Barack Obama, más concretamente en 2013, hubo otro
apagón gubernamental que duró más de 16 días. Tendrías que remontarnos hasta 1996
para encontrar un desastre semejante. En este caso, hablamos de un apagón de 21 días durante
la administración de Clinton. Es decir, que poco a poco, se dibuja una tendencia: cada
vez hay más apagones del gobierno. Para que os hagáis una idea, el del año 2019 costó
más de 5.000 millones de dólares a las arcas públicas.
Pero de todas las consecuencias que tiene tener una política tan polarizada, el apagón
gubernamental es la menos grabe. En realidad, las peor consecuencia la encontramos en noticias
como esta.
Las protestas de George Floyd: un hombre asesinado en Detroit mientras las protestas se intensifican
en todo Estados Unidos
Activista antifa implicado en el asesinato de un partidario de Donald Trump en Oregon
El resurgir de la derecha paramilitar en Estados Unidos
Los grupos paramilitares de derechas tienen una larga tradición en Estados Unidos. Pero
este movimiento nunca ha sido tan visible ni tan violento
Así que ahora la pregunta es para vosotros ¿Creéis que vuestro país también se está
polarizando cada vez más? ¿Qué podemos hacer los medios de comunicación en internet
para evitarlo? Podéis dejarme vuestra respuesta en los comentarios.
Y si queréis profundizar más en la polarización, os recomiendo que leáis el libro de Erik
Fogg. Se llama “WEDGED” y lo podéis encontrar en el enlace de la descripción. De verdad
que os lo recomiendo. Y esto no es ningún patrocinio ni un anuncio. Se trata de un libro
fundamental para entender las claves de la política estadounidense en estos años.
Espero que os guste mi libro, que escribí junto a mi amigo Nat Greene. Y espero que
os ayude a reflexionar y a ver la política con otros ojos.
Y, como siempre, recordad que en VisualPolitik sacamos vídeos nuevos todas las semanas así
que suscribíos y dadle a la campanita para no perderos ninguna de nuestras actualizaciones.
Si os ha gustado este vídeo, dadle a LIKE y nos vemos en el próximo. Un abrazo y hasta
pronto.