CAPÍTULO 15: SOMOS LO QUE COMEMOS
CAPÍTULO 15: SOMOS LO QUE COMEMOS.
David: ¡Buenos días, chicas! Me alegro de veros. Julia y Yoko: ¡Buenos días, doctor! David: Voy a empezar con la presión arterial. Veo que mi enfermera ya os la ha tomado. Yoko, la tuya es perfecta: ¡100/70! Yoko: ¡Qué bien! David: En cambio, Julia, la tuya es un poco alta, 140/90. Yoko: ¡Es por toda esa carne roja que comes, cariño! Julia: ¡Lo sé, lo sé! David: ¿Con qué frecuencia comes carne roja, Julia? Julia: Unas 3 o 4 veces a la semana. ¡Sé que no debería hacerlo, pero es que me encanta el bistec! Yoko: ¡Pero es muy caro! Y tampoco es bueno para la salud. ¡Dígaselo, Dr. Pizarro, que a mí no me hace caso! David: Yoko, ¿tú comes menos carne roja que Julia? Yoko: Sí, mucho menos. Soy japonesa, y comemos mucho más arroz, pescado y verduras que carne roja. ¡Pero los españoles comen mucha más carne! David: ¡Eso es verdad, Yoko! Julia, creo que deberías cambiar tu dieta. Demasiada carne roja puede causar enfermedades del corazón. A Yoko y a mí nos gustaría verte sana durante mucho tiempo. Julia: Lo sé; tienes razón, pero es difícil. ¡El bistec está tan rico! David: Podrías cambiar solo una comida: comer pollo o pescado en lugar de un bistec una noche, por ejemplo. Yoko: Por supuesto que puede. ¿A que sí, cariño? Julia: Está bien... Lo haré esta noche después de nuestra reunión. Para cenar, pediré merluza a la plancha en el bar, en lugar de bistec. David: ¡Muy buena idea! ¿Qué reunión? Julia: La reunión de mi asociación ecologista. Vamos a las escuelas y hablamos con los alumnos sobre cómo podemos proteger el planeta. David: ¡Oh! Estos días estoy aprendiendo mucho sobre el cambio climático. ¿Sabías que criar vacas produce muchos más gases de efecto invernadero que cultivar verduras? Julia: ¡Oh, Dios mío! ¡No tenía ni idea de que era tan malo! ¡Definitivamente, esta noche voy a pedir merluza para cenar! Yoko: Doctor, dicen que a un hombre se lo conquista a través del estómago, ¿no? ¡Pues a Julia se la conquista a través del medio ambiente! David y Julia: ¡Ja, ja!