Cruzar el Darién: la frontera antes de la frontera (3)
Es raro, de hecho, contar una historia de migración en América Latina sin hablar de los coyotes. También es raro que uno de ellos acceda a ser entrevistado. Paola y Miguel conversaron con uno.
Paola: Las autoridades colombianas dirían que una persona como usted es un delincuente, ¿no? Es un criminal ¿Cómo describiría usted su labor?
Coyote: Como una persona honesta con ganas de trabajar. Las oportunidades de trabajo aquí en estas zona son pocas, son muy pocos los que tienen dinero. Los demás tienen que ganárselo como puedan.
Eliezer: Dice que actualmente los coyotes transportan por mes a quinientas o más migrantes entre Colombia y Panamá. Él trabaja en esto hace ocho años, de manera independiente, y cobra entre trescientos cincuenta y cuatrocientos dólares por migrante pero asegura que solo se queda con 5% de las ganancias. El resto lo gasta en hospedajes, alimentación, dueños de embarcaciones y campaneros. O sea, los informantes que están pendientes por si viene la policía.
Paola: El Gobierno colombiano le ha cerrado el acceso a los migrantes a que tomen las rutas comerciales, ¿eso les beneficia a ustedes?
Coyote: Pues hasta el momento, un poco sí. Un poco sí, porque cuando están las líneas nacionales trabajando son dos entradas de apenas de salida de dinero. No hay oportunidad para ganar más.
Silvia: Según este coyote, en estos meses su ingreso ha aumentado en un 70% a 80%. Después de varias horas esperando, a eso de la una y media de la mañana, Paola y Miguel vieron a lo lejos los primeros botes que llegaban desde Necoclí.
Miguel: Vimos cinco botes con unas setenta personas en total. Y pues a partir de que, de que bajan y a partir de que, de que llegan, este, pues es un caos, ¿no? Es un caos porque la gente viene mareada, la gente llega literalmente agradeciéndole al Señor de que han llegado. Y es un momento de muchísima tensión, de muchísimo estrés. Las maletas son aventadas a la playa y ellos tienen que encontrar sus cosas. Y de ahí empieza el camino en la noche. Es el… la lancha es la antesala a la caminata de noche por la selva, ¿no?
Paola: Tanto físicamente como mentalmente es duro. O sea, yo creo que físicamente es de las cosas más fuertes que he hecho. No puedes ignorar lo que está pasando alrededor, ¿no? Nosotros íbamos con zapatos. Íbamos con seguridad. Íbamos bien vestidos. Las personas que estaban a nuestro alrededor no tenían casi nada y poco a poco lo difícil es observar cómo ellos van perdiendo un poco ese ánimo con el que llegan. Cualquier miedo que uno tiene al principio como periodista, o simplemente como ser humano, se te va quitando porque ves lo que está tu entorno y no hay comparación.
Miguel: Empiezan a pasarse a los niños, empiezan a pasarse las bolsas que no pueden, que no pueden aguantar. Empiezan a ayudarse entre ellos. Pero también ves que este es el principio, principio del camino y que de alguna manera les faltan días. Y que no, no es el mejor comienzo para esto, ¿no?
Silvia: Imagínense esto: el tramo que deben cruzar es de más de cien kilómetros y solo pueden hacerlo a pie porque esta selva es el único punto de la carretera panamericana, que va desde Ushuaia en Argentina hasta Alaska, que no está pavimentado. La selva es inhóspita y de vegetación tan tupida que dicen que ni siquiera se ve bien el cielo.
Miguel: Hay culebras, hay gatos salvajes nos decían, nos decían de cerdos salvajes. Pero también los africanos nos decían luego que no era una selva como las de África. Que no era una selva que te daba, el río estaba sucio. Era una situación muy, muy complicada.
Eliezer: ¿Cuánto puede demorar esta caminata? ¿Y a qué peligros enfrentan los migrantes que lo hacen?
Miguel: La caminata puede durar tres a cinco días, pero pueden pueden llevarse hasta hasta diez días si se pierden o si los abandonan los coyotes en la selva o si se enferman. Y los peligros a los que se pueden enfrentar son todos, ¿no? Primero, esa zona es… la parte colombiana es zona de paramilitares. El primer día se pasa en Colombia y la parte panameña es donde ya llegan los peligros más grandes, ¿no? Ahí es donde se encuentran bandas de asaltantes. Hay mucha violencia sexual y todas las personas que conocimos, todas que fuimos al otro lado de la selva, todas fueron asaltadas. A todas les fue increíblemente mal. Había gente que les robaron cinco veces. Es una tierra de nadie en todas las palabras, ¿no?
Silvia: Aún así, la cantidad de personas que deciden tomar esta ruta es impresionante. En marzo de este año, la UNICEF publicó un reporte que dice que más de cuarenta y seis mil quinientas personas han cruzado la selva del Darién en los últimos cuatro años. De ellos, más de seis mil fueron niños, niñas y adolescentes.
Miguel: La cantidad de niños que hay ahí que van cruzando es, este, muy importante.
Eliezer: Y se ha visto a algunos de ellos salir solos.
Miguel: Y no se sabe qué es lo que sucede con los papás, si se perdieron, si los abandonaron. Si los papás murieron o si los secuestraron. No se sabe qué pasó con esos papás.
Eliezer: Paola y Miguel no recorrieron completo el Darién, pero sí se instalaron del otro lado, ya en Panamá, para registrar la llegada de los migrantes.
Miguel: Es impresionante ver cuando la gente sale de la selva, salían como zombis de alguna manera, ¿no?, agotados, enfermos, cansados.
Silvia: Ya en Panamá, hay algunos campamentos dispuestos por el gobierno para los migrantes, pero están a cinco horas en bote de la salida de la selva. Paola y Miguel fueron a uno de estos campamentos en el pueblo de Lajas Blancas. Ahí tenían la esperanza de encontrar a algunos de los migrantes que habían conocido días atrás en Necoclí.
Paola: No me lo creo. Llegó – nos encontramos con Yacenia- ¿le puedo dar un abrazo?
Yacenia: Sí.
Paola: Y eran dos cosas, estaba ella obviamente muy contenta de haber sobrevivido esa selva, pero también seguía con la misma angustia que traían en Necoclí. Que era, ¿no? esa pregunta de si su bebé iba a estar… Si, si, seguía vivo ese bebé o no.
Paola: ¿Cuándo llegó?
Yacenia: Ayer.
Paola: ¿O sea que tardó cuántos días?
Yacenia: Seis, siete días. Y acá esto,y ahora me van a atender.
Paola: ¿Cómo se encuentra de salud?
Yacenia: Más o menos, más o menos porque fue difícil, difícil, difícil, la travesía difícil.
Paola: Pues nos contó que en Necoclí, ella estaba ahí con su marido, con Lázaro, y yo creo que fue la desesperación que les hizo hacer una cosa que ella nos había dicho previamente que no iba a hacer, ¿no? Que era pagarle a un coyote, Pero al final no pudo esperar más.
Yecenia: En el río la mochila la perdimos. Nos asaltaron, nos quitaron todo. y ya… Lo que traíamos lo compartíamos algo y eso. Me junté con un grupo de Bangladesh, con los muchachos aquellos de Bangladesh, de la India, de Nepal. Y éramos cuarenta y dos. Y nos ayudaron a mí y a mi esposo y otro señor que venía con nosotros, que todavía no aparece.
Lázaro: Serpientes venenosas. Patas de tigres grandes, monos. De todo. Muy peligroso.
Eliezer: Él es Lázaro, el esposo de Yacenia.
Lázaro: Nos topamos en el camino con personas…
Yacenia: Que fueron violadas.
Lázaro: Violadas. Muchas. Una mujer pa' seis hombres. Guerrilleros.
Lázaro: Estuve metido cuatro o cinco días en un río. Caminando dentro de un río con piedras. Todo. Hay una montaña que le dicen la montaña de la muerte.
Yacenia: Ahí fue donde estaban los dos cubanos muertos.
Silvia: Solo después de haber cruzado, Yacenia se atrevió a llamar a su madre, a quien no le había contando que iba a hacer este viaje, por miedo a provocarle un problema de salud.
Yacenia: Lo primero que le dije es que estaba viva. Así que eso me tiene mejor.
Eliezer: En el campamento de Lajas Blancas hay presencia de la Cruz Roja Panameña y ahí Yacenia por fin pudo responder la pregunta que se venía haciendo desde que estaban cruzando Perú.
Yacenia: Pero sigo con malestar, con vómitos y sigo, sigo con mareo. Me siento mal, mal.
“Hola. Yo hablé contigo para… la enfermera”
Paola: Le dijeron que sí seguía embarazada, y más que nada que se tenía que seguir monitoreando ¿no?, que no iba a ser ni era un embarazo seguro. Pero lo que más alegría le trajo es saber que, saber que ella seguía embarazada. Verla, pues yo creo que estábamos todos súper contentos al principio y ya luego volviendo a ser consciente de que para Yacenia, esto ni siquiera es el final de su trayectoria ¿no? Que siguen habiendo más pasos y más barreras y más… Que la jornada no se acaba, no se acaba ahí.
Silvia: Aún hay varios países que cruzar antes de llegar a Estados Unidos, donde en la frontera suroeste, o sea la que comparte con México, la masiva llegada de migrantes ha sido preocupante en los últimos meses. Solo en marzo de este año, la administración de Joe Biden detuvo a más de ciento setenta mil migrantes en la frontera suroeste. Esa es la cifra más alta de los últimos quince años.
Eliezer: ¿Cómo se relaciona lo que está pasando en la frontera entre México y Estados Unidos con lo que ustedes vieron en Colombia y Panamá?
Paola: Pues está completamente relacionado. O sea, la mayoría, yo diría que casi el 90% de los migrantes que vimos en esa selva, que vimos en Necoclí, que vimos varados en Panamá, la mayoría de ellos tienen un propósito y es llegar a Estados Unidos y es llegar a esa frontera. O sea que dentro de muy poco vamos a ver a estas mismas personas en las imágenes que estamos viendo en nuestras televisiones de los migrantes que están varados ahora mismo en la frontera con Estados Unidos. Y es un poco lo que se pierde en las noticias ahora ¿no? La gente no entiende muy bien la desesperación y toda la jornada a la que se someten estos migrantes para llegar ¿no? a alcanzar este sueño americano.
Silvia: Pero la crisis migratoria es tal, que el mismo Joe Biden ha enviado un mensaje a los inmigrantes: “No vengan”.
Audio de archivo, Joe Biden: I can say quite clearly, don't come, we're in a process of getting set up. Don't leave your town or city.
Eliezer: Pero las llegadas parecieran no bajar. Las últimas cifras que entregó la Oficinas de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos hablaban de cinco mil detenciones diarias.
Silvia: Paola y Miguel hicieron este viaje en enero de este año, pero han seguido en contacto con Yacenia por notas de voz.
Paola: Yacenia logró cruzar a través de todo México. Logró llegar hasta el sur de México. Llegó a la frontera y se entregó.
Yacenia: Ya crucé…
Paola: Cruzó de manera ilegal y se acabó entregando a las autoridades americanas ya en Texas. Y en menos de veinticuatro horas la dejaron salir…
Yacenia: Estoy contenta, estoy contenta de verdad.
Paola: Y ahora mismo está en la Florida, donde tiene, ya en mayo, tienen que hacer su primer check-in con las autoridades de inmigración para que le puedan dar legalmente ese asilo político, que es lo que ella quiere.
Yacenia: Bueno, bueno… Pa' adelante ahora, hay que tener fuera y empezar a trabajar y todo…
Eliezer: Ustedes han cubierto inmigración durante su carrera. ¿Qué lecciones les dejó este viaje en particular? ¿Y qué les dice sobre la situación actual de quienes buscan llegar a Estados Unidos?
Paola: Pues sí, mira, yo he estado mucho tiempo en la frontera. Uno cuenta estas historias, pero creo que es difícil visualizar.
Y creo que me ayudó mucho a entender lo que estamos viendo ahora mismo en la frontera ¿no? No sirve que el gobierno de Estados Unidos le diga a las personas que no vengan. No, no sirve que un político le diga no vengas ahora, ven luego, porque la desesperación es mucho más fuerte que eso. Es mucho más fuerte que la política, es mucho más fuerte que cualquier frontera o muro.
Miguel: Es muy difícil para una persona con todos los privilegios pensar que estas personas están verdaderamente dispuestas a arriesgarlo todo, ¿no? Y a mí eso siempre es lo que me queda. Cómo ellos van derecho ¿no? van derecho, van derecho.
Eliezer: Paola Ramos y Miguel Fernández Flores reportaron desde Colombia y Panamá para el programa VICE en SHOWTIME junto con m sus productores locales Juan Arturo Gómez Tobón y Sofía Villamil Ríos, y su camarógrafo Srdjan Stojiljkovic. Pueden escuchar una versión en inglés de esta historia en el podcast Vice News Reports. Un agradecimiento especial a Annie Avilés y Adreanna Rodriguez.
En El hilo somos Daniel Alarcón, Daniela Cruzat, Mariana Zúñiga, Elías González, Desirée Yépez, Inés Rénique, Paola Alean, Miranda Mazariegos y Carolina Guerrero. Nuestro tema musical lo compuso Pauchi Sasaki. Parte de la música de este episodio fue compuesta por Remy Lozano.
El hilo es un podcast de Radio Ambulante Estudios. Gracias al equipo de Radio Ambulante por todo su apoyo. Y gracias a quienes se han unido a Deambulantes, nuestras membresías. Su aporte nos ayuda a seguir produciendo el episodio cada semana. Súmate tú también, en elhilo.audio/apoyanos. ¡Muchas gracias!
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Yo soy Eliezer Budasoff.
Silvia: Y yo soy Silvia Viñas, gracias por escuchar.