Una mancha negra en el Golfo Triste (1)
Eliezer Budasoff: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Eliezer Budasoff.
Silvia Viñas: Y yo soy Silvia Viñas.
A comienzos de agosto se empezó a reportar que una enorme mancha negra estaba esparciéndose por las costas de Venezuela, poniendo en peligro la flora y fauna local y el sustento de los pescadores.
Quizás es la primera vez que escuchan sobre esto. Este desastre ecológico, que en tiempos normales hubiera recibido más atención, ha sido opacado, como tantas cosas, por las noticias de la pandemia.
Eliezer: Pero esto está pasando en Venezuela, un país con una industria petrolera colapsada y casi inoperativa, donde estos accidentes son frecuentes, la información oficial es escasa, y no parece haber forma de que alguien se haga responsable por sus consecuencias.
Hoy, cómo una empresa petrolera que llegó a ser la más poderosa de América Latina se derrumbó hasta ser una sombra de lo que era, y se ha convertido en una amenaza ambiental para Venezuela.
Es 28 de agosto de 2020.
Audio de archivo, Lugareño: Hoy que salimos a faenar estaba el petróleo como mire…
Eduardo Klein: En los primeros días del mes de agosto empiezan a aparecer imágenes en las redes sociales sobre un derrame en las costas del, del estado Falcón, en la zona específicamente lo que se denomina Boca de Aroa y Tucacas.
Audio de archivo, Lugareño: Se mueren, los mata el petróleo.
Silvia: Él es Eduardo Klein.
Eduardo: Yo soy profesor del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar y dirijo el Laboratorio de Sensores Remotos, donde mediante imágenes satélite y otras tecnologías remotas tratamos de entender los procesos de biodiversidad en las costas e islas de, de Venezuela y en la región del mar Caribe.
Silvia: Eduardo ha estado monitoreando el derrame con imágenes satelitales desde Tasmania, en Australia.
Todo empezó cuando el 3 de agosto vio un tweet de una cuenta que se llama Tanker Trackers. Es un servicio independiente que rastrea a través de satélites los envíos y el almacenamiento de petróleo en varios puntos del planeta. Y este tweet de comienzos de agosto…
Eduardo: Asocia a una mancha de petróleo, que se ve, de hidrocarburos, que se ve en las imágenes satélite, con un comportamiento errático de un buque carguero que salió del puerto de La Guaira, al norte de Caracas, y que presentó durante cierto tiempo una navegación que la persona asume que por problemas de máquinas debe haber sido el barco quien derramó ese hidrocarburo.
Silvia: Esta fue la primera hipótesis sobre el origen del derrame: que lo estaba causando una falla en un buque. Eduardo empezó a buscar imágenes satelitales…
Eduardo: Entonces me enfoco primero en el barco y veo efectivamente de que el barco se encontraba a una distancia de aproximadamente 85 kilómetros al noreste de la mancha visible en la imagen del satélite, y entonces decido correr una simulación con un programa específico para seguir el derrame de este tipo de compuestos.
Silvia: Para ver cómo se habría movido la mancha si el derrame venía de ese barco. En esta simulación usó un combustible similar al que probablemente estaba en el barco. Y el modelo mostró que por las condiciones del viento y las corrientes, si el derrame en realidad venía de ahí, la macha tendría que haberse esparcido hacia otro lado.
Eduardo: La segunda evidencia en contra de la hipótesis del barco es que al tú examinar la imagen del satélite de radar, que es una imagen que está libre de nubes, tú puedes identificar la presencia del barco, la señal en la imagen identifica la presencia del barco, y alrededor de ese barco no se ve ningún tipo de mancha de hidrocarburo.
Silvia: Eduardo miró hacia atrás en estas imágenes satelitales, para ver qué estaba pasando en la refinería El Palito de la empresa Petróleos de Venezuela, o PDVSA, la petrolera estatal venezolana.
En la segunda parte de este episodio hablaremos más sobre la historia y evolución de PDVSA. Por ahora lo que tienen que saber es que El Palito es una refinería que está en las costas del estado Carabobo, a unos 200 kilómetros de Caracas. En la zona donde se estaba reportando este derrame. En abril, Reuters reportó que se habían reanudado algunas operaciones en la refinería, que había estado paralizada desde 2017.
Entonces, en las imágenes satelitales de finales de julio de esta refinería, Eduardo vio la tercera evidencia y para él, definitiva, que descarta la hipótesis del barco.
Eduardo: El 22 aparece otra imagen clara, muy clara, donde es allí donde se ve, sin lugar a duda, que hay una mancha muy grande enfrente de la refinería El Palito. Eso no queda a ninguna otra posibilidad de pensar de que esa mancha no tuvo otro origen que no fuese exactamente en la refinería El Palito, entre los días 19 y 22 de julio.
Silvia: Y además…
Eduardo: Hay reportes de prensa que menciona que justamente entre esos días, el 21 de julio, hubo un accidente en la planta y tuvieron que parar una de las plantas procesadoras de combustible debido a que presenta fallas en la… y fugas en la operación.
Silvia: También se habían reportado varios incidentes y fallas en junio, después que llegaron técnicos iraníes para trabajar en la reactivación de la refinería.
Con todo esto, a Eduardo no le queda ninguna duda de que el derrame viene de la refinería El Palito. Y la Junta Administradora ad hoc de PDVSA, designada por la Asamblea Nacional y Juan Guaidó, dice lo mismo. Al momento de cerrar este episodio, Petróleos de Venezuela no había informado ni comentado públicamente sobre el accidente. El Ministerio de Ecosocialismo publicó un comunicado a comienzos de agosto, diciendo que no hubo daños en la flora y fauna del lugar. No dieron información sobre el origen del derrame ni mencionaron posibles responsables.
Contactamos a PDVSA y al Ministerio del Poder Popular de Petróleo para preguntar sobre el derrame, pero no nos han contestado.
Eduardo trató de calcular el tamaño del derrame con base en su análisis de las imágenes satelitales.
Eduardo: Y esa mancha en ese entonces tenía una longitud del frente de la mancha de más de 50 kilómetros y un área estimada de 350 kilómetros cuadrados. Imagínate lo grande que es ese derrame que con ese derrame puedes cubrir el lago de Valencia, el segundo lago más grande de Venezuela. Es una mancha extremadamente grande. Es realmente, la magnitud es enorme.
Silvia: Es difícil saber exactamente cuántos barriles de petróleo se han derramado, pero Eduardo calculó que son unos veintiséis mil.
Eduardo: Claro, es una estimación. Como te digo, es muy, muy gruesa. Este, puede variar bastante. Y esa pregunta ¿de qué tamaño es el derrame? Eso se lo tienes que preguntar PDVSA, ¿no? Son ellos los responsables de las instalaciones, y son ellos lo que tienen que haber sabido cuánto fue lo que se derramó.
Silvia: Queríamos saber cuáles son los posibles efectos de un derrame de este tamaño en las costas venezolanas. Entonces hablamos con la bióloga Julia Álvarez.
Julia Álvarez: Mi área de investigación son los sistemas o ecosistemas marinos costeros, en específicamente moluscos marinos.
Silvia: Como Eduardo, Julia ha estado siguiendo este derrame a la distancia. Por las restricciones de movimiento que hay en el país por la pandemia, no ha podido viajar a la zona.
Silvia: ¿Cuáles son estos posibles efectos tanto a corto como a largo plazo?
Julia: Mira, este, para poder hablar de los efectos a corto y a largo plazo, tenemos que estar pendientes que cualquier contaminación con cualquier hidrocarburo es nocivo para cualquier organismo, especie de flora y fauna asociada, ¿okay? Y para poder entender esto tenemos que entender la diversidad del parque nacional, así como del refugio y de la línea de costa que está afectando… que ha afectado porque ya está afectado, ¿okay? Ya no hay vuelta atrás, ya llegó el derrame.
Silvia: Lo que mostraban esos primeros videos en redes sociales de comienzos de agosto era el efecto del derrame en las playas. Olas que dejaban una sustancia oscura, negra, en la orilla.
Julia Álvarez: El derrame afecta a unas playas arenosas que… esta zona se llama Boca de Aroa. Esta es una playa super extensa de arena. Es como, imagínate un gran hilo de arena, ¿okay? que abarca desde la zona de Carabobo, Yaracuy, que es otro estado, y Falcón, ¿okay? que es toda la zona del Golfo Triste.
Silvia: Estamos hablando de más de 50 kilómetros de agua cristalina, arenas blancas. Sin exagerar, un paraíso.
Julia: Las comunidades cuando vieron este impacto, los pescadores, posaderos y los imparques que son los guardaparques y hasta la misma gente de la Alcaldía y de la Gobernación se acercaron con carretillas, eh, palas, bolsas desesperados a limpiar la playa.
Silvia: Pero el hidrocarburo, como me contó Julia, afecta toda una red de ecosistemas muy compleja.
Julia: Este derrame afectó esta zona de Boca de Aroa y eventualmente empezó a afectar al Parque Nacional Morrocoy.
Silvia: Un área protegida, o sea que por el potencial ecológico que tiene sólo se permiten las actividades educativas, científicas y recreativas.
Y Julia me explicó que el ecosistema de este parque nacional es muy particular, porque una parte está en el continente, pero también hay islas, y claro, hay todo un ecosistema marino.
Julia: Lo que destaca, este, en estos ecosistemas son los bosques de manglar, pastos marinos, fondos arenosos como el de Boca de Aroa y arrecifes coralinos, que es una de las bellezas de este parque nacional.
Silvia: Se han registrado veintiséis especies de corales en el Parque Nacional Morrocoy, y Julia me contó que también hay una diversa fauna de esponjas marinas, crustáceos, peces… y hay tortugas marinas. Pero además, hay un refugio de fauna silvestre que colinda con el parque. Es otra área protegida. Y el derrame también llegó allí.
Tenemos que tener en cuenta que esta contaminación, en cualquier parte de la cadena de este ecosistema, puede tener impactos inmediatos en las personas que viven allí. Julia me lo explicó con un ejemplo específico: los bosques de manglar.
Julia: Que son zonas de refugio, reproducción, de alimentación de peces que luego van en el arrecife, que a su vez son el soporte económico de muchas de estas comunidades que por la pandemia no están trabajando con el turismo, pero estaban pescando y estaban subsistiendo con esto. Entonces imagínate la desesperación de las personas de que lo que los mantenía en este momento era la pesca.
Silvia: ¿Cuánto tiempo se tardaría en recuperarse… quedar limpio como estaba antes?
Julia: Mira, con imágenes satelitales y las mismas imágenes fotográficas que nos han hecho los lugareños se podría identificar una fecha, un dato, ¿no? Pero es complicado decirlo. Te voy a dar un ejemplo. El Parque Nacional Morrocoy en los años 90 sufrió una mortandad masiva de corales.
Silvia: Por una enfermedad que sufren los corales.
Julia: Se perdieron muchas especies de estos corales. Hoy día todavía esa diversidad de especies no se ha recuperado.
Silvia: No por completo, aunque una investigación reciente mostró que nuevas colonias de corales se han levantado sobre las muertas.
Julia: Entonces ahora le vamos a incluir un derrame, ¿okay?, que puede estar afectando esa diversidad de especies que se mantenían o que medio estaba batallando para recuperarse. Han pasado veinte años de eso. Casi treinta años. Ahora con el derrame, imagínate cuánto puede ocurrir.
Silvia: Julia calcula que el ecosistema tardaría más o menos cuarenta años o más en recuperarse después de este derrame. Es una estimación, claro. Para poder estudiar bien el impacto, Julia dice que es muy importante que la comunidad científica pueda ir a la zona para hacer estudios de monitoreo y análisis.
Julia: Todavía el Ministerio de Ecosocialismo no nos han dado el acceso, ni tampoco el Instituto Nacional de Parques para poder colaborar.