Part 1
B: ¿Albert?
¿Albert? ¿Eres tú? ¿Pero qué haces aquí en Madrid?
A: Ostras Berta ¡Vaya casualidad!
Pues nada, ¡quería darte una sorpresa!
B: ¿Cómo que una sorpresa?
No sabía que pensabas venir a Madrid unos días.
A: No, no, si ahora vivo aquí.
Me mudé hace dos meses y medio
B: ¿Te has mudado aquí y no me has dicho nada?
A: Sí, bueno, es que en realidad no era algo seguro.
Por eso no te dije nada.
B: ¿Qué?
¿Pensabas decírmelo al año de vivir aquí o qué?
A: No, mujer, no.
Es que he andado muy liado con el traslado y el nuevo puesto y no he tenido tiempo.
B: ¡Ah vale, que todavía no te han puesto teléfono en tu casa!
A: ¡Qué mala eres!
La verdad es que he tenido algún problemilla con el teléfono y el acceso a Internet.
B: ¡Bueno, bueno, no será tanto!
A: ¡Si yo te contara lo que he tenido que hacer para poderme conectar a Internet!
Pero bueno, tras muchas peleas y llamadas al servicio técnico, por fin ahora ya está solucionado.
B: Bueno, me alegro que se haya solucionado.
¡Es verdad que estas cosas a veces son una pesadilla! ¿O sea que has venido aquí por trabajo?
A: Sí, me ofrecieron un curro interesante aquí y no me lo pensé dos veces