6 buenas noticias del coronavirus (un año después) | BBC Mundo
Ha pasado casi un año desde que el coronavirus, convertido en la peor pandemia en casi un siglo,
comenzó a trastocarnos la vida.
Hasta este febrero más de 2 millones y medio de vidas se han perdido a nivel mundial.
Pero a pesar del pesado saldo, de que queda un largo camino
y de que las nuevas variantes del virus suponen aún mucha incertidumbre a futuro,
cada vez más científicos se animan a ser optimistas.
Y algunos predicen que estamos al principio del fin de esta pandemia.
Como Ignacio López Goñi, el microbiólogo que en 2020 publicó un artículo de buenas noticias
sobre el coronavirus y que un año después encuentra más razones para el optimismo.
¿Cuáles son? Explicamos las principales en este video.
Hay vacunas y funcionan.
La mejor de todas las noticias es sin dudas que las vacunas,
que eran un proyecto hace un año hoy son una realidad y que funcionan.
Los países que lideran los planes de vacunación masiva en el mundo,
como Israel y Reino Unido, muestran resultados alentadores
con una drástica reducción de infecciones, hospitalizaciones y muertes.
Yo creo que es la primera vez en la historia de la ciencia
en la que ha habido una colaboración absoluta entre centros de investigación,
universidades, empresas, gobiernos, ONGs.
Este monumental esfuerzo y estrecha colaboración científica en todo el mundo
hizo posible que en solo un año más de 200 vacunas candidatas estén en desarrollo.
Y de ellas casi una decena ya han obtenido la luz verde
de varios reguladores internacionales para su uso.
Aunque cabe abrir un paréntesis, porque la distribución de las vacunas
está siendo sumamente desigual en el mundo y los datos hablan por sí solos.
Hasta febrero, las tres cuartas partes
de las vacunas disponibles se han inyectado en solo 10 países.
Y son países ricos que representan el 60% del producto interno bruto mundial.
Mientras, en unos 130 países– que suman 2.500 millones de habitantes-
no se ha administrado ni una sola vacuna.
Y si todo sigue así, hay muchos a los que la inmunización no llegará hasta 2022.
Pero bueno, cierro ese paréntesis y
vuelvo al tema de este video que son las buenas noticias.
La segunda es que aumenta la confianza en las vacunas.
Y es que la producción en tiempo récord de una vacuna–
que los científicos ven como un hito–
ha generado temores sobre su seguridad.
Pero eso empieza a cambiar.
En un estudio realizado en varios países de Europa, Asia y en Australia, en noviembre,
antes de que los países comenzaran a aprobar las vacunas,
solo cerca del 40% de los encuestados dijo que se pondría la vacuna contra el covid-19.
Y más de la mitad dijo estar preocupado por los posibles efectos secundarios.
Aunque ese porcentaje ha disminuido
con el éxito de la campaña de vacunación en algunos países.
Para quienes aún tienen dudas sobre las vacunas,
este es el mensaje del científico López Goñi.
Esto es un éxito en definitiva de la ciencia.
No nos tiene que llevar a un recelo porque las vacunas las aprueban las agencias evaluadoras,
no los gobiernos ni las empresas que las fabrican.
Y luego es una cuestión de valorar también riesgo beneficio.
Los ensayos clínicos que se han hecho con 30 mil, 40 mil, 50 mil personas
han sido ensayos clínicos internacionales muy diversos y que
lo que nos permiten concluir es que el riesgo beneficio es muy razonable.
Por ejemplo, en EE.UU., entre los casi 20 millones de personas inmunizadas
en el primer mes de vacunación con dosis de Pfizer y Moderna,
solo se han reportado 66 casos de reacción alérgica grave a la vacuna y ninguna muerte.
Es decir, menos de 4 casos por cada millón de dosis… el 0,0003%.
Y otra razón para el optimismo es
que la inmunidad al virus dura al menos 8 meses.
Según varios estudios las personas infectadas, que hasta el mes de febrero superaba los 112
millones de personas,
mantienen una inmunidad robusta con anticuerpos y a nivel celular con celulas T,
que dura como mínimo entre 6 y 8 meses.
Por supuesto, aún quedan incógnitas abiertas sobre la inmunidad,
pero sí tenemos certeza de que la generamos cuando nos contagiamos.
Conocer este dato es vital para pronosticar reinfecciones
y también para saber cuán protegidos estamos con la vacuna y por cuánto tiempo.
Por eso, muchos científicos alertan que aunque estemos en una campaña de inmunización
las medidas de prevención deben continuar.
Lo positivo es que ya conocemos qué medidas funcionan.
A ver, estamos muy cansados todos del confinamiento,
pero según los cálculos, millones de vidas se han salvado gracias a las cuarentenas.
Un estudio del Imperial College de Londres, usando un modelo matemático,
determinó que solo durante el primer confinamiento de la pandemia
se salvaron 3,1 millones de vidas en Europa.
Y la Universidad de Oxford,
que lleva un seguimiento por país de las políticas y medidas implementadas contra
la pandemia,
confirma, sin sorpresas que aquellos países donde se han implementado medidas
como distanciamiento social y el uso universal de mascarillas
han tenido mejores resultados, con menos infecciones y muertes.
La quinta buena noticia es que existen tratamientos.
La mortalidad por el virus también se ha visto reducida porque ahora,
a diferencia de hace un año, ya contamos con tratamientos que se han probado efectivos.
Por ejemplo la combinación de tocilizumab,
un anticuerpo monoclonal aprobado para el tratamiento de la artritis reumatoide,
y la dexametasona- un potente corticoide sintético que actúa como antiinflamatorio
e inmunosupresor-
puede reducir a casi la mitad las muertes en los pacientes más graves con covid-19.
Además el tratamiento preventivo con anticoagulantes en pacientes
con covid-19 hospitalizados puede disminuir la mortalidad hasta en un 30%.
Pero en este 2021, la noticia que también ha generado mucha esperanza
es que el número de nuevos casos a nivel global decrece y de manera sostenida.
La penúltima semana de febrero se registró una caída
por sexta semana consecutiva con 2,4 millones de casos nuevos a nivel global,
11 % menos que la semana precedente.
El número de muertes también desciende.
Y la mayor caída se está registrando en el continente americano.
Aunque aún hay varios interrogantes sobre la evolución de la pandemia
y hay motivos para la cautela,
esta es sin duda es una buena noticia que tal vez
nos esté empezando a mostrar la luz al final del túnel.