El don del Lenguaje
(Martina)
Leidys: Cuando llegaba a la biblioteca, la mayoría de las niñeras estaban usando sus teléfonos y los niños hacían lo que querían. Camila muchas veces se aburría, así que yo inventaba actividades con libros y juguetes para ella. Los otros niños siempre venían a jugar con nosotras.
(Martina)
Leidys: Me gustaba mucho hacer actividades en español con los niños. Eso me hacía pensar en los dieciséis años que trabajé como educadora especial en Colombia. ¡Me encantaba esa carrera!
(Martina)
Leidys: Pensé: “¿Y si les enseño a los otros niños como le enseño a Camila?”. La verdad es que no sabía cómo lo podía hacer, pero quería intentarlo.
(Martina)
(Kipp Visi)
(Martina)
Leidys: Mi amiga era educadora especial y yo la ayudaba a escribir sus tareas de la universidad. Así que, mientras las escribía, las leía. Los temas me parecían muy interesantes.
(Martina)
Leidys: Esa tesis hablaba de las oportunidades de trabajo que las personas con discapacidades tenían en algunos países. Eso me pareció maravilloso. Uno de esos países era España y hablaban de los trabajos que estas personas podían tener en supermercados o restaurantes.
(Martina)
Leidys: Mis estudios me hicieron pensar mucho y me di cuenta de algo… Si un niño con necesidades especiales o discapacidades recibe todas las atenciones necesarias, es capaz de lograr sus sueños.
(Martina)
Leidys: Yo iba para allá a caballo… Sí, ¡a caballo! Era muy gracioso porque todos los días anunciaban: "Leydis López está llegando. Pueden traer a sus niños si creen que necesitan algún tipo de educación especial”.
(Martina)
Leidys: Yo diseñaba programas personalizados. Veía al niño para analizar su progreso y los objetivos que tenían que lograr. Luego, les dábamos tareas a los miembros de la familia. Juntos hacíamos lo mejor que podíamos. Aunque algunas de las familias tenían una educación limitada, siempre tenían muchas ganas de ver el progreso de los niños. Fue un trabajo muy bonito, ¡me encantó!
(Martina)
Leidys: Cuando María Paula nació en el 2002, lo único que yo quería era darle la mejor educación y el mejor futuro.
(Martina)Leidys: Decidimos ir a vivir a Nueva York. Al principio sabía que no iba a ser fácil, pero yo esperaba trabajar como educadora especial allá también. Yo quería prepararme antes de irnos a los Estados Unidos, así que comencé un curso de inglés… aunque no sabía qué iba a pasar en el futuro.
(Martina)
Leidys: Empecé a ver el lado oscuro de mi pareja. Él no me quería dejar trabajar porque quería controlarme.
(Martina)
Leidys: Mi familia me decía que era mejor regresar a Colombia, pero yo ya estaba en Estados Unidos y quería seguir adelante. Entonces empecé a buscar y encontré un trabajo en un restaurante español.
(Martina)
Leidys: Yo trabajaba en la entrada del restaurante y las únicas personas que hablaban español eran los muchachos que estaban adentro en la cocina. A mí me gustaba hablar mucho y era horrible estar ahí ocho horas sin poder hablar español con mis compañeros.
(Martina)
Leidys: Mientras trabajaba, yo escuchaba la información que mis colegas les daban a los clientes. Así que cuando ellos estaban ocupados, los clientes venían a hablar conmigo y yo los ayudaba.
(Martina)
Leidys: Yo tenía un libro de inglés básico y cuando tenía tiempo libre en el trabajo, lo leía. A veces, también practicaba con mis colegas. Algunos estaban aprendiendo español, así que hacíamos un intercambio de idiomas.
(Martina)
Leidys: Por muchos años tuve que ir al médico con María Paula porque yo no hablaba muy bien el inglés. Después de un tiempo, María Paula me acompañaba, pero yo era la que hablaba con el doctor. Recuerdo que una vez me dijo: “¡Mami, felicitaciones! Estás hablando muy bien, ya no tengo que venir contigo”.
(Martina)
Leidys: Fue mi primera escuela. Cuando empecé a trabajar en el restaurante, solo podía saludar y hablar de cosas muy básicas. Pero después de unos años, aprendí suficiente vocabulario para hablarles a los clientes de mis platos favoritos y darles recomendaciones. También podía dar recetas y hacer reservaciones en inglés.
(Martina)
Leidys: Yo no sabía ni cómo ni cuándo lo iba a hacer, pero mi objetivo era volver a trabajar como educadora. ¡Y estaba segura de que lo iba a hacer!
(Martina)
Leidys: Yo había respondido a un anuncio en una página para encontrar trabajo. Un día, una pareja de la ciudad de Norwalk me escribió y me dijo: “Hola. ¿Te gustaría trabajar con nosotros? Tenemos una niña y necesitamos una niñera”.
(Martina)
Leidys: Yo quise ser honesta, así que les dije que mi inglés no era perfecto. Entonces Yajaira me dijo: “Eso no es un problema. Nosotros queremos que nuestra hija aprenda español”. Después de leer esa respuesta, me sentí mucho más tranquila.
(Martina)
Leidys: La familia de Yajaira era de Puerto Rico, pero ella no sabía hablar español. Por eso, ella quería que su hija Camila aprendiera el idioma.
(Martina)
Leidys: Fue una experiencia bien bonita y teníamos una relación muy linda. Yo no me sentía como la niñera, sino como parte de la familia. Ellos escuchaban todas mis recomendaciones para la educación y el cuidado de Camila.
(Martina)
Leidys: Pensé que a María Paula le había ido muy bien en la escuela porque hablaba bien los dos idiomas. Eso abrió puertas. Por ejemplo, cuando las clases empezaron, la llamaron porque necesitaban su ayuda para comunicarse con los padres que no hablaban inglés. Eso me hizo sentir muy feliz.
(Martina)
Leidys: En nuestra ciudad solo había un programa para enseñarles español a los niños a través de la música. Conocí a muchas familias que buscaban actividades en español para sus hijos, pero no había casi nada disponible. Entonces ¡tuve una idea! Les pedí ayuda a Kipp y a Yajaira porque mi sueño era volver a trabajar con los niños.
(Martina)
Leidys: Juntos decidimos que lo mejor sería crear un centro de juegos. Es donde los niños pueden cantar, jugar y aprender con canciones, actividades y libros.
(Martina)
Leidys: Yo sabía que muchas familias creían en mí y en mi proyecto.
(Martina)
Leidys: Lo llamamos así en honor a mi hija porque ella tuvo la oportunidad de aprender un idioma nuevo con la ayuda de amigas y de la comunidad en los Estados Unidos.
(Martina)
Leidys: Yo tengo una canción para todo, así que empezamos el día con una canción que se llama “Los amigos”. La música ayuda a los niños a aprender mejor y más rápido. Después, les enseño a los niños a presentarse en español. Luego jugamos y leemos historias y así aprendemos nuevas palabras.
(Martina)
Leidys: ¡El primer día fue increíble! Estaba muy nerviosa, pero al mismo tiempo estaba muy feliz. ¡Fue muy bonito poder cumplir mi sueño!
(Martina)