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Tres Cuentos, Ep.40 - Mecanópolis - Miguel de Unamuno (2)

Ep.40 - Mecanópolis - Miguel de Unamuno (2)

Esta argentina y este colombiano producen y presentan el programa literario Contratapas. Un podcast pensado para quienes aman la lectura y se quedan con ganas de compartir sus reflexiones con alguien más.

Pueden escuchar Contratapas y acompañar sus lecturas en las plataformas Ivoox, Castbox y Spotify. También los encuentras en Youtube como Contratapas Podcast y en la página web www.outfears.com.

Animo a las y los escuchas a buscar a Contratapas y seguirlos en Instagram como #contratapaspodcast, y enterarse de sus próximas lecturas. Por cierto, en unas semanas, me escucharan en Contratapas hablando con Florencia y Yamid acerca de unos de mis autores favoritos el portugués José Saramago.

*

Por otra parte, quería compartir con ustedes que el año anterior Tres Cuentos fue seleccionado para participar en un entrenamiento intensivo ofrecido por el programa The Google Podcast Creator Program. Estamos super contentos y agradecidos de tener esta oportunidad de aprender más cómo pulir y mejorar nuestro programa.

El entrenamiento va de principios de mayo y hasta finales de julio. Esto significa que después del último episodio de la temporada de Ciencia Ficción nos volverán a escuchar en agosto. Pero no crean que no los estaré extrañando y que no necesitaré de vuestra ayuda. Parte del entrenamiento consiste en escuchar las sugerencias y opiniones de nuestros oyentes.

Así que hágannos un gran favor, si no lo han hecho aún, suscríbanse a nuestra lista de correos, y contáctenos en tres.cuentos.podcast@gmail.com. Mándenos un saludito, y de pasó nos cuentan que les gusta del programa, y qué más quieren escuchar. Y por supuesto, compartan sus episodios favoritos. ¡Mil gracias!

*

Muy bien, es hora de hablar acerca de la ciencia ficción. Después de que salió el primer episodio de esta temporada hace un par de semanas, leí algunos de los comentarios que la gente deja en Facebook. Me reí. Algunos parecían haber tomado la historia Finis del argentino Santiago Dabove, muy en serio. Incluso recibí unos versos de la Biblia.

Es interesante el efecto que un cuento como este tiene en las personas, aun cuando está ubicado en un futuro muy distante. Lo cierto es que una buena parte de la humanidad está obsesionada con la muerte. A muchos les encantaría encontrar el elixir de la eterna juventud.

Recuerdo a un amigo en Colombia que quería vivir para siempre, y una pariente lamentando que una vez fuimos inmortales, pero que debido a una siniestra mujer que no nombraré, perdimos dicho privilegio.

A eso digo, ahórrenme la inmortalidad. Soy feliz sabiendo que algún día descansaré en paz.

La verdad es que sólo las historias son inmortales. Entonces, alguien preguntará, si las historias son lo que nos sobrevive ¿quién transmitirá las historias inventadas y vividas por la humanidad, los humanos o las máquinas?

¿Acaso importa? Si y no. Pensemos en lo siguiente: probablemente los futuros humanos verán en nuestras historias algo que aprender, mientras que las máquinas lo verán como un mal código o virus, o una molesta curiosidad. De cualquier manera, es mejor vivir el presente al máximo.

Y ya que nos hemos sumergido en el tema del futuro de la humanidad, exploremos el artículo en inglés, Artificial Intelligence Is Our Future. But Will It Save Or Destroy Humanity? Here's a rundown of what the world's greatest minds think (La Inteligencia artificial es nuestro futuro. ¿Pero salvará o destruirá a la humanidad?), escrito por Patrick Caughill, publicado en la revista digital Futurism.

Lo cierto es que, el rápido desarrollo de los sistemas y la tecnología de Inteligencia Artificial (IA) es prácticamente imparable. Caughill cita algunos expertos quienes creen "que los seres humanos estarán mucho mejor en manos de sistemas avanzados de Inteligencia Artificial, mientras que otros piensan que la Inteligencia Artificial conducirá a nuestro inevitable fin".

Alguien puede preguntar, ¿cómo es eso posible? Bueno, aquí hay algunas pistas.

El físico teórico Stephen Hawking y el emprendedor Elon Musk, ya manifestaron que el problema no es el desarrollo de la Inteligencia Artificial, sino que debería haber regulaciones gubernamentales para evitar que algún país tenga delirios de grandeza.

Caughill relata que por ejemplo "el presidente ruso Vladimir Putin avivó recientemente este temor en una reunión con estudiantes rusos cuando dijo, el que se convierta en el líder en esta esfera será el gobernante del mundo. Estos comentarios validaron aún más la posición de Elon Musk- quien tuiteó que la carrera por la superioridad de la Inteligencia Artificial es la causa más probable de la tercera guerra mundial".

Entonces, ¿será que podríamos ubicar la historia de Unamuno, "Mecanópolis", como una secuela de aquella potencial guerra mundial? Es decir, un mundo gobernado y habitado únicamente por máquinas debido a la autoextinción de la humanidad. Quizás. O tal vez, el preludio de la historia de Unamuno se desarrolla en la dirección opuesta de la guerra.

Este otro escenario es aquel en el que la tecnología de Inteligencia Artificial se desarrolla lentamente hacia una especie de conciencia.

Patrick Caughill cita la predicción hecha por Seth Shostak, el principal astrónomo del Instituto SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre), quien dijo "La primera generación [de IA] sólo va a hacer lo que les digamos; sin embargo, hacia la tercera generación, la Inteligencia Artificial o los robots tendrán su propia agenda."

Pero no saquen sus bates y comiencen a destruir la tecnología que les rodea por miedo a ser potencialmente superados por ella. No es necesario. Shostak, descarta que los humanos se conviertan en esclavos de la Inteligencia Artificial. En cambio, predice que "los humanos simplemente se volverán irrelevantes para estas máquinas hiperinteligentes".

Shostak piensa que "estas máquinas existirán en un plano intelectual tan por encima de los humanos que, en el peor de los casos, no seremos más que una molestia tolerable". Como lo que vimos en "Mecanópolis".

En este último escenario, donde somos una molestia tolerable, nuestra futura descendencia podría parecer más una mezcla entre la gente de las películas Wall-E e Idiocracia: una humanidad extremadamente obesa, incapaz de caminar, y dócil o tonta. Por supuesto, ambas películas tienen finales positivos donde los humanos se ponen en forma, caminan de nuevo, y desempolvan sus cerebros, retomando las riendas de sus destinos.

Pero no se preocupen, aquí viene la mejor noticia -aunque algunos no estarían de acuerdo, a veces me cuento entre ellos- donde la Inteligencia Artificial mejora nuestro cerebro y nuestros cuerpos.

Meditemos por un momento. Hoy día las prótesis han avanzado bastante, y continúan probando que perder una extremidad no es un impedimento para continuar con una vida normal. Tal vez en nuestro futuro, nos hemos integrado con máquinas, y seremos un hibrido de dos especies. Por supuesto ya no nos llamarán humanos.

*

Y hablando de integración humano-máquina, permítanme citar un par de párrafos del artículo en inglés Artificial Intelligence and Reality of Human-Machine Integration (Inteligencia Artificial y Realidad de integración humano-máquina), publicado en la revista digital Scienceooze, el 14 de febrero del 2021.

El artículo comienza con una fatal advertencia. Dice, "Con el desarrollo de la integración humano-máquina, la integración optomecánica, la bioingeniería, los robots bioquímicos y el progreso integral de la ciencia del sistema, las computadoras autónomas tendrán suficiente rendimiento conductual, y luego realmente se separarán del control total de los seres humanos y tendrán un pensamiento inteligente autónomo".

El artículo continúa con un tono sombrío, diciendo que "los científicos incluso presentaron una predicción: antes de finales del siglo XXI, los humanos ya no serán la especie más inteligente de la Tierra". Una vez más esto me suena a lo que don Miguel de Unamuno imagino como la peor pesadilla. Alerta, nuestro próximo episodio tendrá que ver con eso, pero no dañaré la sorpresa, pues no es lo que se esperan.

Y es debido a esta preocupación de que seamos superados por nuestra propia creación, que varias voces en los campos de la tecnología y la ciencia han expresado su preocupación y sugerido una tercera opción para lidiar con tal dilema "si no puedes vencer a tus enemigos, úneteles". Volvemos a la integración humano-máquina y al desarrollo de la superinteligencia.

El artículo concluye diciendo que "Tal vez en un futuro no muy lejano, el hombre-maquina-bioquímico-cooperativo puede volar como Iron Man, manipulando armas como un guerrero mecha, reescribiendo la trayectoria de la vida, viajando a través del tiempo y el espacio, e incluso existir sin características materiales".

Tal vez en unos 50 años, veremos al hombre volando con alas artificiales tal cual, como Prescott, el personaje de nuestro último episodio en la historia de Santiago Dabove, Finis. O podríamos ver las cabezas de celebridades preservadas funcionando sin cuerpos, como en el programa de televisión Futurama creado por Matt Groening y David X. Cohen. ¡Vaya, que forma tan incómoda de hacernos inmortales!

Y hay mucho más que podría decir sobre este intrigante e incómodo tema de la integración del hombre con la máquina, pero prefiero cambiar la marcha y hablar del autor de hoy y su crítica a aquellos que idealizaron la ciencia.

*

Cuando inicié mi investigación sobre la literatura de ciencia ficción hispanoamericana, me pregunté qué impulsa a una persona a escribir ciencia ficción. ¿Acaso un ejercicio de imaginación? ¿O una fascinación por el futuro no escrito, o una insatisfacción con la realidad actual que sólo puede expresarse a través de una narrativa futurista?

Bueno, como no pude encontrar mucho sobre el pensamiento de Santiago Dabove, el autor del episodio pasado, pensé que, si leía una tesis de 300 páginas sobre Unamuno, podría entender sus sentimientos, razones e influencias cuando escribió Mecanópolis. Por supuesto, encontré más que eso.

La tesis escrita por Clara Fernández Díaz-Rincón se titula "Crítica al Cientificismo de Miguel de Unamuno".

No intentaré resumir la vida de Unamuno porque es casi imposible, así que perdóname si omito algunos detalles en mi humilde recuento. Sólo mencionaré aquellos aspectos que, en mi opinión, ayudan a explicar más por qué escribió "Mecanópolis". Pero si el oyente considera que hay otros detalles y argumentos convincentes, no duden en enviarnos un correo electrónico a tres.cuentos.podcast@gmail.com. Me encantaría aprender más.

Don Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao, el 29 de septiembre de 1864, y murió en Salamanca, el 31 de diciembre de 1936. Fue un escritor y filósofo español perteneciente a la Generación del 98. En su obra cultivó una gran variedad de géneros literarios como la novela, el ensayo, el teatro y la poesía.

Don Miguel de Unamuno perdió a su padre a principios de 1870 cuando el niño tenía seis años. Así, es como crece bajo la influencia femenina de su madre, Salomé, y de su abuela materna Benita, quien se hizo cargo de ellos. Don Miguel es criado por una estricta y muy religiosa madre católica quien estaba decidida a hacer de su hijo, como Miguel lo dijo, un "devoto del más alto grado, con devoción que pica en lo que suelen llamar (o mal llamar) misticismo".

Durante su adolescencia, Unamuno se convirtió en un ávido lector de historia, derecho, filosofía, ciencias sociales y políticas, y la ciencia en general. Cuando cumple 16 años, el joven Miguel deja a su familia para cursar un título en la capital española, Madrid.

Para un joven provincial, este traslado a una ciudad más grande fue bastante impactante. Unamuno experimentó una metrópoli superficial, donde nadie se escuchaba, y las conversaciones eran inútiles. Es posible que vean algunos de estos sentimientos reflejados en el cuento con el que cerraremos el programa de hoy, “Los viajes de Turismundo.”

Clara Fernández Díaz-Rincón cuenta que la soledad que vivió Unamuno durante su primer año en Madrid le llevó a aferrarse tan fuertemente a sus creencias religiosas que su fe era casi mística. Pero, con el paso del tiempo, Unamuno interactúa cada vez más con su entorno y sus convicciones religiosas comienzan a desvanecerse.

Gradualmente el joven Miguel comienza a abandonar su fe y abrazar posturas intelectuales. Como él mismo lo dijo, "Mi conversión religiosa fue evolutiva y lenta [...] habiendo sido un católico practicante y fervoroso, dejé de serlo poco a poco [...] Y un día de carnaval (lo recuerdo bien), dejé de pronto de oír misa. Entonces me lancé a una carrera vertiginosa a través de la filosofía. Aprendí alemán en Hegel, en el estupendo Hegel, que ha sido uno de los pensadores que más honda huella han dejado en mí. Hoy mismo creo que el fondo de mi pensamiento es hegeliano. Luego me enamoré de Hebert Spencer, pero siempre lo interpretándole hegelianamente. Y siempre volvía a mis preocupaciones y lecturas del problema religioso, que es lo que me ha preocupado siempre".

Ep.40 - Mecanópolis - Miguel de Unamuno (2) Ep.40 - Mecanopolis - Miguel de Unamuno (2) Ep.40 - Mecanópolis - Miguel de Unamuno (2) Ep.40 - メカノポリス - ミゲル・デ・ウナムーノ (2)

Esta argentina y este colombiano producen y presentan el programa literario Contratapas. Un podcast pensado para quienes aman la lectura y se quedan con ganas de compartir sus reflexiones con alguien más.

Pueden escuchar Contratapas y acompañar sus lecturas en las plataformas Ivoox, Castbox y Spotify. También los encuentras en Youtube como Contratapas Podcast y en la página web www.outfears.com.

Animo a las y los escuchas a buscar a Contratapas y seguirlos en Instagram como #contratapaspodcast, y enterarse de sus próximas lecturas. Por cierto, en unas semanas, me escucharan en Contratapas hablando con Florencia y Yamid acerca de unos de mis autores favoritos el portugués José Saramago.

*

Por otra parte, quería compartir con ustedes que el año anterior Tres Cuentos fue seleccionado para participar en un entrenamiento intensivo ofrecido por el programa The Google Podcast Creator Program. Estamos super contentos y agradecidos de tener esta oportunidad de aprender más cómo pulir y mejorar nuestro programa.

El entrenamiento va de principios de mayo y hasta finales de julio. Esto significa que después del último episodio de la temporada de Ciencia Ficción nos volverán a escuchar en agosto. Pero no crean que no los estaré extrañando y que no necesitaré de vuestra ayuda. Parte del entrenamiento consiste en escuchar las sugerencias y opiniones de nuestros oyentes.

Así que hágannos un gran favor, si no lo han hecho aún, suscríbanse a nuestra lista de correos, y contáctenos en tres.cuentos.podcast@gmail.com. Mándenos un saludito, y de pasó nos cuentan que les gusta del programa, y qué más quieren escuchar. Y por supuesto, compartan sus episodios favoritos. ¡Mil gracias!

*

Muy bien, es hora de hablar acerca de la ciencia ficción. Después de que salió el primer episodio de esta temporada hace un par de semanas, leí algunos de los comentarios que la gente deja en Facebook. Me reí. Algunos parecían haber tomado la historia __Finis__ del argentino Santiago Dabove, muy en serio. Incluso recibí unos versos de la Biblia.

Es interesante el efecto que un cuento como este tiene en las personas, aun cuando está ubicado en un futuro muy distante. Lo cierto es que una buena parte de la humanidad está obsesionada con la muerte. A muchos les encantaría encontrar el elixir de la eterna juventud.

Recuerdo a un amigo en Colombia que quería vivir para siempre, y una pariente lamentando que una vez fuimos inmortales, pero que debido a una siniestra mujer que no nombraré, perdimos dicho privilegio.

A eso digo, ahórrenme la inmortalidad. Soy feliz sabiendo que algún día descansaré en paz.

La verdad es que sólo las historias son inmortales. Entonces, alguien preguntará, si las historias son lo que nos sobrevive ¿quién transmitirá las historias inventadas y vividas por la humanidad, los humanos o las máquinas?

¿Acaso importa? Si y no. Pensemos en lo siguiente: probablemente los futuros humanos verán en nuestras historias algo que aprender, mientras que las máquinas lo verán como un mal código o virus, o una molesta curiosidad. De cualquier manera, es mejor vivir el presente al máximo.

Y ya que nos hemos sumergido en el tema del futuro de la humanidad, exploremos el artículo en inglés, __Artificial Intelligence Is Our Future. But Will It Save Or Destroy Humanity? Here's a rundown of what the world's greatest minds think__ (__La Inteligencia artificial es nuestro futuro. ¿Pero salvará o destruirá a la humanidad?__), escrito por Patrick Caughill, publicado en la revista digital Futurism.

Lo cierto es que, el rápido desarrollo de los sistemas y la tecnología de Inteligencia Artificial (IA) es prácticamente imparable. Caughill cita algunos expertos quienes creen "que los seres humanos estarán mucho mejor en manos de sistemas avanzados de Inteligencia Artificial, mientras que otros piensan que la Inteligencia Artificial conducirá a nuestro inevitable fin".

Alguien puede preguntar, ¿cómo es eso posible? Bueno, aquí hay algunas pistas.

El físico teórico Stephen Hawking y el emprendedor Elon Musk, ya manifestaron que el problema no es el desarrollo de la Inteligencia Artificial, sino que debería haber regulaciones gubernamentales para evitar que algún país tenga delirios de grandeza.

Caughill relata que por ejemplo "el presidente ruso Vladimir Putin avivó recientemente este temor en una reunión con estudiantes rusos cuando dijo, __el que se convierta en el líder en esta esfera será el gobernante del mundo__. Estos comentarios validaron aún más la posición de Elon Musk- quien tuiteó que la carrera por la superioridad de la Inteligencia Artificial es la __causa más probable de la tercera guerra mundial__".

Entonces, ¿será que podríamos ubicar la historia de Unamuno, "Mecanópolis", como una secuela de aquella potencial guerra mundial? Es decir, un mundo gobernado y habitado únicamente por máquinas debido a la autoextinción de la humanidad. Quizás. O tal vez, el preludio de la historia de Unamuno se desarrolla en la dirección opuesta de la guerra.

Este otro escenario es aquel en el que la tecnología de Inteligencia Artificial se desarrolla lentamente hacia una especie de conciencia.

Patrick Caughill cita la predicción hecha por Seth Shostak, el principal astrónomo del Instituto SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre), quien dijo "La primera generación [de IA] sólo va a hacer lo que les digamos; sin embargo, hacia la tercera generación, la Inteligencia Artificial o los robots tendrán su propia agenda."

Pero no saquen sus bates y comiencen a destruir la tecnología que les rodea por miedo a ser potencialmente superados por ella. No es necesario. Shostak, descarta que los humanos se conviertan en esclavos de la Inteligencia Artificial. En cambio, predice que "los humanos simplemente se volverán irrelevantes para estas máquinas hiperinteligentes".

Shostak piensa que "estas máquinas existirán en un plano intelectual tan por encima de los humanos que, en el peor de los casos, no seremos más que una molestia tolerable". Como lo que vimos en "Mecanópolis".

En este último escenario, donde somos una molestia tolerable, nuestra futura descendencia podría parecer más una mezcla entre la gente de las películas Wall-E e Idiocracia: una humanidad extremadamente obesa, incapaz de caminar, y dócil o tonta. Por supuesto, ambas películas tienen finales positivos donde los humanos se ponen en forma, caminan de nuevo, y desempolvan sus cerebros, retomando las riendas de sus destinos.

Pero no se preocupen, aquí viene la mejor noticia -aunque algunos no estarían de acuerdo, a veces me cuento entre ellos- donde la Inteligencia Artificial mejora nuestro cerebro y nuestros cuerpos.

Meditemos por un momento. Hoy día las prótesis han avanzado bastante, y continúan probando que perder una extremidad no es un impedimento para continuar con una vida normal. Tal vez en nuestro futuro, nos hemos integrado con máquinas, y seremos un hibrido de dos especies. Por supuesto ya no nos llamarán humanos.

*

Y hablando de integración humano-máquina, permítanme citar un par de párrafos del artículo en inglés __Artificial Intelligence and Reality of Human-Machine Integration__ (Inteligencia Artificial y Realidad de integración humano-máquina), publicado en la revista digital Scienceooze, el 14 de febrero del 2021.

El artículo comienza con una fatal advertencia. Dice, "Con el desarrollo de la integración humano-máquina, la integración optomecánica, la bioingeniería, los robots bioquímicos y el progreso integral de la ciencia del sistema, las computadoras autónomas tendrán suficiente rendimiento conductual, y luego realmente se separarán del control total de los seres humanos y tendrán un pensamiento inteligente autónomo".

El artículo continúa con un tono sombrío, diciendo que "los científicos incluso presentaron una predicción: antes de finales del siglo XXI, los humanos ya no serán la especie más inteligente de la Tierra". Una vez más esto me suena a lo que don Miguel de Unamuno imagino como la peor pesadilla. Alerta, nuestro próximo episodio tendrá que ver con eso, pero no dañaré la sorpresa, pues no es lo que se esperan.

Y es debido a esta preocupación de que seamos superados por nuestra propia creación, que varias voces en los campos de la tecnología y la ciencia han expresado su preocupación y sugerido una tercera opción para lidiar con tal dilema "si no puedes vencer a tus enemigos, úneteles". Volvemos a la integración humano-máquina y al desarrollo de la superinteligencia.

El artículo concluye diciendo que "Tal vez en un futuro no muy lejano, el hombre-maquina-bioquímico-cooperativo puede volar como Iron Man, manipulando armas como un guerrero mecha, reescribiendo la trayectoria de la vida, viajando a través del tiempo y el espacio, e incluso existir sin características materiales".

Tal vez en unos 50 años, veremos al hombre volando con alas artificiales tal cual, como Prescott, el personaje de nuestro último episodio en la historia de Santiago Dabove, __Finis__. O podríamos ver las cabezas de celebridades preservadas funcionando sin cuerpos, como en el programa de televisión Futurama creado por Matt Groening y David X. Cohen. ¡Vaya, que forma tan incómoda de hacernos inmortales!

Y hay mucho más que podría decir sobre este intrigante e incómodo tema de la integración del hombre con la máquina, pero prefiero cambiar la marcha y hablar del autor de hoy y su crítica a aquellos que idealizaron la ciencia.

*

Cuando inicié mi investigación sobre la literatura de ciencia ficción hispanoamericana, me pregunté qué impulsa a una persona a escribir ciencia ficción. ¿Acaso un ejercicio de imaginación? ¿O una fascinación por el futuro no escrito, o una insatisfacción con la realidad actual que sólo puede expresarse a través de una narrativa futurista?

Bueno, como no pude encontrar mucho sobre el pensamiento de Santiago Dabove, el autor del episodio pasado, pensé que, si leía una tesis de 300 páginas sobre Unamuno, podría entender sus sentimientos, razones e influencias cuando escribió __Mecanópolis__. Por supuesto, encontré más que eso.

La tesis escrita por Clara Fernández Díaz-Rincón se titula "Crítica al Cientificismo de Miguel de Unamuno".

No intentaré resumir la vida de Unamuno porque es casi imposible, así que perdóname si omito algunos detalles en mi humilde recuento. Sólo mencionaré aquellos aspectos que, en mi opinión, ayudan a explicar más por qué escribió "__Mecanópolis__". Pero si el oyente considera que hay otros detalles y argumentos convincentes, no duden en enviarnos un correo electrónico a tres.cuentos.podcast@gmail.com. Me encantaría aprender más.

Don Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao, el 29 de septiembre de 1864, y murió en Salamanca, el 31 de diciembre de 1936. Fue un escritor y filósofo español perteneciente a la Generación del 98. En su obra cultivó una gran variedad de géneros literarios como la novela, el ensayo, el teatro y la poesía.

Don Miguel de Unamuno perdió a su padre a principios de 1870 cuando el niño tenía seis años. Así, es como crece bajo la influencia femenina de su madre, Salomé, y de su abuela materna Benita, quien se hizo cargo de ellos. Don Miguel es criado por una estricta y muy religiosa madre católica quien estaba decidida a hacer de su hijo, como Miguel lo dijo, un "devoto del más alto grado, con devoción que pica en lo que suelen llamar (o mal llamar) misticismo".

Durante su adolescencia, Unamuno se convirtió en un ávido lector de historia, derecho, filosofía, ciencias sociales y políticas, y la ciencia en general. Cuando cumple 16 años, el joven Miguel deja a su familia para cursar un título en la capital española, Madrid.

Para un joven provincial, este traslado a una ciudad más grande fue bastante impactante. Unamuno experimentó una metrópoli superficial, donde nadie se escuchaba, y las conversaciones eran inútiles. Es posible que vean algunos de estos sentimientos reflejados en el cuento con el que cerraremos el programa de hoy, “Los viajes de Turismundo.”

Clara Fernández Díaz-Rincón cuenta que la soledad que vivió Unamuno durante su primer año en Madrid le llevó a aferrarse tan fuertemente a sus creencias religiosas que su fe era casi mística. Pero, con el paso del tiempo, Unamuno interactúa cada vez más con su entorno y sus convicciones religiosas comienzan a desvanecerse.

Gradualmente el joven Miguel comienza a abandonar su fe y abrazar posturas intelectuales. Como él mismo lo dijo, "Mi conversión religiosa fue evolutiva y lenta [...] habiendo sido un católico practicante y fervoroso, dejé de serlo poco a poco [...] Y un día de carnaval (lo recuerdo bien), dejé de pronto de oír misa. Entonces me lancé a una carrera vertiginosa a través de la filosofía. Aprendí alemán en Hegel, en el estupendo Hegel, que ha sido uno de los pensadores que más honda huella han dejado en mí. Hoy mismo creo que el fondo de mi pensamiento es hegeliano. Luego me enamoré de Hebert Spencer, pero siempre lo interpretándole hegelianamente. Y siempre volvía a mis preocupaciones y lecturas del problema religioso, que es lo que me ha preocupado siempre".