El Batallón de Los San Patricios/Episodio 8A
Sean: ¡Déjalo ondear! ¡Muéstralo a los cielos! ¡Viva el Batallón San Patricio!
La multitud: ¡Viva!
Riley: McTaggarty. Levanta el estandarte.
Mctagarty: Ha elegido al hombre adecuado.
Entonces Mctaggarty levanta la bandera y grita y ondea la bandera para que todos vean. Todos los soldados están contentos y orgullosos de su nuevo batallón.
Los hombres lo cargan a McTaggarty en alto.
McTaggarty: ¡Os enseñaré a ondear una bandera, chicos!
Riley la mira a Marta con verdadera emoción, gratitud y amor. Marta también siente igual. Es un momento emotivo para todos presentes.
Riley entonces se dirige a todos los soldados del batallón literalmente momentos antes de la batalla.
Riley: ¡Irlandeses! ¡Ahora luchamos por nuestra propia bandera! Cuando se aproxime la caballería yánqui, les recibiremos con una lluvia de pastas. ¡Por la victoria!
Multitud de soldados: ¡Por la victoria!
Riley: ¡Artilleros! ¡Prended la mecha!
Kineally: ¡Listos para disparar!
Los caballería, cientos y cientos de soldados americanos vienen invadiendo el campo en sus caballos disparando sus armas
Kineally: ¡Apunten! ¡Fuego!
¡Fuego!
Los cañones de los mexicanos disparan y salen los cañonazos.
La batalla dura varias horas pero los cañones, las bolas de los cañones fallan muy a menudo, no dan con su marco. No se sabe si es por problemas que los soldados son mal entrenados o los cañones están defectivos. Los americanos comienzan a ganar cancha, territorio y todo se vuelve un caos de hombres, soldados americanos y mexicanos e irlandeses luchando mano a mano, una batalla realmente sangriente y brutal.
Por el lado de los lanceros, la mayoría de los hombres, los soldados de Cortina han muerto en la batalla porque no tenían la protección adecuada de los cañones. En un momento dado, Cortina cae de su caballo. En ese momento, otro compañero, otro soldado de los lanceros cae de su caballo muerto, y Cortina aprovecha el momento para subir al caballo del hombre muerto y sale corriendo, galopando en el caballo. Todos los soldados mexicanos están retirándose ahora para entrar en la fortificación, en el fortín.
Ahora dentro del fortín, en la plaza, Riley y sus hombres están luchando mano a mano contra los gringos. Los gringos están ganando la batalla. Es una situación horrible.