Diez claves para estimular tu hemisferio derecho | Jose Miguel Sanchez | TEDxTorrelodones
Traductor: Gonzalo Mena Revisor: Sebastian Betti
Buenos días.
Carlos, necesito que me ayudes.
Este TEDx se titula "Piensa diferente".
Hagamos algo diferente.
¿Hasta cuánto sabes contar?
[Ininteligible]
-¿Hasta tres? -Sí.
Vamos a hacer una secuencia hasta tres y la vamos a ir repitiendo.
Empiezo yo.
-Uno -Dos
-Tres. -Uno.
-Dos. -Tres.
-Uno. -Dos.
¿Lo tenemos?
Os voy a pedir que os levantéis todos.
Os pongáis con la persona que tenéis al lado, y hagáis lo mismo.
Con una diferencia, lo tenéis que hacer muy rápido.
Uno, dos, tres. Uno, dos, tres.
Muy rápido.
Venga, empecemos a activar nuestro cuerpo.
Muy rápido. Uno, dos, tres. Uno, dos, tres.
Rápido.
Más rápido.
Uno, dos, tres. Más rápido.
(Murmullos)
¿Vale?
¡No os sentéis!
Vamos a ponerlo un pelín más difícil.
-Ahora yo voy a cambiar algo. -Vale.
-Y tú tienes que seguirlo. -Perfecto.
Empieza tú ahora.
-Uno (Aplausos)
Tres.
-Uno. (Aplausos)
-Tres. -Uno.
(Aplausos) -Tres.
-Uno. (Aplausos)
Tres. ¿Lo tenemos?
Lo importante es que lo hagáis muy, muy rápido.
Venga. Rápido.
Más rápido.
Más rápido.
Más rápido.
Perfecto. Parad.
Mirad a vuestro alrededor.
Mirad a vuestro alrededor.
Os podéis sentar ya.
Y ¿podéis decir qué veis cuando miráis a vuestro alrededor?
¿Qué tipo de emociones estáis viendo?
¿Estáis viendo sonrisas?
¿Veis gente alegre?
¿Estáis viendo gente que le ha cambiado la emoción en menos de dos minutos?
Lo que acaba de ocurrir es
que hemos puesto...
A ver.
Está en on, abajo. Ahí lo tenemos.
Hemos puesto nuestro hemisferio derecho
a echar humo.
A echar humo de colores.
Porque nuestro hemisferio derecho se estimula
con la acción.
Lo que acabamos de hacer.
Y la acción
es emoción.
Y además habéis hecho algo que estáis muy acostumbrados a hacer.
Y ¿sabéis qué es? Jugar.
La mayor parte de nuestra infancia
el hemisferio que predominaba era el hemisferio derecho.
El hemisferio derecho.
Y en la mayor parte de nuestra infancia, jugábamos.
Y todavía lo recordábamos.
Cuando nos ponemos a jugar un minuto o minuto y medio,
el hemisferio derecho se estimula.
El hemisferio derecho, como todos sabéis, es el emocional.
Es el creativo, es el que nos da una visión holística.
Una visión global de las cosas.
No como el hemisferio izquierdo, que es más racional.
Es más lógico, es el que utilizamos para pensar.
Pero no nos olvidemos.
Ambos son importantes, los une el cuerpo calloso.
Hay montones de conexiones entre ellos.
Ahora, eso sí, nos han enseñado desde siempre
a trabajar desde el hemisferio izquierdo.
También a estudiar.
Y nos damos cuenta cada vez más de que
la clave del éxito está en el derecho.
¿Por qué? Porque nos conecta con nosotros mismos y con los demás.
¿A través de qué? A través de las emociones.
El hemisferio derecho tiene múltiples conexiones
y ramificaciones con el sistema límbico.
Y el sistema límbico, como la mayoría sabéis,
es lo que se ha llamado por antonomasia el cerebro emocional.
Por eso es tan importante el hemisferio derecho.
¿Qué nos permite el hemisferio derecho?
Tomar conciencia de nuestras emociones.
¿Para qué? Para no caer en algo que muchas personas caen.
Y es el secuestro emocional.
Y diréis: "¿Qué es el secuestro emocional?"
El secuestro emocional es cuando de repente te ves,
aparece en ti una emoción que no es la que quieres.
Que no es la que esperabas, y que aparece de manera automática.
Y que cuando la descubres, te arrepientes,
y dices: "¿Por qué ha salido?"
Os lo voy a explicar con un ejemplo.
Yo tengo dos hijos: Sofía y Mario; 9 y 7 años.
Hace unos cuatro años,
Sofía ya empezaba a saber escribir. Y, bueno, llegó el Día del Padre.
En el cole preparan un regalo para los padres.
Este Día del Padre iba a ser diferente, ¿por qué?
Porque además de llevar
el regalo.
Y la tarjeta.
La tarjeta por primera vez iba a estar escrita de puño y letra por Sofía.
Llegó ese día, me da el regalo.
Le doy un beso y un abrazo. Me da la tarjeta.
Y cuando me da la tarjeta, leo lo que pone.
Y lo que pone es lo siguiente:
"Para el mejor papi del mundo..."
Bonito, ¿verdad?
Coma.
"aunque a veces se enfada".
Ahí es donde me di cuenta
de que yo también caía en los secuestros emocionales.
Mi hija me enseñó que yo con frecuencia caía en ese secuestro emocional.
Os puedo asegurar que mis hijos son las dos personas que más quiero.
Lo que menos quiero es enfadarme con ellos,
o tener emociones que no toquen con ellos.
¿De dónde vienen? Tenemos que entender de dónde vienen.
Nuestro cerebro terminó de evolucionar hace unos 160 000 años.
En la sabana africana.
Cuando los primeros homo sapiens aparecieron.
Claro, en aquel momento te la jugabas cada día.
Tenías momentos vitales cada uno de los días.
Donde te estás jugando la vida.
Por lo tanto, reaccionar de manera agresiva
o con ciertas emociones te salvaba la vida.
O cuando ibas a cazar mamuts o cuando huías del tigre dientes de sable.
Sin embargo, ahora, muchas veces
confundimos ciertos momentos,
como que nuestros hijos alboroten un poco más o estén chillando,
que nuestro compañero nos mire diferente,
o que nuestro jefe nos diga.
Lo confundimos con momentos vitales. Y la reacción es automática.
Y es una reacción emocional que nos secuestra.
¿Para qué sirve el hemisferio derecho?
Para tomar conciencia de ellos y no permitirla.
Por lo tanto, lo que os voy a mostrar
son diez formas.
Diez formas de estimular nuestro hemisferio derecho.
No sé si son las diez más válidas.
O las diez más importantes.
Son diez que a mí me funcionan y que utilizo.
Que comparto con las personas con las que trabajo.
Y comparto con mis clientes.
Y son las que os quiero mostrar.
La primera.
Piensa los problemas en dibujos.
Nos han acostumbrado al hemisferio izquierdo.
Nos han acostumbrado al pensamiento inductivo y al deductivo.
Yo acostumbro a las personas.
Trabajo con personas para que nos acostumbremos
a trabajar en un pensamiento proyectivo.
Donde nosotros dibujando seamos capaces de verlo desde otro lado.
Cambiemos el observador de los problemas que tenemos.
Y, además, lo compartamos con otros. Les enseñemos a otros nuestros dibujos.
Que están proyectando son esos problemas.
Pero desde otro lado.
Estimulando ¿qué?
Nuestro hemisferio derecho.
Segundo.
Cuídate.
Si yo os digo
que hacer deporte, tener actividad física, es importante para la salud,
me vais a decir: "Joroba, José Miguel, qué obviedad".
Sí, señores. Es una obviedad.
Y sabéis que cada vez que hacemos deporte o actividad física,
estamos generando endorfinas,
que es la droga del cerebro, que el cerebro produce.
Estamos generando dopamina,
que está relacionada con los mecanismos de recompensa del cerebro.
Estamos generando serotonina,
que es la hormona del bienestar.
Y, además, estamos reduciendo el cortisol,
que es la hormona del estrés.
Por tanto, la actividad física es clave.
Yo, todos los días, me levanto una hora antes para hacer deporte.
No para ponerme cachas, sino para estimular mi cuerpo.
Estimular mi cerebro.
Y, por tanto, estimular mi hemisferio derecho.
De esa manera encaro cada uno de los días de una manera diferente.
Otra obviedad: medita.
Conecta contigo mismo.
Conecta con lo más importante que tienes.
Tu yo interior.
¿Para? Para avanzar.
La mayoría de las personas con las que trabajo
me dicen todo el rato: "Voy todo el día apagando fuegos".
"Es que el día a día me come".
Y yo les digo: "Dedícate a apagar fuegos si eres bombero.
Si no, no vayas por la vida apagando fuegos".
¿Para? Para avanzar.
Y la meditación del modo que sea.
Como la queráis hacer.
Pero conectad con vosotros mismos.
Con vuestro yo interior.
Con lo que sois en esencia.
Siguiente. Pon el foco en lo importante de tu vida.
Claro. ¿A qué nos han enseñado?
A sacar buenas notas.
A tener buenos trabajos.
A estimular mucho nuestro hemisferio izquierdo.
Lo hemos estimulado tanto que nos hemos perdido
otras partes de nuestra vida.
Otras partes que son importantes.
Que nos dan equilibrio.
Pon el foco en lo importante de tu vida.
Cuando sabes quién eres. Dónde estás.
Adónde vas.
Tienes la mayor parte del trabajo hecho. Recuerdo un caso con un directivo con
quien trabajé.
Directivo de una de las multinacionales importantes de este país.
Y estábamos por la tercera sesión.
Y estábamos trabajando sobre un tema de resolución de conflictos.
Él tenía conflictos con una persona de otro departamento.
Conflictos que se repetían habitualmente.
Y estábamos trabajando esto y, de repente,
se calla, me mira.
Estábamos los dos sentados,
y me dice: "José Miguel, tengo un hijo de 21 años.
Vive conmigo.
Cenamos la mayor parte de los días.
Y no lo conozco.
No conozco a mi hijo".
Me decía que era una persona de éxito en el ámbito profesional.
De muchísimo éxito en el ámbito profesional.
Pero ese éxito le había llevado
a olvidarse de otras partes importantes de su vida. Pon el foco en lo importante de tu vida.
Siguiente: bajo el agua.
Uno de los lugares donde se nos ocurren las mejores ideas, ¿sabéis cuál es?
En la ducha.
Y si es después de hacer deporte,
todavía mucho mejor.
Porque las endorfinas están bailando.
En la ducha.
Los últimos estudios científicos que se han hecho sobre este tema
avalan que la principal razón
de por qué las mejores ideas se nos ocurren en la ducha
es porque es uno de los pocos sitios
donde no podemos llevar el móvil.
Esa es una de las grandes razones.
Dejemos de estar tan conectados a la tecnología.
Y empecemos a conectar más con nosotros mismos. Con nuestros amigos, con nuestras familias.
Menos WhatsApp y más conversar.
Bajo el agua.
A crear también se aprende.
La creatividad, tienes que ser un genio, tienes que... no. La creatividad tiene que ver con hábitos, con generar hábitos, con hacer cosas diferentes cada día.
Probar cosas diferentes.
Para generar un nuevo hábito, un hábito simple,
me va a llevar entre 21 y 30 días.
De hacerlo todos los días.
Un hábito más complejo, una media de 66 días.
Un hábito difícil, un cambio de estilo de vida,
puede llevarme hasta 180 días.
Dejad que os lo muestre.
¿Podéis, por favor, todos cruzar los brazos?
Voy a pediros que crucéis los brazos al revés.
Es decir, si arriba está el brazo derecho, vamos a ponerlo al revés. Arriba, el izquierdo.
Empiezo a escuchar algún ruidito.
Voy a haceros 2 preguntas.
La 1ª: ¿cuál de los 2 es más cómodo?
¿La habitual o la otra?
La habitual, ¿verdad?
¿Cuál de las dos noto más?
¿Tengo más conciencia sobre ella?
¿La habitual o la segunda?
La segunda en la mayoría de los casos.
¿Sabéis por qué es?
Porque es un hábito nuevo.
Y entonces nuestro cerebro lo identifica.
Identifica un hábito nuevo y dice: "Esto es algo que yo no conozco". Por lo tanto, tomo conciencia.
Ese es el primer paso para cambiar.
Tomar conciencia de que puedo cambiar.
Y a partir de ahí es trabajar en repetir y repetir.
La creatividad también se aprende.
¿A través de qué?
De practicar nuevos hábitos.
Olvídate de los precedentes.
¿Sabéis lo que no puedo cambiar?
El pasado.
¿Sabéis lo que yo sí puedo cambiar?
Cada uno de los minutos que vayan desde este momento
hasta el final de mis días.
Olvídate de los precedentes.
El pasado fue útil.
¿El futuro? Será excelente.
Depende de cada uno de vosotros.
Así que da lo mismo lo que hayamos vivido.
Lo que hayamos pasado.
Da lo mismo.
Lo importante es lo que hacemos
con lo que estamos viviendo en este momento.
Lo único en lo que podemos trabajar.
No podemos caer en el lenguaje víctima,
que es "es que fíjate lo que pasó,
fíjate mi jefe lo que me hizo".
Caer en la resignación.
No tenemos ningún poder cuando estamos trabajando en el pasado. Pero cuando trabajamos en el futuro,
tenemos todo el poder.
Siempre hay opciones.
Para mí, esta es clave.
Siempre hay opciones.
Si quieres, lo único que tienes que adivinar es cómo. Pero siempre tenemos opciones.
Una de las cosas más duras
que ha habido en esta crisis sabéis cuál es.
Ha sido que ha habido
muchísimas personas que han perdido su puesto de trabajo. Hemos tenido millones de parados por culpa de esta crisis.
El despido es una de las cosas que más le duele al ser humano.
Es decir, de alguna manera te están diciendo: "No. No te queremos".
Me gustaría haceros una pregunta.
¿A cuántos de vosotros os han despedido una vez?
¿Podéis levantar la mano?
Una vez.
Veo que hay unos cuantos.
¿ A cuántos de vosotros os han despedido dos veces?
Poquitos.
¿A cuántos de vosotros os han despedido tres veces?
Aquí normalmente me quedo solo.
A mí me han despedido tres veces.
Despedido es que alguien te diga: "No vuelvas mañana".
No es que te vayas voluntariamente.
La primera vez yo tendría 22 o 23 años.
Era un puesto de trabajo que
hacía a la misma vez que estudiaba mi último año de carrera. Y no me importó mucho.
Al contrario.
Con la pequeña indemnización que me dieron y con unos ahorrillos que tenía.
Lo que hice fue irme al Reino Unido,
donde acabé viviendo casi 4 años.
La segunda vez me despidieron con 31 años. Era director de RR.HH. de una empresa de Internet. Al año me habían despedido.
Tardé un año y medio
en volver a recuperar, tener un puesto de trabajo.
Un año y medio.
Estuve en más de 15 procesos de selección diferentes. En la mayoría de ellos llegué a finalista. No era un tema de currículum.
¿Sabéis lo que era?
Lo que era realmente
es que cuando me sentaba en la entrevista con la otra persona. Transmitía algo que la otra persona decía: "No me termina de encajar". Las emociones que tenía
eran de resignación, impotencia, sentía injusticia.
Y eso el otro lo percibía.
Por lo tanto, yo no veía opciones.
Me despidieron por última vez hace 9 años. Al día siguiente inscribí en el notario la compañía en que trabajo actualmente.
Que es la que fundé.
Llevo 9 años trabajando en ella y soy feliz.
Si yo miro para atrás
mi historia personal, mi historia profesional,
si algo no le llamo es una historia de fracaso.
Para nada.
No se trata de cuántas veces fallas,
se trata de cuántas veces te levantas.
Y eso no nos lo va a quitar absolutamente nadie.
Es más, voy terminando.
Sonríe. Otra obviedad.
Claro. ¿Por qué sonrío?
Porque contagio emociones.
Porque tenemos todos unas neuronas espejo que llevan con nosotros toda la vida.
Pero solamente hace 20 años, dos décadas que se descubrieron,
un héroe científico italiano llamado Fogassi las descubrió.
Estas neuronas espejo nos permiten ponernos en el lugar de un protagonista
de una película.
Ponernos en el lugar de la persona, cuando estamos leyendo un libro,
de la persona protagonista de ese libro.
Incluso ahora en YouTube con estos vídeos que tenemos de caídas. Vemos a la persona que va en monopatín,
que va a subir una barandilla, se tropieza y cae con las dos piernas.
¿Lo estáis viendo?
Y de repente lo vives como "no, a ti no te ha pasado nada".
Pero tus neuronas espejo han leído la emoción en la que está esa otra persona y se han contagiado.
Contagiemos emociones positivas. Y sonrisas.
No nos dejemos contagiar por esas personas que llegan los lunes por la mañana como setas
y dan los buenos días con esta cara.
Nuestro jefe muchas veces.
No nos dejemos contagiar por ellos.
Al revés, contagiémosles nosotros.
Y finalizo. La última.
No podía ser de otra manera.
Sueña despierto.
El sueño es inherente al ser humano.
Es nuestro "nadie nos lo puede quitar".
Perseguir los sueños es lo que nos va a ayudar a conseguirlos. Perseguirlos.
Además, soñar nos va a hacer poderosos como cuando éramos niños.
Como cuando nuestro hemisferio derecho era el que predominaba.
Y eso es algo que nosotros elegimos.
Porque nosotros elegimos cómo es nuestro futuro.
Y acabo ya.
Acabo. ¿Al final de qué va todo esto?
¿Cuál es el objetivo?
De esta pequeña charla
El objetivo es muy claro, que cuando lleguemos a 85, 90, 95 años, miremos para atrás y digamos:
"Oye, pues ha merecido el ratito que he estado por aquí". Gracias. Muchísimas gracias.
(Aplausos)