Niños de primero y segundo grado vuelven a clase
Los estudiantes de primero y segundo curso de primaria volvieron a las aulas este miércoles. Deberán llevar mascarilla durante las clases y no podrán juntarse con otros niños. Se trata del primer paso de reapertura de los centros de enseñanza en Chequia.
La algarabía de los niños volvió a inundar las escuelas a lo largo y ancho de la República Checa este miércoles. Después de cinco semanas de cierre, el Gobierno del primer ministro Andrej Babiš ordenó la reapertura de las escuelas, pero por el momento solo del primero y segundo grado de primaria.
El ministro de Educación, Robert Plaga, dijo a la Radio Checa que el cierre de las escuelas fue una medida drástica pero indispensable.
“La medida extrema de cerrar las escuelas primarias buscó reducir el crecimiento exponencial de la epidemia. De acuerdo con las últimas cifras, la limitación ha servido para frenar el crecimiento exponencial y esperamos haber superado el pico de la segunda ola de la pandemia”.
Tanto el cierre como la reapertura de las escuelas han despertado polémica en la sociedad. De acuerdo con una encuesta reciente, cerca del 60% de los checos considera que el cierre de las escuelas es la restricción que más dificultades les ha supuesto.
Algunos partidos de la oposición han criticado la medida, mientras que otros han sugerido pruebas masivas de COVID-19 para estudiantes y maestros. El ministro de Salud, Jan Blatný, dijo a la Radio Checa que no es posible realizar test masivos para los maestros.
“En caso de que realicemos pruebas cinco días por semana, su número sería superior al de los peores momentos de la epidemia. Y no estoy hablando del coste de las pruebas. El aspecto logístico es lo que impediría la realización de semejantes pruebas masivas. Estamos preparando un sistema en el que se seleccionarán grupos representativos de diferentes escuelas”.
La reapertura parcial de las escuelas se ha topado con un alto grado de aceptación entre padres de familia y educadores, según confirmó a la Radio Checa Jaroslav Jirásko, vicepresidente de la Asociación de Directores de las Escuelas Primarias.
“Recibimos una serie de instrucciones metódicas sobre el comportamiento en los centros de enseñanza. A partir de este miércoles es obligatorio llevar mascarilla, ventilar las aulas, lavarse las manos, respetar el distanciamiento social entre los estudiantes, etc. Creo que hemos tenido tiempo suficiente y estamos preparados”.
Por su parte, Hana Stýblová miembro del Consejo de la misma asociación expresó que, desde su punto de vista, falta cierta coordinación e información.
“Nos faltan informaciones sobre cómo deben comportarse las Estaciones de Enfermedades Contagiosas respecto a las escuelas. No tenemos una guía de qué hacer cuando un maestro tenga una prueba positiva (de COVID-19). En este sentido nos falta información”.
Además de la reapertura parcial de las escuelas, el Gobierno anunció nuevas medidas para frenar la expansión de la epidemia de coronavirus. A partir de este miércoles las tiendas de alimentos deberán garantizar 15 metros cuadrados por cliente en sus instalaciones, lo que representa una reducción significativa del número de personas en el interior de las tiendas.
El ministro de Industria y Comercio, Karel Havlíček, aseguró que la medida servirá para reducir los contagios y ayudará en la preparación del terreno para aliviar las restricciones de cara a la Navidad.
“En caso de que queramos reabrir todo en un mismo momento, restaurantes, tiendas, centros comerciales, hoteles, pensiones, incluido el regreso de los niños a las escuelas, es necesario aplicar algún tipo de restricción”.
Tomáš Prouza, presidente de la Unión de Comercio y Turismo, criticó la nueva restricción en las tiendas de alimentos indicando que provocará tensión, compras desenfrenadas, colas delante de las tiendas y malestar general.
El ministro Havlíček insiste en que un número menor de personas en los supermercados ayudará a incrementar el distanciamiento social, y anunció que desde este miércoles las tiendas de alimentos y farmacias estarán abiertas una hora más de lo establecido por el momento, esto quiere decir hasta las nueve de la noche, cuando empieza el toque de queda, y que la policía no tomará medidas contra las personas que salgan a esa hora de las tiendas.
Las ventas a través de ventanillas también se han visto beneficiadas ya que podrán estar abiertas de cinco de la mañana a nueve de la noche.