Chicos y chicas (1)
¡Hola! ¿Qué tal, chicos?
Chicos y chicas, ya sabéis que cuando digo “chicos” quiero decir “chicos y chicas”. En español se usa el masculio también como neutro para referirse a grupos mixtos, ¿vale? Sería muy complicado estar todo el tiempo hablando así: los chicos y las chicas, los hombres y las mujeres, los niños y las niñas, los profesores y las profesoras, los españoles y las españolas…
Eso se puede hacer de vez en cuando, pero no todo el tiempo. Sería, como digo, muy engorroso…
Engorroso, por cierto, es una palabra muy bonita que podéis usar para impresionar a vuestros amigos españoles (y también, claro, a vuestras amigas españolas): engorroso.
Es una palabra fácil de recordar porque viene de la palabra “gorro”, que supongo que muchos ya conocéis, ¿no? Un gorro es lo que te pones en la cabeza cuando hace frío. Un gorro de lana, ¿no?
Yo he hecho varios vídeos usando gorros, por cierto. Vídeos muy divertidos, pienso yo.
Además, es una palabra que va muy bien para practicar la pronunciación de la R: goRRo.
Podéis ir por la calle repitiendo esta palabra: mi peRRO tiene un goRRo. ¡Qué bonito es el goRRo de mi peRRo!
goRRo, peRRo…
Y entonces, bueno, como decía, “engorroso” (que viene de “gorro”) se usa cuando queremos decir que algo es complicado, complejo, difícil de hacer, ¿vale?
Si usáis esta palabra con vuestros amigos españoles y con vuestras amigas españolas, pues los vais a dejar impresionados. Bueno, a ellos los vais a dejar impresionados y a ellas las vais a dejar impresionadas.
Bueno, voy a dejar de hablar así porque si sigo todo el tiempo especificando, clarificando, que hablo de hombres y de mujeres, voy a terminar este podcasts mañana a las cinco de la mañana. Y yo lo siento, pero no tengo tiempo. Tengo que terminar antes.
En fin, lo que quería decir, chicos, que ya estoy perdiendo el hilo otra vez, como siempre, es que cuando digo chicos, cuando digo todos, cuando digo niños, cuando digo amigos, etc. incluyo siempre al género femenino. No estoy hablando de hombres o del género masculino. Incluyo también al género femenino. Lo que pasa es que, como digo, sería un poco engorroso estar todo el tiempo haciendo la distinción y especificando chicos y chicas, niños y niñas, todos y todas…
Pero, hoy, yo no quería hablar de esto exactamente.
Yo hoy de lo que quería hablar es, específicamente, de la palabra “chicos”; bueno, de chicos y de chicas.
A ver si me explico.
Es que resulta que, me he dado cuenta de que, quizás, la gente no entiende bien por qué digo “Hola, chicos” o “¿qué tal?, chicos” o “¿qué pasa? chicos” o “bienvenidos, chicos y chicas de Español Con Juan…”
He caído en la cuenta, por cierto, es una expresión muy bonita con la que también podéis impresionar a vuestros amigos españoles (y a vuestras amigas españolas).
“Caer en la cuenta” significa que comprendes algo de repente. Que, de repente, te das cuenta de algo que te había pasado desapercibido.
Y yo acabo de caer en la cuenta de que quizás la gente no entiende lo que quiero decir cuando digo “chicos” o cuando digo “chicos y chicas".
Mucha gente creo que piensa que los chicos y las chicas son solo la gente joven. Y, claro, a lo mejor hay gente que piensa que yo me dirijo solo a los jóvenes (y a las jóvenes), a los chicos jóvenes y a las chicas jóvenes.
Nada más lejos de la realidad, queridos amigos y queridas amigas de Español Con Juan. Nada más lejos de la realidad.
De hecho, la mayoría de mis seguidores y seguidoras (porque la mayoría de mis seguidores no son seguidores, sino seguidoras, es decir, son mujeres)...
La mayoría de mis seguidores y seguidoras, digo, son gente mayor. Es gente que tiene, no sé, más de cincuenta y más de sesenta años. Esto lo sé porque, por ejemplo, mucha gente que me escribe me dice “Juan, gracias por tu podcast, yo estoy jubilado y en mi tiempo libre me dedico a aprender español con tu podcast. Muchas gracias”.
O sea, quiero decir que mucha gente que me sigue en las redes sociales es gente mayor, muchos ya jubilados. No hay mucha gente joven me siga, creo.
Y pienso que esto es normal por varias razones.
Primero porque yo también soy mayor. Yo ya no soy ningún jovencito y pienso que, claro, la gente se identifica con gente de su edad, ¿no? Si yo tuviera que aprender un idioma, probablemente me sentiría más cercano a alguien de mi generación, de alguien que piensa o que tiene valores similares a los míos…
No necesariamente, claro. No necesariamente… Yo en las redes sociales sigo también a gente joven, por supuesto. De hecho, la mayoría de la gente que hace vídeos en YouTube o que hace podcast pues son gente joven, ¿no?
Pero, en fin, yo creo que, en general, eso cuenta. La edad es algo a tener en cuenta a la hora de explicar por qué me sigue más gente mayor que gente joven.
Y otra cosa muy importante a tener en cuenta es que yo hago vídeos y este podcast también solo en español y, claro, la gente joven, normalmente, pues quizás no tenga un nivel suficiente de español para entender lo que digo. Para entender las historias que yo cuento, los chistes o las bromas que hago, pues, claro, hay que tener un cierto nivel de español. Y normalmente la gente que tiene un nivel intermedio alto o avanzado de español es gente más mayor, que lleva ya muchos años estudiando español.
Es más raro que un chico joven o que una chica joven tenga un nivel suficientemente alto para entender lo que yo digo en mis vídeos o en este podcast. Los hay, ¿eh? Claro que los hay. Y de hecho yo tengo seguidores también jóvenes. Por supuesto. Estoy hablando en general, ¿no? Lo que creo que es más probable que pase.
En fin, lo que quiero decir es que cuando yo digo “chicos y chicas", no me dirijo solo a la gente joven. Me dirijo, en general, a todo el mundo. A todo el mundo que me escucha.
Si hablamos de forma literal, la palabra “chico" o la palabra “chica” se refieren a personas jóvenes, ¿vale? Eso es verdad. Pero en el uso coloquial, en España, “chicos y chicas" se usa también para dirigirse de modo informal a un grupo de personas de cualquier edad.
Yo, por ejemplo, cuando voy a España con mi novia y vamos a un bar, muchos camareros nos dicen “Chicos, ¿qué os pongo?”.
La primera vez que alguien se dirigió a nosotros llamándonos “chicos", yo, claro, me sorprendí un poco.. Al principio incluso pensé que el camarero nos estaba tomando el pelo. Pero luego me he ido acostumbrando porque creo que es algo que se hace sin pensar, como un modo informal de dirigirse a un grupo de personas.
No siempre, claro. Depende del lugar, depende del tipo de personas de que se trate, de la situación… En un restaurante muy elegante y muy caro, pues, hombre, no creo que los camareros llamen chicos a los clientes. A los hombres los llamarán “señor” o “caballero” por ejemplo y a las mujeres las llamarán “señora”.
Hay que tener en cuenta siempre el contexto.
Hace unos meses estaba en Salamanca, en un bar, en la terraza de un bar, y a mi lado había una mesa con tres señoras que la más joven debía de tener ya 70 años, por lo menos.
O sea. eran tres señoras ya bastante mayores. Y el camarero, cuando se acercó a ellas, les dijo, “Chicas, ¿que os pongo?”
Yo, claro, me quedé un poco sorprendido, ¿no? Llamar chicas a un grupo de señoras de más de setenta años me pareció un poco pasarse, ¿no?
Entendéis, ¿no? Me pareció que el camarero se estaba pasando de la raya. Estaba siendo demasiado informal, vamos
Pero ellas, las chicas, ni se inmutaron, ¿eh? Parecía que estaban acostumbradas y les pareció totalmente normal.
Lo que pasa es que, bueno, era un bar así muy informal, de tapas, y, probablemente, las mujeres, las señoras, eran gente del barrio, conocían al camarero…
En fin, que en ese contexto, parece que era aceptable llamar chicas a aquellas señoras.
Y yo uso “chicos y chicas” en ese sentido, para dirigirme a todos mis seguidores y seguidoras, no solo a los jóvenes.
Es que, en español, y me imagino que en todos los idiomas del mundo, hay palabras que tienen un significado literal, pero que se pueden usar también en otros contextos con un significado un poco diferente.
Hay muchos ejemplos de este tipo de palabras que se usan para dirigirse a alguien de manera informal.
Por ejemplo, yo podría empezar el podcast diciendo “Hola, amigos, ¿qué tal?” “Bienvenidos, amigos y amigas de Español Con Juan”.
Sí, pero… en realidad, vosotros no sois mis amigos. Un amigo o una amiga es alguien que te conoce personalmente y que mantiene una relación de amistad contigo, que comparte tu vida de alguna forma, que se identifica con tu forma de ser…
¿Entendéis? En realidad, nosotros no somos amigos, en el sentido literal de la palabra. Sin embargo, “amigos” se usa a menudo para dirigirse a un grupo de gente (o “amigo” para dirigirse a alguien particular):
“¡Hola, amigo! ¿Le puedo ayudar?”
Os puedo dar muchos ejemplos de este tipo.
La palabra “tío”, que es una palabra que yo uso mucho también, es otro ejemplo de este tipo de palabras. En España llamamos tío a todo el mundo, no solo al hermano del padre o de la madre. Es una forma coloquial, informal, de dirigirse a alguien.
“¿Qué pasa, tío?” “¿Dónde vas, tío?”
¿Queréis más ejemplos?
Os puedo dar muchos más ejemplos, ¿eh?
En España, por ejemplo, se puede decir “guapa” para dirigirse a una mujer, aunque no sea guapa. No necesariamente tiene que ser la mujer más guapa del mundo. Es una forma cariñosa de dirigirse a una chica joven o a una mujer. También se puede usar con niños. A mí de niño, por ejemplo, cuando iba a una tienda a comprar algo las dependientas me decían “¿qué quieres, guapo?” Pero no se referían a mi físico: era una forma cariñosa, informal, de dirigirse a mí.
Hay que tener cuidado con el uso de estas palabras, eso sí. Vosotros sois estudiantes de español y cuando uno es estudiante, pues, hay que ir con cuidado porque no siempre se entiende el contexto, no siempre se entiende cuando es adecuado usar estas palabras y cuando no. ¿Vale?
Yo en el caso de las palabras y las expresiones del español coloquial siempre digo lo mismo a mis estudiantes: hay que conocer el español coloquial, el español que usa la gente en la calle. Es muy importante conocer estas palabras para poder entender una conversación, un diálogo… Claro que sí…
Pero hay que tener mucho cuidado a la hora de usarlas porque no se pueden usar siempre, en cualquier situación, ni con todo el mundo. Hay que estar atentos y si no se está completamente seguro, lo mejor es no usarlas. Es mejor usar una palabra más neutra, más estándar, antes que meter la pata y molestar u ofender a alguien.
Recuerdo, por ejemplo, que hace unos meses alguien me escribió un email para darme las gracias por algo, no recuerdo bien el porqué, pero esta persona, una señora, me decía al final de su email: “muchas gracias, guapo”.
Y, sinceramente, ese no era el contexto más adecuado para decir eso. Confieso que me sentó bastante mal, ¿eh? porque “guapo” no se usa normalmente en ese contexto y puede entenderse como algo sarcástico, como una falta de respeto.
Entonces, cuidado, cuidado con usar este tipo de expresiones si no estáis seguros de que se trata del momento, de la persona y del contexto adecuado.
Ahora que caigo… Ahora que caigo, hay una palabra de este tipo que se usa mucho en España y que yo odio: abuelo. Abuelo o abuela. Los abuelos.