E4 Minimalismo
Hola a todos, soy César, encantado de saludaros. Bienvenidos al cuarto episodio de “Spanish with César”. Si es la primera vez que me escucháis, comentaros que el objetivo de este podcast es ayudar a las personas que aprenden español, especialmente a los estudiantes de nivel intermedio. Soy profesor de español desde hace años y me he dado cuenta de que cuando alcanzas un nivel intermedio puede ser difícil encontrar recursos interesantes para leer, escuchar o ver. En este podcast hablo de temas que me parecen interesantes y espero que también lo sean para vosotros.
Como siempre, os recuerdo que podéis encontrar la transcripción de este y anteriores episodios del podcast en la web www.spanishwithcesar.com
Hoy os voy a hablar de un concepto, o mejor dicho, de un estilo de vida o filosofía, por el que empecé a interesarme después de que una compañera me recomendara el libro de Fumio Sasaki titulado “Goodbye Things” o “Adiós cosas” en castellano. En este libro el autor japonés explica qué es el minimalismo y cómo ha cambiado su vida. De esto hace ya casi dos años y puedo decir que es uno de los libros que más influencia ha tenido en mi vida.
Los que me conocen saben que me siento muy orgulloso de decir que soy minimalista. Forma parte de mi identidad. Cuando alguien me pregunta qué es exactamente para mí el minimalismo, siempre respondo que el minimalismo es darse cuenta de que el valor de las cosas físicas y sobre todo, la sensación de felicidad que éstas nos dan tienen una duración muy corta.
Os daré un ejemplo. El IPhone 11 acaba de salir al mercado hace unos días. En todas las tiendas Apple del mundo había cientos de fans de la marca esperando a ser los primeros en conseguir el nuevo modelo de IPhone. Seguro que durante los primeros días e incluso semanas estas personas se sienten emocionadas con su adquisición, descubriendo todas las nuevas opciones que el teléfono inteligente les ofrece. Sin embargo, esta sensación desaparece cuando el objeto ya no es ago nuevo para nosotros, es algo efímero. Lo mismo pasa cuando compramos una prenda de ropa que nos encanta, una camisa por ejemplo. Nos sentimos muy bien poniéndonosla al principio pero al cabo de varios usos esa emoción desaparece.
Además, tener el último modelo de IPhone también garantiza un cierto estatus, da cierta información sobre nosotros; somos personas modernas, con estilo, nos gusta la tecnología, tenemos dinero suficiente para poder comprar este teléfono, etc… Este concepto de estatus asociados con productos las marcas lo conocen muy bien, creando una necesidad en nosotros por adquirir sus productos para aspirar a ser un determinado tipo de persona.
El minimalismo es también aprender a dejar ir. Muchas veces conservamos un objeto físico por los recuerdos que nos trae más que por su función. Así guardamos, almacenamos y conservamos un montón de cosas por su historia y no por su uso real. Por ejemplo, pueden ser libros que leímos una vez y jamás volveremos a leer, pero que no queremos dejar ir ya que nos los regalaron personas que queremos.
Si tuviera que resumir cuáles son los beneficios que el minimalismo ha traído a mi vida mencionaría la paz mental en primer lugar. En español decimos “no es feliz el que más tiene, sino el que menos necesita”
Obviamente, el minimalismo no solo favorece a la persona que lo practica sino también al medio ambiente en general. Se trata pues de una práctica sostenible. ¿Habéis odio alguna vez de las tres erres? Sí, erre como la letra por la que empiezan los nombres Rocio o Ramón. Se trata de una propuesta de hábitos de consumo que hizo popular la organización Greenpeace. Estas tres erres son: reducir, reutilizar y reciclar. De estas tres acciones, ¿cuál creéis que es más favorable para el medio ambiente? Efectivamente es reducir el consumo. Y esa es una de las bases del minimalismo.
Muchos de vosotros estaréis pensando que el concepto de minimalismo parece muy utópico ya que si todos fuéramos minimalistas, la economía sufriría una gran recesión. ¿Y si os digo que esto no tiene por qué ser así?. Efectivamente, algunas industrias como la textil, el sector de la moda, necesitarían reinventarse para adaptarse a sus nuevos clientes minimalistas. Un perfil de cliente que busca calidad y duración del producto en lugar de unicamente un precio bajo.
Además, ser minimalista no significa dejar de gastar dinero, sino gastarlo o invertirlo en otras cosas menos materiales como experiencias gastronómicas interesantes, viajes o cultura. Diversos estudios afirman que invertir nuestro dinero en experiencias y no en cosas traen una mayor satisfacción en el largo plazo.
Este año he cumplido 30 años y dije claramente a las personas de mi alrededor que no quería regalos físicos, no quería cosas, especialmente ropa. Veamos ahora una situación hipotética:
¿Qué coste real habría tenido que alguien me hubiera comprado unos pantalones vaqueros?
-El coste para la persona habría sido el precio de los pantalones, digamos, entre 20 y 50 euros.
-El coste para mi habría sido una disminución en el espacio de mi armario donde ya tengo suficientes pantalones y además habrían complicado mi decisión de qué pantalones usar cada vez que tengo que vestirme.
-Pero más importante, el coste ecológico habría sido de entre 2.000 y 3.000 litros de agua.
¿Creéis que merece la pena?
Yo sigo haciendo regalos, especialmente libros (ya que siempre puedes regalarlos, donarlos o venderlos) o incluso algo más minimalista todavía, por ejemplo una suscripción a Spotify Premium. También puedes regalar experiencias, como un masaje o una visita a un spa.
Si estáis interesados en el tema y os gustaría saber un poco más, además del libro de Fumio Sasaki, os recomiendo ver el documental disponible en Netflix - “Minimalismo: las cosas importantes”. Creo que explica muy bien los conceptos básicos de esta filosofía de vida.
Yo sigo aprendiendo cada día de los beneficios de este estilo de vida. Ahora estoy a punto de empezar a leer un libro que se llama “Minimalismo digital” que me recomendó una de mis estudiantes. Quizás haga un episodio de podcast sobre este tema en el futuro.
Y hasta aquí el tercer cuarto episodio de Spanish with César. Espero que lo hayáis disfrutado y espero también vuestros comentarios y preguntas en www.spanishwithcesar.com. Allí también podréis encontrar la transcripción de este episodio. Un saludo y hasta la semana que viene.