Killaricocha, la maldición de la abundancia - CAPÍTULO 9 / 10
Capítulo 9 El maestro Nicanor
LOCUTOR Killaricocha.
LOCUTORA La maldición de la abundancia.
NARRADORA La única ambulancia del pueblo no alcanzaba para llevar a los heridos hasta la posta médica de Killaricocha. En el segundo parque todavía se respiraba el humo de las bombas, mientras la multitud no sabía qué hacer ni a dónde dirigirse...
NARRADORA Doña Lucy llegó a la posta mal herida. Pero estaba despierta cuando entraron su esposo Fermín y su hija Anita.
FERMÍN Lucy, te estuve buscando. Por Dios, ¿qué te pasó? ¿Estás herida?
ANITA Mamá, ¿qué tienes, mamita?
LUCY Fueron unos extraños, Fermín. Yo los alcancé a ver. Dispararon contra los policías. Y los policías respondieron contra nosotros.
ANITA ¿Y quiénes eran, mamá?
LUCY No lo sé, hija. No les pudimos ver la cara, seguramente infiltrados.
FERMÍN Lucy, podrías haber muerto.
LUCY Fermín, ¿quiénes más están heridos? ¿Y el maestro Nicanor? ¿Qué le pasó?
FERMÍN No lo sé, Lucy. No lo sé. Ahora descansa, por favor.
FERMÍN Tenía que pasar esto con tu madre, Anita. Yo se lo dije, no pelees contra la empresa, ellos son poderosos.
ANITA Cuando salga de aquí seguro la enjuiciarán como agitadora, como terrorista. Tengo miedo, papá.
FERMÍN Ellos protestaban con razón, hija. Yo no comprendí a tiempo la valentía de tu madre. Ojalá me perdone.
ANITA Voy a buscar a Gustavo, papá. Él es funcionario de la mina, puede ayudarnos.
FERMÍN No, hija, no vayas. El ambiente está peligroso.
ANITA Tengo que verlo, papá. Regreso pronto.
ANITA Por favor, con el señor Gustavo Sartori.
SECRETARIA El señor Sartori está ocupado.
ANITA Es urgente.
GUSTAVO (3P) ¿Quién me busca?
ANITA (ALZA LA VOZ) ¡Gustavo, soy yo!
GUSTAVO Pasa, Anita, ¿qué quieres? Como ves, ando muy ocupado...
ANITA Gustavo, es mi mamá. La han herido, está en el hospital.
GUSTAVO Qué pena, Anita. Pero ella se lo buscó, ¿no?
ANITA Gustavito, ¿cómo puedes decirme eso? Estoy preocupada por lo que pueda pasarle después. Ayúdame.
GUSTAVO No puedo conversar ahora, Ana. Además, no es mi responsabilidad lo que le pase a tu madre. Disculpa, pero tengo mucho trabajo.
NARRADORA Anita no sabía cómo interpretar la actitud de Gustavo. Él era siempre amoroso con ella. Siempre, menos hoy. Muy dolida, regresó a la posta médica.
FERMÍN Olvida a ese hombre, hijita. Ese tal Gustavo no merece ni una lágrima tuya. Entremos a acompañar a tu mamá. Limpia esa cara, vamos...
NARRADORA El señor alcalde no había salido de su despacho. Paseaba de un lado a otro, se retorcía el bigote, a cada rato daba un puñetazo sobre el escritorio. Todo se le había ido de las manos.
ALCALDE ¿Aló?... Quiero hablar con el doctor Freitas, el director de la posta médica... Soy el alcalde...
DOCTOR ¿En qué puedo servirle, señor alcalde?
ALCALDE Doctor, por favor, dígame cuántos heridos hay... ¿Algún fallecido?
DOCTOR Señor alcalde, tenemos a los siete vecinos y los tres policías fuera de peligro. La señora Lucy sigue en observación. Pero el maestro Nicanor está muy grave.
ALCALDE ¿Muy grave?
DOCTOR La bala le ha comprometido el estómago y le ha producido una fuerte hemorragia interna. No podemos garantizarle la vida.
ALCALDE Gracias, doctor...
ALCALDE ¿Quién viene ahora?... Comandante, disculpe usted, es que estoy...
COMANDANTE ¿Qué le pasa, señor alcalde? Lo veo pálido y ojeroso...
ALCALDE Acabo de hablar con el doctor Freitas. Hay varios heridos y el maestro Nicanor está en peligro de muerte.
COMANDANTE Señor alcalde, quien busca, encuentra. Y recuerde que usted mismo pidió el control de la situación.
ALCALDE Sí, comandante, pero la gente estaba desarmada.
COMANDANTE Se equivoca, señor alcalde. Llevaban armas superiores a las nuestras. Nosotros sólo usamos balas de goma para persuadir. ¿No le dijeron que tenemos a tres policías heridos?
ALCALDE Parece que ya fueron dados de alta.
COMANDANTE Me alegra saberlo. Voy por mi tropa. Y a usted le pongo de manifiesto, señor alcalde, que nuestra misión ha sido cumplida con éxito. A sus órdenes. FERMIN Escucha las noticias, Anita...
PERIODISTA Nos acompaña el señor gerente de la Green Golden Mines. ¿Qué dice la empresa acerca de los trágicos sucesos de ayer?
GERENTE Gracias, señorita periodista. Radio Éxitos siempre dando la oportunidad de aclarar las cosas. En fin, tengo que decir a la querida población de Kikiricocha...
PERIODISTA Killaricocha, señor gerente.
GERENTE Sorry... tengo que decir que la Green Golden Mines no tiene ninguna responsabilidad en lo que pasó en esa fucking marcha. Y que mi empresa reitera su compromiso con la paz social y está dispuesta ayudar a las familias de los heridos, oh yes.
FERMÍN ¿Te das cuenta, hija? Son unos cínicos. Tu madre tenía razón.
ALCALDE Permiso, don Fermín... ¿puedo pasar?
FERMÍN ¡Señor alcalde!
ALCALDE Tengo que hablar con doña Lucy.
FERMÍN Está herida.
LUCY Yo también quiero hablarle, alcalde.
ALCALDE Doña Lucy, no sé qué decirle. Yo nunca pensé que las cosas llegarían a estos extremos. El comandante me ha comunicado que los tiros salieron de la multitud...
LUCY Señor alcalde, usted sabe que nuestras únicas armas eran nuestros cuerpos y nuestras voces. Si hubo disparos fue porque habían infiltrados.
ALCALDE ¿Infiltrados por cuenta de quién?
LUCY Que me parta un rayo si la Green no está detrás de todo esto.
ALCALDE Yo lo siento, doña Lucy. Créame que yo no ordené esta represión. Yo también soy de este pueblo. Ustedes me conocen, ustedes me eligieron.
LUCY Le ruego que me deje con mi familia, señor alcalde. No me siento bien.
ENFERMERA Disculpen... ¿Usted es el señor Fermín Quispe?
FERMÍN ¿Qué desea, enfermera?
ENFERMERA ¿Ustedes son familiares del maestro Nicanor?
LUCY Sí, enfermera. Lo somos.
ENFERMERA Señor Fermín, acompáñeme, por favor. El maestro Nicanor acaba de fallecer.
NARRADORA Lucy cerró los ojos. El maestro Nicanor había estado junto a ella cuando comenzó la balacera. Todavía recordaba su voz enérgica...
NICANOR ¡Killaricocha sí, minería no!
NARRADORA ¿Quién le disparó? No, no fue un accidente. Las balas iban dirigidas a ellos, a los dirigentes. Lucy se sintió muy sola. El maestro Nicanor era su guía, su amigo de siempre. ¿Cómo iba a seguir la lucha sin él?
ALCALDE ¿Dígame?
MINISTRO ¿Es usted, señor alcalde? Le habla el Ministro de Energía y Minas.
ALCALDE ¡Señor ministro!... Gracias por llamar. Lo que ha ocurrido acá en Killaricocha es muy grave. La población está indignada y yo, la verdad, no puedo aceptar la explicación del comandante de policía.
MINISTRO Entiendo su posición, señor alcalde. Y le tengo una buena noticia para calmar los ánimos de la población. Y los de usted también.
ALCALDE ¿De qué se trata, señor ministro?
MINISTRO El gobierno central ha decidido suspender las actividades de la Green Golden Mines hasta nuevo aviso. Así todo volverá a la normalidad, señor alcalde. Luego, ya se verá.
ALCALDE Don Fermín, doña Lucy...
FERMÍN ¿Señor alcalde?
ALCALDE Tengo que darles una buena noticia.
LUCY Nada bueno puede suceder en este día, alcalde. Pero diga, ¿qué es?
ALCALDE Me acaba de llamar el Ministro de Energía y Minas y me informa que el gobierno ha decidido suspender las actividades de la empresa minera.
LUCY ¿Suspendido? ¿O sea...?
ALCALDE O sea que ustedes ganaron, doña Lucy. Ganaron.
LUCY ¿Ganamos? No. Nosotros perdimos al maestro Nicanor. Y eso no se olvida, señor alcalde.
LOCUTOR Una producción de Radialistas Apasionadas y Apasionados y la Fundación Rosa Luxemburg.