×

Utilizziamo i cookies per contribuire a migliorare LingQ. Visitando il sito, acconsenti alla nostra politica dei cookie.


image

CuriosaMente - Videos Interessantes, ¿Nos alcanzará la Catástrofe Malthusiana?

¿Nos alcanzará la Catástrofe Malthusiana?

En las películas de Marvel, Thanos se da cuenta de que los recursos del cosmos serán

insuficientes para sostener a todos los seres vivos. Así, buscando traer equilibrio al

universo ¡de un chasquido elimina a la mitad de los seres vivos del universo! ¡Por algo

le dicen “El titán loco”! Pero el pensamiento de Thanos está basado en una preocupación

de la vida real… ¿Será que un día…

...nos alcanzará la catástrofe malthusiana? Este video es presentado por Platzi, la plataforma

de educación online que te enseña todas las habilidades para triunfar en la nueva

economía digital.

Thomas Robert Malthus fue un clérigo y economista inglés nacido en el Siglo Dieciocho. Notó

que cuando un país aumentaba su producción de alimentos, aumentaba también el bienestar

de la gente. Lo sorprendente es que este bienestar no era permanente: al haber más bienestar,

la población también tendía a aumentar y la riqueza ya no alcanzaba para vivir mejor.

A este fenómeno le llamamos la trampa malthusiana. Simplificando, Malthus explicaba que, mientras

la producción de alimentos crecía de manera aritmética, la población crecía de manera

geométrica. Por lo tanto, en el mundo llegaría un momento en el que la producción de alimentos

no iba a poder crecer al mismo ritmo que crecía la población. Llegado este punto, sobrevendría

el desastre: la catásrofe malthusiana. Al ser clérigo anglicano, don Thomas razonó

que esto era por diseño divino, y que sólo podía haber dos soluciones: la “positiva”

era simplemente esperar a que sobrevinieran las guerras, las plagas y la hambruna, lo

que devolvería a la población a niveles aceptables. La otra solución era la “preventiva”:

que la gente tuviera menos hijos casándose más tarde en la vida (como clérigo, Malthus

no abogaba por los métodos anticonceptivos). Entonces ¿Malthus tenía razón? Pues recibió

sus buenas críticas. Por ejemplo, Federico Engels, el amigo de Marx, argumentaba que

el progreso tecnológico evitaría la catástrofe. También el economista Henry George discrepaba

con Malthus: para él no era el crecimiento de la población lo que causaba la escasez,

sino la acumulación de la tierra y los recursos en pocas manos.

Aún así, durante el siglo Diecinueve y parte del Veinte, todo apuntaba a que sí ocurriría

la catástrofe, hasta que después de la Segunda Guerra Mundial, la agricultura mecanizada

logró un pronunciado incremento en la agricultura y la Revolución Verde aumentó enormemente

las cosechas. Por un momento esto resultó como Malthus predijo: ante la prosperidad,

la población aumentó y varios pensadores advirtieron del inminente cataclismo. Pero

en los países desarrollados la población creció lentamente y la productividad la rebasó:

sucedió una transición demográfica gracias, principalmente, a que la gente tenía menos

hijos. ¡Uf! ¡Catástrofe evitada! ¿O no? THANOS: Yo soy… inevitable.

Se calcula que para el año 2050 seremos más de 9 mil millones de habitantes en la tierra

y que necesitaremos aumentar la producción en más de un 70 por ciento… pero el cambio

climático, en forma de sequías, huracanes e inundaciones, podría afectar la producción

de alimentos y estos serían insuficientes. THANOS: Entonces ¿ya puedo chasquear los

dedos? ¡No tan rápido, Thanos! La cosa no es tan

sencilla. No se trata sólo de la cantidad de población, y de cuánto consumimos en

total, sino de cómo consumimos. Para empezar, los humanos no sólo consumimos alimentos,

sino agua, combustibles, minerales y servicios ambientales como el tratamiento de la contaminación

que nos ofrecen las plantas. Y los habitantes de diferentes países consumen esos recursos

a diferentes ritmos. A ese consumo le llamamos “huella ecológica” y se mide en hectáreas

globales. Un habitante de Madagascar, por ejemplo, tiene una huella ecológica de menos

de una hectárea global, pero su país aporta 2.4 hectáreas globales de biocapacidad por

persona. Mientras tanto, un habitante de Estados Unidos consume ¡ocho veces más! y su país

aporta 3.6 hectáreas globales por persona. Si quieres conocer la huella ecológica de

tu país visita footprintnetwork.org. Esto significa que, si todos viviéramos con el

estilo de vida de los países más desarrollados, sí necesitaríamos los recursos de cuatro

o cinco planetas, mientras que, si consumiéramos como en países más frugales, los recursos

sí nos alcanzarían. THANOS: ¡Ah, pero todos quieren vivir como

en los países ricos! Desgraciadamente, sí. De hecho, en la actualidad

ya estamos excedidos: cada año consumimos 1.6 veces los recursos que producimos. Se

puede decir que estamos “sobregirados”: para agosto ya nos gastamos lo que nos debería

durar hasta diciembre. Como paréntesis: durante 2020, con la pandemia, se logró reducir un

poco este exceso, aunque seguimos muy endeudados. El sistema capitalista, como se vive actualmente,

incentiva el crecimiento económico constante. Los gobiernos suelen privilegiar índices

como el Producto Interno Bruto, que mide el total de la actividad económica pero no dice

gran cosa acerca del bienestar de la ciudadanía. Así, resulta evidente que no se puede crecer

ilimitadamente en un planeta con recursos limitados.

THANOS: ¿Entonces? Entonces, mi buen Thanos, si puedes cumplir

cualquier deseo, en vez de pensar tan simple y eliminar a la mitad de la población ¿por

qué mejor no deseas que cambiemos nuestro modo de consumir? Existen modelos económicos

alternativos que incluyen un desarrollo sostenible o incluso regenerativo. Un ejemplo es la llamada

“economía de la dona” que, sin desafiar las bases de la libre empresa, sí propone

redefinir lo que significa la prosperidad: se considera que un país es próspero si

tiene seguridad alimentaria, salud, vivienda y equidad social, entre otros indicadores.

¿Tú que otros modelos conoces? Y ¿Seremos capaces de cambiar de modelo antes de que

llegue la catástrofe? ¡Curiosamente! Conoce más de 700 cursos sobre emprendimiento, marketing,

diseño y producción audiovisual. Aprende con expertos de cada industria y haz realidad

esa idea que tienes o dedícate a lo que más te apasiona. Entra a platzi.com/curiosamente

y recibe un mes gratis para que nunca pares de aprender.

¿Nos alcanzará la Catástrofe Malthusiana? Will the Malthusian Catastrophe reach us?

En las películas de Marvel, Thanos se da cuenta de que los recursos del cosmos serán

insuficientes para sostener a todos los seres vivos. Así, buscando traer equilibrio al

universo ¡de un chasquido elimina a la mitad de los seres vivos del universo! ¡Por algo

le dicen “El titán loco”! Pero el pensamiento de Thanos está basado en una preocupación

de la vida real… ¿Será que un día…

...nos alcanzará la catástrofe malthusiana? Este video es presentado por Platzi, la plataforma

de educación online que te enseña todas las habilidades para triunfar en la nueva

economía digital.

Thomas Robert Malthus fue un clérigo y economista inglés nacido en el Siglo Dieciocho. Notó

que cuando un país aumentaba su producción de alimentos, aumentaba también el bienestar

de la gente. Lo sorprendente es que este bienestar no era permanente: al haber más bienestar,

la población también tendía a aumentar y la riqueza ya no alcanzaba para vivir mejor.

A este fenómeno le llamamos la trampa malthusiana. Simplificando, Malthus explicaba que, mientras

la producción de alimentos crecía de manera aritmética, la población crecía de manera

geométrica. Por lo tanto, en el mundo llegaría un momento en el que la producción de alimentos

no iba a poder crecer al mismo ritmo que crecía la población. Llegado este punto, sobrevendría

el desastre: la catásrofe malthusiana. Al ser clérigo anglicano, don Thomas razonó

que esto era por diseño divino, y que sólo podía haber dos soluciones: la “positiva”

era simplemente esperar a que sobrevinieran las guerras, las plagas y la hambruna, lo

que devolvería a la población a niveles aceptables. La otra solución era la “preventiva”:

que la gente tuviera menos hijos casándose más tarde en la vida (como clérigo, Malthus

no abogaba por los métodos anticonceptivos). Entonces ¿Malthus tenía razón? Pues recibió

sus buenas críticas. Por ejemplo, Federico Engels, el amigo de Marx, argumentaba que

el progreso tecnológico evitaría la catástrofe. También el economista Henry George discrepaba

con Malthus: para él no era el crecimiento de la población lo que causaba la escasez,

sino la acumulación de la tierra y los recursos en pocas manos.

Aún así, durante el siglo Diecinueve y parte del Veinte, todo apuntaba a que sí ocurriría

la catástrofe, hasta que después de la Segunda Guerra Mundial, la agricultura mecanizada

logró un pronunciado incremento en la agricultura y la Revolución Verde aumentó enormemente

las cosechas. Por un momento esto resultó como Malthus predijo: ante la prosperidad,

la población aumentó y varios pensadores advirtieron del inminente cataclismo. Pero

en los países desarrollados la población creció lentamente y la productividad la rebasó:

sucedió una transición demográfica gracias, principalmente, a que la gente tenía menos

hijos. ¡Uf! ¡Catástrofe evitada! ¿O no? THANOS: Yo soy… inevitable.

Se calcula que para el año 2050 seremos más de 9 mil millones de habitantes en la tierra

y que necesitaremos aumentar la producción en más de un 70 por ciento… pero el cambio

climático, en forma de sequías, huracanes e inundaciones, podría afectar la producción

de alimentos y estos serían insuficientes. THANOS: Entonces ¿ya puedo chasquear los

dedos? ¡No tan rápido, Thanos! La cosa no es tan

sencilla. No se trata sólo de la cantidad de población, y de cuánto consumimos en

total, sino de cómo consumimos. Para empezar, los humanos no sólo consumimos alimentos,

sino agua, combustibles, minerales y servicios ambientales como el tratamiento de la contaminación

que nos ofrecen las plantas. Y los habitantes de diferentes países consumen esos recursos

a diferentes ritmos. A ese consumo le llamamos “huella ecológica” y se mide en hectáreas

globales. Un habitante de Madagascar, por ejemplo, tiene una huella ecológica de menos

de una hectárea global, pero su país aporta 2.4 hectáreas globales de biocapacidad por

persona. Mientras tanto, un habitante de Estados Unidos consume ¡ocho veces más! y su país

aporta 3.6 hectáreas globales por persona. Si quieres conocer la huella ecológica de

tu país visita footprintnetwork.org. Esto significa que, si todos viviéramos con el

estilo de vida de los países más desarrollados, sí necesitaríamos los recursos de cuatro

o cinco planetas, mientras que, si consumiéramos como en países más frugales, los recursos

sí nos alcanzarían. THANOS: ¡Ah, pero todos quieren vivir como

en los países ricos! Desgraciadamente, sí. De hecho, en la actualidad

ya estamos excedidos: cada año consumimos 1.6 veces los recursos que producimos. Se

puede decir que estamos “sobregirados”: para agosto ya nos gastamos lo que nos debería

durar hasta diciembre. Como paréntesis: durante 2020, con la pandemia, se logró reducir un

poco este exceso, aunque seguimos muy endeudados. El sistema capitalista, como se vive actualmente,

incentiva el crecimiento económico constante. Los gobiernos suelen privilegiar índices

como el Producto Interno Bruto, que mide el total de la actividad económica pero no dice

gran cosa acerca del bienestar de la ciudadanía. Así, resulta evidente que no se puede crecer

ilimitadamente en un planeta con recursos limitados.

THANOS: ¿Entonces? Entonces, mi buen Thanos, si puedes cumplir

cualquier deseo, en vez de pensar tan simple y eliminar a la mitad de la población ¿por

qué mejor no deseas que cambiemos nuestro modo de consumir? Existen modelos económicos

alternativos que incluyen un desarrollo sostenible o incluso regenerativo. Un ejemplo es la llamada

“economía de la dona” que, sin desafiar las bases de la libre empresa, sí propone "doughnut economy" which, without challenging the foundations of free enterprise, does propose

redefinir lo que significa la prosperidad: se considera que un país es próspero si redefining what prosperity means: a country is considered prosperous if it is

tiene seguridad alimentaria, salud, vivienda y equidad social, entre otros indicadores. has food security, health, housing and social equity, among other indicators.

¿Tú que otros modelos conoces? Y ¿Seremos capaces de cambiar de modelo antes de que

llegue la catástrofe? ¡Curiosamente! Conoce más de 700 cursos sobre emprendimiento, marketing,

diseño y producción audiovisual. Aprende con expertos de cada industria y haz realidad

esa idea que tienes o dedícate a lo que más te apasiona. Entra a platzi.com/curiosamente

y recibe un mes gratis para que nunca pares de aprender.