×

Utilizziamo i cookies per contribuire a migliorare LingQ. Visitando il sito, acconsenti alla nostra politica dei cookie.

image

CuriosaMente - Videos Interessantes, ¿Por qué no recuerdas tu infancia?

¿Por qué no recuerdas tu infancia?

Este video es presentado por nuestros benefactores de Patreon y YouTube. El tema de este video

ha sido seleccionado por ellos. Tu también puedes votar y proponer temas, estar en los

créditos o hasta recibir saludos. Ingresa a patreon.com/curiosamente o dale click al

botón unirse en nuestro canal de YouTube para conocer cómo obtener estos y otros beneficios.

Piensa en el primer recuerdo que tengas de tu vida. Si ya eres adulto casi seguro que

tu primer recuerdo es después de los dos años y que el recuerdo sea confuso e incompleto.

De hecho, si piensas en tus primeros 6 años de vida quizá tienes pocos recuerdos en comparación

con los de tus años de adolescencia. Si en estos primeros años aprendemos tanto y son

tan importantes para nuestro crecimiento ¿Por qué no recordamos nuestra infancia?

Para 1910 un par de psicólogos ya habían notado esta particularidad, entre ellos Sigmund

Freud. Freud notó que la mayoría de sus pacientes no tenían muchos recuerdos de sus

primeros 6 u 8 años de vida. Pensaba que se debía a que los pacientes habían reprimido

sus memorias debido a traumas y acuñó el término amnesia infantil.

La amnesia infantil no se debe específicamente a traumas, en general ningún adulto es capaz

de recordar algo antes de los 2 años de edad. Los que recuerdan sucesos previos a esta edad

es porque alguien se los contó o porque lo vieron en un video o fotografía. Estas primeras

memorias son tan frágiles que estudios han demostrado que es muy fácil que formemos

recuerdos falsos si se nos dice que ocurrieron antes de los 10 años de edad. Solo el hecho

de imaginar un recuerdo puede hacernos creer que realmente sucedió. Por eso, cualquier

recuerdo de nuestra infancia temprana debe ser tomado con precaución.

Lo contrario ocurre de los 10 a los 30 años y específicamente en la adolescencia, esta

es la época de nuestras vidas que más recordamos. De seguro recuerdas las letras de las canciones

que escuchabas de adolescente e incluso los pasos de baile. A este fenómeno se le conoce

como golpe de reminiscencia. Se cree que esta etapa la recordamos muy bien porque es cuando

se forma una imagen de nosotros mismos y esos recuerdos nos permiten tener una identidad.

Estas memorias también tienen un componente emocional importante. Lo más probable es

que tus recuerdos más vívidos sean aquellos de emociones intensas. De pequeños no hemos

desarrollado completamente nuestras emociones y estas florecen durante la adolescencia.

También al crecer y aumentar nuestra capacidad de comunicación recordamos mejor, se ha visto

que hablar sobre un suceso hará que lo recuerdes después.

Un sentido de ti mismo, el desarrollo de emociones y de lenguaje ayudan a mantener las memorias,

pero no explican la amnesia infantil. Otros mamíferos que al igual que nosotros siguen

desarrollando su cerebro durante su infancia sufren de amnesia infantil. Entonces quizá

al nacer nuestro cerebro no está lo suficientemente desarrollado para formar memorias.

Pero no es como que los bebés no tengan memoria, claramente reconocen a sus padres o saben

que si hacen una rabieta pueden saltarse la comida y llegar al postre. Esta memoria es

nuestra memoria semántica y es la que usamos para guardar conceptos, causas y efectos.

Los niños y bebés también cuentan con memoria episódica, que es la memoria que usamos para

recordar acontecimientos. En un estudio se vio que los niños de dos años son capaces

de formar recuerdos de sucesos y hablar de ellos días o semanas después. Y en otro,

niños de tres años recordaban un evento, como unas vacaciones. Cuatro años después

podían recordar 60% del suceso. Lo curioso es que, sí recordamos muchos eventos y luego

los vamos olvidando. Entonces ¿qué pasa? La memoria episódica se almacena en diferentes

partes de la corteza. Tomemos el recuerdo de una fiesta; la música que escuchabas se

almacena en la corteza auditiva, mientras que lo que veías se almacena en la corteza

visual. El encargado de juntar todo en un recuerdo es el hipocampo y ahí está la clave

en por qué se nos olvida nuestra infancia. Aunque nuestro cerebro se sigue desarrollando

a lo largo de nuestra vida el hipocampo es una de las pocas regiones en la cual se siguen

generando nuevas neuronas; en un proceso conocido como neurogénesis. Durante nuestros primeros

seis años de vida en el hipocampo se producen nuevas neuronas constantemente y a gran velocidad,

conforme pasan los años se siguen produciendo neuronas, aunque de forma mucho más lenta.

La producción masiva de neuronas nuevas crea una masa de conexiones. Como todo cable enmarañado

para evitar un sobrecalentamiento o una falla se requiere que las conexiones viejas se eliminen

y que se reorganicen los cables. Este proceso de eliminación y reorganización se le conoce

como poda sináptica. La poda sináptica hace que tu cerebro trabaje de manera eficiente,

te permite hacer nuevas conexiones y almacenar información nueva, pero en el proceso se

pierden conexiones e inclusive neuronas. En un estudio a ratones bebés se les dieron

descargas eléctricas, semanas después parecían olvidar el incidente y se paseaban por los

lugares donde habían recibido el choque. Cuando los científicos pararon la neurogénesis

de los ratones, los ratones recordaban la descarga eléctrica y evitaban los lugares

donde la habían recibido. Y se hizo lo contrario; a ratones adultos se les dieron descargas

eléctricas y activaron la neurogénesis, los ratones olvidaban la descarga y se paseaban

por los lugares que antes evitaban. La neurogénesis y la poda sináptica, ocasionada

por la neurogénesis, son las causantes de nuestra amnesia infantil. Así, el precio

por tener nuevas neuronas son nuestros recuerdos. Cuéntanos ¿te gustaría conservar los recuerdos

de tus primeros años de vida? ¡Curiosamente!

Le mandamos un caluroso saludo a: Alberto Campano, Daniel Guerrero, Erick Hernández,

Esaú Bojórquez, Familia Rebollo Sainz, Francisco Dueñas, Francisco Tejeda, Javier Navarro,

Luis Malo, Marco Rivera, Noemi Moreno, Pancho, P aulo Reynaldo, Pez goldfish, Raúl Noriega,

Raúl Sánchez, Rodrigo Castro, Tania Moreno y Telemilla 90.

Learn languages from TV shows, movies, news, articles and more! Try LingQ for FREE

¿Por qué no recuerdas tu infancia? Warum erinnern Sie sich nicht an Ihre Kindheit? Why don't you remember your childhood? Pourquoi ne vous souvenez-vous pas de votre enfance ? Porque não te lembras da tua infância? Почему бы вам не вспомнить свое детство? Чому ви не згадуєте своє дитинство?

Este video es presentado por nuestros benefactores de Patreon y YouTube. El tema de este video

ha sido seleccionado por ellos. Tu también puedes votar y proponer temas, estar en los

créditos o hasta recibir saludos. Ingresa a patreon.com/curiosamente o dale click al

botón unirse en nuestro canal de YouTube para conocer cómo obtener estos y otros beneficios.

Piensa en el primer recuerdo que tengas de tu vida. Si ya eres adulto casi seguro que

tu primer recuerdo es después de los dos años y que el recuerdo sea confuso e incompleto.

De hecho, si piensas en tus primeros 6 años de vida quizá tienes pocos recuerdos en comparación

con los de tus años de adolescencia. Si en estos primeros años aprendemos tanto y son

tan importantes para nuestro crecimiento ¿Por qué no recordamos nuestra infancia?

Para 1910 un par de psicólogos ya habían notado esta particularidad, entre ellos Sigmund

Freud. Freud notó que la mayoría de sus pacientes no tenían muchos recuerdos de sus

primeros 6 u 8 años de vida. Pensaba que se debía a que los pacientes habían reprimido

sus memorias debido a traumas y acuñó el término amnesia infantil.

La amnesia infantil no se debe específicamente a traumas, en general ningún adulto es capaz

de recordar algo antes de los 2 años de edad. Los que recuerdan sucesos previos a esta edad

es porque alguien se los contó o porque lo vieron en un video o fotografía. Estas primeras

memorias son tan frágiles que estudios han demostrado que es muy fácil que formemos

recuerdos falsos si se nos dice que ocurrieron antes de los 10 años de edad. Solo el hecho

de imaginar un recuerdo puede hacernos creer que realmente sucedió. Por eso, cualquier

recuerdo de nuestra infancia temprana debe ser tomado con precaución.

Lo contrario ocurre de los 10 a los 30 años y específicamente en la adolescencia, esta

es la época de nuestras vidas que más recordamos. De seguro recuerdas las letras de las canciones

que escuchabas de adolescente e incluso los pasos de baile. A este fenómeno se le conoce

como golpe de reminiscencia. Se cree que esta etapa la recordamos muy bien porque es cuando

se forma una imagen de nosotros mismos y esos recuerdos nos permiten tener una identidad.

Estas memorias también tienen un componente emocional importante. Lo más probable es

que tus recuerdos más vívidos sean aquellos de emociones intensas. De pequeños no hemos

desarrollado completamente nuestras emociones y estas florecen durante la adolescencia.

También al crecer y aumentar nuestra capacidad de comunicación recordamos mejor, se ha visto

que hablar sobre un suceso hará que lo recuerdes después.

Un sentido de ti mismo, el desarrollo de emociones y de lenguaje ayudan a mantener las memorias,

pero no explican la amnesia infantil. Otros mamíferos que al igual que nosotros siguen

desarrollando su cerebro durante su infancia sufren de amnesia infantil. Entonces quizá

al nacer nuestro cerebro no está lo suficientemente desarrollado para formar memorias.

Pero no es como que los bebés no tengan memoria, claramente reconocen a sus padres o saben

que si hacen una rabieta pueden saltarse la comida y llegar al postre. Esta memoria es

nuestra memoria semántica y es la que usamos para guardar conceptos, causas y efectos.

Los niños y bebés también cuentan con memoria episódica, que es la memoria que usamos para

recordar acontecimientos. En un estudio se vio que los niños de dos años son capaces

de formar recuerdos de sucesos y hablar de ellos días o semanas después. Y en otro,

niños de tres años recordaban un evento, como unas vacaciones. Cuatro años después

podían recordar 60% del suceso. Lo curioso es que, sí recordamos muchos eventos y luego

los vamos olvidando. Entonces ¿qué pasa? La memoria episódica se almacena en diferentes

partes de la corteza. Tomemos el recuerdo de una fiesta; la música que escuchabas se

almacena en la corteza auditiva, mientras que lo que veías se almacena en la corteza

visual. El encargado de juntar todo en un recuerdo es el hipocampo y ahí está la clave

en por qué se nos olvida nuestra infancia. Aunque nuestro cerebro se sigue desarrollando

a lo largo de nuestra vida el hipocampo es una de las pocas regiones en la cual se siguen

generando nuevas neuronas; en un proceso conocido como neurogénesis. Durante nuestros primeros

seis años de vida en el hipocampo se producen nuevas neuronas constantemente y a gran velocidad,

conforme pasan los años se siguen produciendo neuronas, aunque de forma mucho más lenta.

La producción masiva de neuronas nuevas crea una masa de conexiones. Como todo cable enmarañado

para evitar un sobrecalentamiento o una falla se requiere que las conexiones viejas se eliminen

y que se reorganicen los cables. Este proceso de eliminación y reorganización se le conoce

como poda sináptica. La poda sináptica hace que tu cerebro trabaje de manera eficiente,

te permite hacer nuevas conexiones y almacenar información nueva, pero en el proceso se

pierden conexiones e inclusive neuronas. En un estudio a ratones bebés se les dieron

descargas eléctricas, semanas después parecían olvidar el incidente y se paseaban por los

lugares donde habían recibido el choque. Cuando los científicos pararon la neurogénesis

de los ratones, los ratones recordaban la descarga eléctrica y evitaban los lugares

donde la habían recibido. Y se hizo lo contrario; a ratones adultos se les dieron descargas

eléctricas y activaron la neurogénesis, los ratones olvidaban la descarga y se paseaban

por los lugares que antes evitaban. La neurogénesis y la poda sináptica, ocasionada

por la neurogénesis, son las causantes de nuestra amnesia infantil. Así, el precio

por tener nuevas neuronas son nuestros recuerdos. Cuéntanos ¿te gustaría conservar los recuerdos

de tus primeros años de vida? ¡Curiosamente!

Le mandamos un caluroso saludo a: Alberto Campano, Daniel Guerrero, Erick Hernández,

Esaú Bojórquez, Familia Rebollo Sainz, Francisco Dueñas, Francisco Tejeda, Javier Navarro,

Luis Malo, Marco Rivera, Noemi Moreno, Pancho, P aulo Reynaldo, Pez goldfish, Raúl Noriega,

Raúl Sánchez, Rodrigo Castro, Tania Moreno y Telemilla 90.