¿Puede un ASTEROIDE chocar con la Tierra?
Estudio Haini presenta... Cada cierto tiempo leemos noticias acerca
de objetos que amenazan con chocar en nuestro planeta aniquilando toda la vida pero…
¿Un asteroide puede chocar con la Tierra?
Pues sí. De hecho miles de objetos colisionan
con la Tierra regularmente. Se registran cerca de 40 lluvias de meteoros cada año.
Por ejemplo, las Perseidas, que ocurren entre julio y agosto y suceden cuando nuestro planeta atraviesa
el rastro del cometa Swift–Tuttle y montones de trocitos de su cola (la mayoría del tamaño
de guijarros o granos de arena). Al atravesar nuestra atmósfera a 200 mil kilómetros por
hora se “prenden” y crean una hermosa lluvia de estrellas.
¿Y meteoros más grandes? En 2013, un bólido de unos 20 o 30 centímetros
iluminó Santiago del Estero, Argentina. Sin causar más que asombro. La NASA calcula que
aproximadamente cada año cae un asteroide del tamaño de un automóvil, que afortunadamente
se desintegra en una vistosa bola de fuego sin causar mayores daños. Pero a veces los
meteoros son mayores y sí son peligrosos. Uno de los impactos más famosos ocurrió
en Rusia, en la región de Tunguska, en 1908. La explosión derribó árboles en un área
de 2 mil kilómetros cuadrados y llegó a derribar personas hasta a 400 kilómetros
de distancia. Lo curioso es que, aunque seguramente medía entre 40 y 190 metros, nunca se encontró
el objeto causante. Por eso se cree que estaba hecho de hielo y que, posiblemente, formó
el que hoy es el lago Cheko. También en Rusia, pero en 2013, el bólido
de Cheliábinsk llamó mucho la atención. Este medía 17 metros y al hacer impacto sí
causó daños a los vidrios, y a los oídos de más de mil personas. Este asteroide formaba
parte de la familia de asteroides Apolo. Los astrónomos han clasificado a los asteroides
en familias según su órbita. Los más cercanos son los Apolo, los Atón y los Ámor.
Estas 3 familias de asteroides conforman gran parte de lo que se conoce como
NEA (Near Earth Asteroids) que son los objetos más cercanos a la Tierra y con posibilidades de Impacto.
De los Apolo se estima que hay unos 2 mil con un diámetro cercano a un kilómetro y unos 70 millones
de tamaño similar al de una casa. El 2006–QV89 también forma parte de la familia Apolo y es el asteroide
que en este momento, verano de 2019, nos preocupa más. Fue descubierto en 2006 por el equipo
del Catalina Sky Survey en Arizona, Estados Unidos. Su órbita oscila entre 1.2 y 0.9
unidades astronómicas: o sea que puede intersectar la órbita de la Tierra. Y mide unos 30 metros
de diámetro, así que un impacto, aunque no causaría el fin del mundo, sí podría
causar graves daños. Claro que de ninguna manera comparados con los daños que causó
el impacto de Chicxulub, en Yucatán, México, en los que un asteroide de unos 10 kilómetros
posiblemente causó la extinción de los dinosaurios. ¡Nada de que preocuparnos!
¿Qué? ¿Que sí hay un asteroide así actualmente? ¡ah! Pues sí. Se llama Sisyp hus, y también es un asteroide Apolo.
Mide 8.5 kilómetros y pasará cerca de la tierra en el año 2071.
¿Qué tan cerca? Unos 17 millones de kilómetros. Para que un asteroide se considere peligroso debe acercarse
a menos de 1 millón de kilómetros. Y aún así es una gran distancia: para que te hagas una idea,
la Luna se encuentra a más de 300 mil kilómetros de distancia.
Ahora bien: en julio de 2019 le perdimos la pista al asteroide QV89.
¡ya no lo encontramos! ¡AHHH! ¿Por donde nos va a pegar?
Bueno, lo bueno es que, gracias a las observaciones del Very Large Telescope
(literalmente “Telescopio Muy Grande”) sabemos que el asteroide NO está donde estaría
si fuera a impactar con nuestro querido planetita azul ¡fiu! Claro que nos volverá a visitar en 2032, 2045 y 2062.
Según estimaciones de la NASA un impacto de asteroide con riesgo de causar daño local considerable
(del tamaño de un campo de fútbol) sucedería sólo cada 2 mil años, y uno que realmente tenga impacto global,
de algún objeto que tenga más de 2 kilómetros de diámetro, ocurrirá cada 2 millones de años.
Así que, aunque es un riesgo, por el momento no tenemos de qué preocuparnos.
Y si acaso detectáramos uno que sin duda colisionará la Tierra, de acuerdo con Bill Nye sólo necesitaríamos
disminuir su velocidad en una diezmillonésima parte para evitar el impacto. Esto se podría
lograr con una explosión… o acercando al asteroide una masa suficientemente grande
que, mediante atracción gravitatoria desviara su trayectoria.
O con el sistema de las ¡Abejas láser! Esas serían pequeñas naves espaciales que con su láser
podrían calentar un lado del asteroide hasta que se desprendiera un pedazo. Este desprendimiento
sería como si tú, estando en patines arrojaras una bola de boliche: también te moverías tú.
Así, el asteroide desviaría su trayectoria y se evitaría la colisión.
¡CuriosaMente!
¿Qué más sabes sobre los asteroides? compártelo con nosotros en los comentarios
Si te gustó este video, mándaselo a tus amigos y familiares. Recuerda suscribirte a nuestro canal
y activar la campanita para recibir notificaciones. Recuerda que publicamos videos los domingos por la mañana.
¡Ah y síguenos en nuestras redes sociales!