Bitcoin, el mundo virtual y la pena real
Hola amigos, bienvenidos a esta nueva emisión de “A mi aire” del 2 de febrero. Últimamente oímos por todas partes la palabra digitalización; es increíble cómo avanzan las tecnologías y cómo cambia todo. Por eso hoy os invito a pensar en el mundo virtual y en el real. En el virtual está la fantasía, la ciencia ficción, vivimos experiencias alucinantes; en cambio, en el mundo real está la pena [1]... Pero para empezar hablaré de la moneda virtual que tenemos desde el 2009, del bitcoin [2].
*
Las tecnologías avanzan y se desarrollan de una forma súper rápida. Y hay gente que tiene visión de futuro y apuesta [3] sin miedo por lo nuevo. Os voy a hablar de unos gemelos, de dos chicos americanos, que en 2008 fueron finalistas olímpicos en remo [4] en Pekín, pero … que no se les conoce tanto por el deporte. A los dos hermanos se les conoce porque acusaron al creador de Facebook, a Mark Zuckerberg, de haberles robado la idea. ¿Sabéis de quiénes os hablo? Otra pista [5], los chicos tienen 36 años y ahora son millonarios gracias al bitcoin. ¿Sí?¿Ya sabéis quiénes son? Os lo digo: se llaman Tylor y Cameron Winklevoss. Con la historia de Facebook los dos chicos recibieron una buena indemnización [6] y entonces compraron 90.000 monedas digitales. Sí, en el 2012 los gemelos apostaron por el bitcoin, por la criptomoneda que había nacido en 2009. Tuvieron visión de futuro y les fue muy bien. Ahora los Winklevoss son millonarios. Increíble, ¿no?. Increíble para mí todo. Lo primero la visión de estos chicos y la inversión que hicieron. Cuando compraron los bitcoins, estos valían menos de 10 dólares. Hoy en día el valor de la moneda digital varía, pero está a más o menos 12.000 dólares. Y lo segundo que es increíble para mí es el desarrollo del bitcoin. Vosotros sabéis que es el bitcoin, ¿no? Es una moneda virtual descentralizada, es decir, una moneda que no está respaldada [7] por ningún banco ni por ningún gobierno. No depende de nadie, no tiene dueño. Se mantiene en una cadena de bloques, en una base de datos [8]. Es algo que funciona a nivel mundial, se ha creado para comerciar. Japón fue el primer país en permitir operaciones con la criptomoneda y hoy en día también países como Españala utilizan para comprar y vender. De hecho, en Tarragona ha salido a la venta [9] el primer piso para pagar con bitcoins. Sí, ¡fijaros! Tienes que tener monedas virtuales para comprar ese ático. Cuesta 40 bitcoins, que equivale a unos 550.000 euros. ¿Qué os parece? Los gemelos Winklevoss dicen que el bitcoin vale más que el oro, que el pago en efectivo tiene sus días contados. Yo no lo sé, no tengo ni idea de cómo será, pero me sorprende la evolución de la criptomoneda. Hace poco leí que la Freikirche, la iglesia protestante independiente, acepta donativos [10] con bitcoins. ¿Realmente será el bitcoin la moneda de nuestro futuro?
Por cierto, ¿qué harías vosotros con todo el dinero de los hermanos Winklevoss? Ellos dicen que ahora está cambiando la forma de hacer transacciones (por el bitcoin) y que dentro de poco habrá otro cambio importante:la forma de viajar. Su siguiente apuesta es viajar al espacio con Virgin Galactic. La verdad es que yo también pienso que dentro de unos años podremos viajar al espacio como turistas. Si no lo vemos nosotros, lo verán nuestros nietos.
*
A mí me da vértigo [11] ver cómo cambia todo tan rápido. Cuando yo era pequeña, tenía televisión en blanco y negro, oía casetes,no existía móvil ni Internet. Ahora se habla del mundo digital, de la enseñanza virtual, de la realidad aumentada… Las nuevas tecnologías avanzan, se desarrollan volando y nos meten en una dinámica nueva. En otoño estuve en el Festival Digital de Zúrich y pude ponerme unas gafas de realidad virtual y pintar en tres dimensiones. ¡Qué sensación tan estupenda! Pinté una selva utilizando todo el espacio. Precioso. Luego cambié el programa y me encontré en un museo arqueológico. De repente, llegó un dinosaurio Rex enorme. Me vio, vino corriendo hacia mí, abrió su boca para comerme y yo…¡Ay! Me quité las gafas, ¡uff! me comía… A mi lado una mujer se moría de risa: Que no te puede pasar nada,que estás en un mundo virtual -.- Sí, sí, ya, pero el dinosaurio… -.- Que no te come, mujer. Ponte las gafas de nuevo -. Me las volví a poner, ella veía lo mismo que yo en una pantalla de televisión. - Y ahora date la vuelta para ver desaparecer el dinosaurio -, me dijo la señora, - ¿ves la cola? -. Me di la vuelta y afirmé con la cabeza,casi se me caen las gafas… ¡Madre mía! ¡Qué mundo! Espero que de estas nuevas tecnologías saquemos cosas positivas y lo utilicemos para un buen fin.
*
Pero seguimos siendo personas que viven en este mundo y no en el mundo virtual. Me acuerdo de la película “Her”, “Ella”, es su nombre en español, ¿la habéis visto? Está dirigida por Spike Jonze. En esa película el protagonista se enamora de un sistema operativo informático. Este tiene voz de mujer y atiende [12] los deseos del hombre cuando él quiere; así el hombre no se siente solo. Pero, ¿se puede vivir en ese mundo irreal? Al final el protagonista termina sufriendo. Un día oye esa misma voz de ordenador hablando con otra persona. No lo puede remediar, lo pasa fatal, es como una ruptura real, se le cae el mundo a los pies [13], se derrumba. Y es que la pena siempre es real, la tristeza es humana y nadie nos la puede quitar. La película ganó un Óscar al mejor guion. A mí no me extraña el premio, es que el film nos hace pensar ¡y mucho! Nosotros nos enamoramos y nos desenamoramos, sufrimos y nos volvemos locos, somos puro sentimiento… y así vivimos, vivimos como somos, con nuestras emociones y nuestros sentimientos reales.
Hace poco Javier escribió en nuestro chat de amigos que su pareja le había dejado después de tres años. Nos escribió esto: Amigos, para el dolor de cabeza, ibuprofeno; para dolores generales, paracetamol, para una infección, amoxicilina [14]; ¿y para el desamor? Llevo[15] dos aspirinas y como si nada [16]…
José le contestó con otro post: Hay miles de remedios [17], pero que funcionen... no hay tantos. Al final eres tú el que lo tiene que saber.Puedes meterte en una asociación friki, hacer deporte, apuntarte a clases de cualquier cosa o simplementequedarte en casa y pasar el luto [18]. Tenemos derecho a pasar el luto cuando algo nos jode [19], no hay que tener miedo a estar triste.
Ay, ¡qué razón tiene José! El dolor hay que pasarlo en el mundo real, aquí, y nadie nos puede ayudar.
*
Queridos amigos, en dos semanas estoy de nuevo con vosotros para hablaros de una serie que me tiene súper enganchada [20]: Isabel. Es una serie histórica sobre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos. Sobre esto y Netflix os hablaré el día 16 de febrero en podclub.ch o vía app. Mientras tanto podéis aprender las palabras nuevas de este podcast con el entrenador de vocabulario y ver fotos en Instagram, con #amiaire y #podclubalicia. Hasta entonces, cuidaros y que os vaya muy bien. Glossaire: A mi aire [1] la pena: la tristeza
[2] bitcoin: moneda virtual, criptomoneda
[3] apostar: arriesgar; poner su confianza en algo que no es seguro al 100%
[4] remo: deporte que consiste en avanzar por el agua en una embarcación (barca, canoa…) utilizando los remos
[5] (la) pista: ayuda para adivinar algo
[6] (la) indemnización: el dinero que te dan cuando te han hecho un daño; compensación económica
[7] no estar respaldado: no tener a nadie detrás apoyando el proyecto, la idea
[8] base de datos: conjunto de datos organizado de tal modo que permite obtener con rapidez diversos tipos de información
[9] salir a la venta: se puede comprar
[10] donativo: regalo con fines benéficos o humanitarios; el donativo suele ser dinero
[11] dar vértigo: poner nervioso, crear inseguridad
[12] atender: cumplir, satisfacer un deseo
[13] caerse el mundo a los pies: dicho cuando una ilusión desaparece y te llevas una gran decepción
[14] amoxicilina: antibiótico derivado de la penicilina
[15] llevar dos aspirinas: haber tomado ya dos aspirinas
[16] como si nada: no hace ningún efecto
[17] remedio: lo que se hace o toma para solucionar un problema
[18] pasar el luto: pasar la pena, el sufrimiento
[19] joder: (coloquial) molestar mucho
[20] tener enganchado/a o estar enganchado/a a algo: lo decimos cuando algo nos crea adicción, un juego, una serie, una actividad, una droga…