Los restaurantes reciben un nuevo golpe justo después de su reapertura
El Gobierno ha decidido no volver aún al nivel 4 del sistema antiepidémico PES, pero ha introducido nuevas restricciones para los bares y restaurantes. Además, propone endurecer las sanciones por el incumplimiento de las medidas y prolongar el estado de emergencia.
Chequia no se prepara aún para un endurecimiento general de las restricciones adoptadas para prevenir la propagación del coronavirus. Aunque el índice de riesgo se mantiene por encima de los 61 puntos del sistema antiepidémico, esto es, en el límite entre el nivel tres y cuatro, por tercer día consecutivo.
No obstante, el Gobierno checo decidió este lunes que es necesario reaccionar ante el empeoramiento de la situación. De acuerdo con el ministro de Salud, Jan Blatný, algunos han empezado a tomarse la situación a la ligera.
“La situación demuestra que en los últimos 7 o 10 días, o sea, aún en el nivel cuatro, empezamos a subestimar las restricciones. Por mencionar algunos ejemplos: la venta en ventanillas en horas de la noche, bares llenos, el consumo de alimentos y bebidas en espacios públicos, por ejemplo, en mercados, y demasiados pasajeros en el transporte público”.
El Gobierno decidió en consecuencia que los bares, restaurantes y otros establecimientos gastronómicos deberán cerrar a las 20 horas sus puertas, al igual que las ventanillas de entrega. Quedará prohibido asimismo el consumo del alcohol en sitios públicos. Además, el Gobierno solicitará a las alcaldías y autoridades municipales que incrementen la capacidad del transporte público.
En cuanto a por qué Chequia no ha seguido al pie de la letra el nuevo sistema antiepidémico PES, Blatný afirma que se trata de una herramienta importante, pero no la única en la que el Gobierno basa sus decisiones.
También el ministro del Interior, Jan Hamáček, se mostró a favor de esperar unos días más antes de decidir sobre los siguientes pasos que podrían conducir a un nuevo cierre parcial de la economía checa.
“La suavización de la semana pasada tardará 10 o 14 días en manifestarse. Yo creo que esta semana el índice se mantendrá estable alrededor de los 64 puntos y después tendremos que decidir si hace falta pasar al nivel cuatro de sistema antiepidémico o si todavía tenemos algún margen de maniobra”.
El ritmo de crecimiento de nuevos contagios ha subido levemente durante los últimos días. No obstante, en términos absolutos, el total de nuevos casos de coronavirus queda muy por debajo de los 15 000 contagios que se registraban a finales de octubre. Este lunes los laboratorios confirmaron 4239 nuevos contagios de COVID-19.
El número de hospitalizados ha crecido levemente, pero se mantiene en la mitad de la cifra registrada hace un mes. De las 4348 personas que están recibiendo cuidados en hospitales, 550 se encuentran en estado grave.
De acuerdo con el ministro de Salud, los focos de contagio se han reducido. Y mientras que la reapertura de las escuelas ha tenido su impacto, el lugar donde las personas se contagian de COVID-19 con más frecuencia, sigue siendo el trabajo.
El Gobierno checo acordó este lunes asimismo que solicitará a la Cámara de Diputados una nueva prórroga del estado de emergencia, esta vez hasta el 11 de enero. La Cámara Baja debería debatir la propuesta el miércoles.
No obstante, al igual que en pasadas ocasiones, la intención del Gobierno probablemente choque con las objeciones de partidos de la oposición. Tal y como sugirió en entrevista para la Televisión Checa Olga Richterová, vicepresidenta del Partido Pirata.
“El Gobierno siempre solicita el plazo máximo de 30 días, pero nunca ofrece explicaciones ni una evaluación de cómo funcionaron las diferentes restricciones epidemiológicas que se aplicaron ni sobre la eficiencia que se espera que tengan. Y nosotros exigimos esas explicaciones”.
Otra de las decisiones adoptadas por el Gobierno este lunes está vinculada a las sanciones impuestas por la violación de las restricciones contra la epidemia. El Gobierno considera que hace falta exigir su cumplimiento con mayor eficiencia y ha propuesto un incremento de las multas. Las personas que no cumplan con las medidas podrán ser multadas con hasta 1900 euros, mientras que las empresas se enfrentarán a sanciones de hasta 115 000 euros. La propuesta deberá ser aprobada por la Cámara de Diputados.
El Gobierno no decidió el lunes sobre la suerte de las estaciones de esquí. El ministro Blatný afirmó que la situación epidemiológica no es favorable y que ha retirado su propuesta anterior de iniciar la temporada de esquí el 18 de diciembre. De acuerdo con el ministro de Comercio, Industria y Transporte, Karel Havlíček, las reglas para el funcionamiento de las estaciones están listas y la cartera las está debatiendo con los prestadores de los servicios en los centros de montaña.