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El Duende-Beso de Juan Valera, Parte 2

Parte 2

En la noche y hora prefijadas, de concierto ya don César con los dos reverendos, acudieron en misterioso silencio y de puntillas a la puerta de la habitación de doña Eulalia, armado fray Domingo del libro de los exorcismos y de un hisopo; armado fray Antonio de un turibulo donde quemaba hierbas mágicas, esparciendo el humo; y armado don César de paciencia, después de haberse comprometido solemnemente a no perderla y, a no enfurecerse, ocurriera lo que ocurriera.

Celebrados ya sus ritos y evocaciones, fray Antonio y fray Domingo prescribieron a don César que llamase con brío a la puerta de la habitación de doña Eulalia, cerrada con llave, y que ordenase que se abriera de par en par, inmediatamente, sin excusa ni pretexto alguno.

No hubo modo de evitarlo ni de retardarlo, y la puerta se abrió de par en par y de súbito. En medio de ella, como magnífico retrato de Claudio Coello, encerrado en su marco, apareció un galán muy bizarro y apuesto, con traje e insignias de capitán, larga espada al cinto, airosas plumas en el sombrero que llevaba en la diestra, rica cadena de oro y veneras que en su pecho brillaban y espuelas, de oro también, asidas a sus amplias botas de camino.

Don César, que era muy violento y celoso de su honra, no hubiera sabido contenerse y hubiera caído sobre el forastero, si ambos frailes, cada uno de un lado, no le contienen.

El galán, con voz reposada y serena dijo entonces:

-Sosiéguese mi señor don César y no tome a mal que me presente tan a deshora. Yo soy el capitán don Pedro González de la Rivera, de cuya renta y condiciones ha escrito a su señoría mi amigo el banquero genovés Jusepe Salvago, y de cuyos altos hechos de armas en Portugal, en Flandes, en Italia y en el remoto Oriente le han dado noticias otras varias personas muy respetables. Aspiro a la mano de doña Eulalia; ella me ha dado prueba de que me quiere para esposo; y sólo nos falta el consentimiento paterno y después la bendición del reverendo padre fray Antonio, que está presente y que espero no ha de negarse a bendecirnos.

-Todo eso estaría bien -respondió don César con mal reprimida cólera- si vuestra merced no lo pidiese, después de ofender mis canas, hollar mi casa y atropellar todo respeto.

-Yo, señor don César -replicó el capitán sonriendo-, tenía que vengar con esta aparente injuria otra nada aparente que vuestra merced me hizo hace diez años, cuando me sorprendió en este mismo sitio en dulces coloquios con mi señora doña Eulalia, que aun no había cumplido quince años. Yo era entonces un rapazuelo de dieciséis, y vuestra merced me arrojó de aquí a empellones nada paternales. Por amor de doña Eulalia, lo sufrí todo y mayor afrenta hubiera sufrido a ser posible mayor afrenta. Harto he demostrado después mi valor. Acrisolada está mi honra. La fortuna además me ha favorecido. La satisfacción que espero y pido para los pasados agravios es que vuestra merced me acepte como yerno.

En este punto apareció doña Eulalia al lado del galán. Estaba linda en extremo, muy elegante y ricamente engalanada con magníficas joyas, y manifestando en el rostro juvenil y ruboroso gran satisfacción y contento. ¿Qué había de hacer don César? Consintió en todo y abrazó cariñosamente a sus hijos, no sin exclamar, mirando al capitán detenidamente:

-Válgame Dios, muchacho, ¡y cómo has crecido y embarnecido en este decenio! ¿Quién al pronto había de reconocer en ti al rubio y travieso monaguillo de Capuchinos que repicaba tan bien las campanas?

Parte 2 Teil 2 Part 2 パート2

En la noche y hora prefijadas, de concierto ya don César con los dos reverendos, acudieron en misterioso silencio y de puntillas a la puerta de la habitación de doña Eulalia, armado fray Domingo del libro de los exorcismos y de un hisopo; armado fray Antonio de un turibulo donde quemaba hierbas mágicas, esparciendo el humo; y armado don César de paciencia, después de haberse comprometido solemnemente a no perderla y, a no enfurecerse, ocurriera lo que ocurriera. À la nuit et à l'heure prédéterminées, Don César et les deux révérends déjà de concert, vinrent dans un silence mystérieux et se dirigèrent vers la porte de la chambre de Doña Eulalia, armèrent Fray Domingo du livre des exorcismes et d'un écouvillon ; Fray Antonio s'est armé d'un turibulo où il a brûlé des herbes magiques, répandant la fumée; et Don César armé de patience, après avoir solennellement promis de ne pas la perdre et de ne pas se fâcher, quoi qu'il arrive.

Celebrados ya sus ritos y evocaciones, fray Antonio y fray Domingo prescribieron a don César que llamase con brío a la puerta de la habitación de doña Eulalia, cerrada con llave, y que ordenase que se abriera de par en par, inmediatamente, sin excusa ni pretexto alguno. Ayant déjà célébré leurs rites et évocations, Fray Antonio et Fray Domingo ordonnèrent à Don César de frapper vivement à la porte de la chambre de Doña Eulalia, qui était fermée à clé, et d'ordonner qu'elle soit grande ouverte, immédiatement, sans excuse ni prétexte. Брат Антонио и Доминго, уже отпраздновавшие свои обряды и заклинания, приказали дону Сезару быстро постучать в дверь комнаты доньи Эулалии, которая была заперта, и приказать открыть ее немедленно, без всяких оправданий и предлогов.

No hubo modo de evitarlo ni de retardarlo, y la puerta se abrió de par en par y de súbito. Il n'y avait aucun moyen de l'empêcher ou de le retarder, et la porte s'ouvrit en grand et soudainement. En medio de ella, como magnífico retrato de Claudio Coello, encerrado en su marco, apareció un galán muy bizarro y apuesto, con traje e insignias de capitán, larga espada al cinto, airosas plumas en el sombrero que llevaba en la diestra, rica cadena de oro y veneras que en su pecho brillaban y espuelas, de oro también, asidas a sus amplias botas de camino. Au milieu de celui-ci, comme un magnifique portrait de Claudio Coello, enfermé dans son cadre, apparaissait un galant très bizarre et beau, portant un costume et des insignes de capitaine, une longue épée à sa ceinture, des plumes gracieuses sur le chapeau qu'il portait dans son à droite, une riche chaîne en or et coquilles Saint-Jacques qui brillait sur sa poitrine et des éperons, également en or, attachés à ses larges bottes de marche. Посередине его, словно великолепный портрет Клаудио Коэльо, заключенный в раму, появился очень причудливый и красивый кавалер, в капитанском костюме и знаках отличия, с длинной шпагой на поясе, с изящными перьями на шляпе, которую он носил в на правой руке богатая цепь из золота и раковин гребешков, которые блестели на груди, и шпоры, тоже золотые, прикрепленные к широким походным сапогам.

Don César, que era muy violento y celoso de su honra, no hubiera sabido contenerse y hubiera caído sobre el forastero, si ambos frailes, cada uno de un lado, no le contienen. Don César, qui était très violent et jaloux de son honneur, n'aurait pas su se contenir et serait tombé sur l'étranger, si les deux frères, chacun d'un côté, ne le contenaient pas. Дон Сезар, который был очень жесток и ревнив к своей чести, не знал бы, как сдержать себя, и набросился бы на незнакомца, если бы оба монаха, каждый с одной стороны, не удержали его.

El galán, con voz reposada y serena dijo entonces: Le galant, d'une voix calme et sereine, dit alors :

-Sosiéguese mi señor don César y no tome a mal que me presente tan a deshora. Calmez-vous monseigneur Don César et ne le prenez pas mal que j'arrive si tard. Успокойся, милорд дон Сезар, и не обижайся, что я так поздно появился. Yo soy el capitán don Pedro González de la Rivera, de cuya renta y condiciones ha escrito a su señoría mi amigo el banquero genovés Jusepe Salvago, y de cuyos altos hechos de armas en Portugal, en Flandes, en Italia y en el remoto Oriente le han dado noticias otras varias personas muy respetables. Je suis le capitaine Don Pedro González de la Rivera, dont mon ami le banquier génois Jusepe Salvago a écrit à votre honneur les revenus et les conditions, et dont les actes d'armes de haut rang au Portugal, en Flandre, en Italie et dans le lointain Orient Plusieurs autres personnes très respectables ont donné des nouvelles. Я капитан дон Педро Гонсалес де ла Ривера, о доходах и условиях которого мой друг генуэзский банкир Хусепе Сальваго написал вашей светлости, и о чьих высокопоставленных военных делах в Португалии, во Фландрии, в Италии и на далеком Востоке. Я несколько других очень уважаемых людей дали новости. Aspiro a la mano de doña Eulalia; ella me ha dado prueba de que me quiere para esposo; y sólo nos falta el consentimiento paterno y después la bendición del reverendo padre fray Antonio, que está presente y que espero no ha de negarse a bendecirnos. J'aspire à la main de dona Eulalia ; elle m'a donné la preuve qu'elle me veut pour son mari; et il ne nous manque que le consentement paternel et ensuite la bénédiction du révérend père Fray Antonio, qui est présent et qui, je l'espère, ne refusera pas de nous bénir. Я стремлюсь к руке доньи Эулалии; она дала мне доказательство того, что хочет, чтобы я был ее мужем; и нам не хватает только отцовского согласия, а затем благословения преподобного отца Фрая Антонио, который присутствует и который, я надеюсь, не откажется благословить нас.

-Todo eso estaría bien -respondió don César con mal reprimida cólera- si vuestra merced no lo pidiese, después de ofender mis canas, hollar mi casa y atropellar todo respeto. — Tout cela serait bien, répondit don César avec une colère mal contenue, si Votre Honneur ne demandait, après avoir offensé mes cheveux blancs, de piétiner ma maison et d'écraser tout respect. -- Все это было бы прекрасно, -- ответил дон Сезар с плохо сдерживаемым гневом, -- если бы ваша милость не попросила, оскорбив мою седину, растоптать мой дом и затоптать все уважение.

-Yo, señor don César -replicó el capitán sonriendo-, tenía que vengar con esta aparente injuria otra nada aparente que vuestra merced me hizo hace diez años, cuando me sorprendió en este mismo sitio en dulces coloquios con mi señora doña Eulalia, que aun no había cumplido quince años. « Moi, Monsieur Don César, répondit le capitaine en souriant, j'ai dû venger par cette apparente injure un autre rien d'apparent que Votre Grâce m'a fait il y a dix ans, lorsque vous m'avez surpris en ce lieu même en doux entretiens avec Madame. dona Eulalia, qui n'avait même pas quinze ans. -- Я, господин дон Сезар, -- ответил капитан, улыбаясь, -- должен был отомстить этим мнимым оскорблением, еще одним пустяком, который ваша светлость причинила мне десять лет назад, когда вы застали меня здесь в сладких беседах с миледи. донья Евлалия, которой даже ему не исполнилось пятнадцати. Yo era entonces un rapazuelo de dieciséis, y vuestra merced me arrojó de aquí a empellones nada paternales. J'étais alors un garçon de seize ans, et Votre Grâce m'a chassé d'ici avec des bousculades impertinentes. Я был тогда шестнадцатилетним мальчиком, и ваша милость выгнала меня отсюда неотцовскими толчками. Por amor de doña Eulalia, lo sufrí todo y mayor afrenta hubiera sufrido a ser posible mayor afrenta. Pour l'amour de Dona Eulalia, j'ai tout souffert et j'aurais subi un plus grand affront, si possible un plus grand affront. Из любви к донье Эулалии я все претерпел и потерпел бы еще большее оскорбление, если возможно, еще большее оскорбление. Harto he demostrado después mi valor. J'ai assez prouvé ma valeur par la suite. После этого я достаточно доказал свою ценность. Acrisolada está mi honra. Le creuset est mon honneur. Крусибл - моя честь. La fortuna además me ha favorecido. La fortune m'a aussi favorisé. La satisfacción que espero y pido para los pasados agravios es que vuestra merced me acepte como yerno. La satisfaction que j'espère et que je demande pour les griefs passés, c'est que Votre Grâce m'accepte comme votre gendre.

En este punto apareció doña Eulalia al lado del galán. Estaba linda en extremo, muy elegante y ricamente engalanada con magníficas joyas, y manifestando en el rostro juvenil y ruboroso gran satisfacción y contento. She was extremely beautiful, very elegant and richly decked out in magnificent jewels, and manifested great satisfaction and contentment on her blushing, youthful face. Elle était extrêmement jolie, très élégante et richement parée de bijoux magnifiques, et montrait dans son visage jeune et rouge une grande satisfaction et un grand contentement. ¿Qué había de hacer don César? Que devait faire Don César ? Что оставалось делать Дону Сезару? Consintió en todo y abrazó cariñosamente a sus hijos, no sin exclamar, mirando al capitán detenidamente: Il consentit à tout et embrassa affectueusement ses enfants, non sans s'exclamer, regardant attentivement le capitaine :

-Válgame Dios, muchacho, ¡y cómo has crecido y embarnecido en este decenio! -Que Dieu m'aide, mon garçon, et comme tu as grandi et embelli pendant cette décennie ! ¿Quién al pronto había de reconocer en ti al rubio y travieso monaguillo de Capuchinos que repicaba tan bien las campanas? Who would soon recognize in you the blond and mischievous Capuchin altar boy who rang the bells so well? Qui devait bientôt reconnaître en vous l'enfant de chœur capucin blond et espiègle qui sonnait si bien les cloches ?