Tunéame la nave (2)
Mauricio: Dije pero nomás quiero ir por unos cuantos meses y que me ayudes a regresar a sacar mi visa. Y me dijo sí, yo te ayudo.
Daniel: Entonces a principio del 2009, con la certeza de que Ryan lo ayudaría a volver a Estados Unidos legalmente, Mauricio se despidió de sus tres hijos y se fue para el DF en avión desde Tijuana.
Bueno, ¿y qué pasó cuando Mauricio regresó a su país casi veinte años después de haberse ido? Ya volvemos, después de una pausa.
MIDROLL
Daniel: Si las noticias del día te llenan de ansiedad rabia y prefieres no escuchar, aquí te ofrezco una solución: Wait, Wait, Don't Tell Me, el quiz show de noticias de NPR. Cada semana Peter Sagal repasa las noticias con panelistas como Alonzo Bodden, PJ O'Rourke y Paula Poundstone con mucho humor. Te va a sorprender, te va a hacer reír. Busca Wait, Wait, Don't Tell Me en el app NPR One o en npr.org/podcasts. Antes de la pausa Mauricio había aceptado regresar a México para crear la versión en español de Pimp My Ride, Tunéame la nave.
Mauricio: Cuando yo llegué a México te sale lo patriótico, te sale lo mexicano, te sale lo de, «ya llegue a casa, ¿no?»
Daniel: Y para expresar su patriotismo, empezó a tatuarse los brazos y las piernas con imágenes de las figuras más importantes en la historia mexicana.
Mauricio: Tengo a la Coyolxauhqui, tengo a Quetzalcoatl, tengo a Zapata, tengo a Pancho Villa, Miguel Hidalgo, a Morelos, a Benito Juárez, a Josefa Ortiz de Dominguez…
Daniel: Luego de montar el taller de West Coast Customs México, empezaron a filmar Tunéame La Nave.
Locutor: Esto es West Coast Customs México, Tunéame La Nave by Rexona for Men
Mujer: ¡Ay por favor no sea mala onda, tunéame la nave de mi hermano!
Hombre: ¡Por favor TV Azteca tunéame la nave!
Daniel: Nadie conocía el formato del programa mejor que Mauricio. Por eso lo pusieron de presentador.
Locutor: Siempre existe un líder en cualquier proyecto: ¡Él es Mauricio!
Daniel: Desde el comienzo, Mauricio le puso su propio estilo al programa.
Mauricio: Pimp My Ride era más, como más seco. Quería hacer cosas chistosas, ¿no? Pero había muy poca creatividad por parte de la gente, ¿no? Aquí el mexicano somos picardiosos, somos chistosos, somos cotorros, hacemos de despapaye. Y allá pues era más serio.
Mauricio: ¡Eh Churrumais, qué te pasa!
Churrumais: Disculpe Mau, la neta
Mauricio: ¡Mira, nada mas me llenaste de tiner!
Daniel: El programa salía en el canal 7 y llegaba a los 31 estados del país. En México El nombre de West Coast Customs y Mauricio Hernández se hicieron sinónimos.
Mauricio: Si tú preguntas por Ryan en México nadie lo conoce. Si tú preguntas por Mauricio Hernández de Tuneame o de West Coast todos me conocen.
Daniel: Mauricio se hizo famoso en México casi de la noche a la mañana. En ese entonces no podía andar por la calle sin que alguien lo parara.
Mauricio: Me platican, me cuentan, niños, señoras, familias, eh, personas adultas, me lloran, me dicen, “Oye, por favor ayúdame. Tunéame mi nave.”
Daniel: Estaba feliz por haber logrado lo que siempre había querido pero cada vez más extrañaba a sus hijos. Así que después de la primera temporada de Tunéame la nave quiso volver a California a visitarlos. Pero no fue tan fácil.
Mauricio: El trato que yo hice con Ryan para venirme a montar el taller a México era que él me iba a ayudar a arreglar mis papeles para regresar a Estados Unidos, el cual se le olvidó. Nunca lo hizo.
Daniel: Aquí es importante mencionar que intentamos conseguir a Ryan varias veces para que nos diera su lado de la historia. Pero su publicista nos dijo que no estaba disponible y que le deseaban a Mauricio, entre comillas, “todo lo mejor”.
Mauricio, por su parte, todavía no logra entender por qué Ryan no lo ayudó a regresar. Él le había ayudado a vender la franquicia en México. Pero Mauricio siente que Ryan lo abandonó, que lo traicionó:
Mauricio: Tal vez yo estuviera contento si recibiera una llamada o un correo dándome las gracias por todo y deseándome lo mejor y cosas así. Y nunca recibí ni un gracias la verdad. Nada, nada.
Daniel: Sin una visa que le permitiera regresar de visita, estaba varado en México. Pero sus hijos estaban en California y quería verlos. Un día decidió ir al consulado gringo del DF para pedir una visa de turista. En la aplicación puso que nunca había estado en Estados Unidos. Pero Mauricio tenía una pasado judicial en Los Ángeles. En el 92, en medio de los disturbios que surgieron a raíz del caso de Rodney King, la policía agarró a Mauricio saliendo de una tienda que ya estaba saqueada.
Mauricio: Y me pusieron cargos de… de robo, traspaso y saqueo.
Daniel: Mauricio dice que él no se robó nada. Que solo entró a la tienda para ver lo que había pasado. Pero quedó con antecedentes criminales y su arresto aparecía en el sistema de la embajada. Se dieron cuenta de que Mauricio había mentido y le negaron la visa. Peor aún, le dieron un castigo: no podía pedir otra visa en 5 años. Mauricio no estaba dispuesto a esperar tanto tiempo.
Mauricio: Y como yo le había prometido a mis hijos que yo iba a estar en navidad con ellos, no me importó nada…
Daniel: En diciembre del 2009, Mauricio decidió cruzar la frontera caminando, como lo había hecho antes con su hermano cuando era adolescente.
Puede parecer extraño que un presentador de un programa exitoso decidiera hacer algo tan peligroso. Es un cruce que intentan miles de personas al año, claro, y ni siquiera sabemos cuántos mueren en la ruta.
Pero Mauricio le había prometido a sus hijos que iba a estar con ellos durante la navidad. Después de no estar en sus vidas durante tanto tiempo, tal vez quiso hacer algo extremo para mostrarles cuánto los quería.
Mauricio llegó a la ciudad de Méxicali, que queda en el lado mexicano de la frontera con California. Allí se encontró con un coyote y otros migrantes.
Era un viaje difícil, el terreno es desigual y la temperatura del desierto es extrema. El grupo caminaba de noche entre las montañas y hacía mucho frío. La primera noche se refugiaron en una cueva. El coyote anunció que iban a descansar 15 minutos. Mauricio estaba exhausto y se durmió enseguida.
Cuando despertó…
Mauricio: El coyote me dejó en la montaña. Me abandonó.
Daniel: No sabía por qué nadie lo había despertado. Tal vez no lo habían visto en la oscuridad. Solo sabía que estaba perdido en un desierto gigante en la frontera.
Mauricio: Seguí caminando y pues por más que yo caminaba no veía nada. La única luz que tenía era la de la luna.
Daniel: De repente apareció una patrulla de la migra en el lado estadounidense. Parecía estar cerca. Pero Mauricio había visto el terreno durante el día, y sabía que había varias montañas entre él y ellos.
Mauricio: Yo veía la migra, veía las luces y les gritaba. Yo quería que me agarraran, por supuesto.
Daniel: Ya no tenía miedo de la migra. Solo quería sobrevivir.
Mauricio: Pero nunca me escucharon.
Daniel: Después de veinte minutos, las luces de la migra desaparecieron. Mauricio dio media vuelta y trató de regresar a México. Andaba por el desierto sin agua, sin comida y sin ropa suficiente para aguantar el frío. Solo llevaba un celular. Marcó la línea de emergencias.
Mauricio: De una compañía que se llama Nextel, me contestaron, les explique mi problema, y me decían que me iban a estar monitoreando. Yo pensé que por un GPS me podían encontrar, primero que no. Entonces como tenía poca batería, tenía que prenderlo y apagarlo para hablar con ellos
Daniel: Le decían:
Mauricio: Márcanos en una hora, en dos y así…
Daniel: El equipo que contestó su llamada no podía ayudarle sin saber más detalles sobre su ubicación. Pero Mauricio no veía nada en la oscuridad. Entonces le dijeron que tenía que caminar más.
Hablar con alguien le daba esperanza de que podrían rescatarlo. Pero…
Mauricio: Cuando pensé que todo estaba arreglándose, se nubló y empezó a llover. Y entonces ya no vi nada.
Daniel: Se oscureció tanto que Mauricio ni siquiera podía ver sus manos. Entró en pánico. Estaba perdido en el desierto y la lluvia podía dañar el celular.
Mauricio: Me agachaba, y no veía nada, y oía que alguien venía pero no veía nadie. Me caía en barrancos de dos metros. Agarré un palo… como sobreviviente, la verdad, me sentía como un sobreviviente, en la selva, así perdido.
Cuando amaneció, prendí el celular, les marqué y me dijeron que qué veía. Entonces yo veía todos los arbustos rojos y las piedras rojas. Y les decía, “veo todo rojo”.
Daniel: Le dijeron que ese rojo que veía seguramente era un químico que se había echado para extinguir incendios cerca de las afueras de Mexicali. Así que le dijeron que siguiera la línea roja, porque pensaban que lo llevaría hasta la ciudad.
Mauricio: Y entonces lo seguí. Seguí el camino hasta que ya llegué a una cima y me acuerdo que vi toda la ciudad. Entonces ya cuando la vi fue cuando me puse a llorar y todo. Y vi las sirenas. Y me decían, “ahí te están esperando, ¿ya sí los ves?” y yo “sí, sí los veo”. Bajé, me caí, me raspé y todo. Por la desesperación de llegar con ellos. Y cuando llegué me recuerdo que me recibieron, lo abracé al paramédico y me desvanecí, me desmayé, hasta que me desperté en una camilla.
Cuando me desperté tenía bolsas así en todo el cuerpo calientes, y ya me dieron mi diagnóstico que ya tenía 90% de hipotermia. Que tal vez una hora, dos horas más en las montañas hubiera fallecido.
Daniel: Mauricio no quería quedarse en México. Pero una vez que salió del hospital, tampoco quería volver a cruzar la frontera caminando.
Mauricio: Ni jamás no lo volviera a hacer. Así no. Nunca en mi vida.
Daniel: Su experiencia en el desierto lo traumatizó muchísimo.
Mauricio: Cuando estoy en un lugar oscuro o cuando se va la luz o algo así, tiemblo, lloro. Y me encierro en un mundo. No quiero abrir los ojos.
Daniel: Regresó a la ciudad de México el mismo día que le había prometido a sus hijos que iba a estar en California.
Mauricio: Exactamente en navidad, 24.
Daniel: En la Ciudad de México siguió trabajando como el presentador de Tunéame La Nave. Se distanció de sus hijos en Los Ángeles. Hoy casi no se hablan.
Mauricio ya se hizo a la idea de que no volvería a vivir en California. Se casó con una mexicana y tuvo dos hijos. Pasa mucho más tiempo con ellos del que pasó con sus tres hijos mayores cuando vivía en California. Nunca se imaginó que viviría el resto de su vida en México.
Mauricio: Yo venía por cuatro meses. Ya llevo cuatro o cinco años.
Daniel: Aunque vivir en Estados Unidos cambió su vida, hoy en día Mauricio le recomienda a sus paisanos que no se vayan al otro lado.
Mauricio: Ya somos muchos en Estados Unidos. Mejor aprovechar los recursos que México tiene y ser alguien en México creo que te deja más…eres más libre.
Daniel: En el 2013 cancelaron Tunéame La Nave. El castigo de Mauricio por mentirle al consulado estadounidense terminó el año pasado, y ahí volverá a pedir una visa para ver si puede ver a sus hijos. Ahora está planeando crear un nuevo reality show. Tan solo queda por ver en qué lado de la frontera lo hace.
Daniel:
Levi Bridges es un periodista basado en California. Esta historia fue editada por Luis Trelles, Camila Segura, y Silvia Viñas. El diseño de sonido es de nuestro pasante Andrés Azpiri.
Agradecemos la ayuda de Gonzalo Pestaña con esta historia.
El equipo de Radio Ambulante incluye a Fe Martinez, Caro Rolando, Desiree Bayonet, Ryan Sweikert, Melissa Montalvo, Elsa Liliana Ulloa y Barbara Sawhill. Nuestros pasantes son Emiliano Rodríguez y Luis Fernando Vargas. Carolina Guerrero es la CEO.
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