E91 ¿Está el planeta sobrepoblado o necesitamos más bebés? (1)
Hola, hola, estudiante. ¿Cómo te encuentras?, ¿cómo estás? Hoy te traigo un tema que seguro te interesa conocer, no importa en que lugar del mundo te encuentres.
Antes de empezar varios recordatorios: puedes usar la transcripción en texto del episodio y las flashcards de vocabulario de forma gratuita en www.spanishlanguagecoach.com
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Ahora sí, empezamos con el episodio de hoy.
Me considero una persona con una vida muy normal; tengo un trabajo a tiempo completo, hago ejercicio varias veces a la semana, cocino y pongo el lavaplatos todos los días, pongo varias lavadoras a la semana y en el fin de semana intento socializar y hacer algo diferente. La verdad es que intento tener tiempo para todo, pero me da la sensación de que es muy justo, me gustaría tener más tiempo, nunca tengo suficiente tiempo para todas las cosas que quiero hacer.
Hay unas personas a las que yo admiro mucho. Y no te hablo de grandes celebridades de Hollywood o estrellas del deporte. Hablo de las madres y padres del mundo. Lo digo totalmente en serio. Considero que ya es suficientemente complicado ser un adulto sin hijos con todas las responsabilidades y obligaciones que tenemos, aunque también hay muchas cosas buenas, claro.
Madres y padres del mundo, os pregunto: ¿cómo os manejáis para poder hacer todo lo que hacíais antes de la llegada de vuestras criaturas al mundo? Sí, sé que suena extraño, pero en español puedes usar la palabra criatura para hablar de un bebé, es una forma cariñosa de hacerlo.
¿Cómo las madres y padres del mundo se manejan para cumplir con todas las obligaciones de la vida adulta más todas las tareas que requiere cuidar de una criatura? Hablo de alimentarlos, educarlos, cuidarlos, pasar tiempo con ellos, enseñarles a ser cada vez más autónomos…
De verdad que los admiro. E imagino que a mi pregunta de cómo se manejan, muchos me responderían que lo hacen gracias a sacrificar las horas de sueño, durmiendo menos, o dejando de hacer cosas que hacían antes. El tiempo es limitado.
El deseo de convertirse en padres no solo es algo bueno para las personas que deciden y pueden cumplirlo, también es bueno y necesario para la sociedad en general como vamos a ver.
Escuchamos constantemente que vivimos en un mundo superpoblado, con un exceso de personas. Ahora mismo somos 7935752600 personas en el planeta Tierra y solo cinco segundos más tarde ya somos 7935752605 personas en el mundo. Por cierto, hablar de billones, con “b” de Barcelona puede generar confusión. Si eres de un país angloparlante puede que para ti un billón sea 1.000 millones, es decir nueve ceros. Sin embargo, en los países de habla española un billón es un millón de millones, es decir, tiene doce ceros.
Independientemente de esto, sí, vivimos en un planeta superpoblado. Durante la mayoría de nuestra historía ha habido un equilibrio donde tanto las tasas de natalidad (de bebés que nacían), como las tasas de mortalidad (de personas que morían), eran altas.
En los últimos años este equilibrio ya no existe porque las tasas de mortalidad han bajando, lo que es bueno, y las de natalidad han continuado altas a nivel global. ¿Qué ha provocado esto?
Pues que entre 1970 y 2014 el número de personas en el planeta se haya doblado. En 2014 éramos el doble de personas comparado con 1970. En solo 44 años hemos doblado la población.
El mayor problema de un número tan grande de personas viviendo en el planeta al mismo tiempo es la gran cantidad de recursos que necesitamos consumir. El gran problema es cómo consumimos y cómo ese consumo tiene un efecto en el planeta e incluso en nuestra salud.
He dicho que a nivel global las tasas de natalidad continuan siendo altas. Sin embargo, si analizamos a los países occidentales, los países más desarrollados, estas tasas de nacimiento de niños son cada vez más bajas. ¿Por qué?
Aunque cada país tiene sus propias particularidades, vamos a usar el caso de España para explicar por qué cada vez nacen menos niños.
Hay un hecho claro: los españoles han decidido tener menos hijos que en el pasado.
Hablemos de los años más recientes. Hay que tener en cuenta la profunda crisis económica que sufrió el país alrededor de 2008. Aunque es cierto que la situación ha mejorado considerablemente, el 20 % de la población española continuaba en riesgo de pobreza en 2018. Los salarios continuan siendo bajos y hay un sentimiento generalizado de inestabilidad laboral.
Estos dos puntos, los sueldos bajos y la inestabilidad laboral, son especialmente preocupantes entre los más jóvenes. En España hay una alta tasa de paro, de desempleo, juvenil. Jóvenes que quieren trabajar, pero no encuentran trabajo. ¿Cómo afecta esto a la natalidad? Pues es que precisamente, en estas edades las personas suelen tener más facilidad para concebir. Fíjate si es preocupante que el riesgo de pobreza es del 28 % en los españoles de entre 16 y 29 años. Su salario medio no llegaba a los 700 euros mensuales hace cuatro años. Aquí sí que hay que decir que el actual gobierno subió ese salario mínimo que suelen recibir los jóvenes y ahora mismo se sitúa en unos 1000 euros. Aunque tampoco parece ser suficiente para tener hijos… ¿verdad? Más que nada teniendo en cuenta lo que cuesta criar a un hijo en España, según datos de la plataforma de Forex online. Se considera que, durante los tres primeros años de vida de un bebé, sus padres invierten unos 1.080 € al mes en sus cuidados, aproximadamente el 40 % de los ingresos mensuales medios de una pareja. Hablamos de gastos escolares, alimentación, higiene, ropa y medicamentos, entre otros.
Imagínate lo que supone ser padre o madre soltero en España, o mejor no te lo imagines, porque casi es ciencia ficción.
Esta cuestión económica retrasa muchos años la edad en la que los jóvenes se independizan y consiguen una estabilidad financiera y vital.
Además de esos factores económicos, que seguramente estás de acuerdo conmigo en que pesan mucho, son importantes, debe considerarse el cambio en las prioridades de los jóvenes.
Los españoles no solo han dejado de tener hijos por la falta de estabilidad, sino que, la sociedad ha evolucionado. Se tienen otros valores y esa familia tradicional ya no es el objetivo único de los jóvenes españoles. Por cierto, en el episodio 76, titulado La gran familia hablamos de este modelo de familia en España.
Ahora muchos jóvenes cursan estudios superiores, esto retrasa su entrada al mercado laboral, y una vez allí, quieren desarrollar una carrera profesional.
También quieren viajar, ver mundo, tener otras experiencias diferentes a las de sus padres, quieren hacer muchas cosas antes de sentar la cabeza, antes de asentarse en un sitio y formar una familia.
A día de hoy, la edad media de una mujer española para tener hijos es de 34 años. Una media que ha ido subiendo, y mucho a lo largo de las últimas décadas.
Si preguntamos a las españolas el motivo por el que no quieren ser madres en este momento sus respuestas son diferentes dependiendo de su edad:
Las menores de 25 años no tienen hijos porque se consideran demasiado jóvenes o porque están cursando estudios.
Después, en la franja de 25 a 29 años, muchas consideran que no es el momento adecuado, para otras los motivos económicos y laborales son los que más importancia tienen, en otros casos no encuentran la pareja idónea o, simplemente, un 12% no quiere.
Cuando entramos en la treintena, a partir de los 30 años, las razones mayoritarias para no tener hijos son de tipo económico/laboral, lo que ocurre en casi 2 de cada 5 mujeres, mientras que el 22% asegura que no los tienen porque no encuentra a la pareja adecuada, y aquí un cuarto de los encuestadas no pueden tener hijos por motivos de salud.
Hemos visto que una de las mayores preocupaciones es la laboral. Te voy a leer ahora unas declaraciones de una mujer española en edad de tener hijos:
“Sé que si me quedo embarazada es muy probable que me despidan, que pierda mi trabajo, aunque soy una persona valorada en la empresa. Si me despiden, no podré reclamar judicialmente porque ahora es legal despedir a los empleados que empiezan a pedir permisos para ir al médico, o si intentas cambios de horarios. A las empresas no les interesa que estés cuatro meses de baja maternal”. (La baja es el tiempo que pasamos sin trabajar cuando estamos enfermos o cuando una mujer tiene a su bebé en las primeras semanas.) Continúa: “Yo trabajo hasta las 7 de la tarde, pero las guarderías cierran a las 5. (Las guarderías es el lugar donde cuidan a niños pequeños). Eso es lo que espera en este país a las mujeres que decidimos tener hijos”.
¿Y qué opinan los expertos de esto?
Según María Teresa López López, Directora de la Cátedra de Políticas de Familia de la Universidad Complutense de Madrid: “En el mundo del mercado laboral hacen falta, son necesarias, medidas como contratos específicos, que protejan a las mujeres embarazadas. Culturalmente, ayudaría a cambiar los comportamientos, porque muchas mujeres, al quedarse embarazadas, sienten el rechazo de sus compañeros”. En definitiva, “sería necesario recuperar el valor de la palabra maternidad”.
Otras medidas serían mecanismos que permitan el “empleo a tiempo parcial, con vuelta inmediata después de un año y sin penalizaciones económicas, que impida que las mujeres salgan del mercado de trabajo”. También ve necesarias “medidas de flexibilización horaria que permitan compatibilizar los horarios laborales con los familiares, y los calendarios escolares con los laborales”, así como el desarrollo del teletrabajo, trabajar desde casa.
Como te decía el descenso de la tasa de natalidad en España puede ser representativo para muchos países. Una reciente investigación llegó a la conclusión de que casi la mitad de los países del mundo se enfrentan actualmente a un problema grave: no hay suficientes niños para mantener el tamaño de su población.
¿Qué supone esto en el largo plazo?, ¿cuáles son las consecuencias?
Las consecuencias a largo plazo son profundas y serias. ¿Te imaginas una sociedad con más ancianos que niños?
Pues según un estudio publicado en la revista “The Lancet” se prevé que para 2100 en 23 países, entre los que se incluyen España y Japón, la población se reduzca a la mitad.
Por cierto, hablando de Japón, hay un dato muy representativo. Primero déjame explicarte qué son los pañales, por si no lo sabes. Un pañal es lo que usamos cuando somos bebés, y a veces cuando somos adultos y no podemos controlar nuestras necesidades fisiológicas. Normalmente son desechables, de usar y tirar, y están hechos de un material absorbente.
Pues bien, en el año 2014 el número de ventas de pañales para adultos en Japón superó al número de ventas de pañales para bebés. Da que pensar.
En el año 2100 en estos países de los que habla el estudio habrá casi el mismo número de personas que llegan a los 80 años como de bebés que nacen. Vamos, una población muy envejecida.
En sociedades como la española, en la que muy poca gente tiene un plan de pensiones privado, esto es un gran problema. Si hay poca gente trabajando y muchos pensionistas, ¿cómo se va van a pagar sus pensiones?, ¿cómo vamos a sostener el sistema de seguridad social? De esto ya hablamos también en el episodio 65.
El sistema de salud también es público, la esperanza de vida, el número de años que esperamos vivir, se incrementa y cada vez hay más personas mayores, esto supone un mayor gasto público para el estado.
En definitiva, esos niños deseados, que no nacen por las dificultades económicas, en la mayoría de casos, son los trabajadores que se necesitarán en el futuro.