Los 6 Mayores Desafíos de la Humanidad
Como especie humana hemos logrado cosas increíbles, descubierto los secretos del
mundo y alcanzado las estrellas, pero la humanidad también tiene un lado oscuro.
La crisis climática y la pandemia han puesto de manifiesto las diferencias entre nosotros y con
ello los más grandes problemas que tenemos como humanidad. Si queremos persistir como especie
y tener una vida digna conviene superar estos desafíos, por eso hoy te traemos:
Los 6 más grandes desafíos de la humanidad El desarrollo actual propone un crecimiento
irreal e insostenible. Nuestro planeta tiene recursos y capacidad limitados y nos estamos
acercando al punto de no retorno. Hemos maltratado tanto el medio ambiente que estamos en riesgo de
enfrentarnos a cambios abruptos e irreversibles . Además de los límites planetarios, también hay
que tomar en cuenta que el desarrollo actual es abismalmente desigual; 10% de las personas en
el mundo tienen el 85% de las riquezas, mientras que el 90% restante vivimos con apenas el 15% que
queda ¿Realmente queremos, y podemos, vivir así? Antonio Guterres, el actual secretario general de
las Naciones Unidas, ha puesto de manifiesto 6 de los problemas más grandes a los que nos
enfrentamos actualmente. 1. El conflicto armado
En los lugares donde existe conflicto armado los problemas se acentúan y aun cuando éste
termina deja una huella terrible que puede durar muchos años. Es imposible que exista un desarrollo
sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible. En América Latina el conflicto
armado se presenta en forma de terrorismo, narcotráfico y delincuencia organizada. Tenemos
la tasa de homicidios más alta registrada a escala mundial. En general, los habitantes
de América Latina vivimos con una sensación de inseguridad que no nos permite avanzar.
2. La crisis climática. Este es uno de los problemas
más preocupantes, va avanzando poco a poco, tan despacio a nuestro modo humano de verlo
que parece no ser tan grave. Pero ya se pueden ver las consecuencias. En el peor escenario,
al paso que vamos en unos 250-500 años podríamos perder el 75% de los animales de la Tierra. Mucho
más rápido que cualquier extinción masiva, de las que terminaron con la misma cantidad de animales
¡pero en un millón de años! Entre el 2015 y el 2020 se deforestaron 10 millones de hectáreas
por año. Es como si se perdiera lo equivalente a 428 campos de fútbol ¡cada día! Nuestro suelo,
aire y agua están colmados de contaminantes, solo en el 2015, 9 millones de personas
murieron por el consumo de agua contaminada. La ventana para actuar es muy estrecha:
para el 2030 las emisiones de dióxido de carbono se deberían reducir en un 45% y para el año 2050
no debería haber emisiones. Pero aún si se cumplen los compromisos actuales las emisiones aumentarán
en un 16% para el año 2030. 3. La desigualdad económica
La desigualdad económica es enorme y empeoró con la pandemia. Ahora hay más multimillonarios y su
riqueza incrementó en un 5.7%, y esa ganancia fue a costa de los más pobres. Durante la pandemia,
el ingreso del 40% de la población más pobre se redujo en un 6.7%, mientras que el ingreso
del 40% más rico sólo disminuyó en un 2.8%. Los países más ricos también se volvieron más
ricos. Un ejemplo claro se vió con las vacunas: en los estantes de los países ricos quedaban
sin usar miles de vacunas a punto de expirar, mientras que el 90% de la población en África
no tiene ni una dosis. Los fondos van a países que los necesitan menos, mientras que la ayuda no
llega a los más necesitados y los países vías de desarrollo se ven obligados a elegir entre pagar
una deuda o ayudar a su gente. 4. La desigualdad de género
Es innegable que existe discriminación y desigualdad hacia las personas con discapacidades,
los pueblos indígenas y personas de la comunidad LGBTIQ+. Pero la pandemia hizo notar,
más que nada, la desigualdad de género. Las mujeres trabajadoras de México ya dedicaban
tres veces más tiempo al trabajo no remunerado que sus parejas masculinas. Con la pandemia el
cuidado de los niños y enfermos ha sido delegado casi por completo a las mujeres,
imposibilitándoles trabajar y volviéndolas dependientes económicas de sus parejas. Además,
una de cada tres mujeres está expuesta a violencia de género y durante la cuarentena los feminicidios
y violencia sexual aumentaron en México, Argentina, Bolivia y Paraguay. El caso más
alarmante se dio en Colombia donde las llamadas de víctimas de violencia aumentaron en un 91%.
5. La división digital La tecnología ha traído beneficios,
pero su uso inadecuado causa división, desinformación y desconfianza. Mientras que
tú ves un video con unos cuantos clics, la mitad del mundo no tiene acceso a internet, el 13% de la
población mundial ni siquiera tiene electricidad. Un logro excepcional se ve con recelo debido a la
desinformación que ahora se propaga más rápido que nunca. También nos ha vuelto más hirientes y
ofensivos y olvidamos que detrás de cada pantalla hay una persona que no merece ni debe ser juzgada.
La falta de regulación ha causado el robo de identidad, delitos cibernéticos y la manipulación
mental y nos ha vuelto temerosos de la tecnología. 6. La brecha generacional
Los más jóvenes se sienten defraudados por sus gobiernos y agobiados con la cantidad
de problemas que se les están dejando. Se espera que solucionen los problemas heredados
y rara vez son tomados en cuenta en la toma de decisiones. Ahora más que nunca es necesario que
los jóvenes tengan una participación activa. Si nosotros mismos hemos creado estos y otros
problemas de seguro tenemos el poder de encontrar las soluciones. Con esa finalidad, desde el 2012,
la ONU creó los 17 objetivos de desarrollo sostenible, que pretenden la protección al medio
ambiente y una sociedad más igualitaria y justa. Hasta ahora no vamos muy bien y por más que
aceleramos el paso parece que siempre estamos unos pasos atrás. Se necesitan acciones más
radicales por parte de los gobiernos y empresas. Pareciera que ante problemas tan grandes no hay
forma de ayudar y que los únicos capaces de lograr cambios son las personas con poder. ¡Y
claro que tienen una gran responsabilidad! Pero ese pensamiento nos proporciona una
falsa salida y nos da licencia para seguir con nuestra forma de vida. ¡Sí es posible
ayudar! El problema es que se requiere hacer un gran esfuerzo y eso es lo que nos limita más.
Una forma de empezar a ayudar es desarrollando nuestra empatía,
solidaridad y cooperación. Pensarás que suena inútil, pero ¿qué mundo podemos lograr si se
tilda a las mujeres de locas o a los hombres como los causantes de todos los males? ¿Si queremos
que no haya pobreza, pero nos negamos a verla? Es importante informarte, darte cuenta de los
problemas sociales, ecológicos y económicos y su origen, tanto a nivel local como a nivel global.
Se requiere tomar acción, exigir a nuestros gobiernos, actuar ante situaciones
injustas y buscar soluciones informadas. Es normal que estemos cansados: todos llegan
con promesas y al final no se ven resultados. Por eso algunas personas buscan soluciones rápidas,
pseudosoluciones o simplemente buscan culpables. Pero, si hemos logrado tantas cosas buenas ¿no
crees que sería posible lograr una más, tal vez la más importante, por el bien tuyo y el de todos?
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