Chequia se prepara para unas Navidades aguadas por el COVID
Ni mercadillos navideños ni misas ni un largo etcétera de actividades tradicionales de cada fin de año podrán celebrarse por el COVID, o como mucho, lo harán solo a través de internet. A nivel familiar, sin embargo, un sondeo dice que la mayoría de los checos no piensa realizar menos visitas entre parientes o amistades que otras Navidades.
Queda un mes para unas Navidades que nadie pensó hace doce meses que se podrían llegar a vivir. Cuando tradicionalmente las familias empiezan a organizarse para comprar los regalos o preparar dulces navideños, es cuando han tenido que hacerse a la idea de que estas fiestas serán distintas.
Las cifras de nuevos infectados y pacientes hospitalizados por COVID siguen mejorando y desde este lunes en la República Checa se aplican las medidas previstas para el cuarto escenario de mayor riesgo del sistema PES, y no el quinto y máximo, como hasta este pasado domingo. El toque de queda ahora empieza a las 23 horas y no a las 21 horas y a los colegios acuden más alumnos. Además, se pueden realizar actividades culturales y espectáculos, aunque solo online. Pero lo que parece claro es que a cuatro semanas de las fiestas, como mucho podría alcanzarse solo el tercer escenario de riesgo y será inevitable que las celebraciones no se vean afectadas de lleno.
El ministro de Salud, Jan Blatný, sabe que en estas fechas es cuando será más complicado cumplir las normas y recomendaciones de limitación de contactos, especialmente los familiares. Por eso, el Gobierno prevé realizar unas recomendaciones especialmente para Navidad, dijo Blatný a la Televisión Checa.
“Apelaremos y recomendaremos cómo comportarnos también dentro de la familia. Tenemos que ser conscientes de que hay que proteger a los grupos de riesgo como son las personas mayores, o sea, a los abuelos y las abuelas”.
De hecho, un sondeo para la Radio Checa de la agencia Median a más de mil participantes, muestra que, mientras una gran parte de la población cuenta con unas Navidades más tranquilas limitando visitas y reuniones, la mayor parte de la gente no piensa cambiar sus planes, explica Přemysl Čech, director de la agencia.
“El 55% de los encuestados no cuenta con limitar sus contactos entre familiares y amigos. La proporción es mayor entre los jóvenes de entre 18 y 29 años. Son las personas que no van a ponerse la vacuna y que querrían que se relajaran lo más posible las medidas”.
En el otro lado de la balanza, un 43%, que conforman principalmente pensionistas y personas con estudios universitarios, sí apoyan las medidas del Gobierno, ven con buenos ojos la vacuna y prevén limitar sus contactos estas Navidades.
Lo que se limitará sin discusión posible son los eventos públicos. En Praga se pondrá este martes el árbol de Navidad de la Plaza de la Ciudad Vieja sin ningún tipo de acto. La escena será igual de fría en todas las plazas principales de las ciudades, en las que no habrá los tradicionales mercadillos navideños.
De igual forma, los coros de canciones navideñas, tanto profesionales como escolares, tendrán que grabar sus conciertos sin público para después emitirlos por internet. Así sucederá también con los conciertos de Adviento de la Televisión Checa o los de Navidad de la Orquesta Filarmónica Checa, que ya tenían casi agotadas las entradas, pero que solo se podrán ver también precisamente por el canal cultural de la Televisión Checa. Los belenes vivientes o un sinfín de espectáculos para niños, sencillamente, no podrán celebrarse esta vez.
Tampoco las tradicionales misas de Nochebuena tendrán nada que ver con las habituales. Actualmente solo pueden asistir veinte personas a los servicios religiosos. En el caso de llegar al tercer escenario de riesgo, se permitiría un máximo de treinta asistentes. Edward Walczyk, párroco de Kyje, a las afueras de Praga, explicó a la Televisión Checa las alternativas que están barajando.
“Estamos pensando no solo en transmisiones en directo por internet, que ya las estamos haciendo, sino en que después de la misa las personas puedan visitar nuestro templo y dedicar una oración en privado”.
Comercios y restaurantes tienen perspectivas algo mejores. Se prevé que muchas tiendas puedan abrir incluso la semana que viene o algo después, como avanzó –no sin cautela– en rueda de prensa el ministro de Industria y Comercio, Karel Havlíček.
“Se abrirán los restaurantes, aunque sea con un 50% de aforo permitido y un máximo de cuatro personas sentadas en cada mesa”.
Pero hay muchos negocios que ya están perdiendo bastantes ingresos, como las jugueterías, que a estas alturas ya deberían estar funcionando a tope.
En cualquier caso, serán unas Navidades que todos compararán con nostalgia con las pasadas, y que se vivirán, sobre todo, con la esperanza de que no se vuelvan a repetir.