Cuatro años (y una sedición) después (1)
Silvia Viñas: ¡Feliz año! Este es nuestro primer episodio del 2021, y antes de empezar, queremos agradecerles por todo su apoyo del año pasado. Este es nuestro episodio 40, y no sería posible sin ustedes. Y gracias a los que son parte de Deambulantes, nuestras membresías, durante nuestra campaña de recaudación de fondos de fin de año se sumaron mil trescientos nuevos miembros. Logramos recaudar en total ciento cuarenta mil dólares, que junto con la beca de NewsMatch, ¡nos ayudó a duplicar nuestra meta inicial! En nombre de todo el equipo, gracias por ayudarnos a empezar el 2021 con fuerza y a garantizar nuestro periodismo riguroso e independiente.
Audio de archivo, seguidores de Trump: Stop the steal, stop the steal.
Silvia: El 6 de enero, seguidores del presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio.Audio de archivo, seguidores de Trump: Get in here! We're home!
Eliezer Budasoff: Adentro, los congresistas estaban en plena sesión para confirmar a Joe Biden como el ganador de las elecciones de noviembre, una formalidad que suele pasar desapercibida, pero este año fue interrumpida por una multitud de extremistas azuzados por el presidente.
Audio de archivo, seguidor de Trump: The government did this to us! We were normal, good, law abiding citizens and you guys did this to us. We want our country back!
Silvia: Bienvenidos a El hilo, un podcast de Radio Ambulante Estudios. Soy Silvia Viñas.
Eliezer: Y yo soy Eliezer Budasoff. Hoy, la sorprendente precariedad de la democracia más poderosa del mundo, el legado de Trump y una nueva crisis en Estados Unidos.
Es 15 de enero de 2021.
Silvia: María, tú escribiste que los cuatro años de la presidencia de Donald Trump estuvieron marcados por “caos, abuso de poder, corrupción y violencia”, y que hay varios factores que crearon un caldo de cultivo para lo que vimos la semana pasada: el asalto al Capitolio. Repasemos esos momentos de los últimos cuatro años ¿Por dónde empezarías?
María Ramírez: Pues yo empezaría incluso por el día en que Trump tomó posesión.
Audio de archivo, Donald Trump: This American carnage stops right here and stops right now.
María: Él habló de una carnicería americana, que supuestamente iba a resolver, en un discurso muy raro. El expresidente George W. Bush, de hecho, lo definió como “una mierda muy rara” y muy distinto de cualquier discurso que hubiéramos visto antes de un presidente.
Silvia: Ella es María Ramírez.
Maria: Periodista y subdirectora de ElDiario.es. Soy responsable de la sección internacional y he reporteado durante muchos años en Estados Unidos.
Silvia: Trump ya había mostrado que era muy diferente a cualquiera de sus predecesores antes de llegar a la Casa Blanca. Durante esa primera campaña presidencial ya habíamos visto su tono agresivo, sus burlas, insultos y ataques a sus opositores, a la prensa, a minorías. Pero además de confirmar que seguía siendo el mismo Trump de la campaña, María dice que en las primeras horas de su presidencia también vimos otra característica importante de la administración de Trump.
María: La de mentir incluso sobre cosas muy pequeñas. Unas horas después de su toma de posesión, él y su portavoz de entonces se empeñaron en decir que la toma de posesión había tenido el récord de asistencia del público ahí en Washington.
Silvia: Algo que era obvio que era mentira, no solo por las cifras oficiales, sino por las fotos y videos que vimos.
María: Era una mentira sobre algo muy poco importante. Y no tenía ninguna consecuencia. Pero el hecho de que insistieran tanto con tanta beligerancia en afirmar algo que era mentira, pues ya nos indicaba que iba a ser una presidencia muy distinta del resto de las anteriores. De todas las anteriores.
Silvia: Y ahí es donde salió esto de los hechos alternativos, ¿no?
María: Así es. En las primeras horas, ya después de la toma de posesión, Kellyanne Conway, que era una de sus principales asesoras de comunicación, dijo esta frase que luego sería célebre de que la Casa Blanca trataba de ofrecer hechos alternativos a la realidad.
Silvia: Ha sido como parte de la estrategia de Trump con sus seguidores, para manipular la opinión pública y negar lo que reporta la prensa sobre él ¿Cómo ha sido su relación con los medios?
María: Trump tenía muy clara la estrategia, de hecho ha sido muy explícito. Etiquetó a los periodistas como el enemigo del pueblo.
Silvia: Y esta actitud hacia los medios ya se veía durante su campaña y en sus simpatizantes. María recuerda cómo, por ejemplo, en mítines de Trump aparecían sus seguidores y preguntaban por un periodista en específico.
María: Nos dejaban mensajes amenazantes encima de la mesa donde nos sentábamos los periodistas. Esto era algo habitual en los mítines de Trump y igual, algo que no se ha visto en ningún momento de la historia, con ningún presidente, ni demócrata, ni republicano.
Silvia: Y la hostilidad siguió cuando entró a la Casa Blanca…
María: Cada rueda de prensa se convertía en en un intercambio, sobre todo por parte de Trump, de gritos…
Audio de archivo, Donald Trump: Sit down, please, sit down. I didn't call you, I didn't call you.
Audio de archivo, Donald Trump: Wait a minute, I'm not finished, I'm not finished, fake news.
María: De intentar cortar todas las preguntas muchas veces, no dejar que los periodistas terminaran de hacer la pregunta y desde luego, para una parte sustancial de sus seguidores esto ha funcionado.
Silvia: Pero como tú escribiste, esto de mentir descaradamente y de atacar a la prensa no es lo único que nos lleva a lo que pasó la semana pasada. O sea, Trump no está solo, tiene apoyo ¿Qué papel han jugado los miembros de su partido en crear este caldo de cultivo y cómo ha ido evolucionando la relación entre Trump y los legisladores republicanos?
Maria: Sin duda, los legisladores republicanos han apoyado a Trump de manera a veces explícita y a veces implícita, incluso en sus acciones más fuera de la norma, y que ellos sabían que estaba fuera de la norma. Pero es algo que empezó antes de que Trump llegara al poder. Ya veíamos durante la presidencia de Obama que circulaban entre algunos seguidores republicanos teorías muy extremas, nada basadas en la realidad y que los republicanos dejaban correr.
Silvia: Y esa relación entre segmentos del partido republicano y fantasías conspiratorias le abrió el camino a Trump. Recordemos, por ejemplo, la teoría racista de que Barack Obama no había nacido en Estados Unidos.
María: Esto, desde luego, lo apoyó Trump antes de ser candidato y muchos legisladores republicanos, pues lo dejaron pasar. Y esta ha sido un poco la tónica que hemos visto durante sus cuatro años de presidencia. Le han apoyado en iniciativas legislativas y cuando decía algo extremo o completamente fuera de la realidad en un tuit o hacia algo verdaderamente ofensivo, los republicanos solían decir que no habían leído el tweet, que no sabían de lo que estaban hablando, que no era importante. Era un poco la actitud generalizada.
Silvia: Es la misma actitud que hemos visto en estos meses, en cómo algunos legisladores republicanos se han tardado en reconocer la victoria de Joe Biden.
María: Muchos republicanos no han querido llegar tan lejos como para decir sin ninguna prueba que había fraude, pero tampoco lo han desmentido de manera muy clara y de hecho, pues hasta el asalto del Capitolio muchos hicieron lo que ellos consideraban un show sin consecuencias de alargar el debate para hablar de nuevo de alegaciones, acusaciones de fraude aunque no hay ninguna prueba y todos los tribunales de Estados Unidos han rechazado cualquier intento de revertir las elecciones.
Silvia: Y el sistema electoral de Estados Unidos, tan peculiar y diferente a los de otros países, ha dado espacio y tiempo para alimentar el tumulto.
María: Entre que se celebran las elecciones y se toma posesión, pasan dos meses y medio. Esto es una reliquia del pasado, de cuando Estados Unidos, que es un país muy extenso y muy grande, pues obviamente tenía un reto de transporte y el presidente y sus futuros miembros del gabinete tardaban en desplazarse por el país. Por eso se daba este período, que al principio era todavía más largo. La toma de posesión en los orígenes se hacía en marzo. O sea, realmente había mucho tiempo.
Silvia: Y en la historia de la república, salvo pocos incidentes, este periodo de transición no ha sido un problema. En estas elecciones, debido a la pandemia, hubo más votación por correo. Algunos estados pudieron contar esos votos antes del día de la elección. Otros no. Por lo tanto, hubo varios estados, incluyendo Pensilvania y Georgia, que publicaron resultados parciales la noche de la votación, que es algo normal. Sin embargo, fue algo que Trump y su gente utilizaron para generar dudas entre sus seguidores.
En todo caso, según el sistema estadounidense, los resultados no son oficiales hasta que el colegio electoral los confirma en diciembre. Y luego, a principios de enero, el Congreso, en un acto puramente ceremonial, los ratifica.
Este año, esas semanas, meses, le dieron espacio a Trump y a sus simpatizantes para que siguieran acusando, sin pruebas, que hubo fraude. Cuando las cortes, muchas veces con jueces republicanos, rechazaban sus juicios, los acusaban de ser vendidos, o parte de una conspiración. Así alimentaron el descontento, la rabia. Y esto culminó en la mañana del 6 de enero, cuando el mismo Trump animó a los manifestantes a marchar al Capitolio.
María me hizo notar que en ese discurso, Trump habló en plural.
María: Como si él fuera a ir, aunque en realidad él no fue. Luego se fue a la Casa Blanca y lo vio desde la tele. Les dijo que tenían que ser más fuertes, que la fuerza era lo que se esperaba de ellos, que las reglas ordinarias no aplicaban en circunstancias excepcionales. Esto lo dijo para criticar a su vicepresidente, pero estaba haciendo una llamada a no respetar las reglas y que si los seguidores no hacían nada iban a perder su país.
Silvia: ¿Qué se sabe sobre cómo estos grupos organizaron todo lo de ese día y la irrupción en el Capitolio?
María: Se organizaron sobre todo en redes sociales, en Twitter, Facebook, en Parler. Y ahí y en otros foros, en chats, en whatsapps, se organizaron con detalles como: cómo llevar armas. Organizaban grupos, por ejemplo, pools de automóviles para evitar los controles de los aeropuertos. Luego, en el momento en sí, de aquel día, se iban pasando estos mensajes a través de todas las redes sociales que desde luego han sido un vehículo muy útil para estos grupos para organizarse en tiempo real.
Silvia: Y dentro del Capitolio hicieron streamings que subían a sus redes.
Hasta ahora han arrestado a más de ochenta personas, pero aún se está investigando cómo se planeó el asalto al Capitolio y qué grupos estuvieron involucrados. El Pentágono, el FBI y Twitter han advertido que se están planeando nuevas revueltas y protestas armadas en los capitolios de todo el país para estos próximos días, hasta la toma de posesión del 20. Ahora, las escenas de la toma del Capitolio, en cierto sentido, nos recordaron a lo que pasó en el 2017 en Charlottesville.
Audio de archivo, presentadora: La tensión sigue respirandose en la ciudad de Charlottesville Virginia, tras los violentos sucesos ocurridos durante la marcha de supremacistas blancos.
Noticiero 2: Marcharon no sólo alegando defender la raza blanca, sino también contra la propuesta de retirar una estatua.
Noticiero 3: En donde también un auto se abalanzó sobre la multitud dejando por lo menos un muerto y diecinueve heridos.