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Cipión y Berganza o El coloquio de los perros - Cervantes, El coloquio de los perros (9)

El coloquio de los perros (9)

BERGANZA.—«Como mi amo era mezquino, como lo son todos los de su casta, sustentábame con pan de mijo y con algunas sobras de zahínas, común sustento suyo; pero esta miseria me ayudó a llevar el cielo por un modo tan estraño como el que ahora oirás.

»Cada mañana, juntamente con el alba, amanecía sentado al pie de un granado, de muchos que en la huerta había, un mancebo, al parecer estudiante, vestido de bayeta, no tan negra ni tan peluda que no pareciese parda y tundida. Ocupábase en escribir en un cartapacio y de cuando en cuando se daba palmadas en la frente y se mordía las uñas, estando mirando al cielo; y otras veces se ponía tan imaginativo, que no movía pie ni mano, ni aun las pestañas: tal era su embelesamiento. Una vez me llegué junto a él, sin que me echase de ver; oíle murmurar entre dientes, y al cabo de un buen espacio dio una gran voz, diciendo: ¡Vive el Señor, que es la mejor octava que he hecho en todos los días de mi vida! Y, escribiendo apriesa en su cartapacio, daba muestras de gran contento; todo lo cual me dio a entender que el desdichado era poeta. Hícele mis acostumbradas caricias, por asegurarle de mi mansedumbre; echéme a sus pies, y él, con esta seguridad, prosiguió en sus pensamientos y tornó a rascarse la cabeza y a sus arrobos, y a volver a escribir lo que había pensado. Estando en esto, entró en la huerta otro mancebo, galán y bien aderezado, con unos papeles en la mano, en los cuales de cuando en cuando leía. Llegó donde estaba el primero y díjole: "¿Habéis acabado la primera jornada?". "Ahora le di fin —respondió el poeta—, la más gallardamente que imaginarse puede". "¿De qué manera? ", preguntó el segundo. "Désta —respondió el primero—: Sale Su Santidad del Papa vestido de pontifical, con doce cardenales, todos vestidos de morado, porque cuando sucedió el caso que cuenta la historia de mi comedia era tiempo de mutatio caparum, en el cual los cardenales no se visten de rojo, sino de morado; y así, en todas maneras conviene, para guardar la propiedad, que estos mis cardenales salgan de morado; y éste es un punto que hace mucho al caso para la comedia; y a buen seguro dieran en él, y así hacen a cada paso mil impertinencias y disparates. Yo no he podido errar en esto, porque he leído todo el ceremonial romano, por sólo acertar en estos vestidos". "Pues ¿de dónde queréis vos —replicó el otro— que tenga mi autor vestidos morados para doce cardenales?". "Pues si me quita uno tan sólo —respondió el poeta—, así le daré yo mi comedia como volar. ¡Cuerpo de tal! ¿Esta apariencia tan grandiosa se ha de perder? Imaginad vos desde aquí lo que parecerá en un teatro un Sumo Pontífice con doce graves cardenales y con otros ministros de acompañamiento que forzosamente han de traer consigo. ¡Vive el cielo, que sea uno de los mayores y más altos espectáculos que se haya visto en comedia, aunque sea la del Ramillete de Daraja!"

»Aquí acabé de entender que el uno era poeta y el otro comediante. El comediante aconsejó al poeta que cercenase algo de los cardenales, si no quería imposibilitar al autor el hacer la comedia. A lo que dijo el poeta que le agradeciesen que no había puesto todo el cónclave que se halló junto al acto memorable que pretendía traer a la memoria de las gentes en su felicísima comedia. Rióse el recitante y dejóle en su ocupación por irse a la suya, que era estudiar un papel de una comedia nueva. El poeta, después de haber escrito algunas coplas de su magnífica comedia, con mucho sosiego y espacio sacó de la faldriquera algunos mendrugos de pan y obra de veinte pasas, que, a mi parecer, entiendo que se las conté, y aun estoy en duda si eran tantas, porque juntamente con ellas hacían bulto ciertas migajas de pan que las acompañaban. Sopló y apartó las migajas, y una a una se comió las pasas y los palillos, porque no le vi arrojar ninguno, ayudándolas con los mendrugos, que morados con la borra de la faldriquera, parecían mohosos, y eran tan duros de condición que, aunque él procuró enternecerlos, paseándolos por la boca una y muchas veces, no fue posible moverlos de su terquedad; todo lo cual redundó en mi provecho, porque me los arrojó, diciendo: ¡To, to! Toma, que buen provecho te hagan. ¡Mirad —dije entre mí— qué néctar o ambrosía me da este poeta, de los que ellos dicen que se mantienen los dioses y su Apolo allá en el cielo! En fin, por la mayor parte, grande es la miseria de los poetas, pero mayor era mi necesidad, pues me obligó a comer lo que él desechaba. En tanto que duró la composición de su comedia, no dejó de venir a la huerta ni a mí me faltaron mendrugos, porque los repartía conmigo con mucha liberalidad, y luego nos íbamos a la noria, donde, yo de bruces y él con un cangilón, satisfacíamos la sed como unos monarcas. Pero faltó el poeta y sobró en mí la hambre tanto, que determiné dejar al morisco y entrarme en la ciudad a buscar ventura, que la halla el que se muda.

»Al entrar de la ciudad vi que salía del famoso monasterio de San Jerónimo mi poeta, que como me vio se vino a mí con los brazos abiertos, y yo me fui a él con nuevas muestras de regocijo por haberle hallado. Luego, al instante comenzó a desembaular pedazos de pan, más tiernos de los que solía llevar a la huerta, y a entregarlos a mis dientes sin repasarlos por los suyos: merced que con nuevo gusto satisfizo mi hambre. Los tiernos mendrugos, y el haber visto salir a mi poeta del monasterio dicho, me pusieron en sospecha de que tenía las musas vergonzantes, como otros muchos las tienen.

»Encaminóse a la ciudad, y yo le seguí con determinación de tenerle por amo si él quisiese, imaginando que de las sobras de su castillo se podía mantener mi real; porque no hay mayor ni mejor bolsa que la de la caridad, cuyas liberales manos jamás están pobres; y así, no estoy bien con aquel refrán que dice: "Más da el duro que el desnudo", como si el duro y avaro diese algo, como lo da el liberal desnudo, que, en efeto, da el buen deseo cuando más no tiene. De lance en lance, paramos en la casa de un autor de comedias que, a lo que me acuerdo, se llamaba Angulo el Malo, [...] de otro Angulo, no autor, sino representante, el más gracioso que entonces tuvieron y ahora tienen las comedias. Juntóse toda la compañía a oír la comedia de mi amo, que ya por tal le tenía; y, a la mitad de la jornada primera, uno a uno y dos a dos, se fueron saliendo todos, excepto el autor y yo, que servíamos de oyentes. La comedia era tal, que, con ser yo un asno en esto de la poesía, me pareció que la había compuesto el mismo Satanás, para total ruina y perdición del mismo poeta, que ya iba tragando saliva, viendo la soledad en que el auditorio le había dejado; y no era mucho, si el alma, présaga, le decía allá dentro la desgracia que le estaba amenazando, que fue volver todos los recitantes, que pasaban de doce, y, sin hablar palabra, asieron de mi poeta, y si no fuera porque la autoridad del autor, llena de ruegos y voces, se puso de por medio, sin duda le mantearan. Quedé yo del caso pasmado; el autor, desabrido; los farsantes, alegres, y el poeta, mohíno; el cual, con mucha paciencia, aunque algo torcido el rostro, tomó su comedia, y, encerrándosela en el seno, medio murmurando, dijo: No es bien echar las margaritas a los puercos. Y con esto se fue con mucho sosiego.

»Yo, de corrido, ni pude ni quise seguirle; y acertélo, a causa que el autor me hizo tantas caricias que me obligaron a que con él me quedase, y en menos de un mes salí grande entremesista y gran farsante de figuras mudas. Pusiéronme un freno de orillos y enseñáronme a que arremetiese en el teatro a quien ellos querían; de modo que, como los entremeses solían acabar por la mayor parte en palos, en la compañía de mi amo acababan en zuzarme, y yo derribaba y atropellaba a todos, con que daba que reír a los ignorantes y mucha ganancia a mi dueño.»

¡Oh Cipión, quién te pudiera contar lo que vi en ésta y en otras dos compañías de comediantes en que anduve! Mas, por no ser posible reducirlo a narración sucinta y breve, lo habré de dejar para otro día, si es que ha de haber otro día en que nos comuniquemos ¿Vees cuán larga ha sido mi plática? ¿Vees mis muchos y diversos sucesos? ¿Consideras mis caminos y mis amos tantos? Pues todo lo que has oído es nada, comparado a lo que te pudiera contar de lo que noté, averigüé y vi desta gente: su proceder, su vida, sus costumbres, sus ejercicios, su trabajo, su ociosidad, su ignorancia y su agudeza, con otras infinitas cosas: unas para decirse al oído y otras para aclamallas en público, y todas para hacer memoria dellas y para desengaño de muchos que idolatran en figuras fingidas y en bellezas de artificio y de transformación.

CIPIÓN.—Bien se me trasluce, Berganza, el largo campo que se te descubría para dilatar tu plática, y soy de parecer que la dejes para cuento particular y para sosiego no sobresaltado.

BERGANZA.—Sea así, y escucha.

«Con una compañía llegué a esta ciudad de Valladolid, donde en un entremés me dieron una herida que me llegó casi al fin de la vida; no pude vengarme, por estar enfrenado entonces, y después, a sangre fría, no quise: que la venganza pensada arguye crueldad y mal ánimo. Cansóme aquel ejercicio, no por ser trabajo, sino porque veía en él cosas que juntamente pedían enmienda y castigo; y, como a mí estaba más el sentillo que el remediallo, acordé de no verlo; y así, me acogí a sagrado, como hacen aquellos que dejan los vicios cuando no pueden ejercitallos, aunque más vale tarde que nunca. Digo, pues, que, viéndote una noche llevar la linterna con el buen cristiano Mahudes, te consideré contento y justa y santamente ocupado; y lleno de buena envidia quise seguir tus pasos, y con esta loable intención me puse delante de Mahudes, que luego me eligió para tu compañero y me trujo a este hospital. Lo que en él me ha sucedido no es tan poco que no haya menester espacio para contallo, especialmente lo que oí a cuatro enfermos que la suerte y la necesidad trujo a este hospital, y a estar todos cuatro juntos en cuatro camas apareadas.»

Perdóname, porque el cuento es breve, y no sufre dilación, y viene aquí de molde.

CIPIÓN.—Sí perdono. Concluye, que, a lo que creo, no debe de estar lejos el día.

BERGANZA.—«Digo que en las cuatro camas que están al cabo desta enfermería, en la una estaba un alquimista, en la otra un poeta, en la otra un matemático y en la otra uno de los que llaman arbitristas.»

CIPIÓN.—Ya me acuerdo haber visto a esa buena gente.

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El coloquio de los perros (9) Das Kolloquium der Hunde (9) The Colloquy of the Dogs (9) O Colóquio dos Cães (9) Беседа с собаками (9)

BERGANZA.—«Como mi amo era mezquino, como lo son todos los de su casta, sustentábame con pan de mijo y con algunas sobras de zahínas, común sustento suyo; pero esta miseria me ayudó a llevar el cielo por un modo tan estraño como el que ahora oirás. ||||||||||||||sustained me||||millet||||||corn husks||sustenance|||this|||||||||||||||||

»Cada mañana, juntamente con el alba, amanecía sentado al pie de un granado, de muchos que en la huerta había, un mancebo, al parecer estudiante, vestido de bayeta, no tan negra ni tan peluda que no pareciese parda y tundida. ||||||dawn||||||pomegranate|||||||||young man||||||cloth|||||||||seemed|||shorn Ocupábase en escribir en un cartapacio y de cuando en cuando se daba palmadas en la frente y se mordía las uñas, estando mirando al cielo; y otras veces se ponía tan imaginativo, que no movía pie ni mano, ni aun las pestañas: tal era su embelesamiento. He occupied himself|||||folder|||||||||||||||||||||||||||imaginative||||||||||||||fascination Una vez me llegué junto a él, sin que me echase de ver; oíle murmurar entre dientes, y al cabo de un buen espacio dio una gran voz, diciendo: ¡Vive el Señor, que es la mejor octava que he hecho en todos los días de mi vida! |||||||||||||heard||||||||||||||||||||||||||||||||| Y, escribiendo apriesa en su cartapacio, daba muestras de gran contento; todo lo cual me dio a entender que el desdichado era poeta. |||||portfolio||||||||||||||||| Hícele mis acostumbradas caricias, por asegurarle de mi mansedumbre; echéme a sus pies, y él, con esta seguridad, prosiguió en sus pensamientos y tornó a rascarse la cabeza y a sus arrobos, y a volver a escribir lo que había pensado. |||||to assure||||I threw myself||||||||||||||||scratch||||||ecstasies||||||||| Estando en esto, entró en la huerta otro mancebo, galán y bien aderezado, con unos papeles en la mano, en los cuales de cuando en cuando leía. ||||||||young man||||dressed up|||||||||||||| Llegó donde estaba el primero y díjole: "¿Habéis acabado la primera jornada?". "Ahora le di fin —respondió el poeta—, la más gallardamente que imaginarse puede". "¿De qué manera? ", preguntó el segundo. "Désta —respondió el primero—: Sale Su Santidad del Papa vestido de pontifical, con doce cardenales, todos vestidos de morado, porque cuando sucedió el caso que cuenta la historia de mi comedia era tiempo de mutatio caparum, en el cual los cardenales no se visten de rojo, sino de morado; y así, en todas maneras conviene, para guardar la propiedad, que estos mis cardenales salgan de morado; y éste es un punto que hace mucho al caso para la comedia; y a buen seguro dieran en él, y así hacen a cada paso mil impertinencias y disparates. ||||||||Pope|||pontifical|||cardinals||||||||||||||||||||change of robes|cape||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||impertinences||nonsense Yo no he podido errar en esto, porque he leído todo el ceremonial romano, por sólo acertar en estos vestidos". ||||||||||||ceremonial|Roman|||||| "Pues ¿de dónde queréis vos —replicó el otro— que tenga mi autor vestidos morados para doce cardenales?". "Well, where do you want me to get purple garments for twelve cardinals?" replied the other. "Pues si me quita uno tan sólo —respondió el poeta—, así le daré yo mi comedia como volar. "Well, if you take just one from me —the poet replied—, I will give you my comedy just as easily as flying." ¡Cuerpo de tal! By the body of such! ¿Esta apariencia tan grandiosa se ha de perder? |||grand|||| Imaginad vos desde aquí lo que parecerá en un teatro un Sumo Pontífice con doce graves cardenales y con otros ministros de acompañamiento que forzosamente han de traer consigo. Imagine||||||will seem||||||Pope|||||||||||||||| ¡Vive el cielo, que sea uno de los mayores y más altos espectáculos que se haya visto en comedia, aunque sea la del Ramillete de Daraja!" |||||||||||||||||||||||||Daraja

»Aquí acabé de entender que el uno era poeta y el otro comediante. |I finished||||||||||| El comediante aconsejó al poeta que cercenase algo de los cardenales, si no quería imposibilitar al autor el hacer la comedia. |comedian|||||to cut||||||||to make impossible|||||| The comedian advised the poet to cut down on some of the cardinals if he didn't want to make it impossible for the author to create the comedy. A lo que dijo el poeta que le agradeciesen que no había puesto todo el cónclave que se halló junto al acto memorable que pretendía traer a la memoria de las gentes en su felicísima comedia. ||||||||they thanked|||||||conclave|||||||||||||||||||| To which the poet replied that he should be thanked for not including the entire conclave that was present at the memorable act he intended to bring to the memory of the people in his most fortunate comedy. Rióse el recitante y dejóle en su ocupación por irse a la suya, que era estudiar un papel de una comedia nueva. ||reciter||||||||||||||||||| The reciter laughed and left him to his task to go to his own, which was to study a role in a new comedy. El poeta, después de haber escrito algunas coplas de su magnífica comedia, con mucho sosiego y espacio sacó de la faldriquera algunos mendrugos de pan y obra de veinte pasas, que, a mi parecer, entiendo que se las conté, y aun estoy en duda si eran tantas, porque juntamente con ellas hacían bulto ciertas migajas de pan que las acompañaban. ||||||||||||||||||||||bread crusts||||||||||||||||||||||||||||||||||||| Sopló y apartó las migajas, y una a una se comió las pasas y los palillos, porque no le vi arrojar ninguno, ayudándolas con los mendrugos, que morados con la borra de la faldriquera, parecían mohosos, y eran tan duros de condición que, aunque él procuró enternecerlos, paseándolos por la boca una y muchas veces, no fue posible moverlos de su terquedad; todo lo cual redundó en mi provecho, porque me los arrojó, diciendo: ¡To, to! |||||||||||||||sticks|||||||helping them|||bread crusts|||||mold|||||moldy|||||||||||to soften them|them|||||||||||to move them|||stubbornness||||resulted|||||||||| Toma, que buen provecho te hagan. ¡Mirad —dije entre mí— qué néctar o ambrosía me da este poeta, de los que ellos dicen que se mantienen los dioses y su Apolo allá en el cielo! |||||nectar||||||||||||||||||||||| En fin, por la mayor parte, grande es la miseria de los poetas, pero mayor era mi necesidad, pues me obligó a comer lo que él desechaba. ||||||||||||||||||||||||||discarded En tanto que duró la composición de su comedia, no dejó de venir a la huerta ni a mí me faltaron mendrugos, porque los repartía conmigo con mucha liberalidad, y luego nos íbamos a la noria, donde, yo de bruces y él con un cangilón, satisfacíamos la sed como unos monarcas. ||||||||||||||||||||were missing|||||||||||||||waterwheel|||||||||bucket|we satisfied||||| As long as the composition of his comedy lasted, he did not fail to come to the orchard, nor did I lack scraps, because he shared them with me very generously, and then we would go to the waterwheel, where, I on my knees and he with a bucket, we quenched our thirst like monarchs. Pero faltó el poeta y sobró en mí la hambre tanto, que determiné dejar al morisco y entrarme en la ciudad a buscar ventura, que la halla el que se muda. |||||was left||||||||||||to enter||||||||||||| But the poet was absent and my hunger increased so much that I decided to leave the Moor and go into the city to seek my fortune, for it is found by those who change.

»Al entrar de la ciudad vi que salía del famoso monasterio de San Jerónimo mi poeta, que como me vio se vino a mí con los brazos abiertos, y yo me fui a él con nuevas muestras de regocijo por haberle hallado. |||||||||||||Jerome|||||||||||||||||||||||||||| As I entered the city, I saw my poet coming out of the famous monastery of San Jerónimo, and when he saw me, he came to me with open arms, and I went to him with new signs of joy for having found him. Luego, al instante comenzó a desembaular pedazos de pan, más tiernos de los que solía llevar a la huerta, y a entregarlos a mis dientes sin repasarlos por los suyos: merced que con nuevo gusto satisfizo mi hambre. |||||unwrap||||||||||||||||to deliver them|||||to chew|||||||||satisfied|| Los tiernos mendrugos, y el haber visto salir a mi poeta del monasterio dicho, me pusieron en sospecha de que tenía las musas vergonzantes, como otros muchos las tienen. ||crumbs||||||||||||||||||||muses|embarrassed|||||

»Encaminóse a la ciudad, y yo le seguí con determinación de tenerle por amo si él quisiese, imaginando que de las sobras de su castillo se podía mantener mi real; porque no hay mayor ni mejor bolsa que la de la caridad, cuyas liberales manos jamás están pobres; y así, no estoy bien con aquel refrán que dice: "Más da el duro que el desnudo", como si el duro y avaro diese algo, como lo da el liberal desnudo, que, en efeto, da el buen deseo cuando más no tiene. He set off|||||||||||||||||||||leftovers||||||||||||||||||||||liberals|||||||||||||||||||||naked||||||greedy||||||||||||||||||| De lance en lance, paramos en la casa de un autor de comedias que, a lo que me acuerdo, se llamaba Angulo el Malo, [...] de otro Angulo, no autor, sino representante, el más gracioso que entonces tuvieron y ahora tienen las comedias. ||||we stopped|||||||||||||||||Angle|||||||||||||||||||| Juntóse toda la compañía a oír la comedia de mi amo, que ya por tal le tenía; y, a la mitad de la jornada primera, uno a uno y dos a dos, se fueron saliendo todos, excepto el autor y yo, que servíamos de oyentes. Joined||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||served||listeners La comedia era tal, que, con ser yo un asno en esto de la poesía, me pareció que la había compuesto el mismo Satanás, para total ruina y perdición del mismo poeta, que ya iba tragando saliva, viendo la soledad en que el auditorio le había dejado; y no era mucho, si el alma, présaga, le decía allá dentro la desgracia que le estaba amenazando, que fue volver todos los recitantes, que pasaban de doce, y, sin hablar palabra, asieron de mi poeta, y si no fuera porque la autoridad del autor, llena de ruegos y voces, se puso de por medio, sin duda le mantearan. ||||||||||||||||||||||||||||ruin|||||||gulping saliva|saliva||||||||||||||||||omen||||||||||threatening||||||reciters|||||||||they grabbed||||||||||||||||||||||||||they would beat Quedé yo del caso pasmado; el autor, desabrido; los farsantes, alegres, y el poeta, mohíno; el cual, con mucha paciencia, aunque algo torcido el rostro, tomó su comedia, y, encerrándosela en el seno, medio murmurando, dijo: No es bien echar las margaritas a los puercos. ||||dumbfounded|||bland||frauds|||||sullen|||||||||||||||locking it up|||||||||||||||pigs Y con esto se fue con mucho sosiego. And with this he left with much calmness.

»Yo, de corrido, ni pude ni quise seguirle; y acertélo, a causa que el autor me hizo tantas caricias que me obligaron a que con él me quedase, y en menos de un mes salí grande entremesista y gran farsante de figuras mudas. ||||||||||||||||||||||||||||||||||||intermission performer|||fars|||mutes I, without hesitation, could neither follow him nor did I want to; and I succeeded, because the author made so many affectionate gestures towards me that I was forced to stay with him, and in less than a month, I became a great performer of interludes and a great pretender of silent figures. Pusiéronme un freno de orillos y enseñáronme a que arremetiese en el teatro a quien ellos querían; de modo que, como los entremeses solían acabar por la mayor parte en palos, en la compañía de mi amo acababan en zuzarme, y yo derribaba y atropellaba a todos, con que daba que reír a los ignorantes y mucha ganancia a mi dueño.» ||||curb||they taught|||charged|||||||||||||intermissions|||||||||||||||||to beat me|||||ran over|||||||||||||||| They put a bridle on me and taught me to charge at the theater at whom they wanted; so that, as the interludes usually ended mostly in blows, in my master's company, they ended up beating me, and I knocked down and trampled everyone, which made the ignorant laugh and brought great profit to my master.

¡Oh Cipión, quién te pudiera contar lo que vi en ésta y en otras dos compañías de comediantes en que anduve! |||||||||||||||||comedians||| Mas, por no ser posible reducirlo a narración sucinta y breve, lo habré de dejar para otro día, si es que ha de haber otro día en que nos comuniquemos ¿Vees cuán larga ha sido mi plática? |||||to reduce it||||||||||||||||||||||||let's communicate||||||| But, since it is not possible to reduce it to a succinct and brief narration, I will have to leave it for another day, if there is to be another day when we communicate. Do you see how long my talk has been? ¿Vees mis muchos y diversos sucesos? Do you see my many and diverse events? ¿Consideras mis caminos y mis amos tantos? |||||lords| Do you consider my paths and my many masters? Pues todo lo que has oído es nada, comparado a lo que te pudiera contar de lo que noté, averigüé y vi desta gente: su proceder, su vida, sus costumbres, sus ejercicios, su trabajo, su ociosidad, su ignorancia y su agudeza, con otras infinitas cosas: unas para decirse al oído y otras para aclamallas en público, y todas para hacer memoria dellas y para desengaño de muchos que idolatran en figuras fingidas y en bellezas de artificio y de transformación. |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||aclamar en público|||||||||||disillusionment||||idolize||||||||||| Well, everything you've heard is nothing compared to what I could tell you about what I noticed, found out, and saw about these people: their behavior, their lives, their customs, their activities, their work, their idleness, their ignorance and their sharpness, among other countless things: some to whisper in one's ear and others to proclaim publicly, and all to remember and to enlighten many who idolize false figures and the beauties of artifice and transformation.

CIPIÓN.—Bien se me trasluce, Berganza, el largo campo que se te descubría para dilatar tu plática, y soy de parecer que la dejes para cuento particular y para sosiego no sobresaltado. ||||reveals||||||||||to delay||||||||||||||||| CIPIÓN.—I can see the extensive field that opens up for you to expand your talk, Berganza, and I believe it is best to keep it for a private story and for a calm not disrupted.

BERGANZA.—Sea así, y escucha. BERGANZA.—So be it, and listen.

«Con una compañía llegué a esta ciudad de Valladolid, donde en un entremés me dieron una herida que me llegó casi al fin de la vida; no pude vengarme, por estar enfrenado entonces, y después, a sangre fría, no quise: que la venganza pensada arguye crueldad y mal ánimo. ||||||||||||intermission|||||||||||||||||||restrained||||||||||||thought|argues|||| Cansóme aquel ejercicio, no por ser trabajo, sino porque veía en él cosas que juntamente pedían enmienda y castigo; y, como a mí estaba más el sentillo que el remediallo, acordé de no verlo; y así, me acogí a sagrado, como hacen aquellos que dejan los vicios cuando no pueden ejercitallos, aunque más vale tarde que nunca. It tired me||||||||||||||||amendment||||||||||little feeling|||remedy||||||||I took refuge|||||||||vices||||little exercises|||||| Digo, pues, que, viéndote una noche llevar la linterna con el buen cristiano Mahudes, te consideré contento y justa y santamente ocupado; y lleno de buena envidia quise seguir tus pasos, y con esta loable intención me puse delante de Mahudes, que luego me eligió para tu compañero y me trujo a este hospital. |||seeing you||||||||||Mahudes||I considered|||||saintly||||||||||||||worthy||||||||||||||||||| Lo que en él me ha sucedido no es tan poco que no haya menester espacio para contallo, especialmente lo que oí a cuatro enfermos que la suerte y la necesidad trujo a este hospital, y a estar todos cuatro juntos en cuatro camas apareadas.» |||||||||||||||||tell it|||||||||||||||||||||||||||twin

Perdóname, porque el cuento es breve, y no sufre dilación, y viene aquí de molde. |||||||||delay||||| Forgive me, because the story is brief, and it does not suffer delays, and it comes here as a mold.

CIPIÓN.—Sí perdono. ||I forgive CIPIÓN.—Yes, I forgive. Concluye, que, a lo que creo, no debe de estar lejos el día. Conclude, for, as I believe, the day cannot be far off.

BERGANZA.—«Digo que en las cuatro camas que están al cabo desta enfermería, en la una estaba un alquimista, en la otra un poeta, en la otra un matemático y en la otra uno de los que llaman arbitristas.» ||||||||||||nursing||||||alchemist||||||||||||||||||||arbiters

CIPIÓN.—Ya me acuerdo haber visto a esa buena gente.