La Cabecilla del Parador Episodio 9
Capítulo Once
Aguas Calientes: Casona de Stan Wilkinson: Siete y cuarenta y tres de la noche 7:43 p.m. /27 de enero: 1974
Míster Están estaba sentado en el sofá de cuero en la sala viendo las noticias en la televisión cuando de pronto se interrumpió la transmisión y salió el presidente Ríos Monte.
Locutor:
Amigos paradorenses. Interrumpimos este programa y le cedemos la palabra a nuestro general, el presidente de la República, Luís Aberto Ríos-Monte quien les trae un mensaje de suma urgencia. Adelante Control.
(Sale Luís Alberto Ríos-Monte, cuarenta y ocho años de edad, hombre distinguido, bronceado de pelo negro grueso y brilloso, peinado para atrás, bigote grueso minuciosamente recortado. En la mano derecha, lleva un bastón, "el sagrado bastón de la autoridad". El distinguido presidente está vestido con su ropa de militar. Los galones muestran su rango de general-almirante del ejército. El presidente está sentado en un escritorio amplio de madera fina. La silla en que está sentado es de oro, oro de las minas de la Parador Mining Company, donde trabajan los serranos en tres turnos, las veinte y cuatro horas al día. La bandera de la patria está detrás del presidente a mano derecha. La bandera tiene tres rayas horizontales, una de color verde, color de la selva, la segunda de color rojo, de la tierra serrana, y la tercera de color blanco, que representa la nieve en las crestas de las montañas de la sierra con la insignia de los tres pilares: el primer pilar de la patria, el segundo pilar del orden y el tercer pilar de Dios)
El Presidente Ríos Monte:
Queridos ciudadanos: Salgo esta noche en la televisión para hablarles de los últimos esfuerzos de las fuerzas del orden para poner paro a los avances de los terroristas que quieren echar a perder todo lo bueno de nuestra querida República del Parador. Como ya saben, están actuando y conspirando en nuestra nación elementos marxistas comunistas, ateos quienes blasfeman contra Dios, destruyen nuestros medios de comunicación volando torres, matando gente inocente en las calles y solicitando la ayuda invitando a que vengan los soviéticos a cambiar nuestro estilo de vida. No respetan las buenas costumbres. Esas abominables criaturas del terror y la miseria, que no dan la cara, que se tapan los rostros con sus capuchas, son un cancer que corroe los tres pilares de nuestra sociedad: La Patria, El orden, y Dios. Desde que el mundo es mundo y desde que Jehová le dió a Moisés las tablas de los diez mandamientos, todos los pueblos que han respetado los tres pilares han prosperado.
El Parador es un país maravilloso. Su gente, sus costumbres, su música, su gastronomía y la belleza de sus paisajes, pues, no tienen comparación. Pero hay quienes que quieren destruir lo que Dios nos ha dado. En este momento me dirijo a todas las madres que me están viendo en esta transmisión. Si sus niños están presentes con ustedes mirándome en la pantalla, les pido que retiren a sus criaturas para que no sean testigos de las imágenes que van a salir en la televisión en unos instantes......... Les pido disculpas por lo traumitizantes que son las fotos que ustedes están viendo. El hombre ahorcado en la plaza de armas es el alcalde del pueblo de Colonia Vela de la región de Apucucho. Durante la noche del viernes, hace dos días, los terrucos del grupo comunista, Camino Encendido bajaron de los cerros y mataron a don Sergio Balaguer, alcalde de Colonia Vela, líder de la comunidad, presidente de la Parador Mining Company, creador de trabajos, diácono de su congregación de la parroquia, Mater Puríssima, padre de Jorge, 7 siete años y Leticia 9 nueve años, y fiel esposo de Hortensia Emilia Consigliere de Balaguer. De ahí, los terrucos mataron a 29 veintinueve personas inocentes, quitándoles a nuestros ciudadanos campesinos sus gallinas, sus terneras, su dinero y sus vidas.
Estos son días oscuros en nuestro querido Parador pero no hay que perder la esperanza, queridos ciudadanos. En este preciso momento, nuestras fuerzas del orden están cumpliendo con su deber, están actuando por el bien del país, han salido a las calles y están restaurando el orden. Aqui en San Lucas y en todas las ciudades he tomado la difícil decisión de imponer la ley marcial por un tiempo indefinido. Los tres fundamentos de la ley marcial son los siguientes:
Uno: A partir de las 8:30 p.m. ocho y treinta en punto de cada noche, habrá toque de queda. Todo ciudadano que se encuentre fuera de su domicilio será detenido. Se le ruega con urgencia a todo ciudadano al momento de su detención de no intentar huirse ya que los agentes de la T.O.P.E tienen órdenes de disparar.
Dos: Desde este momento queda absolutamente prohibido reunirse más de ocho personas en público ni en residencias particulares, con la excepción de los negocios y asociaciones habituales como clubes nocturnos, las misas, matrimonios, celebraciones de primera comunión, y eventos deportivos. Eso sí. Todo negocio cerrará sus puertas a las ocho en punto de la noche. 8 p.m.
Tres: En determinados puestos de la ciudad y en todos los vecindarios,
se registrarán a las personas de acuerdo al buen juicio de los soldados que están de turno al momento.
Y ahora, querido ciudadano, primo hermano en la democracia y las buenas costumbres de nuestra patria, te pido que te unas a la lucha antisubversiva, por el bien de tu familia, de tu esposa, la madre de tus hijos. Cualquier persona, cualquier acción o movimiento que te parezca sospechoso, te ruego que hagas la denuncia a las autoridades de inmediato. Para que nuestro Parador salga de esta crisis, necesitamos que tú, primo hermano, asumas tu responsabilidad cívica y ayudes a nuestros soldados defensores heróicos de la patria a poner de nuevo a nuestra nación en el buen camino que Dios, nuestro señor nos ha mostrado y nosotros nos hemos olvidado.
Los días que vienen van a ser duros. Pero con nuestra convicción democrática y nuestro amor por la patria, Dios nos mostrará el buen camino y nos guiará a la luz. Querido ciudadano. Que pases muy buenas noches en unión de tu familia y que la Santa Vírgen nos ampare a todos. Viva la República del Parador.