¿Cuánto DEPENDE la economía CHINA de HONG KONG? - VisualPolitik
(Tal y como os contamos, el día 30 de junio del 2020, todo cambió en Hong Kong. Ese día,
un martes que pasará a la historia como una jornada triste para la democracia, el Partido
Comunista de China de una vez por todas dio por finiquitado el modelo, la política de
un "un país, dos sistemas".
No lo hizo, como algunos esperaban, mediante una impactante ocupación de tropas ni nada
por el estilo, sino mediante una gris votación en “El Comité Permanente de la Asamblea
Nacional Popular”, lo que viene a ser el Parlamento de China. Esa votación ratificó
la entrada en vigor de una nueva ley de seguridad en la excolonia británica.)
Queridos amigos, hablamos de una nueva ley que en la práctica y entre otras cosas ha
puesto punto y final a la libertad de expresión, manifestación o asociación política que
durante décadas convirtió a Hong Kong en uno de los territorios más libres de todo
el planeta.
De esta forma, desde el día 1 de julio cualquier plataforma social, medio de comunicación,
empresa editorial o centro educativo está en el punto de mira de la dictadura china.
Para que os hagáis una idea, con esta ley, que será aplicada por tribunales y fuerzas
de seguridad especiales y controladas directamente por Pekín, cualquier acción que el régimen
chino considere que promueve la sedición, la subversión, el separatismo o la colusión
con fuerzas extranjeras puede terminar en duras penas de cárcel e incluso en la cadena
perpetua.
Amigos, la ley de Seguridad es un cheque en blanco para que el gobierno chino pueda perseguir
en Hong Kong a cualquier persona o movimiento que le sea incomodo.
Y, por supuesto, tal y cómo os podéis imaginar su uso no se ha hecho esperar: represión
y miedo son dos términos que ahora se han convertido en parte de la vida cotidiana en
este enclave en el Mar del Sur de China.
La nueva política tanto de Pekín como de las autoridades locales es combatir durantemente
cualquier muestra de disidencia.
Un momento, ¿no me creéis? ¿Pensáis que exagero? Pues atentos al tipo de titulares
que ahora se han convertido en algo cotidiano en la actualidad hongkonesa.
(Los activistas Joshua Wong y Agnes Chow de Hong Kong encarcelados por su rol en las protestas.Los
activistas pro-democracia se enfrentan a meses entre rejas con más cargos pendientes. Asia
Nikkei Review)
(Siete legisladores pro-democráticos arrestados en Hong Kong. Asia Nikkei Review)
("Solías ver libros críticos con las autoridades en Hong Kong. Ahora, esas obras ya no se ven
en las librerías". Yuri Suzuki, socio senior del bufete de abogados Atsumi & Sak.) (“La última vez que vi a muchos de mis amigos de las redes sociales en línea fue
el 30 de junio, el día en que Beijing aprobó una ley de seguridad nacional para Hong Kong.
Mi lista de amigos se acortó y algunos reaparecieron con nombres que no reconocí. Muchos eliminaron
sus cuentas por temor a que pudieran ser perseguidos incluso por el menor desaire contra el gobierno.”
Nicole Liu, reportera del Financial Times in Hong Kong)
Amigos, desde el inicio de las protestas masivas en 2019, casi 10.000 personas han sido arrestadas
y miles de ellas procesadas. Sin embargo, desde que la nueva ley de seguridad nacional
entró en vigor las cosas se han puesto mucho peor. Fijaos.
(Desde que la nueva ley entrara en vigor, docenas de figuras claves en favor de la democracia
han sido detenidas, incluidos varios legisladores.
En agosto la policía hizo una redada en el Apple Daily, uno de los pocos medios de comunicación
no controlados por Pekín. Jimmy Lai, el fundador del periódico, junto con otras 8 personas,
incluidas 2 hijos suyos, fueron arrestados bajo la nueva ley de seguridad. El pasado
2 de diciembre las autoridades le negaron a Jimmy Lai incluso la libertad provisional.
El 3 de septiembre, doce activistas pro-democracia fueron capturados por la guardia costera de
China mientras intentaban una dramática fuga en una lancha a Taiwán. El más joven tenía
16 años.)
Y amigos, estos son tan solo 3 ejemplos de lo que supone la nueva normalidad para los
hongkoneses.
Sin embargo, esperad un momento. Porque aquí no termina todo: el pasado 12 de noviembre
las autoridades chinas dieron una nueva vuelta de tuerca a todo este asunto:
Autorizaron al gobierno de Hong Kong a expulsar permanentemente a cualquier legislador, esto
es a cualquier diputado que no sea considerado suficientemente patriótico. Y, ojo, que esto
es lo más llamativo, esta expulsión no tiene que pasar por los tribunales locales.
Es decir, ahora la autoridad ejecutiva de Hong Kong, que es elegida por el gobierno
chino, y que actualmente lidera la señora Carry Lam, puede con toda impunidad y sin
respaldo judicial alguno expulsar a los diputados que le sean incómodos del Parlamento de Hong
Kong.
Minutos después de que entrara en vigor esta nueva norma, cuatro miembros de la oposición
fueron expulsados del parlamento. Es decir, en otras palabras, en el Parlamento de Hong
Kong ya no hay sitio para la oposición.
(“El gobierno ahora puede eliminar cualquier cara que no le guste del Parlamento... No
habrá futuro para esta legislatura". Kenneth Leung, uno de los diputados expulsados.)
Para colmo en su último discurso político anual, la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carry
Lam calificó a la ley de seguridad como “notablemente eficaz” y se comprometió a promover la
educación patriótica. Lo que ya os podéis imaginar qué significa.
Pero todo esto es algo de lo que en cierta forma ya os hemos hablado y además estoy
seguro de que a casi ninguno de vosotros os resultará extraño.
Ahora bien, la cuestión es, ¿Qué consecuencias puede tener esta injerencia política? ¿Cuales
son las fortalezas de esta región cada vez menos autónoma? Y la pregunta más importante
de todas: ¿Qué espera o qué necesita China de Hong Kong?
Atentos.
(EL WALL STREET DE ASIA)
Amigos, la antigua colonia británica, se convirtió durante el siglo XX en un importante
enclave no solo comercial sino sobre todo financiero: sus sistema legal, inspirado en
el modelo británico, que daba mucha seguridad jurídica; una enorme libertad de movimiento
de personas, capitales y mercancías, bajos impuestos y el inglés como idioma de referencia
fueron algunas de sus elementos que lo catapultaron a lo más alto de los rankings financieros
del mundo.
Pero eso no es todo, el espectacular despegue de la economía china durante las últimas
décadas - luego veréis el porqué - ha convertido a Hong Kong en el centro financiero internacional
más importante del mundo tan sólo por detrás de Nueva York y Londres.
Sin ir más lejos, en 2019 la bolsa de Hong Kong fue la que más dinero recaudó con nuevas
salidas al mercado. Se situó por encima del Nasdaq o la mismísima bolsa de Nueva York.
Y en 2020 la cosa no es muy distinta. La bolsa de Hong Kong y el Nasdaq compiten mano a mano
por esta simbólica primera posición.
(Hong Kong ha sido parte de Chino desde 1997. Sin embargo, como todos sabéis su estatus
internacional ha sido en la práctica como el de un país independiente. Por ejemplo,
la de Ley de Política de Hong Kong de los Estados Unidos de 1992 hizo que durante todos
estos años este territorio fuera considerado como una zona aduanera distinta a China y
estuviera garantizada la convertibilidad monetaria.
Y no es la única regulación que existe. Son muchos los acuerdos que han dado forma
a Hong Kong. De esta forma, sin ir más lejos, la SEC, el supervisor de valores de Wall Street
tiene un acuerdo de aplicación con su homólogo hongkonés, muchas normativas son similares
y sus empresas de derivados financieros son tratados por los organismos norteamericanos
como si fueran empresas prácticamente locales.
De hecho lo cierto es que la mayoría de supervisores bancarios y financieros de todo el mundo tratan
a las entidades hongkonesas casi como si estuvieran radicadas en el mismísimo Frankfurt. Todo
esto ha conformado un ecosistema único y tremendamente competitiva)
Aunque de todas, tal vez la característica más importante, es la de ser el centro de
financiación en dólares más importante de todo el continente asiático. Desde 1983,
su moneda, el dólar de Hong Kong ha estado vinculado al billete del Tio Sam, un vínculo
respaldado por reservas de más de 400 mil millones de dólares.
Es decir, para entender. Si quieres o necesitas dólares en Asia, Hong Kong es tu sitio.
Pues bien, son todas estas características que os hemos comentado lo que explican que
este pequeño enclave sea un lugar tan bullicioso, especialmente si hablamos de dinero.
Con poco más de 7 millones y medio de habitantes, en Hong Kong están establecidos 163 bancos
distintos, la mayoría de ellos internacionales. Por supuesto, prácticamente todas las grandes
entidades del mundo tienen operaciones en este lugar. El 13% de todo el empleo y el
26% de su economía proceden de la industria financiera.
Ahora bien, dicho esto. Hay una pregunta esencial que tenemos que contestar: ¿qué papel juega
Hong Kong para China? ¿Cómo de importante es esta ciudad para la economía del gigante
chino? Y ojo porque estas dos preguntas tienen implicaciones quizás mucho más importantes
de lo que te puedas imaginar.
Atentos.
(¿CUÁNTO NECESITA CHINA A HONG KONG?)
Amigos, aparentemente podríamos decir que la importancia que tiene Hong Kong en la economía
china se ha reducido mucho durante las últimas 3 décadas.
Al fin y al cabo si en 1993, Hong Kong representaba el 27% de todo el PIB de China hoy esa cifra
es de menos del 3%. De hecho, sin ir más lejos en 2019 el PIB de la provincia de Shenzhen
superó al de Hong Kong.
Sin embargo, esperad un momento, porque el peso, la influencia, la importancia de esta
Región Administrativa Especial se manifiesta de forma muy diferente.
Porque, a pesar de que Hong Kong cada vez es más y más chino, hasta ahora sus instituciones
han sido prácticamente equivalentes a las de una economía occidental: me estoy refiriendo
por ejemplo a los tribunales, los reguladores o la autoridad monetaria. Instituciones todas
ellas que han funcionado desde hace décadas de una forma tan independiente como eficaz.
Y no solo las instituciones. Esta ciudad también está repleta, tal y como ocurre en la city
de Londres, de todo tipo de profesionales ligados al mundo financiero muy especializados.
Desde despachos de abogados hasta gestores de patrimonio, analistas o tecnologías Fintech.
Gracias, precisamente, a ello Hong Kong se ha convertido en algo así como una especie
interconector entre dos mundos muy distintos: por un lado el mundo occidental y por otro
el próspero mundo de la nueva China.
(Mientras que el sistema financiero occidental se caracteriza por la libertad de flujos de
capital, la difusión libre de información y la seguridad jurídica. En China las cosas
son aún bastantes diferentes. Los controles a los movimientos de capitales siguen siendo
enormes al tiempo que, bueno, digamos que la seguridad jurídica no es el elemento más
característico de China.)
[ Vamos cómo de ninguna otra dictadura.]
El caso es que precisamente por estas diferencias Hong Kong juega un doble papel: por un lado
es la principal puerta a la China continental de la inversión extranjera, y por otro es
el lugar dónde las empresas chinas, incluidas, ojo, las grandes empresas públicas, recaudan
fondos. Especialmente, claro está, dólares del Tío Sam.
Pensad que para hacer operaciones internacionales, contar con los billetes del Imperio Americano
es algo casi imprescindible.
Pues bien, de esta forma, si buscáis conseguir yuanes para invertir en China y queréis poder
cambiarlos con cierta libertad y tener garantías y seguridad jurídica, Hong Kong es exactamente
la puerta a la que tenéis que llamar.
Porque amigos, esta ciudad no solo es el centro de financiación en dólares más importante
de Asia, también es el mayor mercado de yuanes fuera de la China continental de todo mundo.
(Central, el distrito financiero de Hong Kong es, por ejemplo, el lugar dónde los emprendedores
y líderes tecnológicos de China hacen acuerdos con los Hedge Funds norteamericanos para captar
financiación, al tiempo que en el mismo lugar los grandes bancos públicos de China emiten
bonos para financiar proyectos como la nueva ruta de la seda.
También es el lugar dónde cotizan decenas y decenas de empresas chinas, entre ellas,
421 empresas controladas por el propio gobierno chino. Al fin y al cabo cotizar en Hong Kong
supone abrir la puerta a los inversores y al capital de todo el mundo.
Para que os hagáis una idea, de los casi 75 mil millones de dólares que las empresas
chinas captaron en las bolsas durante el 2019, cerca de la mitad provino de esta ciudad.
Esto es lo que explica que más del 70% de la capitalización total en la bolsa de Hong
Kong corresponda a empresas chinas.)
Y mientras los chinos utilizan este mercado para poner a buen recaudo muchos ahorros y
las empresas chinas lo usan para captar dinero, inversiones y socios así cómo para financiar
sus proyectos en el exterior , los inversores internacionales lo utilizan también como
puerta de entrada al gigante chino.
Según datos de Morgan Stanley, en 2018, por ejemplo, más del 60% de la Inversión Extranjera
Directa en el gigante asiático se canalizó desde esta aquí, desde Central, desde el
distrito financiero de esta ciudad. Más del 60%.
Así que ya lo veis, en cierta forma Hong Kong sigue siendo indispensable para China.
Erosionar la pujanza financiera podría conllevar muchos problemas para Pekín.
Sin embargo, un momento, en cierto modo eso es lo que puede ocurrir con todo lo que os
hemos contado al principio del vídeo, ¿no es así?
Atentos.
(DE CIUDAD GLOBAL A FUERTE CHINO)
Amigos, ¿podría un analista de Hong Kong poner en cuestión a una gran empresa pública
bajo las nuevas normas? ¿Podrían los inversores confiar en los tribunales si se enfrentan
a alguien cercano al Partido Comunista Chino? ¿Puede una información económica o un análisis
crítico con el gobierno ser perseguido? ¿Podría China dificultar el acceso libre a la red
en Hong Kong llegado el caso? ¿Se sentirán los profesionales de alto nivel cómodos asumiendo
una menor libertad de expresión? ¿Cómo se comportarán los ahorros ante una merma
en la seguridad jurídica?
Ojo amigos, que no son preguntas menores. Este es el nuevo escenario al que se enfrenta
Hong Kong y particularmente su célebre centro financiero.
(Por ejemplo, según algunas encuestas publicadas tras anunciarse la ley de seguridad, muchas
empresas, la mayoría, creían que esta nueva ley las afectaría negativamente. Una encuesta
realizada a principios de agosto por la Cámara de Comercio Americana en Hong Kong encontró
que el 75 por ciento de los encuestados se sentía pesimista sobre las perspectivas de
negocio en esta ciudad y casi el 40% planeaba mover su capital, operaciones o activos a
otro lugar.)
Fijaos, lo ocurrido por ejemplo con Ant Financial. El día 5 de noviembre del 2020 esta empresa,
que es algo así como la filial financiera de Alibaba, iba a comenzar a cotizar en la
bolsa de Hong Kong. Se trataba de la mayor salida a bolsa de toda la historia en todo
el planeta.
Sin embargo, unos días antes, a finales de Octubre, su fundador, Jack Ma, se mostró
crítico con el gobierno chinno en un foro financiero de Shanghai. Pues bien, ¿Sabéis
lo que ocurrió? Qué de la noche a la mañana el gobierno chino suspendió la salida a bolsa
de este gigante valorado en cientos de miles de millones de dólares estadounidenses. Según
se especula fue el propio Xi Jinping quien tomó la decisión.
Pero claro, no aparece la mejor forma de ganarse la confianza de los inversores o de demostrar
que las cosas en el nuevo Hong Kong van a marchar bien, ¿No os parece?
Amigos, el futuro de Hong Kong, particularmente de su posición cómo centro financiero internacional
no está nada clara. Todo apunta a que poco a poco cada vez será más chino y menos internacional.
("No sé cuál va a ser el futuro de Hong Kong, pero estoy bastante segura de que no
será un centro financiero global. Hong Kong es ahora el centro financiero de China, que
es algo diferente". Alicia García Herrero, economista jefe para Asia-Pacífico de Natixis)
Pero evidentemente, incluso de ser este el escenario seguiría siendo malo para China.
Reduciría su conexión financiera con el resto del mundo, podría reducir el número
de inversiones captadas, el acceso a dólares o incrementar el coste de capital para sus
empresas.
Ese es el gran riesgo al que se enfrenta ahora el gobierno chino. Aunque públicamente manifiestan
una idea algo diferente.
(“Lo que China, Hong Kong y la comunidad internacional más necesitan de Hong Kong
es estabilidad y un retorno al orden" [...]. Si se puede mantener la ley y el orden, habrá
un gran interés en todo el mundo por seguir invirtiendo en esta región... mientras los
inversores buscan un crecimiento rápido y rendimientos rápidos" Wang Huiyao, asesor
del Gobierno central chino y presidente del Centro para China y la Globalización)
Amigos, en Pekín consideran que manteniendo las cosas calmadas, Hong Kong no se resentirá
o al menos no lo hará mucho, lo que puede ser… O no ser.
En cualquier caso, así están las cosas y la pregunta que podemos hacernos es, ¿Tienen
en mente algún plan B?
Pues sí, por ejemplo uno que tiene mucho que ver con Macao. Pero de eso, de eso hablaremos
en un próximo vídeo aquí en VisualPolitik.
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Una vez más muchas gracias por estar ahí.
Un saludo y hasta la próxima.