¿Cómo elegir una carrera que te APASIONE? + Test vocacional según tu personalidad
Elegir cómo iniciar tu travesía profesional puede sentirse como algo muy complicado: no
sólo se trata de escoger lo que te pueda redituar económicamente, o aquello para lo
que tengas habilidades.
Incluso si la carrera elegida es importante para mejorar el mundo, se puede sentir como
una pesada carga si no es algo que de verdad te guste ¡que te entusiasme!
Pero aún eso puede ser algo confuso.
Entonces…
¿Cómo elegir una carrera que te apasione?
Identifica tus intereses.
Poder elegir a qué dedicarte es un privilegio: muchas personas tienen la necesidad de trabajar
en cualquier cosa en la que haya oportunidad.
Si tú puedes elegir, valóralo y agradécelo: tienes la posibilidad de que tu carrera sea
más que sólo un trabajo.
Y si terminas eligiendo sólo lo que crees que te dará cierta seguridad, puedes acabar
en un empleo en el que te pases el día esperando que termine la jornada, o te pases la vida
esperando el momento de renunciar.
Decía Máximo Gorki: “Cuando el trabajo es un placer la vida es bella.
Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud”.
Pero, entre todas las cosas que nos gustan ¿cómo distinguir aquella a la que vale la
pena dedicar nuestros esfuerzos?
Se dice que hay quien experimenta una verdadera pasión por un arte u oficio.
La pasión es más que un gusto: es una inclinación tan fuerte que te lleva, te arrastra, incluso
cuando causa dolor.
El filósofo Santiago Kovadloff afirma que la auténtica vocación, en el sentido estricto,
no se elige: ella te elige a tí.
Forma parte constitutiva de quien eres.
Es el caso del pintor Auguste Renoir: aun con enfermedades respiratorias, artritis,
e incluso con un brazo roto, siguió pintando con alegría, aunque tuvieran que amarrarle
el pincel a la mano: a los 78 años, unas horas antes de morir, todavía seguía pintando,.
Para esas personas no hay dudas: o sigues el llamado o te resignas a una vida atormentada
por no llegar a ser quien puedes ser (cuando era niño, Renoir mostró talento para el
canto, pero se alegró de que sus padres no tuvieran dinero para pagarle la escuela: “Creo
que no estaba hecho para eso”, diría ya adulto).
Si eres una persona con una vocación así de clara y fuerte, sólo podemos decirte:
ármate de valor y sigue tu llamado.
Y también ármate de disciplina: que tengas pasión no significa que seas bueno en lo
que haces, siempre hace falta estudio y práctica para alcanzar tu potencial.
Pero para la mayoría de nosotros no es tan sencillo descubrir si estamos llamados a algo.
¿Será que la vocación está ahí y sólo falta descubrirla?
Apliquemos la máxima inscrita en el templo de Apolo: “conócete a tí mismo”.
Y lo haremos en tres dimensiones: tu personalidad, tus valores y tu motivación.
Toma un cuaderno y responde las preguntas que te iremos formulando.
“Tu personalidad” La personalidad es un tema ¡enoorme!
Para propósitos vocacionales es importante saber que se considera que la personalidad
está formada por dos grandes aspectos: el primero es tu temperamento: lo tienes desde
que naces y cambia muy poco durante tu vida.
Uno de los rasgos del temperamento es la extroversión ¿Disfrutas más estar en soledad o convivir
con las personas?
Otro rasgo es la ansiedad ¿Qué tanto sientes como peligrosas las situaciones y cuáles
te causan más preocupación?
El segundo aspecto es el cárácter: ese se va formando durante la vida y se va forjando
mediante la fuerza de voluntad y la inteligencia ¿Eres persistente o tiendes a cambiar de
actividad pronto?
¿Actúas de manera espontánea o tiendes a ser alguien sistemático?
Si quieres ahondar en el conocimiento de tu personalidad, puedes ver nuestro video “¿Cuál
es tu tipo de personalidad?”
y obtener algunas pistas.
Para saber qué profesión le viene mejor a cada tipo de personalidad, el psicólogo
John L.
Holland desarrolló un código que clasifica a las personas en 6 tipos:
Realista.
Gente que le gusta trabajar con cosas.
Prefiere resolver las cosas haciendo algo, más que pensando o hablando.
Disfruta las actividades científicas y mecánicas.
Ejemplos de sus carreras son: agricultura, carpintería, atletismo, odontología, fisioterapia.
Investigador.
Personas a las que les gusta resolver problemas pensando.
Trabajan con ideas y disfrutan observar y entender.
Sus carreras típicas son física, filosofía, historia, matemáticas y otras.
Artista.
Combinan el gusto de trabajar con ideas y con cosas.
Son de mente abierta, originales, sensibles y con gran imaginación e inventiva.
Sus profesiones son el canto, la pintura, la poesía, la danza, la actuación.
Social.
Prefieren trabajar con personas y forjar relaciones.
Los mueve el espíritu de ayuda y cuidado.
Sus profesiones típicas son el trabajo social, la docencia, la enfermería, el activismo
comunitario.
Emprendedor.
Trabajan con gente y con información.
Son buenos para convencer y valoran la superación personal y las posiciones de liderazgo.
Sus trabajos suelen estar en el comercio, negocios, las leyes, la política.
Detallista.
Les gusta trabajar con la información y el orden.
Valoran los procedimientos precisos y las normas.
Ejemplos de sus carreras son: contaduría, biblioteconomía, estadística, economía
y administración pública y privada, entre otras.
Los códigos de Holland prevén combinaciones: a una persona Realista, Investigadora y Detallista
le convendría desarrollarse en la ingeniería.
Una persona Emprendedora con rasgos de Artista puede tener gran futuro en la mercadotecnia.
Una persona Investigadora con fuerte impulso Social sería buena para la medicina.
Alguien Realista con rasgos artísticos tendría buen desempeño en diseño gráfico.
Si quieres saber cuál es tu personalidad según el código de Holland, te dejamos un
test en la descripción.
“Tus valores” Cualquier carrera que emprendas tendrá sus
dificultades, algunas tan fuertes que te pueden hacer querer tirar la toalla, de manera que,
en esos momentos, es importante recordar por qué estás en ese camino.
Así que conviene tener presente aquello que consideras importante en la vida.
¿Deseas dejar una huella por la que se te recuerde?
¿O te interesa más bien ayudar en las vidas de quienes te rodean?
¿Para tí es más importante la expresión de tu creatividad?
¿O te parece que lo esencial es lograr seguridad financiera y asegurar tu futuro?
Todos éstos son propósitos válidos, y no necesariamente se oponen entre ellos, pero
es buena idea tener claro en dónde está tu prioridad.
¿Elegir determinada carrera te aleja o te acerca a la persona que quieres ser?
“Tu motivación” Posiblemente el aspecto más importante es
el emocional: cómo te hace sentir la actividad que realizas.
Los griegos acuñaron el concepto “entusiasmo”: en theos ousía: tener a lo divino en tu alma.
Y no es muy difícil distinguir cuando lo que haces te entusiasma: piensas con frecuencia
en ello, fluyen mejor las ideas, sientes más energía y a veces puedes estar tanto tiempo
haciéndolo que hasta se te olvidan el hambre y el cansancio.
Y si no lo notas tú, a lo mejor sí lo notan quienes te rodean y hasta te lo han mencionado.
¿Qué actividades te hacen fluir, estar en la “zona”, ese espacio mental en el que
tienes tal concentración que hace que “se borre” todo lo demás?
¿Hay alguna actividad en la que al mismo tiempo te sientas muy cómodo y te de un nivel
de reto que te mantenga alerta?
Claro, muchos videojuegos logran eso, pero estamos hablando de actividades creativas,
productivas o que desarrollen algo en tí mismo o en tu entorno (más allá de las mismas
habilidades de jugar).
Si encontraste esa actividad, busca en qué carreras, ocupaciones o profesiones puedes
aplicarla o desarrollarla.
Y si aún no: ¡experimenta!
Toma cursos, entra de aprendiz a talleres, practica por tu cuenta.
Quizá todavía no encuentras tu vocación porque no has tenido suficientes experiencias.
Incluso una vez que decidas qué carrera estudiar, y descubres que no te entusiasma ¡tómalo
como una experiencia!
Con cada experiencia nueva, hay nuevos aprendizajes.
Y ¡ojo!
Aunque encuentres y sigas tu pasión, no todo será “miel sobre hojuelas” habrá días
difíciles, problemas, cansancio y frustración, pero si estás haciendo algo que te entusiasma,
seguro tendrás energía para superarlos.
Parafraseando a Robert Louis Stevenson: “si amas tu oficio con independencia del éxito
o la fama, los dioses han llamado a tu puerta.”
Y cuando lo consigas, usa tus saberes y habilidades para mejorar la situación de quienes no tuvieron
ese privilegio ¡CuriosaMente!
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Te recordamos el test de Holland que está en la descripción.
Y si te interesa profundizar más, te recomendamos el canal Orientación es vocación, con la
psicóloga Marcela Sotelo: te ayudará a conocerte mejor y hacer una mejor elección.