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CuriosaMente - Videos Interessantes, ¿Por qué la educación no evoluciona?

¿Por qué la educación no evoluciona?

Esta pregunta la propuso Adrián Ruiz Díaz, quien nos apoya a través de Patreon. ¡Tú también puedes

apoyarnos y participar en la decisión de temas para los videos de CuriosaMente!

¡El mundo parece avanzar de manera vertiginosa! Por ejemplo, la tecnología de comunicaciones

evoluciona a diario y es posible que pronto los viajes espaciales se vuelvan algo cotidiano.

Mientras tanto, pareciera que las escuelas… se quedan igual… que enseñan las mismas cosas y con

los mismos métodos que hace cien años ¿es así? ¿Por qué no evoluciona la educación?

Antes que nada habrá que aclarar que educación y escuela no son la misma cosa: una gran parte de

la educación ocurre sin la participación de la escuela. Más adelante hablaremos más a detalle

de eso. Y, hablando sólo de la escuela, es injusto decir que no ha evolucionado:

la escuela actual no es idéntica a la medieval o a la que había en el Siglo Diecinueve… aunque

es cierto hay partes que no han cambiado tanto. Una pregunta más justa sería ¿Qué aspectos de la

escuela han evolucionado más lentamente y por qué? Ocurre que la historia es más compleja de lo que

nos han contado. El historiador Fernand Braudel habla de que los procesos sociales se mueven en

tres diferentes ritmos o velocidades. En primer lugar están los acontecimientos:

los eventos que ocurren a diario, los que escuchamos en las noticias y corresponden

a los tiempos cortos. Estos acontecimientos pueden contribuir a procesos más importantes,

de velocidad intermedia, llamados “coyunturas”: hechos importantes que determinan una situación.

Cambios de regímenes políticos o hechos como la revolución industrial, por ejemplo. Por último

está la larga duración: es la lenta transformación de estructuras sociales, económicas e ideológicas,

y pueden tardar incluso siglos para cambiar. La evolución de la escuela también tiene estas

tres velocidades. Por ejemplo, la tecnología puede moverse de manera relativamente rápida:

mientras que tu bisabuela llevaba una pizarra para escribir, tu mamá ya llevaba cuadernos,

que tú también llevas, pero quizá también puedas usar una tableta digital o una computadora. Por

otro lado, es muy probable que normalmente asistieras o asistas a un salón de clases,

en un horario determinado, frente a un profesor: exactamente igual que

lo hacían los niños en el Siglo Diecinueve. Estamos ante un proceso de larga duración.

Y estos procesos ocurren simultáneamente. El teórico Raymond Williams nos dice que,

en un determinado momento histórico, pueden estar conviviendo culturas dominantes, que tienen

ideas que la mayor parte de la gente considera buenas e importantes; con culturas emergentes

que tienen ideas novedosas pero que aún no son plenamente aceptadas; y culturas residuales,

que tienen ideas antiguas pero que aún son practicadas y defendidas. Entonces,

en una misma escuela puede haber tecnologías electrónicas de última generación al mismo

tiempo que usa muebles considerados funcionales desde hace varias décadas, con métodos de “premio

y castigo” que no han cambiado desde hace siglos. Y esto a pesar de que existió María Montessori que

creó un método probado científicamente que promueve la imaginación y la creatividad,

un Vigotsky que mostró que los niños aprenden mejor en compañía de otros

de diferentes edades… un Tonucci que propuso que era mejor no dejar tareas para que niñas y niños

tuvieran experiencias más diversas… un Freire que proponía una “pedagogía de la pregunta”,

donde las dudas de los estudiantes fueran las que guiaran el aprendizaje… Pero, si hay personas

dedicadas a la pedagogía, la psicología y la investigación que constantemente están estudiando

la educación y proponiendo nuevos métodos y contenidos… ¿Por qué la escuela no cambia?

Porque, para que ocurra un cambio, este tiene que pasar por muchos niveles. Digamos que una persona

de ciencia investiga, experimenta y propone un nuevo método educativo. Primero hace falta que

las autoridades educativas lo consideren valioso. Si llega a ocurrir, este método

tiene que convertirse en políticas públicas, cambios en planes y programas de estudio,

lo que implica movimientos institucionales que pueden ser muy lentos o de plano nunca ocurrir.

De ahí, los cambios tienen que ser adoptados por los profesores, quienes también pueden tener

objeciones o resistencia al cambio, e incluso recibir presiones de los padres de familia que

prefieren que las cosas sean como antes. Por ejemplo: hace más de 100 años,

María Montessori propuso un método de aprendizaje que, entre otras particularidades, no requiere de

notas o calificaciones: la evaluación es personal y continua. En todo este tiempo,

esta propuesta no ha incidido en la mayor parte de los sistemas educativos de América Latina.

Aún así, existen “Escuelas Montessori” que han adoptado varias de sus prácticas, por ejemplo,

espacios de trabajo abiertos y actividades más personalizadas. Sin embargo, estas escuelas

existen dentro de un sistema educativo que exige que se entreguen calificaciones periódicamente. E

incluso si no fuera así, muchos padres de familia presionan para obtener un número

con el que puedan ver si su hijo “va bien”, aunque sea completamente contraproducente.

Así, podríamos resumir que, si la escuela no cambia es porque las relaciones educativas

son un reflejo de las relaciones sociales. Si persiste, por ejemplo, una relación jerárquica

y de poder entre docentes y estudiantes es porque persisten esas mismas relaciones en

las instituciones (como los ministerios o secretarías de educación) y en el resto de

la sociedad. Queremos que se transforme la sociedad mejorando la educación, pero para

que se transforme la educación debe mejorar la sociedad ¡Es como el huevo y la gallina!

Y es que las autoridades escolares suelen trabajar bajo el paradigma del control. Y sólo se puede

controlar lo que se puede medir: por ejemplo los lugares y los tiempos: “Para controlar mejor todo

hagamos grupos con niños de edades similares, en bancas similares, en edificios similares,

que vayan en los mismos horarios. Controlemos las horas de clase que imparten los profesores.

Exijámosles que lleven registro de las asistencias y que otorguen calificaciones numéricas.” Así,

siguiendo los principios de la escuela Prusiana y los métodos lancasterianos,

en vez de las más avanzadas teorías educativas, la escuela se vuelve, entonces, una institución para

controlar a las personas. ¿Siniestro, verdad? ¡Pero hay una esperanza! De hecho,

son tres esperanzas. La primera es que, como dijimos antes, sólo una

parte de la educación ocurre en la escuela. Una muy buena parte de lo que aprendemos sucede con

nuestra familia, en grupos autónomos o con otras organizaciones sociales y a través de los medios

de comunicación: cada vez es más fácil aprender a través de redes como YouTube, por ejemplo. Por lo

tanto, abundan las oportunidades de aprendizaje independientemente de la escolarización.

La segunda es que, con todo y una estructura rígida y métodos anticuados, el conocimiento

siempre será mejor que la ignorancia. Por ejemplo, en el Siglo Dieciocho los esclavos aprendían a

leer y escribir en secreto para mejorar sus condiciones y eventualmente, emanciparse.

Y finalmente, aunque despacito y disparejo, la escuela sí ha cambiado y puede seguir

evolucionando. Siguiendo las ideas de Paulo Freire, puede ser que exista una educación

opresora, pero también puede haber una educación liberadora, donde cada individuo se considera un

ser pensante y crítico capaz de cuestionar y transformar su realidad ¡Curiosamente!

¿Qué piensas tú de la escuela? Déjanos tu comentario. Y Le mandamos un saludo especial a:

Alberto Campano, Daniel Guerrero, Erick Hernández, Esaú Bojórquez Velázquez, Familia Rebollo Sainz,

Francisco Dueñas, Francisco Tejeda, Javier Navarro, Luis Malo, Marco Rivera, Noemi Moreno,

Pancho, Paulo Reynaldo, Pez goldfish, Raúl Sánchez, Rodrigo Castro, Tania Moreno y

Telemilla 90. Considera tú también apoyarnos en Patreon o haciendo click en el botón “Unirse”.

¿Por qué la educación no evoluciona? Warum entwickelt sich die Bildung nicht weiter? Why is education not evolving? Pourquoi l'éducation n'évolue-t-elle pas ? 교육이 발전하지 않는 이유는 무엇인가요? Dlaczego edukacja się nie rozwija? Porque é que a educação não está a evoluir?

Esta pregunta la propuso Adrián Ruiz Díaz, quien  nos apoya a través de Patreon. ¡Tú también puedes

apoyarnos y participar en la decisión de  temas para los videos de CuriosaMente!

¡El mundo parece avanzar de manera vertiginosa!  Por ejemplo, la tecnología de comunicaciones

evoluciona a diario y es posible que pronto los  viajes espaciales se vuelvan algo cotidiano. is evolving on a daily basis and space travel may soon become an everyday occurrence.

Mientras tanto, pareciera que las escuelas… se  quedan igual… que enseñan las mismas cosas y con Meanwhile, it seems that the schools... remain the same... that they teach the same things and with

los mismos métodos que hace cien años ¿es así? ¿Por qué no evoluciona la educación? Why isn't education evolving?

Antes que nada habrá que aclarar que educación y  escuela no son la misma cosa: una gran parte de

la educación ocurre sin la participación de la  escuela. Más adelante hablaremos más a detalle

de eso. Y, hablando sólo de la escuela,  es injusto decir que no ha evolucionado:

la escuela actual no es idéntica a la medieval  o a la que había en el Siglo Diecinueve… aunque

es cierto hay partes que no han cambiado tanto.  Una pregunta más justa sería ¿Qué aspectos de la

escuela han evolucionado más lentamente y por qué? Ocurre que la historia es más compleja de lo que

nos han contado. El historiador Fernand Braudel  habla de que los procesos sociales se mueven en

tres diferentes ritmos o velocidades. En  primer lugar están los acontecimientos:

los eventos que ocurren a diario, los que  escuchamos en las noticias y corresponden

a los tiempos cortos. Estos acontecimientos  pueden contribuir a procesos más importantes,

de velocidad intermedia, llamados “coyunturas”:  hechos importantes que determinan una situación. intermediate speed, called "junctures": important events that determine a situation.

Cambios de regímenes políticos o hechos como la  revolución industrial, por ejemplo. Por último

está la larga duración: es la lenta transformación  de estructuras sociales, económicas e ideológicas,

y pueden tardar incluso siglos para cambiar. La evolución de la escuela también tiene estas

tres velocidades. Por ejemplo, la tecnología  puede moverse de manera relativamente rápida:

mientras que tu bisabuela llevaba una pizarra  para escribir, tu mamá ya llevaba cuadernos,

que tú también llevas, pero quizá también puedas  usar una tableta digital o una computadora. Por

otro lado, es muy probable que normalmente  asistieras o asistas a un salón de clases,

en un horario determinado, frente a  un profesor: exactamente igual que

lo hacían los niños en el Siglo Diecinueve.  Estamos ante un proceso de larga duración.

Y estos procesos ocurren simultáneamente.  El teórico Raymond Williams nos dice que,

en un determinado momento histórico, pueden  estar conviviendo culturas dominantes, que tienen

ideas que la mayor parte de la gente considera  buenas e importantes; con culturas emergentes

que tienen ideas novedosas pero que aún no son  plenamente aceptadas; y culturas residuales,

que tienen ideas antiguas pero que aún  son practicadas y defendidas. Entonces,

en una misma escuela puede haber tecnologías  electrónicas de última generación al mismo

tiempo que usa muebles considerados funcionales  desde hace varias décadas, con métodos de “premio

y castigo” que no han cambiado desde hace siglos.  Y esto a pesar de que existió María Montessori que

creó un método probado científicamente que  promueve la imaginación y la creatividad,

un Vigotsky que mostró que los niños  aprenden mejor en compañía de otros

de diferentes edades… un Tonucci que propuso que  era mejor no dejar tareas para que niñas y niños

tuvieran experiencias más diversas… un Freire  que proponía una “pedagogía de la pregunta”,

donde las dudas de los estudiantes fueran las  que guiaran el aprendizaje… Pero, si hay personas

dedicadas a la pedagogía, la psicología y la  investigación que constantemente están estudiando

la educación y proponiendo nuevos métodos y  contenidos… ¿Por qué la escuela no cambia?

Porque, para que ocurra un cambio, este tiene que  pasar por muchos niveles. Digamos que una persona

de ciencia investiga, experimenta y propone un  nuevo método educativo. Primero hace falta que

las autoridades educativas lo consideren  valioso. Si llega a ocurrir, este método

tiene que convertirse en políticas públicas,  cambios en planes y programas de estudio,

lo que implica movimientos institucionales que  pueden ser muy lentos o de plano nunca ocurrir.

De ahí, los cambios tienen que ser adoptados  por los profesores, quienes también pueden tener

objeciones o resistencia al cambio, e incluso  recibir presiones de los padres de familia que

prefieren que las cosas sean como antes. Por ejemplo: hace más de 100 años,

María Montessori propuso un método de aprendizaje  que, entre otras particularidades, no requiere de

notas o calificaciones: la evaluación es  personal y continua. En todo este tiempo,

esta propuesta no ha incidido en la mayor parte  de los sistemas educativos de América Latina.

Aún así, existen “Escuelas Montessori” que han  adoptado varias de sus prácticas, por ejemplo,

espacios de trabajo abiertos y actividades más  personalizadas. Sin embargo, estas escuelas

existen dentro de un sistema educativo que exige  que se entreguen calificaciones periódicamente. E

incluso si no fuera así, muchos padres de  familia presionan para obtener un número

con el que puedan ver si su hijo “va bien”,  aunque sea completamente contraproducente.

Así, podríamos resumir que, si la escuela no  cambia es porque las relaciones educativas

son un reflejo de las relaciones sociales. Si  persiste, por ejemplo, una relación jerárquica

y de poder entre docentes y estudiantes es  porque persisten esas mismas relaciones en

las instituciones (como los ministerios o  secretarías de educación) y en el resto de

la sociedad. Queremos que se transforme la  sociedad mejorando la educación, pero para

que se transforme la educación debe mejorar  la sociedad ¡Es como el huevo y la gallina!

Y es que las autoridades escolares suelen trabajar  bajo el paradigma del control. Y sólo se puede

controlar lo que se puede medir: por ejemplo los  lugares y los tiempos: “Para controlar mejor todo

hagamos grupos con niños de edades similares,  en bancas similares, en edificios similares,

que vayan en los mismos horarios. Controlemos  las horas de clase que imparten los profesores.

Exijámosles que lleven registro de las asistencias  y que otorguen calificaciones numéricas.” Así, Let's require them to keep attendance records and award numerical grades." Thus,

siguiendo los principios de la escuela  Prusiana y los métodos lancasterianos, following the principles of the Prussian school and Lancasterian methods,

en vez de las más avanzadas teorías educativas, la  escuela se vuelve, entonces, una institución para

controlar a las personas. ¿Siniestro, verdad? ¡Pero hay una esperanza! De hecho, Sinister, isn't it? But there is hope! Indeed,

son tres esperanzas. La primera es que, como dijimos antes, sólo una

parte de la educación ocurre en la escuela. Una  muy buena parte de lo que aprendemos sucede con

nuestra familia, en grupos autónomos o con otras  organizaciones sociales y a través de los medios

de comunicación: cada vez es más fácil aprender a  través de redes como YouTube, por ejemplo. Por lo

tanto, abundan las oportunidades de aprendizaje  independientemente de la escolarización. Therefore, learning opportunities abound regardless of schooling.

La segunda es que, con todo y una estructura  rígida y métodos anticuados, el conocimiento

siempre será mejor que la ignorancia. Por ejemplo,  en el Siglo Dieciocho los esclavos aprendían a

leer y escribir en secreto para mejorar sus  condiciones y eventualmente, emanciparse.

Y finalmente, aunque despacito y disparejo,  la escuela sí ha cambiado y puede seguir And finally, although slowly and unevenly, the school has changed and can continue to do so.

evolucionando. Siguiendo las ideas de Paulo  Freire, puede ser que exista una educación

opresora, pero también puede haber una educación  liberadora, donde cada individuo se considera un

ser pensante y crítico capaz de cuestionar  y transformar su realidad ¡Curiosamente!

¿Qué piensas tú de la escuela? Déjanos tu  comentario. Y Le mandamos un saludo especial a:

Alberto Campano, Daniel Guerrero, Erick Hernández,  Esaú Bojórquez Velázquez, Familia Rebollo Sainz,

Francisco Dueñas, Francisco Tejeda, Javier  Navarro, Luis Malo, Marco Rivera, Noemi Moreno,

Pancho, Paulo Reynaldo, Pez goldfish, Raúl  Sánchez, Rodrigo Castro, Tania Moreno y

Telemilla 90. Considera tú también apoyarnos en  Patreon o haciendo click en el botón “Unirse”.