¿Cómo adelgazar según la ciencia?
S 50S) ¿Has intentado de todo? dietas, suplementos, masajes reductivos, ejercicio y sigues sin
bajar de peso. ¿Te parece que nada funciona? Aquí te tenemos la solución.
¿Cómo adelgazar? ¡Según la ciencia!
Este video es presentado por Platzi la plataforma de educación online que te enseña todas
las habilidades para triunfar en la nueva economía digital.
Una de nuestras preocupaciones más primitivas es la obtención de alimento. Conseguir comida
requería mucho esfuerzo y tiempo. Eventos repentinos como sequías y plagas acentuaron
nuestra preocupación. Hoy en día vivimos en un paraíso de comida; comida rápida,
comida precocinada, comida a domicilio ¡La mayoría ya no nos tenemos que preocupar!
Aun así, la industria alimentaria se aprovecha de nuestra consternación y nos invita a comer
y comer. Esta industria sabe muy bien que a nuestro cerebro le encantan los lípidos
y los carbohidratos y ha descubierto que a casi todo le puede añadir estos ingredientes.
80% de los alimentos que encuentras en un supermercado tienen algún tipo de carbohidrato
simple como azúcar o jarabe de maíz añadido ¡Hasta las papas fritas llevan azúcar! Así,
sin darnos cuenta estamos consumiendo más calorías de las que realmente necesitamos.
Factores genéticos, medicinas, cambios hormonales y enfermedades causan obesidad, pero la causa
principal es el balance entre las calorías que ingerimos y las calorías que gastamos.
Los alimentos que consumimos son degradados para proveer moléculas energéticas a nuestro
cuerpo. Estas moléculas contienen energía que se usa para mantener vivas a todas nuestras
células. Cuando consumimos más energía de las que necesitamos nuestro cuerpo las
almacena como glicógeno, pero si las reservas de glicógeno ya están llenas entonces el
cuerpo lo convierte en grasa. Nuestro organismo piensa que es bueno almacenar esa energía
extra en caso de un apocalipsis zombi cuando nos quedemos sin comida.
Entonces ¿estos kilitos de puro amor no son tan malos? Diferentes culturas tanto antiguas
como actuales consideran la redondez un símbolo de fertilidad, salud y riqueza. Lamentablemente
ya desde los tratados hipocráticos sabemos que la obesidad nos trae malas consecuencias.
Hoy en día la obesidad es considerada una epidemia. Desde 1975 hasta 2016 el número
de personas con obesidad se triplicó. Curiosamente la desnutrición nos preocupa más que la
obesidad, pero más personas mueren por obesidad y sobrepeso que por bajo peso.
Muy probablemente te hayas preguntado por qué se te hace tan difícil bajar de peso
si todos lo hacen ver tan fácil. La respuesta es porque bajar de peso es bastante complicado:
tu cuerpo y tu mente se resisten a hacerlo. Y si tomamos en cuenta que en muchos lugares
comer saludablemente se ha convertido en un lujo, bajar de peso ya no solo se trata de
una cuestión de motivación sino económica. Dietas, productos y tratamientos te prometen
bajar de peso, pero la gran mayoría no tienen sustento científico y hasta pueden poner
tu vida en gran peligro. Dejando de lado las dietas que son obviamente peligrosas (¡como
comer algodón para sentirte saciado!), aquí están algunas otras:
La dieta cetogénica consiste en que tu cuerpo use cuerpos cetónicos en lugar de glucosa
para darte energía. Se ha visto que esta dieta ayuda a personas con autismo, algunos
tipos de epilepsia y puede ayudar a la disminución de algunos tumores cuando se está bajo tratamiento
de quimioterapia o radioterapia. Pero esta dieta resulta altamente peligrosa, puede causar
disminución de la presión sanguínea, descompensación por falta de nutrientes, piedras en los riñones
y aumenta las probabilidades de infarto. Las dietas basadas en jugos aseguran que tu
cuerpo se desintoxica y pierdes peso. La verdad es que un jugo no te va a ayudar a desintoxicarte
más de lo que tu hígado y riñones ya lo hacen. Las dietas basadas en un sólo tipo
de alimentos ignoran todos los otros nutrientes que tu cuerpo necesita y resultan bastante
peligrosas. Hay algunas dietas que se basan en la ingesta
de suplementos. Los suplementos no son siempre son buenos. Por ejemplo, se ha visto que los
suplementos de calcio aumentan el ritmo cardiaco y la coagulación de la sangre, aumentando
las probabilidades de un ataque al corazón. Hay vitaminas y minerales cuya fórmula química
no es absorbida por nuestro cuerpo. No es lo mismo ácido fólico a metil folato. El
ácido fólico no es absorbido directamente por nuestro cuerpo, pero le gusta mucho unirse
a los receptores. El metil folato está presente en algunos alimentos y este sí es absorbido
por nuestro cuerpo, pero si tomaste ácido fólico este estará ocupando los receptores
y no podrás absorberlo. Además, las compañías de suplementos dietéticos, vitaminas y minerales,
no están obligadas a demostrar ni la seguridad ni la efectividad de sus productos, así que
por favor no bases tu nutrición en ellos. La paleo dieta, la dieta Atkins, la dieta
según tu tipo de sangre, la de restricción de calorías, la dieta baja en grasa o la
baja en carbohidratos, el ayuno intermitente y cualquier otra nueva dieta que se les ocurra
inventar... ninguna ha demostrado un efecto a largo plazo. Hacer dieta te hará bajar
de peso rápidamente, pero los estudios muestran que el 97% de las personas vuelven a su mismo
peso o a veces hasta más en menos de 3 años. ¿Conociste el programa “The biggest loser”?
¡Los concursantes lograban resultados espectaculares! Pero 6 años después 2 de cada 3 de los participantes
ya habían recuperado su peso, y no solo eso: su metabolismo era mucho más lento. Y si
piensas que la dieta te hará tener un estómago más pequeño y ya no querrás comer tanto,
tampoco es el caso. A los participantes de este programa se les midió la hormona , que
es una hormona que se encarga de decirte cuando estás saciado. Los niveles de leptina eran
mucho más bajos en su último pesaje que en el primero. Así, después de hacer dieta
por un tiempo vas a querer comer más cuando la termines.
Si te quieres ver bien solo durante el verano puedes hacer cualquier dieta y verás resultados
inmediatos y efímeros. Pero, si quieres un cambio permanente, aquí te van unos consejos
para tener un peso y alimentación saludables: 1. No hagas dieta. Seguir una dieta es dificilísimo,
se requiere mucha fuerza de voluntad y desafortunadamente no tenemos tanta y a veces se nos acaba. Mejor,
piensa en cambiar tus hábitos, probablemente tienes unos cuantos pequeños malos hábitos.
Cambia de uno a la vez. Es importante que los hábitos que decidas cambiar vayan con
tu estilo de vida y que los consideres cambiar para SIEMPRE, no solo un par de meses. Por
eso: 2. Ponte metas realistas. Querer modificar
toda tu alimentación de una vez es complicado, ve de poco a poco. Si todos los días te tomas
una bebida oscura, burbujeante y sumamente azucarada considera hacerlo solo una o dos
veces a la semana. Si la tomas una vez por semana ¡déjala! Muchos cambios pequeños
te ayudarán a llegar a la meta. 3. No te saltes el desayuno o restrinjas tus
calorías. Puede que eso provoque que comas más en la siguiente comida que hagas. Esas
restricciones hacen que tu metabolismo se vuelva más lento y que en el futuro sea mucho
más difícil bajar de peso. 4. Come en casa. La comida de restaurante
nos sabe deliciosa porque ¿te digo su secreto? le ponen el doble de grasa, sal y azúcar
de lo que tú le pondrías. Cocina balanceado y variado y recuerda que los ingredientes
que utilices entre más empacados estén más aditivos tendrán.
5. Los tentempiés son buenos. Recuerda planearlos para que siempre sea algo saludable y no lo
primero que te encuentras por ahí. 6. Toma agua. Los cafés, jugos, refrescos
o agua fresca contienen mucha azúcar. Carga una botella reutilizable contigo siempre.
7. Encuentra una actividad que disfrutes. Cuando haces un ejercicio que te hace sufrir.
seguro sentirás que de recompensa te mereces unos pastelillos. El ejercicio mismo debe
sentirse como un premio y no como un martirio. Prueba diferentes actividades, verás que
una te va gustar. 8. Pide ayuda. No importa si es un nutriólogo,
un terapeuta, tu familia o un amigo. Tener alguien que te ayude a mantenerte motivado
siempre es reconfortante. 9. Cuídate. No solo tu alimentación y el
ejercicio importan, es igual de importante dormir bien, y tener un buen estado emocional:
a veces comemos por ansiedad. Al final no hay pastilla, láser o pócima
mágica que te cambie: el cambio viene con esfuerzo y es un proceso largo, pero no te
desanimes ¡tú lo vales! ¡Curiosamente! ¿Quieres seguir aprendiendo? ¡Conoce Platzi!
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