¿Cuál es tu origen genético?
Seguro te has preguntado sobre tus raíces, y es que es intrigante indagar de dónde venimos,
quiénes y cómo eran nuestros antepasados.
¿Cuál es tu origen genético?
Lo más fácil para saber de dónde vienes es conocer tus raíces y buscar en registros
históricos, pero guerras, dictaduras y migraciones han separado familias y se ha perdido información.
Tu apellido también puede dar algunas respuestas pero puede ser que tus antepasados cambiaran
su apellido para evitar ser perseguidos, como la conversión de judíos durante la Edad
Media.
Si eres de América es complicado porque hay pocos registros de más de un par de cientos
de años y además, los esclavos y peones eran bautizados con el apellido del patrón
o el de su padrino.
Por eso está muy de moda hacerse test de ADN para conocer tus orígenes.
Estos test te pueden decir qué tan propenso eres a ciertas enfermedades, qué tan bien
o mal metabolizas algunos medicamentos y cosas muy locas como: qué sabor de helado prefieres,
tu cronotipo o algunos rasgos de personalidad.
Y ayudan a encontrar familiares: a ese padre que se fue a la tienda hace 20 años o incluso
descubrir que tu hermano más bien es tu medio hermano ejem… y claro, tus orígenes.
¿Acaso son brujos?
¿cómo lo hacen?
Con una muestra de tu saliva extraen todo el genoma de tus células, esto es: todo el
ADN contenido en tus 23 pares de cromosomas y tu ADN mitocondrial.
El ADN de tus cromosomas contiene la mitad de la información de tu madre y la otra mitad
de tu padre.
Supón que en tu familia te dicen que son descendientes de Carlos V.
Sus hijos tenían 5 0% de su ADN, sus nietos el 25%, sus bisnietos el 6.2%, sus tataranietos
solo 1.5%, después de diez generaciones el ADN se ha recombinado tanto que la cantidad
de ADN compartida con Carlos V es insignificante.
Los test de ADN solo ven 4 generaciones atrás y además dan pistas sobre tu ancestría,
porque se pueden asociar ciertas mutaciones a regiones geográficas.
Además del ADN de tus cromosomas se extrae el ADN mitocondrial.
Sin importar tu sexo, tu ADN mitocondrial viene de tu madre y el de tu madre viene de
su madre y así sucesivamente.
Este ADN nos permite conocer más atrás en el tiempo tanto, que podemos rastrear nuestro
origen común materno de hace unos 200 mil años en África.
El problema es que el ADN mitocondrial tiene una tasa de mutación altísima.
Dentro de una misma célula cada mitocondria puede tener una secuencia diferente y dentro
de la mitocondria hay varias copias de ADN mitocondrial y entre ellas ¡también pueden
ser diferentes!
Para poder saber de dónde viene tu ADN se toma todo el ADN mitocondrial de todas las
células de tu saliva de la muestra y se obtiene algo así como un promedio para saber la secuencia.
La ventaja es que las mutaciones importantes son raras y se pueden ubicar geográficamente.
Esto da origen a lo que se conoce como haplogrupos, que son grupos de poblaciones que se agruparon
con base en la ausencia o presencia de ciertas mutaciones.
Así como hay haplogrupos del ADN mitocondrial, se puede saber nuestro linaje paterno por
los haplogrupos del ADN del cromosoma Y (YE).
De manera similar al ADN mitocondrial, el cromosoma Y nos provee de información solamente
de nuestra línea paterna.
El último varón emparentado con todos los varones también se ha logrado rastrear y
se cree que vivió hace unos 60 o 90 mil años en África.
El problema es que, si tu sexo biológico es XX, no tienes cromosoma Y, pero si tienes
hermanos o tíos paternos es posible pedirles una muestra y analizarla para saber tu haplogrupo
paterno.
Para los estudios de ADN se toman miles de partes de todo tu genoma y se comparan en
bases de datos, con los resultados obtienes porcentajes de tu posible origen.
¿Quieres saber de dónde vienes y no quieres pagar un análisis de ADN?
Curiosamente, con estas preguntas puedes darte una idea.
¿Te gusta probar nuevas comidas, viajar a lugares extraños y siempre estás en busca
de una aventura?
Muy probablemente tus ancestros eran nómadas pastoriles y este rasgo se vuelve más fuerte
en los grupos de América.
Al parecer este rasgo se ha asociado al exón III del gen del receptor de dopamina D4 y
ayudó a las tribus a siempre tener el apetito por lugares novedosos.
¿Cómo es la cerilla o cerumen de tu oído?
¿Húmeda o seca?
La cerilla seca, de color claro y escamosa tiene una presencia casi del 100% en el norte
de China y Corea y es muy común en Japón.
En el sudeste asiático y América la mitad tienen cerilla seca y la otra mitad húmeda,
esta última es amarillenta o café y pegajosa.
En Europa la más común es la cerilla húmeda y en África la cerilla seca es casi inexistente.
El gen ABCC11 tiene las instrucciones para que tus células muevan grasa de su interior.
La variante de la cerilla seca surgió como una mutación hace 2000 generaciones y es
una de las pocas variantes en un gen que muestra una diferencia geográfica tan marcada.
Este mismo gen, también se relaciona con el olor corporal.
Las personas en Corea, China y Japón no suelen oler a sudor, de hecho ¡casi nadie usa desodorante!
y piensan que los extranjeros tienen un olor peculiar.
¿Eres adulto y puedes tomar leche sin problema?
Hasta hace unos miles de años los adultos no podíamos beber leche, hasta que surgió
una mutación en el norte y centro de Europa y en algunas regiones de África y Asia y
se desarrolló la tolerancia a la lactosa en adultos.
Actualmente la tolerancia a la lactosa se distribuye algo así.
La historia de por qué hay personas tolerantes a la lactosa es muy curiosa: resulta que en
las sociedades donde los productos lácteos eran muy consumidos surgió la mutación,
todos aquellos que no tenían la mutación probablemente murieron por consumir productos
lácteos, ya que siempre tenían diarrea y si llegaba una hambruna eran los primeros
en morir.
Mientras que los que tenían la mutación podían tomar los nutrientes de ella.
¿Te faltan muelas del juicio?
El primer fósil sin muelas del juicio es de la actual China y vivió hace unos 300
o 400 mil años.
Los pueblos originarios de lo que hoy es México no tienen muelas del juicio.
Tampoco son comunes entre asiáticos e inuits, 25% de los europeos y solo 11% de los africanos
no tienen al menos una muela del juicio.
¿Cómo es tu cabello?
En nuestro cabello está escrita la migración y evolución humana.
En África subsahariana se favoreció el cabello muy rizado y negro.
Las migraciones al este de Asia propiciaron el cabello lacio y grueso, aunque también
de un color oscuro.
En Europa surgen después mutaciones para el cabello ondulado y los colores claros y
también aparecen mutaciones para el cabello lacio independientes a las asiáticas.
¿Eres latino y tienes asma o riesgo de cáncer de mama?
Probablemente tengas algo de ascendencia europea.
¿Si tomas alcohol te salen chapitas?
Hay personas que tienen una deficiencia en la enzima que metaboliza el acetaldehído,
que es un subproducto del alcohol.
Al no poder expulsar esta sustancia tóxica, se inflaman y sus vasos sanguíneos se dilatan,
la piel se pone roja, se les acelera el corazón y tienen náuseas.
Esta deficiencia es muy común en el este y sudeste asiático, así como en las poblaciones
Inuits, si tú te chapeteas, quizá tengas genes de ahí.
¿El Sol te hace estornudar?
Cuando sales de un lugar oscuro a uno con mucha luz ¿te dan ganas de estornudar?
Este rasgo es dominante y heredable y es muy común en Europa.
Claro que un examen de ADN será mucho más preciso, ya que se examinan muchísimos genes,
PERO antes de que te hagas uno (o si ya te lo hiciste) hay un par de cosas que debes
saber: Los resultados muestran tu tendencia genética
a ciertas enfermedades o características, pero tu ambiente tiene mucho que ver.
Quizá no seas propenso al cáncer, pero si fumas tu riesgo aumenta, y por el contrario,
podrías tener tendencia y nunca desarrollarlo.
La mayor parte de nuestros rasgos no dependen de un solo gen, sino de la interacción de
muchos de ellos y es una ciencia en desarrollo.
Realmente no te muestran tu origen, más bien te muestran donde hay presencia actual de
los genes que tú tienes.
Cada empresa hace sus estudios y tiene sus propios marcadores.
Si una empresa quiere saber el gen o genes que causan una alta sensibilidad a los olores
toman el ADN de personas que comparten este rasgo y buscan similitudes y al final podría
ser que la sensibilidad al olor ni siquiera esté influenciada por la genética.
Otro factor importante es que muchas veces se encuentra correlación entre rasgos, pero
no hay causalidad.
Hipotéticamente un estudio encuentra relación entre la altura y el cabello lacio, y se pasa
por alto que en la región esos dos rasgos son comunes.
Los resultados podrían mostrar dónde se originó una mutación, aunque no precisamente
donde vivieron tus ancestros.
Tu genoma se compara con la base de datos de cada empresa.
Así, si eres de Perú y la empresa tiene muy pocos datos de tu país lo más probable
es que te relacione con otro país del cuál sí tiene datos.
Por est a misma razón, si vienes de un lugar con una gran variación genética, como México,
los resultados podrían no ser muy precisos.
Por ejemplo:un estudio observó que los Konkaak y los Lacandones han estado tan aislados que
son genéticamente tan diferentes como un europeo de una persona del este asiático.
Por otro lado, estos tests podrían darnos la falsa idea de que las razas existen y que
la ancestría biogeográfica es una prueba de las diferencias genéticas entre razas.
Aunque algunos genes confieren ciertas características no prueban la existencia de las razas.
Además, a través de los años y las migraciones nuestro genoma ha tomado pequeñas partes
de diferentes sitios, al final, como lo dijimos en nuestro primer video: “Todos somos primos”.
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