T2E4
Caso 63, temporada 2, episodio 4.
Tanto tiempo, Beatriz.
Este mensaje ha viajado por dos líneas de tiempo y por casi 50 años.
Que puedas escucharlo es una improbabilidad y la prueba de que cientos de eventos se conectaron exitosamente.
Nuestro agente local, Gaspar Marín, ha hecho un trabajo arduo y por segunda vez ha sido una pieza clave en el desarrollo de los eventos.
También significa que venciste el trauma de la llegada y los cambios de narrativa para la estrategia de extracción.
Sé que tienes preguntas y pretendo aclarar todas tus dudas, pero lo primero es lo primero.
Vamos a recuperar tu memoria.
Necesito que cierres tus ojos y escuches esta melodía.
La música es una llave neuronal que encenderá tus recuerdos que el viaje del tiempo fragmentó.
Intenta tener una respiración pausada y fija tu atención no en lo que vas a escuchar, sino en el flujo de aire que entra y sale suavemente.
Deja que el sonido entre a ti sin intentar analizar nada.
Aquí vamos.
Me acuerdo. Me acuerdo de todo. Recuerdo todo.
Me acuerdo. Me acuerdo de todo. Recuerdo todo.
Hola.
Tanto tiempo, Beatriz.
Bienvenida a la línea 2012.
El proyecto y yo te agradecemos lo que haces en un acto invisible y trascendental.
Te preguntarás por qué el 2012.
Te preguntarás si eres única o si hay más viajeros explorando líneas intentando encontrar los vórtex correctos para salvarnos de la aniquilación.
Intentaré responder todo.
Luego de los descubrimientos en Marte, se descifró el mecanismo de cómo viajar de un universo en progresión a un punto temporal anterior.
Y se estableció el proyecto.
Su meta fue simple, revertir el fin.
El proyecto podía enviar a alguien al pasado, generar un vórtex y cambiar no el futuro de la línea original, sino el futuro de una línea nueva.
Al principio se consideró que la mínima intervención de máximo efecto era cambiar la narrativa de la historia.
Escritores, científicos y pensadores serían intervenidos como agentes para inspirar la intuición de un futuro apocalíptico que nos hiciera reaccionar y evitar la aparición de Pegaso.
Los primeros viajeros solo hacían eso, inspirar narrativas.
¿Cómo?
En el proyecto lo llamaron sembradores.
Viajeros que hacían intervenciones mínimas para producir en individuos claves la idea de una novela, una inspiración para un desarrollo científico,
un argumento de una película que permitiera advertir el peligro y modificar una línea.
Cuando yo llegué entre marzo y septiembre del 2062, ya habían partido 146 voluntarios de varios países y en varios puntos del planeta a diferentes líneas y tiempos.
Algunos tenían que cumplir un papel muy pequeño, susurrar en un bar a un escritor borracho el argumento inspirador, poner en la boca de otro una palabra o teoría.
La mayoría de las películas, de las series y los libros que advirtieron sobre la pandemia, sobre el peligro de la inteligencia artificial o sobre el poder colectivo de las redes entre 1948 y el 2019,
fueron producto de alguno de los 146 sembradores invisibles.
El ego de los creadores hizo el resto y ayudó a la invisibilización.
Pero esos 146 viajeros fallaron.
Por mucho sembrado, la humanidad no leía los mensajes y tomaba siempre el mismo camino.
Siempre caíamos en Pegaso y el fin del mundo en el año 2062.
Hasta que después de muchos cálculos se estableció que la mejor manera de intervenir el tiempo era modificar el origen mismo de Pegaso.
Era necesaria una intervención mayor.
Por supuesto, había voluntarios mucho mejor preparados que yo, pero ninguno había tenido un evento Garnier-Malette contigo, lo que significaba el éxito de la misión.
Nadie estaría más cerca de la fuente que tú y nadie podría convencerte más que yo.
Entrelazamiento lo llamaron, que es una manera muy técnica y muy fría de decir que te he amado siempre.
Cuando fallaste, en el 2022, yo debería haber viajado al vórtex anterior, pero no pude.
Hay un problema técnico con los viajes recurrentes.
Un viajero no puede viajar dos veces.
El tránsito es un problema técnico.
No puede viajar dos veces.
No puede viajar dos veces.
No puede viajar dos veces.
Hay un problema técnico con los viajes recurrentes.
Un viajero no puede viajar dos veces.
El trauma neuronal de recuerdos del primer viaje en el tiempo no admite un segundo viaje.
Los voluntarios que viajaron dos veces enloquecieron.
Por eso, lo más apropiado era enviarte a ti, y tú estuviste de acuerdo, egoístamente muy a mi pesar.
Porque eso significaba separarnos para siempre.
Nunca llegarías a Roma.
Nunca estarías conmigo en esta habitación desde donde yo grabo este mensaje.
¿Por qué no hacer algo radical y enviar a alguien a asesinar a María Meitía?
Por terrible que suene, parece ser lo más efectivo. Una vida por millones.
El proyecto lo intentó, pero pareciera ser que la estructura de las líneas protege a las entidades de muertes mediante singularidades.
O sea, extraños es la línea.
Un viajero no puede interrumpir una línea de vida porque con eso interrumpe el siguiente ciclo de nacimientos y muertes de la entidad.
Cuando lo intenta, el viajero falla o el viajero muere.
María Meitía es inmune a un asesinato o un accidente provocado por una entidad externa.
No es inmune a una intervención orgánica como plasmas o anticuerpos.
Y no es inmune a que muera por su libre albedrío.
Entonces hay que explorar otros mecanismos. Y ahí entras tú.
Y el año 2012.
¿Por qué el 2012?
En el proyecto lo estudiamos bien. Lo llamamos el gran año bisagra.
Fue el último año donde se pudo revertir todo.
Las redes sociales acababan de incorporar los algoritmos que nos llevarán al Egregore el 2027.
Recién se acaban de lanzar asistentes virtuales con los algoritmos de aprendizaje profundo que llevarán al gran borrado el año 2033.
Y lo más importante.
Después de que un coronavirus produjera el síndrome respiratorio de Medio Oriente y asolara toda esa zona,
muchos científicos insistieron en la necesidad de tener una vacuna.
Pero ninguna institución, ni pública o privada, creyó que fuera de utilidad.
Con esa vacuna la pandemia se hubiera detenido en octubre del 2019 y Pegaso sería historia.
Enviamos sembradores a revertir esos eventos, pero una y otra vez fracasamos.
Es lo único que tuvimos éxito.
Fue adelantar el descubrimiento del bosón de Higgs, clave para la comprensión de las líneas y el viaje temporal.
Vamos Pedro, dime qué tengo que hacer.
En el año 2012, donde estás ahora, María Beitía tiene 17 años.
Debes ubicarla.
En el año 2012, en el que estás ahora, María Beitía tiene 17 años.
Debes ubicarla.
En el año 2012, donde estás ahora, María Beitía tiene 17 años.
Debes ubicarla.
Gaspar Marín te ayudará en eso.
María Beitía, en todas las líneas y en todas las simulaciones, es el elemento crítico a intervenir.
Suponemos que por esta fecha acaba de conocer a Daniel Aldunate,
la razón por la que tomará el avión en el 2022, para salvar su leucemia.
Altera ese vórtex.
Y Pegaso no existirá.
Y si ya la conoce, siembra una idea en ella que altere ese vórtex, y conseguiremos la línea 63.
Debo explicarte algo.
No hemos tenido hasta el momento ninguna evidencia de que en algún universo se supere el año 2062.
En el proyecto comenzaron a hablar de un escenario utópico.
La meta, el caso especial, donde todo saldría bien.
Lo llamaron el caso 63.
La línea donde Pegaso no existe y podemos traspasar el límite del 2062.
Y prosperamos y generamos una civilización que aprende de sus errores y los resuelve.
Y colonizamos las estrellas.
Y donde finalmente la humanidad deja de autodestruirse en todos los sentidos y lo logra.
El proyecto indica que no hay más vórtex posibles.
Los viajeros tienen solamente un pasaje de ida.
No hay posibilidad de volver.
Una vez que completes tu misión, deberás renunciar a todo.
Perderte, hacerte invisible.
Tú sabrás cómo.
Está de más decirte que cualquier intervención que hagas generará vórtex anómalos.
Líneas parásitas que pueden convertir inmediatamente esa línea en un universo fracasado.
Ten mucho cuidado con lo que haces.
Envío este mensaje desde mi habitación en un hotel en Roma.
La habitación donde tú y yo nos encontramos.
La habitación donde tú y yo íbamos a generar el evento Garnier Malet.
Ahora eso no sucede en esta línea.
Jamás nos veremos.
Por lo que no podré soñar y no seré aceptado como viajero.
Sin embargo, sí viajé.
Sí estoy aquí.
Por lo que se ha producido una paradoja que no comprendo aún.
Un bucle quizás.
Ya tendré tiempo de resolverlo.
He quedado como todo viajero que fracasa.
En una línea de sacrificio.
Una línea donde un viajero hace una intervención que no dio un resultado,
pero puede ayudar a que otra línea sobreviva.
Tu línea, en cambio.
Tu línea 2012 aún está vigente y pura.
Miro esta habitación.
La cama, el ventanal.
Los tejados de esta ciudad vieja e inmortal.
Te deseo toda la suerte del mundo.
A mí me queda mucho tiempo.
Faltan 40 años para que los del proyecto lean mi mensaje y te lo reenvíen.
Pero prefiero grabártelo ahora.
En esta tarde, en el hotel en Roma.
Una tarde hermosa,
mientras el sol tiñe de rojo los tejados y se escuchan campanas a lo lejos.
Te amo, Beatriz.
Y aunque en este universo hay una persona menos,
y esa es la persona más importante de mi vida,
aún ahora, 10 años en el futuro y en otro universo,
si cierro los ojos, puedo sentir el entrelazamiento.
Puedo sentir que estás.
Puedo sentirte y de algún modo sé que tú también lo sientes.
Quizás de eso se trata el verdadero amor.
Sentir que no estás solo,
aún cuando los hechos te indican que no es así.
Pedro.
Pedro.