T2E6
Caso 63, temporada 2, episodio 6.
¿Cómo es el futuro?
Para el registro, 2 de diciembre de este extraño 2012.
No he podido trabajar ni hacer nada desde hace un par de días.
Aún tengo la imagen y la sensación de los dos sentados en el auto,
el sonido de la lluvia alrededor,
y recuerdo cada detalle de sus ojos y de sus expresiones,
y el movimiento constante de sus manos,
mientras me contaba su historia, una historia...
imposible.
Imposible.
Esta es la llave que buscas, dijo.
Mi historia es la llave que buscas,
y solo si crees lo que he compartido contigo,
solo si lo has creído,
llámame y te estaré esperando.
Me dijo que su nombre es Beatriz,
y me dijo,
vas a preferir llamarme por ese nombre.
Y se fue.
Esta tarde, sorprendí a María escuchando mis grabaciones de las sesiones con Beatriz.
Tenía los ojos húmedos y me dijo que quería hablar con esa mujer.
Me lo dijo con una calma que me sorprendió,
y me sorprendió su aceptación.
Había escuchado sin previo aviso la narración de una historia imposible,
y fue como si ella también no hubiera escuchado la narración.
A mí me sorprendió que ella no haya escuchado la narración de una historia imposible,
y fue como si ella también necesitara comprender la llave,
o su rol en este juego que parece no tener inicio ni fin.
Accedí,
y no intenté explicar nada.
¿Cómo puedo explicar a mi hija lo que no me puedo explicar a mí mismo?
Ella insistió.
¿Escuchó todo?
Sí. Yo estaba afuera. Nunca lo hace.
Nunca se mezcla en mis cosas, nunca lee o se mete en mi celular o en mi computador.
Me ha dicho que sintió que debía escuchar lo que había en esa grabadora.
Confío en que no le dirás nada que le haga daño.
Te lo prometo.
Bueno, las dejo solas.
Gracias, Vicente.
Hola.
Hola.
¿Qué tal?
Bien, ¿y tú?
Bien, ¿y tú?
Bien, ¿y tú?
Bien, ¿y tú?
Bien, ¿y tú?
Hola.
¿Registras todo?
Ah, tengo problemas con mi memoria.
Escuché las grabaciones de mi papá.
Lo sé.
Eran grabaciones terapéuticas privadas.
Beatriz, dejémonos de mentiras y de intentar protegerme.
¿De verdad crees que eres lo que eres?
No importa lo que yo crea de mí.
Mirá, durante toda mi niñez, y bueno, hasta ahora, me sentí alguien especial.
Alguien única, una elegida.
Pero no como los pacientes de mi papá con un delirio mesiánico, no.
Solo que siempre pensé que iba a aportar algo al mundo.
Mi madre me lo decía siempre.
Sé que cuando seas mayor vas a luchar por hacer de este mundo un lugar mejor.
Y yo, de alguna forma, como que lo sabía.
Por eso quise hablar contigo.
Mirá, no me importa si es mentira, si es una fantasía, si es verdad.
Beatriz, yo te creo.
No deberías creer en cualquier cosa que escuchas.
Lo sé.
Pero yo decidiré qué hago con lo que escucho.
Mirá, no puedo explicarlo bien, pero estoy segura que este es el lugar donde tengo que estar.
Por alguna razón tengo que escucharte.
Ok.
Siéntate.
Ok.
El futuro.
¿Cómo es el futuro, Beatriz?
A ver, para que puedas responder con comodidad.
¿Cómo será el futuro en tu episodio psiquiátrico?
Es difícil.
¿Revertimos el calentamiento global?
No.
Entonces, no sé, se radicó el hambre.
¿Qué pasará con la primavera árabe?
¿Se acabará el mundo el 21 de diciembre?
¿Qué pasa con la vida?
¿Qué pasa con la vida?
¿Qué pasa con la vida?
¿Qué pasa con la vida?
No puedo contarte todo.
Yo no...
Bueno, no se acaba el mundo este 21 de diciembre.
Pero entonces sí se acaba.
Todo se acaba.
A ver, háblame sobre las redes sociales.
Es verdad que si publico un tuit diciendo algo incorrecto me van a juzgar 10 o 20 años después.
Solo puedo darte un consejo.
Cuida lo que publicas.
Todo lo que tú haces ahora, cualquier cosa, por más pequeña que sea que publiques en internet,
alguien la va a evaluar en el futuro.
Y puede ser considerado ofensivo y puedes quedar sin trabajo o quedar marcada.
Suena horrible.
¿Y quién decide eso?
¿Un gobierno totalitarista?
¿Una dictadura?
No.
Todos participan de alguna manera. Es una especie de extraña democracia.
¿Todos se vigilan entre sí?
Algo así.
Según un amigo, más adelante en el futuro va a ser todavía peor.
¿Te estoy deprimiendo?
No, no.
¿Qué es Pegaso? ¿Es como la gripe aviar?
Sí, como la gripe aviar, pero masiva.
Una pandemia. En todos los países.
¿Y cómo sucedió?
Es difícil saberlo.
El hombre depreda un bosque, desplaza animales, los animales tienen virus,
y los animales se desplazan.
¿Y cómo se hace?
El hombre depreda un bosque, desplaza animales, los animales tienen virus,
en este caso un virus que tiene un murciélago.
¡Guau!
Pensé que el fin del mundo comenzaría con una, no sé, invasión extraterrestre,
por un meteorito, una guerra nuclear.
Pero que alguien se haya comido un murciélago suena muy, muy poco cool.
No, no. No sé si se lo comió.
No lo sabemos con certeza.
Solo sabemos que en un momento, en el año 2019,
en un mercado de comida en una ciudad china llamada Wuhan,
donde había muchos animales exóticos a la venta, bueno,
ahí comenzó la primera pandemia que se esparció rápidamente por el planeta.
Por primera vez toda la población del mundo fue confinada.
Nadie podía salir.
¿Y por cuántos días?
No, no, no días. Meses, eventualmente años.
¿En serio? Pero, pero, ¿y qué hicieron las personas?
¿Su trabajo? ¿Los colegios?
Todo se detuvo.
Los que pudieron comenzaron a trabajar desde sus casas,
los niños aprendieron a través de pantallas,
los amigos de esos niños estaban siempre del otro lado de un videojuego.
Todo se hizo virtual. Todo.
Las calles estuvieron vacías.
Hubo también signos de una posible transformación,
una tenue luz de esperanza.
Los animales empezaron a caminar libres por las ciudades,
especies casi extintas renacieron,
ciertos estudios indicaron una mejoría en la capa de ozono.
Muchas personas se mudaron a los campos a vivir vidas más simples.
En las capitales, muchas casas cambiaron un jardín por un huerto.
Pero no estoy segura del destino de todas esas señales o propósitos.
Por lo pronto, todo el mundo siguió existiendo detrás de una mascarilla,
y todas las personas del mundo seguían sin poder tocarse ni verse.
El virus estaba en todos lados.
Nos alejamos.
Aprendimos a alejarnos, a evitarnos.
Suena... suena terrible.
Sí, lo fue.
La pobreza aumentó, la segregación, la desigualdad.
No todos los gobiernos estuvieron preparados para eso.
De hecho, ningún gobierno realmente.
Esta crisis evidenció que la mayoría de los estados no estaban preparados
para proteger a sus ciudadanos, sino para protegerse a sí mismos.
Algunos ni siquiera creyeron en el virus.
Yo vengo de ese momento en el tiempo justo antes de terminar la primera gran vacunación.
No sirvieron las vacunas.
Sí, sí, pero por un tiempo.
Algo pasó.
A todos nos advirtieron que había comenzado la época de las grandes pandemias,
pero nadie pensó que podía suceder de nuevo.
Todos estábamos demasiado conectados y todos estábamos demasiado separados.
Esa combinación es muy terrible.
Entonces, en un punto del mundo, un día cualquiera, una nueva mutación del virus,
una mutación especial, se alojó en una persona especial que tenía en su sangre algo especial.
E hizo que el virus se replicara de una manera extraordinaria.
Algo salió mal y se generó una cepa que nunca más pudo ser controlada.
¿Por qué?
La vacuna llegaba tarde, el virus mutaba.
Modificaban la vacuna, el virus volvía a mutar.
40 años más tarde, la civilización se desgasta.
No hay fuerzas ni recursos para seguir la lucha.
La guerra se acaba por culpa de Pegaso.
¿Cuándo se acaba?
2062.
El 2062.
Yo tendré...
Beatriz, tendré 67 años.
Yo fui elegida para detener el nacimiento de Pegaso en una paciente.
La paciente cero.
Debía inmunizar con la sangre que tenía anticuerpos de Pegaso a la joven que tomaría un avión a Madrid.
Todas las predicciones apuntan que Pegaso nació en ese vuelo el 24 de noviembre del 2022.
Y claro, no lo lograste.
Si no, no estarías aquí.
No.
No pude inmunizar a esa joven y fui enviada para reparar mi error.
Beatriz, ¿esa joven soy yo?
¿Yo soy la que va a generar todo esto?
¿Qué?
¿Todo esto?
Sí, María.
Eres tú.
Recuerda que es solo una historia.
Ya habíamos acordado eso, ¿no?
Pero Beatriz...
Necesito...
Necesito un segundo para procesar todo de verdad. Un segundo.
Entonces...
Yo crearé Pegaso.
Y en dos años más, si nada cambia...
Sí.
Beatriz, ¿me quieres matar?
Respóndeme, por favor.
Pensaba evitar que conocieras a Daniela, pero llegué tarde.
¿Conoces a Daniela?
Sé quién es.
Y sé que por ella tomarás ese vuelo a Madrid.
Ustedes en el futuro van a ser muy cercanas.
Se van a querer muchísimo.
Y tú vas a viajar a España a verla.
¿Y ahí ocurrirá todo? ¿La mutación?
Sí.
La mutación ocurrirá durante ese viaje sobre el océano.
Un pasajero te va a infectar y Pegaso va a nacer en ti.
Es tan frágil el futuro, María. Tan frágil.
Todo puede cambiar en cualquier momento.
Si solo la gente supiera la textura del futuro.
Si solo supiera lo frágil que es que se formen líneas y nuevas vidas, todo sería tan diferente.
Alguien me dijo una vez que tenía que creer en el futuro.
Yo no te digo cree en el futuro.
Yo te digo crea el futuro.
Una sola persona puede destruir el mundo.
Y una sola persona puede salvarlo.
¿Podrás hacerlo, María?