Rosa Luxemburgo - CAPÍTULO 4 / 10
ROSA Yo sueño con un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.
KAUTSKY ¿No le parece un poco idealista su propuesta, camarada Rosa?
ROSA ¿Y no es idealismo lo que necesitamos, herr Kautsky?
LOCUTOR ROSA LUXEMBURGO - LOCUTORA Capítulo cuarto.
LOCUTOR El 22 de enero de 1905, una multitud de manifestantes se dirigieron al palacio del zar Nicolás Segundo en la ciudad rusa de San Petersburgo. Iban a entregarle una carta solicitando mejoras laborales.
LOCUTOR Fueron recibidos a balazos. Miles de cadáveres quedaron en las calles de la ciudad. Fue un domingo sangriento que desató una oleada de huelgas violentas y tumultos campesinos contra el régimen zarista.
ROSA Mira las noticias, Leo… ¡Tenemos que participar en la revolución!... ¡Vámonos a Rusia!
LEO De ninguna manera. Tú estás mal de salud, Rosa. Acabas de salir de la cárcel.
ROSA Mi mejor medicina es la lucha, Leo. No podemos quedarnos aquí en Berlín de mirones mientras Rusia está ardiendo.
NARRADOR Hicieron contactos con los camaradas de la socialdemocracia polaca y en diciembre de ese año llegaron ella y Leo Jogiches a Varsovia. Polonia formaba parte del imperio ruso.
ROSA La ciudad está muerta. Huelga general, soldados por todas partes…
NARRADOR En Varsovia sólo pudieron trabajar dos meses en clandestinidad…
SOLDADO Rosa Luxemburg, acompáñeme. Y usted también.
ROSA ¿Por qué? Yo soy una ciudadana alemana.
SOLDADO Usted es una terrorista. Y su amigo, otro tanto.
NARRADOR Fueron detenidos y enviados al temido pabellón Diez de la Ciudadela de Varsovia.
NARRADOR Rosa logró su libertad después de varios meses de prisión mediante el pago de una fianza y el soborno de un alto oficial ruso. Leo fue condenado a 8 años de trabajos forzados.
HOMBRE Compañera Rosa, huya inmediatamente de Polonia.
ROSA ¿Qué pasa?
HOMBRE Su vida corre peligro.
NARRADOR En agosto de 1906, Rosa Luxemburgo escapó a Finlandia. Ella conocía el refugio de Kuakkala, donde estaban reunidos los dirigentes de la revolución rusa. Entre ellos, Vladimir Illich Lenin, el fundador del partido bolchevique, el gran líder.
LENIN Al fin conozco a Rosa Luxemburgo, la comunista más peleona del imperio.
ROSA No más que usted, Vladimir Lenin. Un placer para mí estrechar su mano. Si me permite…
LENIN No tiene que pedir permiso, ¿verdad, compañeros? Usted se ha ganado con creces nuestra aprobación. Tovarich Rosa, conozco muy bien cómo se enfrentó usted con ese oportunista de Bernstein…
ROSA Diga mejor, “nos enfrentamos”. Kautsky, Clara Zetkin, Bebel… todos estuvimos de acuerdo en que ese barbón había traicionado los más elementales principios del socialismo.
LENIN Pero usted también me acusó a mí de blanquismo, de querer imponer la revolución desde afuera, con una élite al margen de la participación popular.
ROSA En Rusia dicen: el servil es tu enemigo, tu amigo es quien debate. A eso he venido, a debatir con usted, a confrontar ideas.
NARRADOR Lenin clavó su mirada en aquella joven altiva que no le bajaba los ojos. Su inconfundible calva brillaba con los pocos rayos de luna que se colaban entre las maderas del refugio.
PAVEL ¡Ey, ustedes, quemen leña y traigan el samovar para que la tovarich Rosa pueda beber un té bien caliente!
ROSA Muy amable de su parte.
LENIN Yo no soy blanquista, mi estimada Rosa. Pero sí pienso que el proletariado no va a adquirir conciencia espontáneamente, por sí mismo. Hay que ayudarlo.
ROSA Yo tampoco soy espontaneísta, Vladimir Lenin. Pero sí pienso que el socialismo no consiste en una teoría que uno inyecta desde afuera, y la cumple como los diez mandamientos.
LENIN ¿Y en qué consiste, si puede saberse?
ROSA En acción. En el principio es la acción. Los trabajadores tomarán conciencia de su explotación por la práctica vivida, por la experiencia de los propios éxitos y también de las derrotas. A luchar se aprende luchando.
PAVEL Disculpen que me meta…
LENIN Puede hacerlo, Pavel…
PAVEL Lo que dice suena muy poético… “acción, acción”... ¿A qué se refiere usted exactamente con esa palabrita?
ROSA Por ejemplo, a la huelga. Huelga general. Marx creyó que la liberación de la clase obrera se daría por leyes históricas, leyes económicas. La sola voluntad para el cambio no era suficiente. Pues yo creo que sin esa voluntad, sin una elevada moral, no se conseguirá nada.
LENIN ¿Le enmienda la plana a Carlos Marx?
ROSA El pensamiento es dialéctico. Se construye colectivamente.
PAVEL Usted es anarquista. La estamos oyendo todos, ¿no?
ROSA Yo soy socialista. ¿Le puedo hacer una pregunta, señor Lenin?
LENIN Las que quiera.
ROSA Para usted, ¿qué es el partido?
LENIN Un liderazgo fuerte, una vanguardia, una organización disciplinada para la toma del poder.
ROSA ¿Como un ejército, pero del proletariado? Y en ese ejército, ¿quién tomará las decisiones que afectan a las masas? ¿La vanguardia?
LENIN ¿A donde quiere llegar usted?
ROSA La principal misión de un partido socialista es capacitar a los trabajadores, hombres y mujeres, para que piensen por su propia cabeza, para que decidan por ellos mismos lo que más les conviene.
LENIN ¿De lo contrario…?
ROSA De lo contrario, la vanguardia se convertirá en camarilla. El liderazgo se alejará cada vez más del pueblo.
PAVEL Ella dice eso por lo que están viviendo en Alemania, me supongo.
ROSA Exactamente, la socialdemocracia alemana se ha vuelto burocracia. Son unos vanidosos que no escuchan a sus bases. No, yo no soy anarquista. Pero, ¿que hacen los “revolucionarios” alemanes? Mirarse el ombligo. Más les preocupan los puestos que consiguen en el Parlamento que las necesidades de los obreros.
LENIN (IRÓNICO) Usted que tanto sabe, Rosa Luxemburgo, díganos qué hacer…
ROSA Lo que usted está haciendo, Vladimir Lenin. Lo que hace Trotsky. Movilizar a las masas, acompañarlas. Nunca suplantarlas.
LENIN ¿Usted cree en la dictadura del proletariado?
ROSA Usted lo ha dicho, del proletariado. No del Comité Central. Dictadura, “palabra dura del pueblo”, sí, pero para construir democracia, no para eliminar la democracia.
LENIN Me sorprende su lucidez. Estoy de acuerdo con usted, Rosa Luxemburgo.
PAVEL Nosotros aquí discutiendo y tomando té... Y en Europa ya se habla de guerra.
ROSA Eso es precisamente lo que quiero saber. La posición de los bolcheviques frente a la guerra que se avecina.
LENIN Hay que evitarla a toda costa. La guerra es un negocio imperialista.
ROSA También me sorprende su lucidez. Estoy de acuerdo con usted, Vladimir Lenin.
NARRADOR Rosa regresó a Berlín. Y en pocos meses, Leo Jogiches, su compañero de lucha y su gran amor, se reunió con ella. Había logrado escapar del campo de trabajos forzados.
ROSA Lenin es un encanto de persona. Un revolucionario como no hay dos.
LEO Es decir, él es el uno y yo soy el dos…
ROSA ¿Qué dices, Leo?
LEO Que desde que llegaste de Finlandia todo es Lenin, Lenin, Lenin…
ROSA ¿Así que el gran socialista Leo Jogiches está celoso?
LEO Rosa, todavía somos jóvenes. ¿No te gustaría una vida normal, sin tantos sobresaltos?
ROSA Claro que me gustaría… Pero ahora tengo que trabajar… Ya viene el congreso de Stuttgart… Lenin me ha pedido redactar una resolución contra la guerra.
LEO ¡Otra vez Lenin!
LOCUTORA Una producción de la Fundación Rosa Luxemburg y Radialistas Apasionadas y Apasionados.