A mi aire 185: Arte, arte y más ar (23 de septiembre, 2016)
mi aire 185: Arte, arte y más arte (23 de septiembre, 2016)
Bienvenidos a "A mi aire", amigos. Hola. Hoy es 23 de septiembre, mañana 24 es el día de Nuestra Señora de las Mercedes, el santo de mi abuela. Todos los años lo hemos celebrado. En la familia de mi madre el santo es más importante que el cumpleaños. Por eso quiero felicitar a mi abuela desde aquí, que, aunque tiene 95 años y ya no se acuerda de mí, se alegrará de oír que esta felicitación es para ella: ¡Felicidades por tu santo, abuela! Soy Alicia. Un beso muy fuerte.
Bueno, ya está, vamos a empezar. Nuestro tema de hoy no son los santos, ni los 95 años de mi abuela, no. El tema de hoy es el arte, en concreto os voy a hablar de Manifesta, de la noche de los museos en Zúrich y de Scarpia, un proyecto de arte que hay en un pueblecito cordobés todos los años. ¿Preparados para escuchar? ¡Pues vamos!
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El arte se respira por todas partes. En Zúrich hemos tenido hasta hace diez días la bienal Europea de Arte Contemporáneo – Manifesta, a principios de septiembre fue de nuevo la noche de los museos y paseando por la calle veo carteles de exposiciones que me llaman la atención [1]. Tengo que reconocer que la exposición de Manifesta no me ha gustado demasiado, no la he encontrado ni crítica ni sorprendente. El tema “Qué hace la gente por dinero?” parecía interesante; pero luego … no sé, la bienal no me ha convencido [2].
La gente por dinero trabaja en la construcción, en el metro, en política, como bombero o futbolista… En fin, todo el mundo trabaja y han unido diferentes profesiones al arte. Por ejemplo, el boxeo tenía su sitio con la cerámica. Había trofeos y guantes de boxeadores al lado de bloques de cerámica rotos por los deportistas en el gimnasio. Los obreros de la construcción estaban inmortalizados en fotos y con esculturas de tamaño natural. El trabajo de las personas de la depuradora [3] también estaba presente. Realmente es lo que más ha llamado la atención de la gente en Manifesta. El museo de Migros llenó una sala de bloques de caca y cemento hechos con las 80.000 toneladas de caca que hicieron los 400.000 habitantes de Zúrich un día de marzo. Claro, al verlo y olerlo te das cuenta del trabajo tan desagradable que tienen estos trabajadores de la depuradora; pero, ¿es eso arte? ¿es arte el hacer bloques de caca y llevarlos a un museo? ¿es arte o tontería? ¿Vosotros qué pensáis? Para mí es una tomadura de pelo [4]. Huele mal, es desagradable y tanto para los guías del museo como para los visitantes, el olor es asqueroso [5].
Sin embargo, el guía de la exposición nos contó que ha habido instituciones interesadas en la compra de estos bloques. ¿Os lo podéis imaginar? ¿Y dónde los pondrán? ¿A la entrada de un banco o de un estadio de fútbol? ¡Uy, no lo sé!
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Lo que sí mereció la pena absolutamente fue la noche de los museos. Me encanta que dos noches al año los museos cobren vida [6] y haya teatro, performances y conciertos, además de visitas guiadas por todas partes. Es una noche mágica y especial.
Yo estuve con dos amigas por allí. Después de seguir los pasos del Dadaísmo en Zúrich y enterarnos de cosas bien interesantes sobre aquellos excéntricos de principios del siglo XX, fuimos al museo etnográfico. Este está en el antiguo jardín botánico. Fuera había mesas de madera, luces de colores y puestos [7] de comida africanos. Había un ambiente bohemio y cosmopolita. Allí pudimos cenar y después oír canciones latinas. Pero la cena no fue una Bratwurst con mostaza, ¡uy no! La cena fue comida africana con las manos. ¡Ay, amigos! ¿Habéis cenado con las manos alguna vez? Yo no, para mí era la primera vez. Es muy difícil coger la verdura pequeña y las lentejas sólo con tres dedos. Así que fui a pedir un tenedor, pero me dijeron que no tenían cubiertos [8]. Los chicos me miraron entonces divertidos [9] y me preguntaron: ¿Por qué? ¿tienes problemas? - .- No, no, todo está bien -, dije muy rápido. Creo que me puse roja [10]. ¡Ay, qué vergüenza me dio! Es que para ellos es normal comer con las manos y yo me sentí ridícula. Al volver a la mesa mis amigas continuaban comiendo con las manos tan tranquilas. - Venga, Alicia, que no es tan difícil -. Yo me sentía como un pato [11], se me caía toda la comida, uf, no podía comer. - Si al menos pudiera utilizar la otra mano… - me dije. Pero me habían dicho que sólo podía utilizar la mano derecha. Mi amiga Ivonne me miró divertida: Alicia, tú no podrías viajar a la India -. Entonces… Me puse seria y le dije: Sí, sí, claro que sí podría viajar a la India-. Me sobrepuse [12] y terminé mi plato sin volverme a quejar ni una sola vez. Es que me gustaría mucho viajar a la India y allí comería con la mano y me adaptaría y no tendría problemas. Mi amiga Ivonne es medio india y me encantaría ir con ella alguna vez a su país.
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Después de cenar escuchamos un concierto en español dentro del museo. Cuatro chicos, un colombiano, un peruano, un suizo y un español, nos deleitaron con canciones conocidas como Corazón espinado o Guantanamera. Genial. Pero lo mejor pasó a mitad del concierto. Ay, sí, pasó algo muy especial. De repente…entró por la puerta. Pasó entre la gente bailando con su vaso de vino en la mano y su falda larga. Todos los ojos se volvieron automáticamente hacia ella. Era una mujer de unos 60 años, rubia, ojos muy azules y pelo recogido. Sus labios rojos tatareaban [13] las canciones de los músicos. Su cara atraía como un imán, su aura envolvía a todo el mundo. El cantante del sombrero le dedicó una canción, - para usted, señora -. Ella se rió y se sentó en una silla al lado del escenario. El guitarrista, le hizo un guiño [14], ella bebió otro sorbo [15] de vino. Desde ese mismo momento mis ojos no se apartaron de ella, el concierto fue de ella, de su risa, de sus gestos, de sus ojos cerrados… ¡Qué mujer ! - me dije - ¿Qué habrá vivido? Parece feliz, aunque esté sola; parece muy fuerte, aunque esté tan delgada -. La señora irradiaba [16] vida, alegría, sensualidad.
Terminó el concierto y nos fuimos de allí. El recuerdo de la señora está todavía en el aire, como en un sueño. Yo de mayor quiero ser así, como ella. No quiero dejar de [17] soñar, de vivir intensamente. Quiero ser feliz.
En España también se ve arte por muchos sitios, de hecho el arte ha llegado a los pueblos y ahora el ver exposiciones de pintura o fotografía, instalaciones o performances en lugares pequeños, ya no es una excentricidad. No. Hoy vamos a viajar a un pueblecito de la provincia de Córdoba. En El Carpio se celebra desde hace 14 años Scarpia gracias a Miguel Ángel Moreno. Scarpia es un proyecto artístico en el que participan los 4.500 habitantes del pueblo. Durante dos semanas el arte invade [18] el espacio público. Puedes ver pelotas gigantes por las calles, un burro de catorce metros de alto o puedes encontrarte la proyección de una palabra en una esquina. Parece una tontería, pero no lo es. El caminar al lado de pelotas gigantes, mirar para arriba y encontrarte un burro y al doblar la esquina y leer la palabra “calma” en letras azules sobre paredes blancas te transporta automáticamente a un mundo ideal. Lo más bonito de este movimiento artístico es que participa todo el mundo, la idea es que sea arte social.
Allí también ha habido un concurso de Murales de Arte Urbano. Los ganadores han pintado con sus obras el puente del pueblo y la entrada al recinto ferial. Los grafitis se presentaron y estuvieron expuestos hasta finales de agosto. Los artistas han podido darse a conocer y están contentos. El pueblo tiene ahora otra marca de identidad. El arte ha unido a la gente y nos ha acercado a nosotros a El Carpio. Me encanta que el arte nos abra los ojos hacia el mundo rural.
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Bueno, ya sabéis que encontráis fotos de mi podcast en Instagram con el #PodClubAlicia y #amiaire y que podéis aprender las palabras nuevas de esta emisión con el entrenador de vocabulario. El 7 de octubre estoy otra vez en la página web podclub.ch o vía app. Entonces os hablaré de un superhéroe que ofrece sus servicios en Madrid, sí, no es broma, ¡os lo cuento el próximo día! Hasta entonces, cuidaros y que os vaya muy bien.
[1] llamar la atención: atraer la curiosidad; dicho de algo que despierta interés
[2] convencer: aquí significa gustar, fascinar
[3] (la) deputadora: lugar donde se limpia el agua que llega del consumo ciudadano, se limpia el agua de la canalización
[4] ser una tomadura de pelo: ser una burla, una broma, ser como un engaño
[5] asqueroso: malísimo, horrible
[6] cobrar vida: tener vida, vivir
[7] (el) puesto: como una tienda que vende algo. El puesto se puede poner y quitar, la contrucción es muy sencilla. Hay puestos de comida, de artesanía, de flores…
[8] (los) cubiertos: cuchara, tenedor y cuchillo
[9] divertidos: riendo, sonriendo
[10] ponerse rojo/a: cuando algo nos da vergüenza, cuando vivimos una situación difícil, embarazosa, nos ponemos rojos
[11] sentirse como un pato: sentirse patoso, inútil, ridículo
[12] sobreponerse: dominar los impulsos
[13] tatarear: cantar con voz baja, moviendo sólo los labios, sin articular palabras
[14] hacer un guiño: cerrar rápido un ojo y volverlo a abrir; es un gesto de simpatía
[15] un sorbo: un trago, beber una cantidad pequeña de algo
[16] irradiar: desprender, dar, trasmitir
[17] no quere dejar de: querer hacer algo de verdad
[18] invadir: llenar, ocupar