A mi aire 56: Historias por la nieve (28 de enero de 2011)
mi aire 56: Historias por la nieve y por las rebajas de enero (28 de enero de 2011)
Hola amigos, soy Alicia.
Hoy es 28 de enero y os voy a hablar de la nieve y de lo que me pasó una vez en el Wallis visitando a mi ex-vecina Karin. Después os hablaré de cómo empezaron las rebajas en las tiendas de Desigual y el numerito que se formó en Madrid en unos grandes almacenes. ¿Preparados para escuchar? ¡Pues espero que os guste! Este año el tiempo está siendo muy raro, no hay mucha nieve.
Las estaciones pequeñas de esquí han tenido que cerrar a mediados de enero y en otras estaciones la nieve está como la nieve de primavera, muy pesada. Sin embargo, en Navidad hubo muchísima nieve. Mi compañera francesa de podcast, Marie, nos contó en su último podcast que sus tíos no pudieron celebrar con ellos la Navidad por la nieve. Nevó tanto en la Alsacia que los tíos de Marie no pudieron salir de sus casas. Mi amiga Karin, que vive en el Wallis, también tuvo problemas por la nieve para llegar a la casa de sus suegros el día 25. Bueno, pero ella siempre tiene problemas en invierno. Es que Karin y André viven en un chalet perdido de la montaña. Para llegar a su casa el coche tiene que tener tracción en las cuatro ruedas porque la nieve y el hielo de su calle no se limpian. Ella y André tienen que limpiar la carretera de acceso [1] con los vecinos y alguna vez no han podido ir al trabajo porque se les ha helado el coche. En fin, ¡qué estrés! Yo no podría vivir allí. El año pasado fuimos en enero a pasar con ellos un fin de semana.
Lo pasamos estupendamente, pero os voy a contar lo que nos ocurrió. El viernes por la noche llegamos a su chalet. Ya al bajarnos del coche nevaba y nevaba, pero nos metimos en la casa y nos olvidamos del tiempo. Mis amigos tenían encendida la chimenea y preparado un queso para cenar una raclette. Cuando salimos el sábado por la mañana de la casa no encontramos los coches, estaban completamente cubiertos de nieve. Entonces cogimos una pala y desenterramos [2] primero un coche y luego otro, pero como no paraba de nevar, decidimos no bajar al pueblo e irnos a montar en trineo por allí. Ese día fue muy divertido y no nos importó que continuara nevando. El problema lo tuvimos el domingo, cuando llegó la hora [3] de volver a Zúrich. ¡Ay Dios mío! Los coches habían vuelto a desaparecer bajo la capa de nieve. Primero los desenterramos de nuevo, después tuvimos que limpiar la calle para poder salir a la carretera principal. Hicimos esto entre risas y con buen humor. Pero cuando terminamos nos montamos en el coche para salir y no pudimos. Resbalábamos una y otra vez por el hielo. André ató una cuerda a nuestro coche e intentó sacarnos con su cuatro por cuatro [4], pero tampoco, ¡era imposible! Yo cada vez me desesperaba más y Karin se reía: "No te preocupes, Alicia, que aquí tenemos comida y os podéis quedar hasta cuando queráis"- "Sí, si ya lo sé, pero mañana trabajamos, guapa".
Ella toda tranquila me respondió: "pues llamas por teléfono y no vas a trabajar". -"Karin, vamos a la carretera principal, a ver si alguien nos puede ayudar"- "¡Pero qué manía, mujer! que si no salís no pasa nada. "- "Karin, ven"- dije ya enfadada. Entonces me fui hasta la carretera principal. Karin vino conmigo de mala gana [5] y allí estuvimos las dos como una hora, heladas, hasta que de repente apareció una quitanieves [6]. "Mira, Karin, ¡la quitanieves!, seguro que nos puede ayudar, ¡vamos a pararla!" Empezamos a mover las manos y efectivamente paró. Les contamos a los conductores nuestro problema y fueron superamables. La quitanieves vino hasta donde teníamos el coche, lo sacó de aquella carretera helada y nos lo dejó camino de Sitten. ¡Qué historia! Yo no he vuelto a ir a casa de Karin con tanta nieve. Prefiero quedarme en el valle. ¡Os lo juro! *
Realmente yo soy una mujer urbana, me gusta la ciudad.
El campo y la montaña me gustan el fin de semana, pero a diario prefiero la ciudad. Cuando tengo tiempo libre me voy a la Bahnhofstrasse y me siento en un banco a mirar a la gente. En Madrid me iba a la Gran Vía. Por cierto, han abierto en la Gran Vía una tienda enorme de Desigual. ¿Conocéis esta marca de ropa? Sí, ¿verdad? Las camisetas, faldas, pantalones y jerséis de esta marca son siempre especiales. La ropa es de diferentes colores y estampados divertidos. A mí me encanta, pero no solo a mí, ¡fijaros! Este año las rebajas de Desigual han empezado de una forma muy especial y no solo en Madrid, sino en toda España. Se ofreció vestir completamente a los primeros cien clientes que llegaran al establecimiento en ropa interior. Y sí, el día 7 de enero fueron más de cien personas en ropa interior a las tiendas de Desigual, aunque luego la mitad se quedó sin la oferta. Imaginaros, en toda España, con lluvia, frío o nieve, los locos de esta marca fueron a primera hora de la mañana en calzoncillos ellos y bragas y sujetador ellas, para salir vestidos gratis de pies a cabeza [7] con la ropa elegida por ellos mismos de Desigual. El eslogan de la campaña "Entra casi desnudo, sal vestido" se repitió después en Marbella, Amsterdam y Lisboa. ¿Vosotros hubieráis participado? Yo con 15 años quizás sí habría participado, pero ahora... No, ahora ya no. Se me ha pasado la tontería. *
Este año las rebajas son impresionantes y van a durar hasta principios de marzo.
Hay hasta un 70 % de descuento en muchas cosas, tanto en España como en Suiza. Los comerciantes españoles explican que en esta época se vende muchísimo y las ventas representan entre el 20 % y el 25 % de todo el año. Por ejemplo el secretario general de la Confederación Catalana de Comercio calculó que el presupuesto [8] de cada catalán está entre 200 y 250 euros. Aunque este dinero varía por comunidades autónomas. Lo que está claro es que en rebajas la gente se vuelve loca [9] y compra cosas que no necesita obligatoriamente.
En Madrid el día 7 de enero, primer día de rebajas, había delante del Corte Inglés una cola impresionante de clientes esperando a que se abrieran las puertas de los grandes almacenes. En la cola había una mujer rubia joven, alta y guapa. A su lado había una mujer pelirroja más mayor y más bajita. La chica joven iba mejor vestida que la pelirroja, llevaba ropa más cara. De repente, se abrieron las puertas del Corte Inglés y los clientes se abalanzaron [10] sobre los productos: se cogía un jersey, se miraba y si no gustaba, simplemente se tiraba de cualquier manera. Así con las faldas y las otras prendas de vestir. Entonces la chica rubia, joven, alta y guapa encontró un jersey monísimo [11]. La mujer pelirroja dijo que ella lo había visto primero y se empezaron a pelear por el jersey. Formaron un número muy desagradable. Las mujeres se tiraron del pelo y se dijeron palabras groseras. Los otros clientes las miraban de reojo, pero no las hacían caso [12], cada uno iba a buscar su ganga, su rebaja. Las mujeres no dejaron de pegarse hasta que intervino el personal de seguridad del Corte Inglés. ¡Qué vergüenza! ¿Cómo pueden pasar estas cosas? ¿Cómo es posible que nadie separara a la rubia y a la pelirroja? Bueno, pues este numerito... fue un engaño [13]. La joven rubia y alta y la mujer pelirroja y más bajita eran dos actrices. Toda la escena había sido planeada cuidadosamente y fue grabada allí para denunciar la locura del consumismo. *
Bueno amigos, esto es todo por hoy.
Ya sabéis que me podéis seguir escuchando en la página web www.podclub.ch y si queréis dejarme algún comentario, lo leeré con mucho gusto. El próximo podcast va a ser un poquito especial. Voy a tener en el estudio a una amiga mía argentina y hablaré con ella sobre su país, sobre Argentina. Hasta entonces, cuidaros y que os vaya muy bien. [1] carretera de acceso: carretera para llegar a su casa
[2] desenterrar: aquí: quitar la nieve para sacar el coche que está debajo
[3] llegar la hora: ser el momento de hacer algo
[4] cuatro por cuatro: coche que tiene atracción en las cuatro ruedas
[5] de mala gana: sin ganas, contra su voluntad
[6] quitanieves: máquina que quita la nieve de la carretera
[7] de pies a cabeza: completamente
[8] presupuesto: el dinero calculado que tiene una persona para gastar en algo
[9] volverse loco: no pensar y hacer cosas imprudentes
[10] abalanzarse: lanzarse, arrojarse, tirarse sobre algo [11] monísimo: precioso
[12] no hacer caso: no prestar atención
[13] engaño: mentira