¿Los hackers son delincuentes? - CuriosaMente 63
Estudio Haini presenta ¿Los hackers son delincuentes?
Un hacker se define como un experto en cómputo capaz de introducirse en sistemas y redes
informáticas en las que... no fue invitado, con diversos propósitos, como obtener información
que se supone que no debería ver o manipularla. Pero “hacker” significa mucho más...
Originalmente to hack significa “cortar a hachazos”, pero el término “hacker”
se empezó a usar en referencia a las computadoras hasta los años 60. Sin embargo, los primeros
hackers son más antiguos. Algunos ejemplos:
Cuando, en 1903, Guillermo Marconi dijo que su “telegrafía sin hilos” era segura,
el mago Nevil Maskelyne lo ridiculizó interviniendo la señal y difundiendo groserías en código
morse. Durante la Segunda Guerra Mundial, matemáticos
polacos descifraron el código de la máquina Enigma que los nazis usaban para encriptar
sus mensajes. Cuando estalló la guerra y los Nazis mejoraron su máquina, el matemático
Alan Turing ayudó a construir la Bombe, una máquina capaz de descifrar el código de
Enigma (hasta hay una película con Benedict Cumberbatch).
En 1957 Joe Engressia, ciego de nacimiento y con oído absoluto, descubrió que silbando
en frecuencias específicas, podía hacer que los teléfonos le dieran llamadas gratis
a cualquier parte del mundo ¡a los 7 años de edad! Ya de adulto cambió su nombre a
Joybubbles. Después de los llamados “phreaks”, aficionados
a manipular los sistemas telefónicos, los primeros hackers propiamente dichos surgen
con la revolución informática en los años 60, sobre todo en el Instituto Tecnológico
de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés). Ahí, en los clubes de modelos de tren y el
de inteligencia artificial, se reunían ingenieros y programadores que realizaban actividades
no tanto por fines prácticos, sino por diversión y por el goce de descubrir de qué eran capaces
las máquinas… y ellos mismos. A lo largo de los años han hecho bromas como poner un
automóvil de policía en la cúspide del Gran Domo de de la escuela, o intervenir la
página web oficial para anunciar que el MIT había sido comprado por Disney.
La cultura hacker que surgió en instituciones como el MIT, la Universidad de California
y el Instituto Carnegie Mellon, o en clubes de cómputo como el Homebrew Computer Club
se materializó en el manifiesto GNU, que se puede condensar en un lema: “La información
quiere ser libre”. Y bajo este lema se puede hacer mucho en favor de los demás, o actividades
francamente criminales. La distinción tradicional es que los Hackers de “sombrero negro”,
dedicados a robar información con fines ilícitos, son considerados delincuentes y perseguidos,
mientras que los de “sombrero blanco” usan sus habilidades para evaluar la seguridad
de los sistemas y ayudar a las organizaciones. Mientras que unos como Kevin Mitnik, el criminal
informático más buscado de la historia, roban secretos corporativos para su propio
beneficio y otros crean virus que dañan a millones de personas, algunos de los más
famosos son controvertidos y difíciles de categorizar.
Julian Assange en su juventud fue conocido como el hacker Mendax, famoso por haber penetrado
sistemas de la Nasa y del Pentágono, y actualmente dirige Wikileaks, organización que filtra
información de interés mundial, y que algunos líderes juzgan como peligrosa y otros como
necesaria. Steve Wozniak comenzó su carrera hackeando
líneas telefónicas junto con Steve Jobs en los años 70. ¡Se dice que una vez hasta
llamaron al Papa!. Después fundaron Apple, reconocida por su capacidad de innovación.
Edward Snowden, trabajando para una agencia de Estados Unidos, liberó información que
confirmaba cómo el gobierno espiaba a sus ciudadanos. Ahora es perseguido.
El colectivo Anonymous, entre otras acciones, una vez atacó las páginas de la Iglesia
de la Cienciología usando un ataque DDOS, que saturó de peticiones los servidores hasta
que la página se cayó. Esta acción fue ilegal y varios fueron a la cárcel, pero
muchos la defienden aduciendo las prácticas abusivas de este culto. Anonymous también
apoyó a los rebeldes durante las revoluciones de Túnez y Egipto en 2011.
Actualmente la cultura hacker no se identifica tanto con quienes irrumpen en redes y roban
información (llamados “crackers”), sino con personas que disfrutan explorando y expandiendo
las capacidades de los sistemas, y muchos de ellos buscan cambiar el mundo para mejor.
Incluso fuera de la computación, resolver algo cotidiano de manera ingeniosa y creativa,
se puede considerar un “life hack”
¡Curiosamente!