La panela, el coco, trigrillos y cangrejos
Hola amigos. Bienvenidos a esta nueva emisión de “A mi aire” desde…. no, no os lo digo, no os lo digo todavía, os lo digo al final de este podcast. No estoy todavía en Suiza, no, pero ya he salido de Colombia. Estoy es una ciudad fascinante, pero os enteraréis al final. Primero os voy a hablar de mis últimos días en Colombia, de la panela y de cocos, de trigrillos [1] y cangrejos. Hoy 5 de julio os regalo un par de vivencias en Nuquí, en la costa del Pacífico colombiana.
*
Acabábamos de volver de un paseo largo por la playa y Javi nos ofreció un coco, pero no un coco cualquiera, no. “Mira, Alicia, ¿qué coco te gusta?” – me preguntó señalando una palmera. Yo miré hacia arriba y, sí, efectivamente arriba había un montón de cocos. Me empecé a reír y le dije que me daba igual, que todos estarían buenos. “Pero ¿cómo vas a coger el coco? Está muy alto”. Entonces Javi me miró y dijo: “pues con las manos”. De repente, se subió por el tronco [2] trepando [3] con las manos y los pies, escaló [4] hasta arriba de todo y tiró varios cocos al suelo. Yo estaba alucinada. Los cocos cayeron en la arena y no se rompieron. ¿Y ahora? El coco tenía una cáscara [5] muy dura alrededor, no era el coco que yo conocía, blanco por dentro y marroncito por fuera, de esos que vemos en los puestos de feria. Ese tenía una cáscara muy dura, muy fuerte y yo no tenía ni idea de cómo se podría romper. Javi cogió un machete y lo peló [6] a golpes, poco a poco, con cada golpe volaba un trozo de cáscara. Yo seguía alucinada. Al final, Javi abrió el coco y me ofreció el beberlo. Ay, amigos, ¡qué cosa más rica! David y yo bebimos el agua y comimos el coco con panela [7]. La panela es algo muy típico de Colombia. La puedes comer sola o con coco o con queso, pero también existe el café de aguapanela o el aguapanela con queso. ¿Sabéis qué es la panela? Mirad, la panela es un tipo de azúcar que conserva todas sus vitaminas y minerales, viene de la caña de azúcar. ¿Y sabéis que es el aguapanela? Yo no lo sabía, es como un té hecho con panela. En las granjas de la zona cafetera nos la ofrecían constantemente con queso, podías beber aguapanela o un tinto, es decir, un café. Bueno, pues allí en Nuquí comimos la panela con coco y después David se puso enfermo del estómago, tuvo calambres [8] en el estómago y diarrea. Pobre, se puso fatal. Como él es muy alternativo, no quiso tomar los medicamentos que habíamos llevado para los problemas de estómago. Él prefirió tomar los tés de diferentes hierbas que le preparaba Flora. Pero claro, eso significó estar enfermo cinco días. Yo no me preocupé porque todo el mundo decía que le había sentado mal el agua de coco, y ellos saben más que yo de los males de por allí. Así que, mientras el pobre David se pasaba los días en la hamaca, yo me iba con Javi de un lado a otro a conocer la zona.
*
Una de las excursiones mejores que hice fue por la selva. Ya os dije que a un lado teníamos la selva y al otro el mar. Bueno, pues yo quería conocer la selva. Así que, Javi me llevó. “Vale, vamos, pero ponte algo de manga larga y estas botas de agua”, me dijo pasándome una katiuskas [9] muy altas. Estaba lloviendo un poquillo, así que, bien, me parecía bien ponerme esas botas, aunque me llegaban hasta la rodilla, ¿eh? La verdad es que así no me pasaría nada con las serpientes ni con las hormigas. No os riais, no, que las hormigas son uno de los mayores peligros de la selva. Hay hormigas bomba y hormigas limpiadoras, las dos te hacen polvo [10] si te pican, no es nada divertido. Lo sé porque la noche anterior me picó una hormiga limpiadora. Es que yo tenía mucha sed y cogí un vaso de agua que había en una esquina. De repente noté un picotazo [11] enorme y empecé a sangrar del labio. No sabía lo que era y me asusté mucho, me asustaba pensar en un bicho [12] venenoso. Pero con la linterna vi que había un montón de hormigas limpiadoras entre los vasos de agua. Ah, y comiéndose la panela que nos había sobrado. En fin, que las hormigas son para mí de los animales más peligrosos. Antes de empezar nuestra ruta, Javi cogió un machete y dijo: “Bueno, este machete es para abrir camino, y por si encontramos tigrillos, pero no te asustes, Alicia. Los tigrillos tienen más miedo de ti que tú de ellos.” Y mi guía empezó a andar decidido hacia el interior de la selva. ¿Tigrillos? ¡Había dicho tigrillos! Sí, sí. Ayayay, ¡Madre mía! Trigrillos… Al principio yo estaba asustada, pero con cada paso se me iba un poco el susto. La selva siempre me ha gustado y, de repente, empecé a sentirme feliz, yo era una parte de esa inmensidad, de esa naturaleza tan impresionante. Entre esos árboles gigantes no se veía el cielo, el sendero [13] era estrecho y Javi necesitaba el machete para abrir camino. Dejó de llover y por el suelo empecé a ver cangrejos. No me lo podía creer, ¡cangrejos! Así que, mi miedo desapareció por completo. ¡Qué tontería tener miedo de las hormigas! ¡Qué tontería tener miedo en un lugar lleno de cangrejos! Me empecé a reír y me quité la camiseta de manga larga. Javi, me preguntó qué hacía. “¡Nada!, que tengo calor y prefiero ir en tirantes [14], aquí no me va a pasar nada “, le dije. Y efectivamente, el miedo se me quitó hasta tal punto [15] que terminé quitándome las botas y andando con Javi río arriba hasta un sitio maravilloso, terminé nadando en una poza [16] profunda y trepando por una cascada hacia arriba. Os digo, viví esa excursión como los niños del Chocó, corriendo descalza [17] por la selva y por el río. Incluso me colgué de una liana y me balanceé [18] en el aire por encima del agua. ¡Qué risa! Fui libre, me sentí libre y disfruté a tope [19] de aquella naturaleza. El andar descalza por los caminos y bañarme en el río rodeada de monos, tigrillos y cangrejos fue una de las cosas más alucinante que he vivido.
*
A la vuelta de la excursión pensé en darle a David una sorpresa. El pobre llevaba 4 días con dolor de tripa y como tuve que retrasar nuestro viaje, decidí el hacernos a David y a mí un regalo. Este año, queridos amigos, cumplo 50 años, así que nos regalé el ir de Colombia a Nueva York antes de volver a Suiza. Sí, sí, ya sé que es una locura, pero solo se cumplen 50 una vez en la vida y el cambio de década lo merece, ¿no? Así que ahora mismo estoy en Nueva York. ¡Y desde aquí estoy haciendo el podcast! Y en la próxima emisión, el 19 de julio, os hablaré de esta fantástica ciudad. Mientras tanto, mirad nuestras fotos en Instagram y aprended las nuevas palabras con el entrenador de vocabulario. Un abrazo muy grande y ¡a disfrutar del verano!
Glossaire: A mi aire [1] trigrillo: ocelote; es un felino de un metro y medio de largo; es como un tigre pequeño
[2] tronco: la parte central de un árbol, la parte fuerte, el soporte del árbol
[3] trepar: subir a un lugar alto con las manos y los pies
[4] escalar: trepar, subir a una gran altura
[5] cáscara: parte exterior de un fruto, es muy dura
[6] pelar: quitar la piel o la cáscara de una fruta o verdura
[7] (la) panela: azúcar en panes rectangulares, es muy típico de Colombia
[8] tener calambres: tener dolores de estómago fuertes e interminentes
[9] katiuskas: botas de material impermeable para proteger del agua
[10] hacer polvo: hacer mucho daño
[11] (el) picotazo: una picadura grande y fuerte
[12] (el) bicho: un animal
[13] (el) sendero: camino estrecho
[14] ir en tirantes: caminar con una camiseta sin mangas, solo de cintas, tirantes
[15] hasta tal punto: hasta el extremo, incluso
[16] (la) poza: un sitio donde el río es más profundo
[17] descalzo/a: sin zapatos, sin botas
[18] balancearse: aquí significa dejarse llevar de un lado a otro en el aire
[19] a tope: al máximo