27/9
Este martes ha sido un poco más movido que la semana pasada. Supongo que el calor que está haciendo estos días no ayuda. Eso no quiere decir que se hayan portado mal, pero sí que he tenido que levantar la voz en más de una ocasión. Bueno, en realidad es irregular. Hay momentos de mucha tranquilidad, en los que están todos bien sentados y en silencio escuchando, y luego hay momentos que están más activos y dispersos.
Como ya comenté la semana pasada, los cambios de ritmo que hago creo que no ayudan a eso. Hay momentos en que están tranquilos y hacemos una actividad de TPR (Total Physical Response), es decir, actividades de movimiento, y claro, a veces se genera un poco de excitación y descontrol y les cuesta volver a relajarse en la siguiente actividad. Tendré que replantearme este tema en el futuro.
Con el primer grupo de P5 por la tarde ha pasado lo mismo que con P4, que estaban más dispersos que la semana pasada, pero aun así estoy satisfecho. Con el segundo grupo es diferente porque es el único en que la tutora de P5 está en la clase conmigo todo el rato haciendo refuerzo y, aunque parezca una tontería, se nota, y mucho. Las tutoras son el referente de autoridad para los niños y, aunque eso no significa que los especialistas no tengamos autoridad, los niños se portan mejor y les hacen más caso a ellas. También es cierto que las tutoras están con ellos casi todas las horas todos los días, así que también los conocen más y mejor.
Mañana el primer día con los de P3, su primera clase en inglés. Reconozco que estoy nervioso.