VECINOS MOLESTOS
Español con Juan es un podcast en español para aprender español. Si tienes un nivel intermedio o intermedio alto de español, nuestro podcast te puede ayudar a mejorar tu nivel de comprensión y a aprender gramática y vocabulario en contexto de una forma natural, escuchando los comentarios y las divertidas historias de Juan. Puedes leer la transcripción de cada episodio en nuestra página web: 1001 Reasons To Learn Spanish.
Hola chicos. ¿Qué tal? ¿Cómo va la semana? No sé si podéis notar que estoy muy cansado. Por mi tono de voz, por mi falta de energía, quizás, quizás podáis notar que no tengo la energía y la vitalidad que tengo normalmente, no. Estoy, estoy muy cansado. No es sólo porque ya estamos terminando el año, este maldito año 2020 que ha traído tantas cosas malas, que ha sido un desastre, no. Bueno, también por eso,¿no? También por eso estoy muy cansado. Pero es que esta semana, de verdad, ha sido, ha sido el colmo, ha sido el colmo. El colmo de la mala suerte, el colmo quiere decir lo máximo,¿no? lo que me faltaba, lo que me faltaba... De forma, de forma irónica ¿no?. Esto es lo que me faltaba. Estoy hecho polvo, de verdad, estoy hecho polvo. Perdonadme...
Perdonadme que no cante, que no tenga la alegría que tengo, que tengo normalmente. Porque si hay, si hay
estudiantes nuevos que han descubierto este podcast hoy, estos días y quizás, quizás hoy es el primer día que me escuchas. Perdona, perdona. Yo no soy normalmente así. Yo soy mucho más alegre, tengo mucha más vitalidad, tengo mucha más energía. Tengo... Yo ya no soy joven, pero tengo una vitalidad muy, muy grande.
Y yo no soy... Hoy yo no soy, no soy yo, realmente, no soy yo. Estoy muy cansado.
¿Qué me ha pasado esta semana? Me ha pasado, me ha pasado una cosa terrible, de verdad. A ver cómo os lo puedo contar. Resulta que el miércoles, el miércoles pasado ¿no? El miércoles pasado llamaron a la puerta y yo siempre, siempre que llaman a la puerta de mi casa, abro con un desatascador en la mano. Llevo llevo un desatascador en la mano. No sé, no sé si sabéis lo que es un desatascador. Cuando se atasca el lavabo del cuarto de baño ¿vale?. A veces se atasca, se bloquea ¿no? el agua no corre. Entonces, ¿qué haces? Usas un desatascador. Es como una ventosa ¿no?. Es un palo, un palo de madera con una ventosa negra,¿no?.
Y aprietas con la ventosa en el agujero del lavabo y
Y después tiras hacia arriba. Y lo haces muchas veces... Y al final, al final el agua corre,¿no?. Se se desatasca, se desatasca. Atascar es bloquear y desatascar es desbloquear, ¿no?. Entonces por eso se llama desatascador ¿vale?. Porque desatasca. Bueno, total, que yo siempre que llaman a la puerta de mi casa abro con un desatascador. Abro con un desatascador en la mano.
¿Por qué? Claro, muchos, muchos os preguntaréis por qué. Pues porque porque nunca sé...
Nunca sé si la persona que viene a verme es alguien que yo quiero ver en ese momento. O sea, yo...
Yo estoy en mi casa tan tranquilo y escuchando música o leyendo. Y entonces llaman a la puerta ¿no? Ding dong ¿vale?. Entonces yo muchas veces me ha pasado que viene gente que yo realmente no quiero no quiero ver, no me interesa lo que me...
Me me quieran vender o me quieran decir. Porque muchas veces me llama gente para para vender cosas, ¿no? gente que me quiere vender algo. También hay muchos testigos de Jehová por aquí que vienen, que llaman a las casas ¿no? y que te quieren convencer de que leas la Biblia y de que no, de que no, de que no te saques sangre, de que no, que no dones sangre ni nada.
O vecinos. Tengo vecinos que son vecinos muy molestos, muy pesados.
No sé, pero hay una señora, hay una señora que vive en la casa de al lado, en la casa de al lado donde yo vivo, que viene a mi casa de vez en cuando para pedirme cosas muy absurdas, muy absurdas de verdad.
O sea, por ejemplo una vez, una vez vino, vino con la mano metida en un, en un tubo, en un tubo de Pringles de esas patatas fritas ¿no? Conocéis las patatas fritas, que es un tubo, ¿no? Es un cilindro muy largo... Y bueno, esta señora es un poco gorda, ¿no? Es un poco gordita y entonces come mucho, come muchas patatas fritas y un día, pues quería llegar, quería alcanzar a las últimas patatas fritas que había en el fondo del cilindro,¿no? de ese cilindro de la de las Pringles, de las patatas fritas y se le quedó la mano atascada también. Se le quedó la mano dentro, no la podía sacar. Y claro, la señora ¿qué hizo? Vino a mi casa, vino a mi casa para que yo le le sacara la mano.
Y bueno, estuve una hora con la señora intentando tirar de la mano para afuera. Le puse aceite, con unas tijeras intenté cortarla, la caja... Fue un desastre, fue un desastre. O sea, al final... Bueno, al final se la saqué, ¿no? Al final, al final conseguí que sacara la mano, pero estuvimos ahí un rato, mucho rato, mucho tiempo, ¿no? y otra vez vino, otra vez vino un señor, un señor que vive también por aquí cerca.
Vino un señor. Bueno, eso fue rarísimo, eso fue rarísimo. El señor, este señor quería que yo le cortase las uñas de los pies. Algo realmente inaudito. Me dijo que bueno, que me conocía del barrio, que tal,
que me conocía del barrio y que me había visto. Que yo parecía simpático y que como vivía solo, que bueno que...
Antes su mujer le cortaba las uñas de los pies, pero ahora se divorció, está divorciado, vive solo y no tiene a nadie que le corte las uñas de los pies. Y tenía una cita... Me dijo que tenía una cita con una señora que había conocido en internet, que quería ir guapo y que quería ir bien. Y me dijo que estaba muy preocupado porque no se podía. Él no se podía cortar las uñas de los pies porque no llegaba, no alcanzaba. También es un hombre que está un poco gordo, tiene tiene una barriga, un estómago muy grande y no alcanzaba... No se veía, no se veía las uñas de los pies. Entonces,
total, que no se le ocurrió al tío, a este hombre que vive en mi calle, que venir a mi casa a pedirme que yo le cortara las uñas de los pies. Bueno yo, yo... ¿Qué creéis que hice? Vosotros que ya me conocéis, ¿Qué creéis que hice? Pues le corté las uñas de los pies. Sí, le corté las uñas de los pies.
Total, que sí, que este señor todos los meses viene a mi casa para que yo le corte las uñas de los pies. Todos los meses, tío.
Y claro, por un lado me da mucho asco, pero por otro lado pienso "joder, este pobre hombre no tiene a nadie que le ayude." Y bueno al final, al final le cortó las uñas de los pies. Pero bueno, no sé, no sé si estoy haciendo bien, porque...
Yo que sé, me parece raro, ¿no? Me parece raro. Pero bueno, es que es así, es así. Yo que sé, no sé, es que la gente me ve cara de tonto.
Yo creo que la gente me ve cara de tonto y me piden. Me piden unas cosas muy, muy, muy absurdas. Sobre todo, sobre todo mis vecinos.
El peor de todos, el peor de todos
es un es un señor, es un señor que que vive, que vive también en mi barrio, cerca de mi casa, que dice que que bueno, que ve todos mis videos y que escucha todos mis podcasts, dice que le gusta mucho mi estilo y en fin, que es un fan, es un fan mío, pero, pero el tío, el tío, cada vez que hay algo que no le gusta en un vídeo o en un podcast, oye, viene a mi casa todo enfadado. Llama a la puerta... Me llama y me dice Juan, Juan, el tío no, o sea, a mí no me conoce de nada. Realmente no me conoce, solamente de los vídeos. Pero el tío, yo que sé, piensa que soy su amigo o no sé, es un poco extraño, pero él viene y me habla con mucha confianza y me dice "Oye, oye, Juan, oye, Juan.
En el último podcast había demasiado ruido, había demasiado ruido, no se entendía nada. Oye, eso no es, eso no es profesional, eso no está bien ¿no?."
Otro día, otro día viene y me dice "Oye, Juan,
la música, la música de los vídeos está muy alta, no entiendo nada, está demasiado alta. Quita, quita la música de los vídeos. No hace falta." Otro día viene y me dice "Pero Juan, ¿por qué repites tanto las palabras? ¿Pero por qué dices siempre las mismas cosas?" Otro día viene, llama a la puerta... Abro. "Juan, Juan. Hablas demasiado despacio. Hablas demasiado lentamente. Tienes que hablar más deprisa." Al día siguiente viene "Juan. Juan, hablas, hablas demasiado, demasiado rápido, hablas demasiado rápido. La gente no entiende lo que dices."
O sea, el tío todas las semanas se pasa por mi casa para decirme lo que no le gusta ¿no? y me crea me crea un estrés, me crea un mal humor... Claro, yo me quiero, me quiero comportar con educación ¿no?. Y además a mí me gusta que me digan las cosas que no funcionan y tal. Lo que pasa es que, no sé, me habla, me habla de un modo que no sé, me, me, me...
De verdad me crea una angustia ¿no?. Entonces lo que hago, lo que hago es eso que que cada vez que suena suena el timbre de la puerta, m pongo nervioso, me pongo de mal humor, estoy tenso y entonces lo que hago es que cojo el desatascador, cojo el desatascador y y voy y abro con el desatascador.
Y claro, ya veo. Quién es, ¿no?
Y le digo mira, mira, perdona, pero es que ahora tengo un problema en el lavabo y no, no te puedo atender, lo siento, ¿no?, porque si no, si no, esto es, esto es un sinvivir,¿no? esto es un sinvivir. Bueno, yo creo que ya lo notáis. Lo notáis en mi voz, ¿no? lo notáis en mi voz que estoy, estoy de verdad muy muy bajo de moral. Estoy un poco cansado ¿no?. Y es por todo esto, todos estos vecinos que se pasan por mi casa para pedirme cosas que realmente no me interesan.
Yo cuando era pequeño, los vecinos, sí, los vecinos nos pedíamos cosas unos a otros, pero bueno, eran... ¿Qué era? Pues sal, a veces te faltaba sal o a veces necesitabas un sacacorchos. Tenías una botella de vino y no tenías sacacorchos ¿no? para abrirla. Entonces pedías, pedías, le pedías al vecino un sacacorchos, algo así ¿no? algo así.
Estos pequeños favores. Pero coño, que le corte las uñas a un tío o que o que o que le saque las manos a esta señora de la caja del tubo de Pringles...
O que...
O tener que aguantar a este señor que viene todas las semanas a decirme todo lo que hago mal en los vídeos, en los podcasts... Hombre, hombre, es que de verdad... Sinceramente tengo muchas ganas...
Tengo muchas ganas de que termine este año, de verdad... Estoy un poco estresado, estoy un poco estresado, pero bueno, bueno chicos, vamos a dejarlo aquí por hoy y nada.
Nos vemos, nos vemos, no, no nos vemos, nos escuchamos la semana que viene. ¡Adiós! ¡Hasta luego!
Hasta aquí el episodio de hoy. Muchísimas gracias por escuchar hasta el final. Si quieres leer la transcripción de este episodio o de los episodios anteriores de nuestro podcast, visita nuestra página web 1001 Reasons To Learn Spanish.
Allí encontrarás también ejercicios y muchos recursos para aprender español hasta pronto.