Cómo Averiguar el Presente Viendo el Pasado
Como ya dije en otros vídeos, mirar al cielo es mirar al pasado. El Cosmos es tan inconcebiblemente
grande que la luz de otras galaxias tarda mucho en alcanzarnos; viene con millones de
años de retraso. No vemos lo que está ocurriendo ahora o en un momento muy cercano al ahora,
vemos muchos eventos que sucedieron antes de que los humanos existieran. Mirar al espacio
profundo es enterarse de lo que ya sucedió. El pasado.
Pero, espera: Si los cosmólogos solo pueden ver cómo era el Universo en su antigüedad,
¿por qué siempre están hablando de cómo ES ahora? ¿Cómo pueden afirmar cosas como
que la expansión del espacio está acelerando si solo pueden ver el pasado? Esto es porque
aunque no vean el presente… lo cierto es que algunos de sus aspectos se pueden deducir.
No de la imagen sino de la luz que la porta. Una de las cosas que se pueden averiguar de
una galaxia lejana es dónde está ahora aun viendo una foto suya del pasado. No hacen
falta ni bolas de cristal ni rituales arcanos, solo prestar atención a lo brillante que
sea la imagen. Imagina que una estrella estalla en una galaxia lejana. Su luz saldrá desperdigada
en todas las direcciones del espacio, esperando a que alguien la recoja y se entere de que
la supernova ha ocurrido. Pero durante su viaje, los fotones que forman esta luz se
van separando cada vez más y más. Cuanto más lejos viajen menos fotones irán juntos.
Esto hace que si recibo la luz muy cerca de la supernova, conseguiré atrapar muchos fotones
y veré una imagen muy muy brillante. Sin embargo, si recibo la luz lejos del evento,
atraparé pocos de estos fotones y veré una imagen tenue. Esto también nos pasa en la
Tierra: la luz de un faro es cegadora desde la propia torre, pero se ve como una lucecita
débil si se mira desde muy lejos en el mar. Esta relación entre luminosidad y distancia
puede explotarse: sólo tienes que pillar un evento brillante del que sepas muy bien
cuántos fotones emite, después contar cuántos fotones han llegado y con eso puedes saber
dónde está ahora. Es muy loco, pero, a pesar de estar viendo un evento que ocurrió en
el pasado, si me fijo en lo tenue que es la imagen y tengo alguna referencia, puedo averiguar
dónde está esa galaxia ahora, en el momento en el que sus fotones tocaron la Tierra.
Y puedo hacer un truco similar con su velocidad. Sí, puedo averiguar también cómo de rápido
se está alejando de mí debido a la expansión del Universo. Aquí no se utiliza el brillo
de la imagen sino cuales son sus colores predominantes. Se sabe desde hace mucho tiempo que los elementos
químicos que forman el Cosmos emiten siempre unos colores muy precisos, unas frecuencias
muy muy concretas. Por ejemplo, los colores del Hidrógeno. Los hemos visto en el laboratorio,
los hemos visto en nuestro entorno estelar y también en las lejanas galaxias… Solo
que en estas últimas los vemos un poco alterados. Veréis, cuando la luz que emiten estas galaxias
viaja por el Universo se enfrenta a la expansión del espacio. El crecimiento de las distancias
“estira” las ondas electromagnéticas, modifica los colores que forman la luz, lo
que hace que todas se enrojezcan. Este fenómeno se llama Corrimiento al Rojo Cosmológico,
pues es el Cosmos el culpable. Fíjate: el enrojecimiento de la luz no nos está diciendo
nada de cómo era esa galaxia en el pasado. El hecho de que los colores cambien es una
consecuencia del viaje. Tanto la luz como la galaxia se ven afectadas por lo mismo:
la expansión del espacio. A la galaxia le cambia su distancia respecto a nosotros y
a la luz le cambia los colores. La cuestión es que lo hace en la misma proporción.
Luego si cojo los colores del Hidrógeno que veo en la Tierra y los comparo con los de
esa galaxia lejana, estaré midiendo el cambio que sufrió el espacio desde que esos fotones
se emitieron hasta ahora. Estaré averiguando a qué velocidad aparenta alejarse esa galaxia
en este preciso momento. Una foto de un evento en el pasado, contándome algo de lo que está
ocurriendo ahora. Por eso mismo sabemos que hay galaxias que aparentan alejarse de nosotros
más rápido que la velocidad de la luz. Vemos su imagen antigua, mientras su luz nos chiva
cómo se está distanciando ahora. Guay, ¿eh? Pero conocer el presente a partir del pasado
no es tan fácil como os lo he puesto. El problema está en la comparación, para que
el truco de la velocidad funcione necesitas estar seguro de que los colores que estás
comparando son los mismos que mides en la Tierra, y no estás mezclando luces de distinta
procedencia. Y es incluso más delicado con las distancias: ahí fuera cada evento brillante
va a su bola, cada uno emite una cantidad de luz distinta. Aunque dos supernovas provengan
de estrellas muy parecidas, sus luminosidades pueden ser radicalmente diferentes. Si no
puedes saber de antemano cuánta luz ha emitido un evento, entonces no tienes nada para comparar
el brillo de la foto y no puedes saber su distancia… Pero, por fortuna, en el Universo
ocurren algunos eventos muy especiales que nos salvan la partida.
Pero de ellos hablaremos en otro vídeo.
¡Una cosilla! Algunos me soléis pasar fotos de avistamientos OVNI para que os de mi opinión.
Suelen ser bastante malos… Aunque recientemente me han pasado un video que es muy interesante:
yo apuesto mis cartas a que es un rayo globular, pero puede que haya una historia mucho más
interesante detrás de él. Os dejo un link en la descripción.
Y recuerda, si quieres más ciencia solo tienes que suscribirte. Y gracias por verme.