El PROBLEMA del (semi) ESTADO PALESTINO - VisualPolitik
Guerra, destrucción,conflicto, crisis, ruina, devastación y quizás también terrorismo.
Estoy completamente seguro que esta es la imagen mental que la mayoría de vosotros
tenéis sobre este rincón del mundo.
(El bloqueo de Israel a Gaza provocó pérdidas de 14.000 millones de euros entre 2007 y 2018,
según la ONU.
Europa Press)
(Febrero del 2021: Informe de la ONU: El desarrollo socioeconómico palestino sufre uno de sus
peores años desde 1994.
Reliefweb) (21 de mayo del 2021: Israel y Hamás acuerdan
un alto el fuego tras 11 días de combate.
El conflicto se ha cobrado la vida de al menos 230 palestinos y 12 israelíes.)
Pero lo primero es tener claro de qué hablamos exactamente.
Geográficamente podríamos decir que Palestina es el territorio que actualmente forman Jordania,
Israel y por supuesto la Autoridad Nacional Palestina, también reconocida como Estado
Palestina por la ONU y muchos gobiernos del mundo.
También hay quien considera que Palestina es simplemente el territorio que hoy forman
Israel, Cisjordania y Gaza y otros que lo limitan en la práctica a las actuales Cisjordania
y Gaza.
En cualquier caso esto es Visualpolitik, así que la cuestión que más nos interesa no
es la tan geográfica, ni la semántica, sino sobre todo la política, la política con
implicaciones reales.
En concreto, en este vídeo nos vamos a ocupar del semi-reconocido Estado de Palestina, y
eso es exactamente a lo que nos referiremos como Palestina a lo largo del vídeo.
¿Quién manda?
¿Cómo se organiza?
¿Cómo de efectivo es realmente este estado?
Queridos amigos, amigas, en esta ocasión intentaremos no hablaros demasiado de historia
- al menos no tanto como otras veces -, ni de guerras - lo intentaremos ni tampoco de
Israel - salvo cuando no quede más remedio.
No, en esta ocasión queremos conocer la Palestina que está más allá de los titulares periodísticos
y las noticias catastrofistas.
Suena bien, ¿verdad?
Pues..
Arranquemos.
(DOS CONFLICTOS POR EL PRECIO DE UNO)
Palestina: una una entidad territorial, política y social en la que conviven 5 millones de
personas.
Claro que, esto es la teoría...
En la práctica, no podemos hablar de una sola Palestina, sino realmente de dos:
Por un lado están los palestinos de Cisjordania y por otro los de la Franja de Gaza.
Y, amigos, podéis creerme cuando os digo que, al menos políticamente, no se llevan
nada pero que nada bien.
De hecho, el de Israel no es el único conflicto abierto que hay en Palestina.
Y eso, eso es lo que explica que de vez en cuando nos encontremos con noticias como esta:
(13 de junio del 2007: La guerra civil estalla en Gaza entre las facciones palestinas.
El País)
Hablamos de un conflicto que viene de lejos.
Los dos históricos líderes palestinos, Ahmed Yasín, cofundador y líder político y religioso
del movimiento Hamás, y Yasir Arafat, fundador de Al Fatah, líder de la Organización de
Liberación Palestina y creador de la ANP se llevaron fatal.
Tanto es así que a finales del pasado siglo XX, se podían leer titulares como este.
(El líder de Hamás es puesto en arresto domiciliario - AP
El movimiento sin precedentes contra el jeque Ahmed Yassin vino después de que el líder
palestino, Yasser Arafat, prometiera tomar medidas contra los militantes responsables
del ataque, que amenazan con socavar el nuevo acuerdo de paz en Oriente Medio.)
El ataque al que se refiere la noticia no fue contra Palestina, sino contra Israel.
Un momento, stop, ¿un líder palestino arrestando a otro por atacar a Israel?
Pues sí, lo habéis escuchado bien, tal cual.
Y es que mientras la OLP, la Organización de Liberación Palestina se avino a cerrar
acuerdos de Paz con Israel, Hamas, una organización de corte antisionista y yihadista lo consideraba
intolerable.
Bajo sus postulados el reconocimiento del estado judio era algo intolerable.
Y de hecho, además, por supuesto, de la típica guerra por el poder, este punto, el de alcanzar
la paz o no con Israel, es la base fundamental que justifica todas las grandes divisiones
políticas en Palestina.
Entre ellas la más importante:
el hecho de que a día de hoy este semi estado esté en la práctica dividido en dos territorios
con gobiernos diferentes enfrentados frontalmente entre sí.
Dos gobiernos, dos facciones, con formas muy distintas de actuar.
(Ambas facciones palestinas consideran que Israel es una potencia ocupante, pero en lo
que no se ponen de acuerdo es en cómo afrontar su relación con el país hebreo, ni tampoco
sobre la hoja de ruta y la orientación que tendría que tener un futuro estado palestino
independiente.
Eso es lo que ha mayormente ha provocado la abrupta división social y política que se
sufre este territorio;
Por un lado está el partido Al Fatah, que controla el área de Cisjordania y preside
la Autoridad Nacional Palestina, que es el órgano reconocido como Estado por la ONU
y por bastantes países del mundo;
Y por otro lado está Hamás, el grupo terrorista que gobierna en la Franja de Gaza y del que
ya os hemos hablado bastante en VisualPolitik.
Ya sabéis, esos a los que les gusta lanzar cohetes contra Israel e infiltrar terroristas.)
Esta es una cuestión importante.
Ambas facciones han ido evolucionando con el paso del tiempo y hoy representan formas
muy distintas de entender tanto el conflicto árabe-israelí como el modelo del estado
palestino..
Por ejemplo, mientras que en Gaza se aplica una versión bastante estricta de la ley islámica,
la Sharia, incluso, con castigos físicos y ejecuciones sumarias relativamente frecuentes,
en la Cisjordania de la ANP estas cosas no existen o al menos son minoritarias.
Además, la ANP trabaja abiertamente en materia política y de seguridad con el gobierno israelí,
mientras que en Gaza la situación es de guerra abierta y directa contra los judíos.
Por supuesto, la división que hoy se vive en Palestina ha sido fruto de una constante
sucesión conflictos, divisiones y acuerdos fallidos cuya letra pequeña sería capaz
de levantarnos incluso dolor de cabeza.
Así que si os parece y ahora que ya conocemos esta profunda división que asola este semi
estado vamos a ir directamente a la cuestión clave: ¿Exactamente, cómo funciona hoy Palestina?
Atentos.
(UNA TIERRA CIEN VECES DIVIDIDA)
Denominar a Palestina como la tierra cien veces dividida no es solo una figura retórica,
sino que en este caso encaja bastante bien con la realidad.
Y es que, veréis, territorialmente uno de los mayores problemas que tiene la Palestina
actual es una completa falta de cohesión territorial, lo que a su vez hace que sea
complicada la existencia de un Estado, de una administración funcional, que sea capaz
de gestionar adecuadamente el territorio.
Fijaos un momento en este mapa.
Además de la división de Palestina entre Cisjordania y la Franja de Gaza, dentro de
Cisjordania el territorio también está dividido y vuelto a dividir, aunque de forma un poco
peculiar.
(Con los Acuerdos de Oslo de 1993, Israel y la OLP palestina pusieron fin a sus desencuentros,
y acordaron la creación de áreas con distintos grados de autogobierno e independencia en
Cisjordania.
Se reconocieron tres categorías: A, B y C.
En las áreas tipo A, los palestinos tienen el control civil y también militar y de seguridad.
En las áreas tipo B cuentan con el control civil pero el militar está compartido entre
Palestina e Israel, y por último las áreas tipo C son zonas de Palestina controladas
civil y militarmente por Israel.
En las áreas B y C el control militar israelí se ejerce a través de la Administración
Civil israelí.
El problema es que, a pesar de que en las áreas A y B los palestinos tienen el mayor
grado de autogobierno de su historia, estos acuerdos fueron vistos por Hamás y una parte
de los palestinos como una rendición ante Israel, como una cesión demasiado grande
en relación a las aspiraciones de lograr un Estado independiente que tenían los palestinos.)
De hecho, a día de hoy Cisjordania sigue administrándose de esta manera, con las áreas
tipo A, B y C, que ni siquiera tienen unión y cohesión entre ellas.
Por ejemplo, para ir de un área tipo A, a otra área tipo A, hay que cruzar por un área
tipo C controlada por Israel.
Así que en la práctica la libertad de movimiento de los palestinos sigue bajo control israelí,
que tiene innumerables checkpoints militares en Cisjordania.
Lo que convierte casi cualquier tránsito en toda una odisea.
Evidentemente la idea en los acuerdos era que el control de las áreas C se fuera cediendo
paulatinamente de Israel a la recién creada Autoridad Nacional Palestina, sin embargo
eso no ha sucedido hasta el día de hoy.
Además luego también tenemos el tema de los asentamientos, de los que ya os hemos
hablado en VisualPolitik.
Ciudades y pueblos judíos de nueva construcción, en algunos casos de gran tamaño, que se situan
en suelo de Cisjordania y que se han convertido en una de las mayores dificultades para lograr
cualqiuier solución defintiiva.
Y es que, hablamos de más de 700.000 ciudadanos israelíes viviendo en asentamientos en plena
Cisjordania y que, para colmo, se comunican con el resto de Israel a través de carreteras
controladas por la seguridad israelí - que además en muchos casos son solo para israelis
- cicatrizando aún más con ello el territorio palestino.
En fin, todo un rompezabezas que evidentemente está generando frustración en el pueblo
palestino.
Ni siquiera Cisjordania es un ente compacto dónde pueda existir una vida social e institucional
relativamente normal.
Y eso no es todo.
Como ya os hemos contado, los propios palestinos están divididos, porque Gaza y Cisjordania
funcionan de forma totalmente ajena entre sí.
De hecho es muchísimo más facil para un palestino de Cisjordania moverse por Israel
que ir a Gaza.
Hasta ese punto llega la división interna en Palestina.
Pero, ahora bien, llegados a este punto seguro que lo que muchos os estáis preguntando es…
vale, vale, está claro la división, pero en las zonas de Cisjordania controladas por
los palestinos, ¿qué sistema político hay?
¿Cómo va la economía?
Y mientras tanto, ¿qué demonios pasa con Ganza?
Pues bien, respondamos a estas preguntas.
Atentos.
(LA PALESTINA QUE EXISTE MÁS ALLÁ DE LOS TITULARES)
Digámoslo claro: hoy por hoy, la política palestina es un caos, un fracaso estrepitoso.
Tanto es así que en Palestina llevan sin convocar unas elecciones parlamentarias desde
el año 2006. y mira que ha llovido.
Más de 15 años sin votar a pesar de que supuestamente el modelo político exige votar..
Esto se ha debido principalmente al conflicto interno palestino, entre las dos grandes facciones:
Al Fatah, que gobierna la ANP, y Hamás, que gobierna en Gaza.
Un conflicto, amigos, que vio su punto álgido en 2007.
(En 2006 Al Fatah perdió estrepitosamente las elecciones palestinas contra Hamás, que
consiguió 74 de los 132 escaños del Consejo Legislativo Palestino.
Pero en lugar de ceder el poder los partidos terminaron enzarzándose en un conflicto interno
que acabó con un fugaz gobierno de unidad de apenas tres meses de duración y un posterior
conflicto militar en Gaza en 2007 y que se prolongó de forma abierta y directa al menos
hasta el 2011.
Como resultado de ese conflicto, Hamás se quedó Gaza para sí, y Al Fatah consiguió
retener el gobierno en Cisjordania.
Y esa es, precisamente, la situación que nos encontramos actualmente.
Evidentemente para salir de este embrollo habría que votar otra vez, pero los desencuentros
entre las facciones palestinas han imposibilitado la celebración de elecciones parlamentarias
una y otra vez..
Elecciones parlamentarias que, por ejemplo, estaban programadas para mayo de 2021, pero
que se volvieron a posponer por el conflicto entre Hamás e Israel que se vivió entre
abril y mayo.)
Conflicto, oh sorpresa, que le vino muy bien a Hamás para seguir gobernando en Gaza…
[toser a modo de querer decir algo entre líneas]
Por cierto, también se han pospuesto indefinidamente las elecciones presidenciales palestinas que
estaban previstas para el 31 de julio de 2021.
[Encogerse de hombros]
Pero no nos desviemos.
Ahora que sabemos cómo están las cosas, ¿qué sistema político existe en Palestina?
Pues bien, hablamos de una república semi-presidencialista.
Pero, ¿qué significa esto?
Pues que el poder se reparte entre un órgano legislativo, el Consejo Legislativo Palestino
o CLP y un órgano ejecutivo, conformado por el presidente y el primer ministro.
El Presidente es, desde hace ni más ni menos que 16 años, Mahmud Abás.
Su cargo se debería elegir en elecciones presidenciales cada cuatro años, pero desde
2005 no se celebran unas elecciones presidenciales en Palestina.
Luego está también el Primer Ministro, que es elegido por el presidente y aprobado por
el parlamento.
En este caso, el primer ministro es quien se ocupa del control del gobierno, mientras
que el presidente ostenta la jefatura del Estado y no tiene [al menos sobre el papel]
tanto poder en las decisiones ordinarias del gobierno.
Además otra curiosidad es que la Autoridad Nacional Palestina -o el semirreconocido Estado
de Palestina creado en 2013- no tiene Constitución.
(Palestina se rige por una Ley Básica creada en 2002 por Yasir Arafat que sí, tal y como
os podéis imaginar, se aplica también en Gaza de iure pero no de facto.
Dentro de esa Ley Básica se establecen cosas como la Ley Islámica o sharía como principio
rector del derecho en Palestina, o la pertenencia del Estado palestino al conjunto del mundo
árabe.
También se establece que su capital es Jerusalén, ciudad que la ANP controla en su lado este,
mientras que el oeste pertenece a Israel.
En el caso de Jerusalén, por cierto, ambos lados, Israel y Palestina, lo reconocen como
su capital, aunque en la práctica son Tel Aviv en Israel, y Ramallah en Palestina, las
ciudades que funcionan más como capitales en el día a dia.)
En general, a pesar de que la Ley Básica reconoce el Islam como religión oficial,
los palestinos de Cisjordania viven bajo un régimen secular, en donde al menos se garantizan
unas limitadas libertades civiles y ciertos derechos humanos.
En el caso de Gaza, por contra, Hamás sostiene un gobierno presidido por Ismail Haniyeh,
que aplica una versión estricta de la Sharia y no respeta las libertades civiles más básicas
ni tampoco la pluralidad religiosa ni los derechos humanos.
De hecho, bajo el Gobierno de Hamás en Gaza son frecuentes los duros castigos e incluso
las ejecuciones de mujeres y homosexuales por “motivos éticos y morales”, algo
que ha sido denunciado reiteradamente por diversas organizaciones en defensa de los
derechos humanos pero que habitualmente los periodistas olvidan.Ejem, ejem.
Ahora bien, una vez que ya conocemos su sistema político, ¿qué pasa con su economía?
¿De qué diantres vive Palestina?
Pues bien, lo cierto es que Palestina, al menos la parte de Cisjordania, no es tan pobre
como en un principio podríais pensar.
(Esto se debe, en buena medida, a sus crecientes lazos en materia económica con Israel.
Cada día miles y miles de palestinos van a trabajar a Israel, lo cual les permite llevar
salarios más altos a sus hogares.
Asimismo, también hay muchos inmigrantes palestinos que trabajan en Israel.
De hecho, entre el 15 y el 40 por ciento de toda la fuerza laboral palestina ha trabajado
en Israel en algún momento de su vida en los últimos 50 años.
Además cabe destacar que en Cisjordania la moneda oficial es el nuevo shekel israelí,
con lo cual ni siquiera hay problemas con los cambios de divisa.
Esto propicia también que alrededor del 60 por ciento de todos los bienes y productos
importados y exportados por Palestina vayan a parar a Israel.
Sí, así es, Israel es de lejos el principal socio comercial de Palestina.)
Así que ya sabéis, a esos del BDS, boicot, desinversiones y sanciones, quizás no habíais
reparado en ello, pero con todo eso también le hacéis daño a la economía palestina.
A veces las cosas no son tan fáciles como pensamos, ¿no os parece?
Pero las cosas son como son.
A pesar de todo esto, la realidad es que a día de hoy, el PIB per cápita de los palestinos
es 11 veces inferior al de Israel, y en eso, aunque los palestinos tienen el grueso de
la responsabilidad es innegable que también tienen mucho que ver las trabas, los interminables
checkpoints y la división del territorio que restringe y encarece el movimiento al
tiempo que de facto impide un funcionamiento eficaz de las instituciones locales.
Eso sí, si comparamos la economía de Cisjordania con otros países musulmanes las cifras tampoco
desentonan tanto.
De hecho, el PIB per cápita de Cisjordania se asemeja al de países como Marruecos o
Túnez, dos de los países más avanzados del mundo islámico.
Osea que las cosas no están tan mal como se pintan.
Aunque eso sí, la ayuda y la cooperación internacional, suponen una fuente de ingresos
muy importante para el gobierno palestino que, después, utiliza esos recursos para
sufragar los servicios públicos y las ayudas a las empresas.
Es una característica muy particular de este semi-estado.
Pero luego también está el comercio de servicios, que se está convirtiendo en uno de los sectores
más prometedores, lo cual también está impulsando nuevos sectores como el de la alta
tecnología y el software, aprovechando la proximidad y la experiencia de los israelíes
en este campo.
Y también, antes del coronavirus, el turismo.
De hecho, es facil encontrar un montón de alojamientos en Airbnb.
Sí, esas cosas están empezando a cuajar en Cisjordania.
Un escenario completamente distinto al de Gaza, un territorio que básicamente vive
de las transferencias de dinero de países como Qatar.
En fin, esta es la realidad política y económica de Palestina.
Dos palestinas muy diferentes.
Ambas con muchos problemas pero una de ellas mucho más prometedora que la otra.
Dicho esto, turno para ti: ¿crees que Palestina logrará reconciliarse entre sí en el corto
plazo?
¿Qué futuro crees que le espera a esta nación?
¿Veremos un estado plenamente independiente en un futuro próximo?
Dejadnos vuestra opinión aquí abajo, en los comentarios.
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