RE¿Está TURQUÍA planeando la INVASIÓN del territorio...? - VisualPolitik
A ver, decidme. ¿Quién no ha soñado alguna vez con un crucero por las islas griegas?
Por Mykonos, Santorini, Rodas y así por las más de mil islas que Grecia tiene repartidas
en el Egeo.
Hablamos casi del paraíso, de los Campos Elíseos del turista pre-Covid. ¿Qué mortal
podría resistirse a un viaje así?
Pues lo cierto es que solo se me ocurre uno: Recep Tayyip Erdoğan.
Amigos, este montón de islas griegas del Mar Egeo se ha convertido en una pesadilla
para los planes del presidente turco. Y en Atenas son perfectamente conscientes de ello.
Y claro, después de ver a Jamal Khashoggi y a Liam Neeson, ya se sabe: pocas bromas
con Estambul. Precisamente por eso, en este vídeo vamos a ver cómo se está preparando
Grecia ante lo que pueda ocurrir.
¿Preparados? Pues… Arranquemos.
Recientemente Grecia y Turquía han sido noticia por un terremoto. Pero queridos amigos de
VisualPolitik, los choques entre Ankara y Atenas hace tiempo que van más allá de lo
sísmico.
Por ejemplo, el último choque relevante ha sido a cuenta de lo que está aconteciendo
en el Mediterráneo Oriental. Dónde, bajo el mar, en el subsuelo, se ha encontrado gas
natural.
Una materia prima a la que Erdogan no está dispuesto a renunciar ni a un solo metro cúbico.
Pero claro, la cuestión es determinar si realmente le corresponde a Turquía explotar
los yacimientos encontrados.
Y la verdad es que con tanta isla griega de por medio, por no hablar ya de Chipre, pues
digamos que en principio el derecho marítimo no parece dejarles muchas opciones a los otomanos
La propia Unión Europea ha hecho una sutil defensa de las fronteras marítimas de sus
miembros. Algo que, claro está, Erdogan no está dispuesto a aceptar para Turquía.
La isla a la que
se refiere Erdogan es Kastelórizo. Es la isla griega habitada más oriental. Para que
os hagáis una idea se sitúa a más de 500 kilómetros de la Grecia continental pero
está a apenas dos kilómetros de Turquía.
Y aunque Erdogan se refiere a esta isla podría referirse a prácticamente cualquier otra.
Porque lo cierto es que en el Mar Egeo, de las más de 100 islas que hay habitadas, sólo
dos pertenecen a Turquía.
Hablamos de islas que con el derecho marítimo internacional en la mano, parecen darle a
Grecia los derechos de explotación de los recursos del subsuelo, lo que excluye a sus
vecinos turcos.
Con semejante panorama, y sabiendo lo que sabemos del Presidente turco no parece que
Erdogan vaya a quedarse quieto, ¿no os parece?
Pues en Atenas tienen exactamente esa misma impresión. Por lo que ya se están poniendo
las pilas y preparándose incluso para el peor de los escenarios: un enfrentamiento
directo.
Porque aunque pueda parecer ciencia ficción o un desenlace de los acontecimientos altamente
improbable, Grecia está dispuesta a defender lo que considera suyo.
Pero vale, sabemos que el ejército turco es uno de los más grandes del mundo. Ahora
bien, ¿qué sabemos del ejército griego? Pues que las cosas cambiaron poco desde Leónidas.
(La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos puso sobre la mesa de la
OTAN la exigencia de que sus miembros alcanzaran un gasto militar de un 2% de su PIB nacional.
Solo 10 de los 30 países de la Alianza Atlántica cumplen este objetivo y en este ranking Grecia
alcanza un sorprendente segundo puesto, justo tras Estados Unidos. El problema es que Grecia
también es en proporción el país que más destina de su gasto militar a pagar a su personal.)
Al menos, si los griegos siguen siendo 300, parece que están bien pagados.
De todos modos, lo que ocurre en Grecia es muy interesante. Por un lado se gasta la pasta
en personal y por otro las partidas sobrantes que puede dedicar a equipamiento militar las
destina a defenderse de Turquía. Otro país de la OTAN.
Menudo galimatías.
Ahora bien, Así que la pregunta es: ¿Por qué tanto resentimiento entre griegos y turcos?
¿Está preparada Grecia para defenderse de Turquía? Y tal vez la pregunta más importante
de todas: ¿Puede hacer frente la economía griega a la presión que entrañaría un posible
conflicto? Hoy en VisualPolitik vamos a responder a estas preguntas. Pero antes, antes vamos
a ver un poco de Historia.
Hay muchas cosas que separan a Grecia y a Turquía más allá del Egeo. Y es que no
se trata simplemente de una frontera entre 2 países. No. Es una frontera que separa
dos continentes, dos religiones, dos civilizaciones. Oriente y Occidente. Una frontera castigada
por siglos y siglos de enfrentamientos.
Una frontera que desde la guerra de Troya ha sido un no parar. Desde Alejandro Magno,
o Bizancio a los turcos otomanos… De hecho, los actuales problemas entre Atenas y Estambul
obedecen a cuestiones que se remontan un siglo, hasta justo después de la Primera Guerra
Mundial. Una guerra que fue un completo desastre para el Imperio otomano.
(Derrotado en la guerra, el sultán estaba dispuesto a aceptar el Tratado de Sèvres.
Un tratado con concesiones difíciles de digerir, como por ejemplo que parte de Anatolia quedará
ocupada por Grecia.
De esta forma, los nacionalistas turcos, liderados por Mustafá Kemal Atatürk, se levantaron
en armas y expulsaron a los griegos y al sultán.
La nueva República turca negoció entonces un nuevo acuerdo, el Tratado de Lausana. Un
tratado que supuso para Grecia renunciar a Tracia Oriental, a dos islas del Egeo frente
al Estrecho de Dardanelos y a sus intereses en Asia Menor. A cambio Turquía renunciaba
a Chipre y a otros posibles intereses en el Mar Egeo, por ejemplo, a las islas del Dodecaneso.)
Pues bien, el caso es que el Tratado de Lausana es actualmente, casi 100 años después de
su firma, la causa de las principales tensiones entre Grecia y Turquía.
Y es que veréis, son 3 las cosas que han pasado desde entonces que han roto el equilibrio
pactado.
(Para empezar, las islas del Dodecaneso, que eran de Italia cuando se firmó el Tratado,
pasaron a ser griegas tras la derrota italiana en la Segunda Guerra Mundial.
En segundo lugar, hay islotes que no quedaron mencionados expresamente en el Tratado de
Lausana, pero que geográficamente hablando pertenecen al archipiélago del Dodecaneso.
Se entiende por tanto que son griegos pero sin embargo los turcos los reivindican como
suyos.
Y luego, por último, el Tratado fijó las aguas territoriales para las islas del Egeo
en 3 millas. Más tarde Grecia las amplió hasta las 6 millas, sin malestar aparente
de Turquía. Pero lo que nadie podía saber entonces es que a finales del siglo XX el
derecho internacional comúnmente aceptado ampliaría el mar territorial hasta las 12
millas. )
Pero esperad un momento, porque para entonces las tropas de ambos países ya se habían
batido en un enfrentamiento directo. El campo de batalla fue la isla de Chipre: un
país independiente donde gobernaba la mayoría grecochipriota pero había una notable comunidad
turca.
El caso es que en 1974 Turquía invadió su tercio norte e instauró la República Turca
del Norte de Chipre, que como ya os contamos no tiene reconocimiento internacional.
Y si regresamos al Egeo, el choque más grave entre griegos y turcos tuvo lugar en 1996
por Imia, un islote deshabitado próximo al archipiélago del Dodecaneso. Y, amigos, el
detonante de este conflicto no tiene desperdicio.
(En la Navidad de 1995 un barco turco encalló ante el islote de Imia y renunció a la ayuda
de Grecia alegando que era territorio turco. Semanas después acudió un político griego
al islote y colocó una bandera helena.
En venganza unos periodistas turcos del Hürriyet fueron al islote y la reemplazaron por la
turca. Finalmente Atenas envió a 9 soldados griegos. Acamparon en el islote y restituyeron
la bandera griega. La presencia militar griega puso en pie de guerra a media Armada turca
y los griegos no tardaron en hacer lo mismo. Estuvo a punto de declararse la guerra pero
Estados Unidos intermedió para que se restableciera la calma.)
Bueno, llegados a este punto, posiblemente os preguntaréis por qué demonios Grecia
y Turquía se están peleando en 2020. Pues bien, la cuestión es que Turquía es uno
de la veintena de países que no ha firmado la Convención de Montego Bay. Hablamos del
Tratado de la ONU que regula el derecho internacional del mar desde 1994.
Por ese motivo Ankara no acepta el artículo del Tratado que dice que las islas, así como
la tierra firme, tienen plataforma continental. Algo muy importante para la explotación de
los recursos económicos ya que Ankara reivindica que las islas griegas cercanas a la costa
turca carecen de plataforma propia.
De esta forma, según esta visión, la zona de influencia griega sobre el Egeo empezaría
en la Grecia continental y la zona de influencia turca en el mar no estaría limitada por las
islas griegas. Vamos que entonces el gas natural sería de los turcos
Por otra parte, aunque Turquía acepta el límite de 12 millas de las aguas territoriales
para todos los países, hace una excepción con Grecia.
Y ojo porque estas 12 millas han vuelto a protagonizar titulares en 2020 porque en agosto
Grecia decidió ampliar a 12 millas sus aguas territoriales en el mar Jónico, que comparte
con Italia. Y no solo eso sino que Atenas no dudó en asegurar que pronto haría lo
mismo en el Egeo. Por supuesto, la reacción turca fue inmediata.
(Turquía advierte de que la decisión de Grecia de extender sus aguas territoriales
en el Egeo es causa de guerra)
De momento esto no se ha producido. Pero la situación es más complicada de lo que parece
a simple vista.
(El centroderecha de Nueva Democracia recuperó el poder en Grecia a mediados de 2019. Pero
en buena medida lo hizo a costa de alimentar una agenda nacionalista con la que poder competir
con la extrema derecha de Amanecer Dorado. La estrategia ha sido exitosa. Pero Kyriakos
Mitsotakis, el primer ministro, es ahora rehén de una facción nacionalista de Nueva Democracia
con suficientes diputados como para derrocar a su gobierno.)
Por otra parte, todos conocemos al presidente turco. Erdogan ha sido tajante: asegura que
no permitirá que el Egeo se convierta en un lago griego. Ankara considera que si Grecia
extendiera sus aguas jurisdiccionales hasta las 12 millas, Turquía vería limitada su
libertad de navegación. En este mapa podéis ver como cambiaría el mapa político del
Egeo. La pregunta es. ¿Cómo se puede solucionar
todo esto? Pues el diálogo es complicado porque Atenas no ve necesidad de negociar
nada. Le va bien así y considera que sentarse a hablar con Turquía implicaría hacer concesiones
sin nada que ganar. Así que el reto ahora para el Gobierno de
Mitsotakis es no dejarse llevar por los nacionalistas a la hora de responder a las provocaciones
turcas. Un momento, ¿Provocaciones? ¿Qué provocaciones?
Pues, por ejemplo, es frecuente que aviones turcos invadan el espacio aéreo griego.
Y no solo eso, recientemente Turquía ha enviado al Oruc Reis, un buque de exploración, a
hacer prospecciones de gas y petróleo en las inmediaciones de Kastelorizo. Hablamos
de un área que Grecia considera como su zona económica exclusiva.
De hecho, hace unos meses, el choque de una fragata griega contra una fragata turca que
escoltaba al Oruc Reis volvió a poner la tensión por las nubes.
Y ojo porque no se descarta que Turquía, que ha tomado la iniciativa de forma unilateral
en escenarios como Irak y Siria, podría organizar una operación militar anfibia sobre alguna
isla del Egeo. Y ante semejante escenario la cuestión es,
¿en qué situación se encuentra el Ejército griego? ¿Puede disuadir a los turcos? ¿Cómo
podría reaccionar ante un posible ataque? Atentos.
(¡ESTO ES ESPARTA!)
Si estuvierais al frente de Grecia, probablemente lo primero que os preguntaríais es: ¿cómo puede golpearnos Turquía?
Al fin y al cabo Erdogan ha adoptado una doctrina conocida como la Patria Azul. Una doctrina
por la cual Turquía reivindica el control de las aguas del este del Egeo y el norte
del Mediterráneo, ignorando los derechos que generan todas las islas griegas.
Como os podéis imaginar, este mapa no tiene ninguna validez a nivel internacional. Solo
vale si estás en Turquía o quizás en un kebab. Pero ni con un buen durum los turcos
han conseguido convencer a nadie más. Claro que, eso no quita para que legalmente Ankara
se guarde un as en la manga.
Me explico. Todas esas islas griegas del este del Egeo quedaron desmilitarizadas con la
Convención de Montreux, un acuerdo internacional de 1936.
Sin embargo, Grecia esgrime que tiene motivos para desconfiar de Turquía desde que invadió
Chipre hace más de 40 años. Vamos, que ni hartos de raki dejarían indefensa alguna
de sus islas. Así que a falta de turistas, este año numerosos efectivos militares griegos
se dejaron ver por alguna de estas islas de Egeo. Y claro, la protesta turca no se hizo
esperar.
(Turquía denuncia que Grecia colocó ilegalmente más tropas en Kastelorizo)
Con este panorama, parece evidente donde podría materializarse la amenaza turca: cualquier
isla del este del Egeo bañada por aguas sobre las que Ankara reivindica esa Patria Azul.
Y actualmente un enfrentamiento entre Grecia y Turquía estaría marcado por la clara superioridad
turca, tanto numérica como tecnológica. De hecho tienen a su IV Ejército estacionado
en Esmirna, equipado con capacidad aérea y de desembarco.
Y está a punto de contar con su primer portahelicópteros, desarrollado por la industria turca en consorcio
con, quedaros con esto, el diseño de la empresa española Navantia.
Y no solo eso, el ejército turco está equipado con armamento más moderno y cuenta a su disposición
con una industria armamentística propia.
(En cualquier caso, aún así un enfrentamiento a media escala sería más equilibrado de
lo que parece. Grecia lleva décadas esperando el movimiento turco y cuenta con la ventaja
de que el territorio a defender es muy reducido, por lo que la superioridad numérica turca
no tendría así tanta importancia.
Claro que, lo peor para Grecia podría ser que Erdogan apostara por un escenario de hechos
consumados. Una estrategia al estilo Putin.
Si algo nos enseño la anexión de Crimea es que la respuesta de Occidente a la conquista
de un territorio ya no es tan energética como cabría esperar. Una operación relámpago
de Turquía para hacerse con una isla como Kastelorizo, situada a un par de kilómetros
de la costa turca y con una población de apenas 500 personas, otorgaría a Erdogan
una baza con la que forzar una negociación sobre sus derechos marítimos en el Egeo y
el Mediterráneo.)
Pues bien, para evitar esta situación, Grecia está organizando una defensa espartana de
sus islas, eso es de hecho lo que explica los movimientos de tropas denunciados por
Turquía. También se han puesto las pilas para modernizar su ejército.
El Gobierno griego está aprovechando todas las oportunidades que se le ponen por delante.
La más evidente podemos verla con todo lo que ha pasado con los cazas más modernos
del mundo: los F-35.
Me explico. Turquía ha sido un estrecho aliado de Estados Unidos desde la Guerra Fría. Pero
ni a la OTAN ni a la Casa Blanca les gustó que Erdogan decidiera comprar a Rusia el sistema
de defensa aérea S-400 Triumf.
Y claro, no parece una buena idea entregar uno de tus mejores aviones de combate a alguien
que trabaja con los técnicos que diseñan los misiles que deberían abatirlo. Así que
en Atenas y en Washington rápidamente vieron el business.
(Grecia recibirá 6 aviones F-35 de Estados Unidos que estaban programados para Turquía)
Y no solo eso, Grecia ha desplegado sus mejores artes diplomáticas para formar un bloque
frente a Turquía que engloba a países como Egipto, con el que ha cerrado un acuerdo de
demarcación marítima, o Emiratos Árabes Unidos, que recela de los lazos de Turquía
con su rival Qatar.
También realiza maniobras militares con países como Chipre e Israel, que también chocan
con Turquía por el gas del Mediterráneo, y se han tomado muy enserio lo de encandilar
a Francia e Italia, dos países muy influyentes que podrían llegado el caso arrastrar a la
Unión Europea a plantar cara a Erdogan. Macron ya ha mostrado una firme oposición
al presidente turco. Bien sea por convicción o por lo que más le gusta a los políticos
franceses: el business.
(Compra griega de aviones de combate de fabricación francesa por valor de 2.000 millones de euros)
Lo habéis escuchado bien: una factura de 2.000 millones de euros para Grecia. 1.700
millones de euros por 18 aviones Rafale y otros 300 millones en armamento.
Y aquí no acaba el asunto: ¿que en Alemania viven casi 4 millones de personas de origen
turco? ¿Qué precisamente por este motivo Berlín es muy suave con Erdogan? Pues parece
que el próximo encargo griego será de 4 fragatas a Berlín.
Ahora bien, hay algo que llama la atención ¿tanto han cambiado las cosas en Grecia cómo
para poder soportar tanto gasto en equipos militares?
(DEL DRACMA AL DRAMA)
Desde que Grecia se convirtió en miembro fundador del euro a nivel económico no ha
dado más que disgustos. Se gastaron hasta el último dracma en organizar los Juegos
Olímpicos y desde entonces han vivido casi siempre afrontando su penúltima crisis.
Durante años las palabras troika y rescate se asociaron más con Grecia que el yogurt.
No obstante, desde entonces la situación ha mejorado bastante. Los títulos griegos
de deuda pública a 10 años ofrecen un rendimiento del 0,68%, cuando en el 2012 llegaron a estar
cerca del 40%. Atenas ahora puede endeudarse sin demasiados apuros.
¿Cuál es el problema entonces? Pues que el coronavirus ha vuelto a disparar la afición
helena por el endeudamiento.
(Grecia prevé que la deuda pública alcance el 208,9% del PIB en 2020)
Grecia ha afrontado en noviembre su segundo confinamiento a nivel nacional. La economía
helena caerá este año más de un 10%. Como os podéis imaginar, no parece el mejor momento
para una aventura bélica en la que Atenas no tiene nada que ganar.
El gasto militar de Grecia ha crecido un 10% desde 2013. Claro que el gasto turco es tres
veces superior. Por lo tanto, están bien los esfuerzos por modernizar su armamento
pero nadie quiere ver cómo acaba abatido en el Egeo uno de esos cazas que ha costado
unos 100 millones de euros. Así que la OTAN ha sido el ámbito en el
que de momento Grecia y Turquía han arreglado sus diferencias. Y qué mejor forma para una
alianza surgida de la Guerra Fría que proporcionar una solución en forma de… ¡bingo! ¡Una
línea telefónica!
(La OTAN asegura que Grecia y Turquía establecieron una línea directa para evitar enfrentamientos
en el Mediterráneo oriental)
Amigos, de momento parece que las aguas se han calmado en el Egeo. A ninguna de las dos
partes les conviene seguir avivando la tensión. Y un enfrentamiento probablemente no compensaria
ningún beneficio potencial que se pudiera llegar a obtener. Pero claro, cuando uno de
los jugadores es Erdogan, cualquier cosa puede ocurrir.
El qué puede pasar ya os lo hemos contado. En VisualPolitik estaremos atentos al cuándo.
Pero ahora turno para ti ¿Crees que Grecia está dando los pasos correctos a nivel diplomático
y militar para resistir una ofensiva turca? ¿Eres más fan del yogurt griego o del kebab?
Déjanos tu respuesta en los comentarios y ya sabéis, si este vídeo os ha resultado
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Un saludo y hasta la próxima.