Antes y Ahora
¡Hola, chicos! ¿Qué tal? Bienvenidos, bienvenidos a un nuevo episodio de Español con Juan.
Espero que me estéis escuchando muy bien. Mejor, mejor incluso que en los episodios anteriores, porque ahora estoy en Londres. He vuelto, he vuelto a Londres. Estoy en mi casa y aquí tengo un mejor, un mejor micrófono. Tengo la tecnología que yo uso normalmente, porque cuando estoy en Italia, pues, claro, no me puedo llevar, no me puedo llevar en la maleta todas mis cosas. Y claro, el sonido no es tan bueno como aquí en Londres, en mi casa.
Espero que (subjuntivo) espero que (subjuntivo) me estéis escuchando muy, muy bien. Bueno, como digo, he vuelto a Londres, pero en realidad, en realidad he vuelto a mi casa porque estoy encerrado en mi casa. No puedo salir. Tengo que quedarme aquí en casa durante diez días. Tengo que hacer la cuarentena, ¿no? Es un poco complicado de explicar, pero para para las personas que vienen de Italia en estos momentos aquí en Inglaterra hay unas reglas por las que la gente se tiene que quedar en cuarentena durante unos diez días. No todo el mundo, no todo el mundo, algunas personas, entre ellas yo, entre ellas yo.
La verdad es que estoy un poco harto, estoy un poco harto. Como como todos, me imagino, como todos. Estoy un poco harto de esta pandemia, de todo este rollo del Coronavirus, porque viajar, viajar así, hacer un viaje en estas condiciones es realmente un un rollo. Yo diría, yo diría, yo diría una palabrota. En este momento yo diría una palabrota, pero no... No quiero que nadie se ofenda.
Pero la verdad es que sería el momento justo para usar una buena palabrota. Una buena palabrota que describe, describe mejor que "rollo" lo que quiero decir. Pero en fin, vamos a dejarlo así, vamos a dejarlo así. Es un rollo.
Es un rollo porque tienes que preparar un montón de documentos, tienes que hacer un montón de cosas, un montón de gestiones, tienes que hacerte los test, los tests del covid que realmente es, es otro rollo, es otro rollo. A mí la verdad es que me pone muy nervioso hacer este tipo de tests, porque tienes que meterte, tienes que meterte un palito en la nariz y en la boca hasta la garganta. Y de verdad, de verdad que lo paso, lo paso fatal. Es algo que para mí, sobre todo, sobre todo en la boca, es algo realmente que me que me dan ganas, me dan ganas de vomitar, me dan ganas de vomitar y lo paso, lo pasó muy mal. Y claro, siempre que viajo es el mismo rollo. Cuando sales de Italia tienes que hacerlo. Y cuando llegas aquí otra vez y después de unos cuantos días, otra vez.
En fin, que estoy harto. Pero bueno, no me quiero, no me quiero quejar demasiado porque hay gente, hay gente que lo está pasando peor que yo.
Y, en fin, un momento... Perdonadme, estoy estoy bebiendo un poco de té. Estoy bebiendo un poco de té. Yo ahora bebo, ahora bebo... ¿Quién me lo iba a decir a mí? Quién me lo iba a decir a mí cuando yo, cuando yo vivía en España y era un español joven, guapo, moreno, con, con, con, con, con el pecho lleno de pelo.
Yo de joven tenía el pecho muy velludo, tenía mucho pelo. Yo tenía mucho pelo en los brazos. Yo era muy macho. Yo era muy macho, tío. Yo era muy macho. Yo cuando vivía en España, fumaba, bebía vino, me duchaba solamente una o dos veces a la semana y me afeitaba una vez al mes. Porque yo era macho y bebía. Bebía vino, cerveza y coñac y café.
Café, claro, por la mañana, para levantarme, bebía un café o dos cafés. Café, café, café, café, café, café del bueno, café sin leche, sin azúcar. Muy, muy bueno.
Esa era mi dieta, esa era mi dieta mediterránea, esa era mi dieta mediterránea. Mucho pan, muchos garbanzos, muchas, mucha habichuelas, mucho jamón, mucho tocino, tocino, sobre todo tocino. Y yo estaba muy contento, yo estaba muy contento.
Después aprendí inglés y ahí, ahí empezó mi perdición. Ahí empezó, empezó a ir todo cuesta abajo, chicos, empezó ir todo cuesta abajo. Me vine a Inglaterra para mejorar mi inglés y claro, después de tanto tiempo de estar aquí, ¿que os voy a decir, qué os voy a decir?
Ahora estoy mucho más blanco que antes. Yo antes era moreno, tenía la piel muy, muy bronceada por el sol. Ahora soy blanco como la leche. El pelo, el pelo se me está cayendo de todas partes. De la cabeza, por supuesto, me estoy quedando calvo, pero además es que ya no tengo casi pelo en los brazos ni en el pecho, porque a mí me gustaba mi pecho, mi pecho con pelo, con mucho pelo, así, muy macho, ¿no? Y ahora no, ahora no, Ahora... Tengo, tengo el pecho calvo también... No, no se puede decir esto, ¿no? Creo que no, creo que eso... Nunca lo he oído, nunca lo he oído esto de tener el pecho calvo... Pero yo creo que se entiende lo que quiero decir.
Yo era un hombre de pelo en pecho, un hombre de pelo en pecho y bebía café. Ahora bebo té. Bebo té, chicos, chico, bebo té... Esto, realmente, realmente esto...
Si, si, si, si, si, mis amigos de juventud; sí, mis amigos de juventud con los que yo salía... Íbamos a ligar a las discotecas, bailábamos y éramos los reyes de la discoteca porque éramos los más machos. Bebíamos, bebíamos cuba libres, coñac, whisky... Las cosas, las cosas que beben los hombres.
Y ahora, ahora estoy aquí bebiendo té, bebiendo té, bebiendo té, chicos. ¿Quién que me lo iba a decir a mí? ¿Quién me lo iba a decir a mí?
Es que Inglaterra me ha cambiado mucho, me ha cambiado mucho, me ha cambiado a peor, me ha cambiado a peor.
Oye, un momento, un momento, voy a cerrar la ventana porque está lloviendo, está lloviendo. Me está, me está entrando agua dentro de la casa. Un momento, un momento, un momento. ¡Ay, ay, ay, ay, ay! ¡Cómo echo de menos de España! ¡Ay, se ha puesto a llover, se ha puesto a llover un montón!
¡Perdonadme, perdonadme! Esto no es profesional, esto no es profesional. ¿Dónde habéis visto un tío que está haciendo un podcast y se levanta a cerrar la ventana porque está lloviendo? Esto después lo tengo que editar. Claro, lo tengo que editar, lo tengo que dejar bonito. No puede quedar así, no puede quedar así. Esto no sería profesional.
¿Qué estaba diciendo? Que ahora bebo té, chicos. Me he vuelto, me he vuelto un poco inglés, me he vuelto un poco inglés.
La gente me lo dice: "¡Pero tío, pero tío, pero si estás blanco! ¡Pero si no tienes pelo! ¡Pero si tienes la cara llena de arrugas! ¡Pero si pareces un viejo!"
Y tienen razón y tienen razón.
Pero si yo cuando vivía en España era mucho más guapo. Me podía mover con mucha más facilidad, era mucho más ágil de movimientos, podía correr más rápidamente. Ahora, cuando subo las escaleras me canso mucho, tío, me canso mucho después de estar aquí tanto tiempo... No sé, llevo más de 20 años, llevo ya casi 25 años en Inglaterra y claro, ahora me he dado cuenta de que a mi este país me está afectando la salud, me está afectando la salud.
Esto no puede ser bueno. Porque no hay sol, no hay sol, no hay luz. Y el té, el té, el té, el té está bien cuando estás enfermo y si te duele el estómago o lo que sea, si tienes algún problema de nervios o no puedes dormir o tienes no sé... Cuando no te encuentras bien, pues vale, vale, vale, te puedes tomar un té, pero coño, si, si, si estás bien, si estás bien, ¿qué motivo hay para tomar té? ¿Qué motivo hay para tomar té? ¡Ay, ay, ay! En fin...
Pero a mí ahora ya me ha cambiado el gusto, me ha cambiado el gusto. Ya no como, no como chorizo. Yo antes comía bocadillos de chorizo todos los días, todos los días y bueno, un montón de cosas, un montón de cosas.
El jamón serrano, el jamón serrano, claro, como aquí es tan caro, pues no lo como, no lo cómo. En fin, al final, pues, ¿sabes? te acostumbras, te acostumbras y aquí empiezas a comer, empiezas a comer la comida típica inglesa, la comida típica inglesa: el curry, el curry, el pollo con curry, por ejemplo,
¿Dónde va a parar? ¿Dónde va a parar? Una paella... ¡Mmm! Hace tanto tiempo que no como paella, hace tanto tiempo que no como paella.
En fin, chicos, no sé, estoy harto de estar aquí sin poder salir. Ahora, además, no sé si lo podéis escuchar, pero está lloviendo, está lloviendo un montón. Fijaos, voy a poner el micrófono cerca del techo. No sé, no sé si lo escucháis, ¿eh? No sé si lo podéis escuchar, pero está lloviendo mucho, ¿eh? Está lloviendo mucho, pero a mí me encanta, a mí me encanta.
Yo cuando vivía en España y llovía, yo dejaba de hacer lo que estuviera haciendo y me ponía a mirar por la ventana.
A mi me encantaba, me encantaba ver llover, me parecía una cosa fantástica. Todavía, todavía... A veces también lo hago, pero claro, ya mucho menos porque aquí llueve todos los días. Es decir, si cada vez que llueve me pusiera a mirar por la ventana, estaría todos los días mirando por la ventana. No podría hacer nada...
Bueno, chicos, no me quiero enrollar, no me quiero enrollar, que tengo que hacer muchas cosas, tengo que hacer muchas cosas. Muchísimas gracias a todos los que me estáis apoyando en Patreon, todos los que estáis dejando estrellitas en Appel Podcast y en otras plataformas. Muchísimas gracias.
La idea de la semana pasada de publicar un vídeo, una versión en vídeo del podcast, gustó mucho, así que lo volveré a hacer otra vez. No siempre, no siempre, pero de vez en cuando, de vez en cuando creo que puede ir bien, ¿no? Esa idea de que veáis mi cara guapa, mi cara bonita, ¿no? Los gestos, los gestos de mi cara, ¿no?
Porque sí, claro, por ejemplo, hoy os he dicho que no tengo pelos en el pecho. Entonces, en el vídeo yo os podría, os podría mostrar el pecho. Me quitaría, me quitaría la camisa y os diría "¡mirad, mirad, no tengo pelos, no tengo pelo!"
Y eso sería, eso sería mucho más efectivo desde el punto de vista pedagógico, sería mucho más efectivo para la enseñanza del idioma que... Bueno, no lo sé, no lo sé si sería mucho más efectivo... Quizás no, quizás no, pero sería más divertido, sería más divertido...
Y aquí lo importante, lo importante, chicos, vamos a dejar las cosas claras, vamos a dejar las cosas claras. Lo importante aquí no es aprender español, lo importante aquí es es reírse un rato... ¡Ja, ja, ja!
No sé... Yo creo que los que me seguís ya desde hace mucho tiempo, os habréis dado cuenta de que aquí nadie aprende español. Nadie aprende, nadie aprende español conmigo, nadie aprende español conmigo.
Si tú ya me entiendes, tú ya, tu ya sabes español, tú ya sabes español. Si, si tú dices "¡Ay, que divertido es Juan! ¡Ay, me gusta mucho su podcast!" Y tú me entiendes, tú me entiendes el 80 o el 90 por ciento, tío, ¿qué quieres que te diga? Tú ya hablas español, tú ya... Tú, tú ya hablas español. ¿Vale?
Y si tú estás aquí pues es porque, pues porque, porque te hace gracia lo que digo y porque y porque quieres reírte un rato conmigo. ¿Vale?
Espero que sea conmigo y no de mí, que son cosas diferentes, ¿vale?. Son cosas muy diferentes.
Chicos, que no me enrollo, que aquí lo dejamos. Venga, que me voy a poner a hacer el Repaso 4. Y después todas las otras cosas. Tengo muchas cosas que hacer...
¡Chicos...! ¡Huy el té! El té se ha puesto, se ha puesto frío. No me gusta nada el té, el té frío...
Bueno, chicos, nos vemos. Venga, adiós. Hasta luego.
No nos vemos, no nos vemos... ¡Nos escuchamos! Nos escuchamos la próxima semana aquí en Español con Juan. ¡Adiós!